Victoria Walker carga a cuesta con un secreto que no la deja vivir en paz. Ahora, casada con el hombre que ama, trata de dejar atrás el recuerdo de aquel infierno que padeció al lado de un ser despreciable que le hizo vivir la peor de las pesadillas. Sin embargo, la felicidad que ha alcanzado junto a su esposo Robert Dawson y sus pequeños hijos, Alondra y Dorian, se verá truncada cuando se entere de que fue víctima de una mentira perversa que la forzará a tomar decisiones drásticas e inesperadas. El pasado se cierne sobre sus vidas como una amenaza latente que intentará robarles la felicidad que tanto les costó construir; sin embargo, la reina de corazón rojo estará dispuesta a darlo todo para salvar a su familia a costa de un gran sacrificio para conseguirlo. Identificador 2504131452762 Fecha de inscripción 13/04/2025 © Todos los Derechos Reservados
Leer másMe le quedo mirando sin saber cómo responder a su pregunta. ¿Qué clase de broma macabra es esta? Me siento mareada y confusa. Aún sigo sin recordar nada de lo que sucedió y, si no fuera por el niño, habría jurado que todo se trataba de una extraña pesadilla.―Papá, me dijo que me abandonaste porque no me querías, ¿es verdad?Abro la boca, pero no sale ninguna palabra de ella. De repente, la puerta se abre con brusquedad. Giro la cara y veo entrar a la misma mujer que se encargó de mí en el avión.―¡Maldito mocoso! Te dije que no salieras de tu habitación, pero nunca obedeces.Envuelve sus dedos alrededor de su bracito y le tal tirón que está a punto de desprenderlo de su hombro.―¡Suéltame, me haces daño!Me causa indignación la manera en que lo trata. Antes de siquiera pensarlo, salgo eyectada de la cama y me abalanzo sobre ella. Se lo arranco de las manos y lo ubico detrás de mí para protegerlo. Una vez que eres madre, todos los niños se convierten en tu hijo. No voy a permitir que
Me incorporo súbitamente, con el corazón agitado y el cuerpo completamente cubierto de sudor. Inhalo profundo y miro a los alrededores, nerviosa y aterrorizada, para asegurarme de que estoy en casa. Suspiro con alivio y me llevo la mano hasta el corazón al darme cuenta de que me encuentro en mi habitación. Por fortuna, Robert no está a mi lado. No quiero que haga preguntas, que no estoy dispuesta a responder. No tengo idea de cuál fue el detonante que provocó mis pesadillas, pero cada vez que cierro los ojos, una cadena de acontecimientos que sucedieron en un pasado cercano, amenazan con acabar con mi paz y mi tranquilidad. Desde que Robert apareció en mi vida, no volví a tenerlas. Así que me preocupa que hayan regresado y que, en esta oportunidad, sean más recurrentes que antes.Aparto la sábana de mi cuerpo y saco mis piernas temblorosas de la cama. Me niego a dejarme intimidar por mis recuerdos. Me dirijo al baño y, al entrar, me detengo frente al espejo del lavamanos. Manchas oscu
Un terrible dolor punza dentro de mi cabeza, haciendo palpitar mi cerebro como bomba de tiempo. Apenas soy consciente de mí misma. Siento el corazón acelerado y unas terribles náuseas que me tienen a punto de expulsar todo lo que tengo dentro de mi estómago. Intento recordar, pero mi mente está completamente en blanco.―¿Crees que estará bien?Aquellas palabras provocan un escalofrío a lo largo de mi columna vertebral. ¿Quién es ese hombre? Busco la fuente de la voz, pero descubro que no puedo moverme ni abrir los ojos. El miedo y el horror se roban mi aliento y cada latido que nace de mi corazón, al darme cuenta de que no puedo realizar ningún movimiento. ¿Qué está sucediendo? Intento moverme, pero no lo consigo. Es como si estuviera atrapada dentro de mi propio organismo.―Espero que sí ―se escucha otra voz a la que tampoco reconozco―. Pero me temo que el jefe nos hará pagar por este error.¿El jefe? ¿De quién están hablando?―¡Todo por culpa de esa perra! ―protesta, con enojo, el p