Emily se levantó muy temprano esa mañana. Habían pasado dos días desde que la hermanastra de Esther había dormido a Leonel, pero no había pasado nada. Los tortolitos siguieron su consejo de quitar la seguridad que tenían para la empleada Zulma, esa mujer traía algo entre manos, Emily lo sabía, había tenido toda la experiencia en la calle que le ayudaba a leer entre líneas, y ahora sin la seguridad de Leonel y sin los chantajes de Leidy, Zulma tenía cancha abierta para hacer lo que quisiera, solo que no contaba con su experiencia. Faltaba un tanto para amanecer cuando Emily escuchó los pasos por el corredor. No podía dormir, así que las noches se le convertían en duermevela enredado de ratos de pesadillas y ratos de mirar hacia el techo, así que lograba estar muy pendiente de lo que pasaba en el pequeño palacio. Salió despacio vestida con un abrigo que se encontró en la habitación de invitados y logró ver desde arriba de las escaleras como Zulma salía de la casa por la puerta de atr
Portia apretó los puños con tanta fuerza que las uñas se le clavaron en las palmas. Frente a ella estaba Mike Smith y su presencia le produjo una arqueada. Dio la vuelta y se dirigió hacia donde estaba una jarra con agua y puso distancia entre los dos hombres que se saludaban alegremente.Portia miró hacia la puerta, sólo tenía que salir corriendo de allí lo antes posible, antes de que Mike la reconociera y terminara como la policía, mutilada y asesinada en una habitación oscura.Se bebió el vaso de agua de un trago largo, los hombres no se habían sentado todavía y Mike le decía en inglés a Dorian:— Estaba en la ciudad, y no podía no venir después de que me dijeras que tenían un regalo para mi — Dorian se rio.— Tengo un regalo impresionante, como te lo dije por teléfono, la tienes entre tus manos. ¿no vas a saludar a tu viejo amigo, Portia Back? — el vaso que Portia tenía en la mano se le resbaló y se rompió en un millón de fragmentos contra el suelo alfombrado. Se volvió despacio h
Portia sintió que el ardor en la garganta la mataría, así que bebió de un trago el resto de agua que quedaba en la botella. — No entiendo por qué esto es tan largo — le dijo Emily, la vagabunda estaba verde y mareada. Llevaban media hora corriendo por el túnel y parecía que jamás se acabaría. Estaban sudadas, agotadas y con miedo. Portia le señaló el suelo, donde se veían claramente las marcas de las llantas de un aparato. — Dorian viaja en moto, de seguro así recorre el túnel — Emily se recostó en la pared para descansar un poco. — ¿En serio crees que no nos están ya esperando en la salida de esta mierda? — le preguntó y Portia no contestó, ¿qué podía decir? Ella pensaba exactamente lo mismo. — No importa, tenemos que salir de aquí — miró su celular, seguía sin cobertura — tenemos que confiar en que Carlo y Leonel lograrán salvarnos — Emily se apretó el estómago como si tuviera náuseas. — Hice esto para poder tener una mejor vida, y ahora parece que ni vida tendré — Portia la
El plan se había ejecutado y había salido a la perfección. Cuando Agustina Dublá difundió los archivos de asuntos ilegales, las trata de blancas que tenía con Mike Smith y las evidencias de las toneladas de droga que el hombre transportaba utilizando a Transportes Luna, la policía de inmediato había expedido una orden de captura inmediata para ambos hombres y ni todos los jueces comprados del mundo los salvó de aquello. Gracias a los planos que Emily y Esther se habían robado, Carlo y Leonel crearon un plan para dinamitar y, literalmente, explotar los edificios de seguridad que el hombre tenía. La idea de fue de Leonel y a Esther le dio un poco de miedo los gustos pirómanos que su esposo comenzaba a demostrar después de lanzar ese cohete esa noche, pero el plan había funcionado, cuando Dorian llegó a sus calles, no se encontró con otra cosa que no fuera un caos total. — Tenemos que aprovechar que ahora está débil — les comentó Fernando Lacrow, el papá de Carlo y Esther, en la reu
