Entre el lujo y el dinero, Esther ha hecho en su vida lo que le ha dado la gana acunada siempre por el poder de su padre, pero cuando él la obliga a casase por negocios, Esther encuentra una nueva oportunidad para salirse con la suya, por eso, contrata a un vagabundo para que se haga pasar por su novio en la cita en la que conocerá a su futuro esposo. Lleno de humillación, su padre la obliga a contraer matrimonio con el extraño vagabundo en busca de darle una lección y a él lo obliga con su poder, pero ¿Quién es ese extraño hombre de ojos claros y manos masculinas? Se pregunta Esther constantemente. A pesar de su aspecto andrajoso, no parece para nada un hombre de la calle y hay algo tras él que la llena de miedo y erotismo, pero el hombre (que no parece nada contento con el compromiso obligatorio) le hará la vida imposible a la hija mimada del millonario. Ella y sus cosas habían arruinado su perfecta venganza… o quizá no.
Leer másBien, por dónde empezar… creo que por unas merecidas disculpas de mi para cada hermosa lectora que me ha acompañado en esta linda historia. Como lo mencioné con anterioridad, esta historia es no exclusiva, y para no entrar en detalles, no hay dinerito por escribir ☹ así que debí concentrar mis energías en otros proyectos y por eso actualizaba tan pocas veces a la semana, de verdad lo siento por eso, pero me parecía un insulto y una falta de respeto para con ustedes no terminarla. Debido a esto también este final que se siente tan apresurado, pero debía cerrar ya esta historia para concentrarme en La Heredera Olvidada (que por cierto les invito a leer jeje) De nuevo perdón y gracias por acompañarme en esta historia de Esther que se las debía y se las di, sin ustedes y sus mensajes de apoyo no hubiera llegado a su final, así que mil gracias, esto es por y para ustedes. La historia de Helene está comenzando a ser planeada, y espero que la idea le guste a mi editora, como dijo Esther, h
Esther contuvo el aliento cuando Dorian la puso de pie y comenzó a moverla por entre la multitud, luego le arrebató el auricular que tenía en el oído. Miró hacia los lados donde sus aliados. Agustina Dublá estaba con el periódico arriba, Carlo seguía sobre el puente y Leonel buscaba a su primo con la mirada. El arma en su cuello se sentía terriblemente fría, como un trozo de hielo quemándola sobre la piel. Trató de llamar la atención de alguien para que la ayudara, pero todas las personas estaban distraídas con el espectáculo de fuegos artificiales sobre el cielo y nadie la miró para pedir ayuda. Quiso gritar, pero nadie la escucharía o Dorian la mataría, así que contuvo la respiración y siguió caminando por entre la multitud. Se preguntó si en serio nadie la había visto, de sus hombres había muchos en el lugar más todos los policías que Leonel encontró para ejecutar el plan, alguien debía verla, alguien debía salvarla. — Esto será muy divertido — le murmuró Dorian al oído — sube
El plan se había ejecutado y había salido a la perfección. Cuando Agustina Dublá difundió los archivos de asuntos ilegales, las trata de blancas que tenía con Mike Smith y las evidencias de las toneladas de droga que el hombre transportaba utilizando a Transportes Luna, la policía de inmediato había expedido una orden de captura inmediata para ambos hombres y ni todos los jueces comprados del mundo los salvó de aquello. Gracias a los planos que Emily y Esther se habían robado, Carlo y Leonel crearon un plan para dinamitar y, literalmente, explotar los edificios de seguridad que el hombre tenía. La idea de fue de Leonel y a Esther le dio un poco de miedo los gustos pirómanos que su esposo comenzaba a demostrar después de lanzar ese cohete esa noche, pero el plan había funcionado, cuando Dorian llegó a sus calles, no se encontró con otra cosa que no fuera un caos total. — Tenemos que aprovechar que ahora está débil — les comentó Fernando Lacrow, el papá de Carlo y Esther, en la reu
Portia sintió que el ardor en la garganta la mataría, así que bebió de un trago el resto de agua que quedaba en la botella. — No entiendo por qué esto es tan largo — le dijo Emily, la vagabunda estaba verde y mareada. Llevaban media hora corriendo por el túnel y parecía que jamás se acabaría. Estaban sudadas, agotadas y con miedo. Portia le señaló el suelo, donde se veían claramente las marcas de las llantas de un aparato. — Dorian viaja en moto, de seguro así recorre el túnel — Emily se recostó en la pared para descansar un poco. — ¿En serio crees que no nos están ya esperando en la salida de esta mierda? — le preguntó y Portia no contestó, ¿qué podía decir? Ella pensaba exactamente lo mismo. — No importa, tenemos que salir de aquí — miró su celular, seguía sin cobertura — tenemos que confiar en que Carlo y Leonel lograrán salvarnos — Emily se apretó el estómago como si tuviera náuseas. — Hice esto para poder tener una mejor vida, y ahora parece que ni vida tendré — Portia la
