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Capítulo 6. “Un descubrimiento que cambia una vida”.

Clara.

Piso de Clara y Morgan, en Foggy Bottom, Abril 2016.

Nada más abrir los ojos lo supe, hoy iba a ser un día complicado, la voz emocionada de Morgan se oía atrás vez de la puerta de mi cuarto, mientras cantaba a todo pulmón, conocía ese hábito que ella tenía, muy bien, normalmente era provocado por la llegada de algún paquete o correspondencia de alguna de las dos, ya que eso significaba que esta noche saldríamos a celebrar, justo la acción que hoy, no me apetecía realizar. 

Últimamente todo se me había complicado, entre los estudios, las últimas noticias desagradables que había recibido por parte de Caroline, mi antigua niñera, sobre lo que pasaba en mi casa, y que me encontraba especialmente algo tocada de salud, desde hacía dos días, una salida loca y desenfrenada de chicas, para celebrar que, sorprendentemente, nuestras familias se acordaban de que existíamos, no era algo que yo deseara celebrar hoy, sobre todo cuando, nuestra última celebración, se me había quedado grabada a fuego en mi mente. 

Me levanté con algo de impaciencia, y sintiendo un ligero mareo, era una sensación que llevaba afectándome casi todas las mañanas dese hacía una semana, y en ocasiones también me ocurría por las tardes. Morgan me había sugerido que fuera al médico, que eso no era normal, pero yo, como estábamos en época de exámenes globales, lo había pospuesto, normalmente ese ligero mareo, desaparecía después de comer algo, así que por ahora aguantaría, hasta que terminara mi último examen dentro de cinco días.

Morgan y yo teníamos muy claro que haríamos los dos próximos años que nos quedaba de carrera, había un programa de intercambio de universidades que era becado, al que pocos estudiantes podían optar si no tenían dinero suficiente, ya que premiaba tus avances académicos. 

Ese programa consistía en que el primer año debías viajar como alumno de intercambio de estudiantes, a varias universidades de todo el país, para conocer los diferentes estilos arquitectónicos, y técnicas de trabajo modernos y antiguos que ellas estaban estudiando, o que ya existía, y el último año que era el que más me ilusionaba, estudiaremos recorriendo Europa, el viejo continente, donde estudiaremos los diferentes estilos arquitectónicos que cualquier arquitecto desea conocer, y ver, al menos una vez en la vida. 

Todo estaba planificado, y para ello debía de ser las mejores, solo los diez primeros clasificados por sus calificaciones académicas globales, que no tuvieran dinero para costearse esos dos años, podían optar a la beca, sabía que mi padre, aconsejado por la m*****a bruja de Ruby, no me iba a dar el dinero para subvencionarme este programa como si les había pasado a algunos de mis compañeros, que, por sus calificaciones, y su estatus económico, ya había sido admitidos en el programa, pero yo, y en especial Morgan, dependíamos de la beca. La dos sabíamos que la lista de becados se publicaría en un mes, así que no quedaba de otra que darlo todo.

-” Hola, ex Virgi Clara.”- me dijo la estúpida de Morgan cuando llegué al salón mientras ella desenvolvía un paquete que, por su apariencia, pequeña, y nada maltratada, le había enviado su familia desde Nueva York.  

-” Deja de llamarme, así, ha pasado más de un mes ¿no te cansas?”- le dije seria, odiaba que me recordara el error que había cometido, pero lo que más odiaba era que, en el fondo, yo no lo lamentaba, como debía de ser lo lógico, prueba de ello era la camisa de hombre que, colgada sin lavar, de un perchero en el armario de mi habitación, y que, en ocasiones, cogía entre mis manos, para olerla, y así revivir los recuerdos que tenía de esa noche, sinceramente estoy para que me encierren. 

-” Seguro que con el tiempo se me pasara ex Virgi Clara, pero por ahora déjame que lo disfrute, por cierto, ¿sabes lo que me ha enviado mi tía?, algo que hará que cambies la cara desde que lo veas.”- me dijo la loca y molesta Morgan, haciéndome sonreír de felicidad.

-” ¿No me digas que te ha enviado el jamón curado que hace en su granja de Country Dreams??”- le dije acercándome a ella, para comprobar si ese delicioso manjar, venía en el interior de esa caja que ella estaba inspeccionada en ese momento. 

La primera vez que probé el jamón curado que hacía la tía de Morgan en su granja en las afueras de Nueva York, pensé que estaba degustando un manjar de dioses, me recordaba tanto a la carne que había comido en las zonas rurales de Nueva Zelanda, que la adoré de manera inmediata, así que cada vez que su tía enviaba jamón curado, yo prácticamente me apropiaba de él, intercambiándolo por la ropa destrozada de lujo, que me enviaba la m*****a de Ruby. Morgan era una manita cociendo y reparando todo aquello que se rompe, o se estropea, así que ahora mismo tenía en armario vestidos más lujoso que los que yo tenía en el mío.

-” Toma, total, esto compensa los dos vestidos de Gucci que tu gran madrastra reformó, y que yo reparé, en ese paquete que te llegó hace dos meses.”- me dijo entregándome la gran bola envuelta en papel vegetal, bajo filme transparente.