Esther contuvo el aliento cuando Dorian la puso de pie y comenzó a moverla por entre la multitud, luego le arrebató el auricular que tenía en el oído. Miró hacia los lados donde sus aliados. Agustina Dublá estaba con el periódico arriba, Carlo seguía sobre el puente y Leonel buscaba a su primo con la mirada. El arma en su cuello se sentía terriblemente fría, como un trozo de hielo quemándola sobre la piel. Trató de llamar la atención de alguien para que la ayudara, pero todas las personas estaban distraídas con el espectáculo de fuegos artificiales sobre el cielo y nadie la miró para pedir ayuda. Quiso gritar, pero nadie la escucharía o Dorian la mataría, así que contuvo la respiración y siguió caminando por entre la multitud. Se preguntó si en serio nadie la había visto, de sus hombres había muchos en el lugar más todos los policías que Leonel encontró para ejecutar el plan, alguien debía verla, alguien debía salvarla. — Esto será muy divertido — le murmuró Dorian al oído — sube
Bien, por dónde empezar… creo que por unas merecidas disculpas de mi para cada hermosa lectora que me ha acompañado en esta linda historia. Como lo mencioné con anterioridad, esta historia es no exclusiva, y para no entrar en detalles, no hay dinerito por escribir ☹ así que debí concentrar mis energías en otros proyectos y por eso actualizaba tan pocas veces a la semana, de verdad lo siento por eso, pero me parecía un insulto y una falta de respeto para con ustedes no terminarla. Debido a esto también este final que se siente tan apresurado, pero debía cerrar ya esta historia para concentrarme en La Heredera Olvidada (que por cierto les invito a leer jeje) De nuevo perdón y gracias por acompañarme en esta historia de Esther que se las debía y se las di, sin ustedes y sus mensajes de apoyo no hubiera llegado a su final, así que mil gracias, esto es por y para ustedes. La historia de Helene está comenzando a ser planeada, y espero que la idea le guste a mi editora, como dijo Esther, h
— ¡Qué diablos está pasando aquí? — gritó Esther cuando abrió la puerta de la oficina de su prometido y lo encontró con su hermanastra Leidy, ambos semidesnudos sobre su escritorio.El hombre abrió los ojos asustado y se apartó de la mujer que cayó de espadas por detrás del escritorio.Esther no conocía a su prometido, su padre lo había escogido para concretar un negocio y se suponía que se conocerían esa tarde en una cena, pero Esther quería verlo antes, hablar con él y aclarar las cosas, nunca se imaginó lo que encontró.— ¿Esther? Espera, no es lo que parece — Esther dio un paso atrás, quería salir corriendo del lugar, pero sintió tanta rabia con su hermanastra que quiso golpearla. Ambas se odiaban, de seguro se había metido con su prometido a propósito y que era su jefe, así que se volvió hacia ella y la miró, la muchacha tenía el cabello oscuro muy revuelto y lloraba, pero Esther notó algo raro, ya estaba llorando antes de que abriera la puerta.— ¿Leidy? — le preguntó Esther y l
Esther estaba sentada en la sala de reuniones de la casa de su padre, tenía el corazón acelerado, pero se sentía confiada. Imaginó que era imposible que su padre cumpliera lo que le había prometido. ¿Cómo podía casarla con un vagabundo?Por la puerta entró un hombre en traje que cargaba unos papeles y los dejó sobre la mesa frente a ella.Su padre, acompañado de su esposa, la madrastra de Esther, y un par de hombres entraron en la sala. La mujer traía un ramo de rosas que le tendió a Esther y la muchacha le pidió ayuda con la mirada, pero la madrastra no la miró a los ojos, Esther sabía que no podía ayudarla, aunque quisiera.Cuando la puerta se abrió de nuevo un par de hombres entraron por la puerta arrastrando al vagabundo que tenía un ojo morado y el labio roto. Era más alto que los dos guardaespaldas, pero la ropa gruesa no le permitió saber si era un hombre ancho o delgado.Lo sentaron de golpe en la silla a su lado y él se sujetó el costado, como si lo hubieran golpeado.— Estam