Portia apretó los puños con tanta fuerza que las uñas se le clavaron en las palmas. Frente a ella estaba Mike Smith y su presencia le produjo una arqueada. Dio la vuelta y se dirigió hacia donde estaba una jarra con agua y puso distancia entre los dos hombres que se saludaban alegremente.Portia miró hacia la puerta, sólo tenía que salir corriendo de allí lo antes posible, antes de que Mike la reconociera y terminara como la policía, mutilada y asesinada en una habitación oscura.Se bebió el vaso de agua de un trago largo, los hombres no se habían sentado todavía y Mike le decía en inglés a Dorian:— Estaba en la ciudad, y no podía no venir después de que me dijeras que tenían un regalo para mi — Dorian se rio.— Tengo un regalo impresionante, como te lo dije por teléfono, la tienes entre tus manos. ¿no vas a saludar a tu viejo amigo, Portia Back? — el vaso que Portia tenía en la mano se le resbaló y se rompió en un millón de fragmentos contra el suelo alfombrado. Se volvió despacio h
Emily se levantó muy temprano esa mañana. Habían pasado dos días desde que la hermanastra de Esther había dormido a Leonel, pero no había pasado nada. Los tortolitos siguieron su consejo de quitar la seguridad que tenían para la empleada Zulma, esa mujer traía algo entre manos, Emily lo sabía, había tenido toda la experiencia en la calle que le ayudaba a leer entre líneas, y ahora sin la seguridad de Leonel y sin los chantajes de Leidy, Zulma tenía cancha abierta para hacer lo que quisiera, solo que no contaba con su experiencia. Faltaba un tanto para amanecer cuando Emily escuchó los pasos por el corredor. No podía dormir, así que las noches se le convertían en duermevela enredado de ratos de pesadillas y ratos de mirar hacia el techo, así que lograba estar muy pendiente de lo que pasaba en el pequeño palacio. Salió despacio vestida con un abrigo que se encontró en la habitación de invitados y logró ver desde arriba de las escaleras como Zulma salía de la casa por la puerta de atr
Esther dejó la camioneta en el estacionamiento y corrió dentro del hospital. Cuando se encontró con su hermano el hombre le dio un brazo.— Ya hablamos con los doctores, él está bien, ya despertó… ¿A quién mataste? — Esther bufó muerta del cansancio y el estrés.— Luego te cuento — caminó hacia Portia y le dio un fuerte abrazo — lamento haberte golpeado.— Yo lo pedí — le dijo la gemela — después hablamos de eso, pero ahora tenemos otro inconveniente, acá la señorita dijo que se va a casar con el amigo de Leonel — Helene le sonrió con incomodidad.— No sé porque todos dicen que es muy pronto — le contó a Esther cuando la abrazó.— ¿Tal vez es porque así es? — Helene bufó.— La verdad, esta vida es muy corta como para perderla en eso, mi hermano Oliver se casó con Lia por contrato y se amaron, tú y Leonel, bueno, ya sabemos cómo se casaron y mira, ahora se aman. Es el destino — Esther miró a los otros dos para que le ayudaran, pero ellos se encogieron de hombros, se notaba que ya la ha
Esther sintió mareo, todo el cuerpo le hormigueaba como entumecido. No podía creer que en su cuerpo pudiera caber una embriagadora sensación de rabia tan grande. Estaba segura que en ese mismo momento podría matarlos a los dos. Las manos de Leonel seguían sobre las caderas de Leidy, afianzadas a su blanca piel, los gemidos de la joven se confundían con los tambores en sus oídos, causados por su acelerado corazón. ¿Cómo podía estar pasando eso? Una realidad se cernió sobre ella, y era tan simple como poderosa. Esa rabia solo era la contraparte del amor que sentía por Leonel, si le dolía tanto su traición, era porque lo amaba con la misma intensidad del dolor. Esther no supo cuanto tiempo se quedó perdida en esas cavilaciones, pero no podían ser más que unos diez segundos, diez en los que seguía viendo al amor de su vida cogerse a otra. Tuvo el irremediable impulso de salir corriendo, de dejarlos y de abandonar todo, pero su alma de terca la mantuvo firme en el sitio. — ¿Qué es es
A pesar de pasar la noche en los brazos de Leonel, a Esther la aplastaron las pesadillas. Era un retorcijón de escenas con las imágenes de la policía deformada por la tortura, con los dientes expuestos por los labios cortados y las orejas cercenadas. La mirada que le dedicó a Esther fue de horror, de lamento, le suplicaba. Ya no que la ayudara si no que acabara con su sufrimiento, pero, ¿en realidad la había visto o solo era producto de su imaginación o de sus pesadillas?Cuando despertó, tenía la frente perlada de sudor y los brazos de Leonel alrededor de su cintura, y un miedo extraño la invadió. Si estar con Leonel ya no le ayudaría con sus pesadillas, entonces, ¿Qué haría?La luz blanquecina entraba por la ventana y Esther se puso de pie, tenía todo el cuerpo adolorido, como si un camión le hubiese pasado por encima, así que bajó a la cocina. Era temprano en la mañana, Leonel le había dicho que no iría a la oficina, así que se tomaría una pastilla para el dolor y regresaría a la