Ana una Omega y Luna que vivió con Carlos su lobo alfa durante años, compartiendo una vida llena de sueños y desafíos. Juntos tuvieron dos hijos, a quienes Ana ama profundamente y por quienes lucha cada día. Sin embargo, a pesar de las alegrías de ser una familia, su relación comenzó a desmoronarse. La causa: la relación de Carlos con su madre. La separación dejó una marca en su corazón, pero ella decidió seguir adelante por el bienestar de sus hijos.Un tiempo después de la separación, Ana conoce a Marcos, un lobo alfa de otra manada, lo conoce através de las redes. Su relación comenzó rápidamente, con Marcos mostrándose como un hombre atento, cariñoso y dispuesto a darle a Ana el amor y la estabilidad que tanto anhelaba. Se hicieron novios, y él se integró rápidamente en su vida, asumiendo el rol de figura paterna para sus hijos. A pesar de sus gestos y promesas, la relación pronto comenzó a verse afectada por las mentiras y las infidelidades de Marcos, lo que destrozó la confianza de Ana. Pero todo se complicó cuando ella se va de vacaciones y conoce a Gregory un Ceo dueño de una cadena hotelera. Casada con un Lobo Mentiroso es una historia de amor, traición y dolor, donde Ana deberá decidir entre continuar soportando las mentiras de Marcos, pagarle con la misma moneda o liberarse y encontrar su propio camino hacia la sanación. Entre el dolor de la muerte de Carlos y las traiciones de Marcos, Ana aprenderá que el verdadero amor comienza con el amor propio.
Leer másAna abre los ojos sintiendo una mezcla de emoción y nervios. Hoy era el día de su boda con Gregory, su alfa, el hombre que le había demostrado que el amor verdadero existía.—Buenos días, futura señora de Gregory —bromea Valentina, entrando en la habitación con una sonrisa traviesa.—Buenos días, mi amor —responde Ana, acariciando el rostro de su hija.—Mamá, estás temblando —intervino Diego, mirándola con preocupación—No te preocupes te llevaré al altar.—Es normal, cariño. Es un gran día. Y gracias por acompañarme —responde Ana con una sonrisa temblorosa.Mientras sus hijos la abrazaban, su madre, entra en la habitación con un equipo de estilistas.—¡A trabajar! Tenemos una novia que embellecer —exclama su madre, frotándose las manos con emoción.Ana ríe nerviosa mientras se deja llevar por el torbellino de maquillaje, peinado y vestidos. La maquillista, Britani, se acerca con sus brochas y una gran sonrisa.—Hoy es tu día, Ana. Vas a brillar como nunca —dice Britani, comenzando su
Gregory descansaba en la cama del hospital, con el sonido de los monitores de fondo y el aroma a desinfectante impregnando el ambiente.A pesar del dolor en su estómago, intentaba mantenerse sereno, especialmente por Ana y los niños. Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida cuando la puerta se abrió de golpe.—¡Buenos dias! ¡Señor Samaniego! —exclama un oficial de policía al entrar —. Tenemos noticias sobre Marcos.Gregory se endereza con esfuerzo, sintiendo un latido de ansiedad recorrer su pecho.—¿Lo atraparon? —pregunta con voz tensa.El oficial asiente.—Intentaba salir del país con una cantidad considerable de dinero en efectivo. Fue detenido en la frontera cuando los agentes notaron su comportamiento sospechoso. Está bajo custodia y enfrentará varios cargos, entre ellos homicidio.Gregory exhaló, dejando caer la cabeza sobre la almohada. Un peso enorme se había levantado de sus hombros.—Gracias por avisarme. ¿Ana lo sabe?—Estamos informándoles a los familiares afectad
Marcos avanzaba con paso apresurado por la terminal del aeropuerto, ocultando su ansiedad bajo una máscara de aparente tranquilidad.Su objetivo era claro: salir del país antes de que lo atraparan. Había tomado precauciones, pagado en efectivo y evitado cámaras en la medida de lo posible, pero algo dentro de él le decía que la suerte no estaba de su lado.La policía lo estaba buscando así que con ayuda de su amigo y jefe, salió del país sin ser detectado. Llegaría a Brasil al salir del aeropuerto, a casa de una ex novia de cuando era muy joven.Cuando llega a la terminar del aeropuerto, retira su maleta, mientras siente una presión en la nuca. Una sensación que no podía ignorar. Apenas cruza la primera linea de seguridad, una mujer lo guía hacia un cuarto, allí un grupo de policías lo esperaban junto a un abogado de Gregory. Todo hecho en menos de 74 horas.—Señor, acompáñenos, por favor —dice uno de los oficiales con voz firme.—¿Qué sucede?Marcos intentó fingir desconcierto, pero c
Minutos antes.La plaza central animada, pasado el medio día, con la luz del sol iluminando a las familias que paseaban entre los puestos.Ana caminaba junto a Gregory, sosteniendo la mano de Diego, mientras Valentina brincaba emocionada a su lado. Los niños están emocionados con el algodón de azúcar, donde los dos hermanos miraban fascinados cómo la máquina giraba creando nubes rosadas y esponjosas.Gregory sonrie y, sin dudarlo, se inclinó para abrazar y besar a Ana. Ella responde con ternura, disfrutando de aquel momento de tranquilidad que tanto había deseado.Marcos se movía con determinación, sus manos firmes en la pistola. La escena frente a él lo llenaba de rabia. Gregory tenía todo lo que él había perdido: el amor de Ana, la felicidad de sus hijos y la vida que le había sido arrebatada.Laura al anticipar su intención, no lo pensó dos veces. Corrió con todas sus fuerzas, su única intención era detenerlo. Sabía que Marcos era capaz de cualquier cosa y, al ver su expresión dese