La cogí sin pensarlo, y me dirigí a la cocina, ansiosa, ese sería mi desayuno, un café, unas tostadas, un huevo, y una buena, y generosa porción de Jamón curado. Todo iba bien, el café estaba recién hecho, el pan se calentaba en la tostadora, el huevo lo acaba de freír con poco aceite en la sartén, justo como a mí me gustaba, había llegado el momento, comencé a desenvolver mi adorado jamón, deseando que, una vez desenvuelto me embriagara ese apetitoso olor que siempre desprendía.

Pero al contrario de lo que yo esperaba, cuando desenvolví el paquete que envolvía el jamón, el olor se volvió tan intenso, que pronto me vi envuelta en nauseas, y tuve que correr al baño, para vomitar todo lo que quedaba en mi interior de la cena de la noche anterior.

Estaba incorporadme del sanitario, cuando en vi como una servilleta húmeda llegaba a mi cara, así que me giré para ver a una seria y decidida Morgan mirándome. 

-” Venga larga de una vez, ¿Te ha venido el periodo después de lo que pasó hace dos meses?”- yo la miré como si estuviera delante de un extraño y peligroso fenómeno, mientras mi mente corría intentado recordar si lo que ella me preguntaba había sucedido.

Soy muy irregular, así que no suelo calcular cuando me debe venir el periodo, cuando llega llegó, pero tenía que ceder ante la verdad, por mucho que pensara tenía que admitir que no me había venido la menstruación, después de pasar la noche con un desconocido.

Algo debió de ver la observadora Morgan en mi cara porque lo siguiente que le vi hacer confirmó mis peores pesadillas, abrió el armarito del baño, y de detrás de algunos cosméticos caros de maquillaje, saco una cajita que reconocí enseguida, era una prueba de embarazo. 

-” ¡Yo... eso... es imposible, yo …seguro que no...!”- Las palabras de negación e incredulidad salían de mi boca en un susurro.

-” Eso lo sabremos en unos minutos, y deja de refugiarte en la negación, es fácil de saber si estas o no embarazada, la primero que debes recordar es si, esa noche, cuando estuvieron juntos, usaron protección. ¿lo usaron?”- me preguntó Morgan mirándome seria, y no dejándome rehuir su mirada.

-” No lo sé, no lo recuerdo...”- dije lamentándome en un maldito murmullo.

-” Perfecto, usa esto ahora, y salgamos de dudas.”- me dijo entregándome el contenido de la cajita, que era un paquetito que ella acaba de abrir. Las manos me temblaban mientras yo miraba el paquetito, como si fuera una m*****a bomba.

Mi cabeza era una vorágine de ideas y sentimientos de temor que me anulaban todo pensamiento racional. 

-” Yo no sé ...como se usa...”- Morgan me cogió el paquetito y sacó una especie de bolígrafo de su interior, mientras me explicaba cómo funcionaba, yo oía las palabras como si me hablará en otro idioma, uno que yo, no acaba de entender. 

-” Despierta de una vez, esto no es un juego, no vas a despertar y sentir que todo era una pesadilla, úsalo como te he dicho y salgamos de dudas, luego ya pensaremos que hacer, Pero hazlo ya, el no saber es aún más peligroso.”- me dijo de forma brusca y decidida, Morgan, igual que cuando un padre regaña a una hija desobediente, que no quiere hacer nada por su bien. 

Así fue como nos encontramos varios minutos después sentados en la mesa del salón mirando con atención a esa especie de bolígrafo girado boca abajo, esperando el resultado que revelara si mi mundo había explotado en mil pedazos, o era sólo una estúpida alarma. 

Cuando sonó la alarma del móvil que anunciaba que el tiempo había pasado, y que era hora de girar la prueba de embarazo, mis manos temblaron, y me vi incapaz de hacerlo, así que con la mirada rogué a Morgan que lo hiciera por mí.  Ella asintió y de un solo movimiento cogió la especie de bolígrafo.

Su cara al mirar el resultado, no me reveló nada al principio, creo que más bien fue mi mente engañándome, yo tenía la esperanza que todo esto sólo fuera una pesadilla, que Morgan me miraría muerta de risa, diciéndome que había caído en una pesada broma, pero por mucho que mi mente trataba de negarlo, la realidad estaba allí, y cuando Morgan giró la prueba hacia mí, todo se revelo como si el mundo se paralizara mi alrededor, dos rayitas rojas y reveladoras se veían claramente en la ventanita de la prueba. 

Definitivamente, yo Clara Goodman estaba embarazada de un desconocido que había conocido mi primera noche, y ni sabían quién era, ni como era.

Pero eso no sería lo peor que me iba a pasar, pese a lo que yo creía en esos momentos, lo peor estaba por pasar algo que me haría tomar una gran decisión que me separaría de mi antigua vida, para comenzar otra nueva con Morgan a mi lado ayudándome, demostrándome que hay más de una forma de familia, y lejos de los que yo creía que me querían incondicionalmente.

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