Gregory acababa de recibir la confirmación de algo que esperaba con ansias. El divorcio estaba firmado. Por fin, Ana era libre de Marcos.—¿Y no puso más condiciones?—No señor Samaniego. El sujeto aclaro los ojos cuando vió todo ese dinero.—Bien. Ahora lleva todo para que se formalice y antes de verano quiero que prepares todo para mi matrimonio con Ana.—Como diga joven Ceo.Con una sonrisa satisfecha, saca su teléfono y marca el número de Ana. Ella contesta tras el segundo tono.—Hola, Greg—su voz sonaba animada.—Hola, preciosa. ¿Dónde estás? Tengo buenas noticias para ti, pero quiero dártelas en persona.—Estoy en la plaza central con los niños. Vinimos a comprar regalos para los maestros. ¿Por qué no nos alcanzas aquí?—Eso haré. Espérenme en la fuente grande. Nos vemos en veinte minutos —dice Gregory antes de colgar.Afuera de la firma de abogados, a unos metros de distancia, Marcos observaba todo desde un auto de segunda mano que acababa de comprar con parte del dinero que le
Marcos cerró el maletín con un chasquido seco y lo dejó sobre la mesa del desvencijado motel donde se hospedaban.Laura, con el cabello revuelto y los ojos hinchados por el sueño, se incorporó en la cama y lo miró con incredulidad.—Dime que no hiciste nada estúpido con esa arma —susurra, con su voz temblorosa.Marcos esboza una sonrisa torcida y se sirve un vaso de whisky de la botella barata que había comprado antes de regresar.—Depende de a quién le preguntes, amor mío —responde con desdén.Laura se levantó rápidamente, con su camisón cayendo sobre su cuerpo con descuido. Caminó hasta él y quiso tocar el arma, pero Marcos no la dejó. Su corazón dio un vuelco al ver el brillo del arma, parecía cargada.—¿Me estás diciendo que te dieron dinero por firmar el divorcio y gastaste mil dólares por eso? —pregunta, con la respiración entrecortada.Marcos se encogió de hombros y tomó un sorbo de su bebida.—Ya te dije ¿eres sorda? Gregory Samaniego. Me ofrecieron este dinero para que desapa
—¡Que te jodan!—le grita Laura.El olor a basura y humedad le golpeó la nariz. El ruido de la ciudad comenzaba a despertar, bocinas, voces, el ajetreo de la miseria cotidiana.—Tan dramática.Apretó la mandíbula y su mirada cayó sobre el papel arrugado de la solicitud de divorcio en la mesita de noche. Su mano se cerró en un puño. No, esto no se quedaría así. Si Ana pensaba que lo había sacado de su vida sin más, estaba equivocada. Gregory Samaniego no iba a salirse con la suya.—Voy a salir—le dice a Laura—Si estás aburrida sal para ver qué encuentras. No sé a qué hora regrese.Ella seguía enojada, así que simplemente se hizo la desentendida.Dos horas después, Marcos se arregló la chaqueta y se pasó una mano por el cabello antes de entrar al imponente edificio de oficinas. Las letras doradas sobre la entrada principal reflejaban el nombre del bufete de abogados que manejaba el divorcio de Ana. "Garrido & Asociados". Solo con ver el nombre, sintió que la rabia le subía por el pecho,
Marcos está a sentado en el borde de la cama del mugroso motel, dándole una mordida al trozo de pollo frito que tenía en la mano.La grasa le chorrea por los dedos, pero a estas alturas le daba igual. Frente a él, Laura, con los brazos cruzados y una expresión de fastidio, no estaba antojada de pollo, pero se lo tenía que comer, era eso o acostarse con el estómago vacío, ella le miraba como si fuera la peor basura del mundo.—Y dígame, princesa, ¿cuándo piensas empezar a buscar trabajo?porque lo que gano no nos va a alcanzar para mucho, hice una mala inversión, perdí dinero meses atrás y todo este tiempo nunca fui bueno para ahorrar—suelta él entre bocado y bocado.Laura hizo una mueca de disgusto, pasándose una mano por su cabello desordenado, era la mano que aún tenía limpia.—Estoy embarazada, mi amor. ¿Te parece que puedo andar correteando trabajos en este estado? además ¿quién diablos me va a contratar?Él soltó una carcajada seca y sacudió la cabeza, dejando el hueso del pollo e
En el restaurante solo quedaron los padres de Ana y ella junto a Gregory, porque Laura salió corriendo detrás de Marcos que acababa de salir como un demonio.—Dios mío hija—Su madre ya no sabe que pensar ni que más decir.—Es una larga historia madre, todo lo que escuchaste. No tengo secretos contigo ni con papá. Así que mejor tomen asiento y vamos a cenar algo, aunque no tengo mucho apetito. Me he pasado el último mes con muchos malestares.Gregory la mira más enamorado, ella su mujer ahora solo suya, estaba esperando un bebé de su linaje de licanos. Aunque sospecha que su padre, no estará de acuerdo, no tiene intención de abandonar a Ana, al contrario va a ayudarla a divorciarse y casarse lo más pronto con ella.Gregory manda a prepararles otra mesa alejada del desorden de la pelea anterior y les sirvieron platos ligeros. Ana le contó todo a sus padres desde cero. Desde como conoció a Gregory hasta todo lo que ocurrió hasta el momento.—Ahora si entendemos todo hija—ñe dice su padre