NUESTRO CONTRATO DE NAVIDAD

NUESTRO CONTRATO DE NAVIDADES

Romántica
Maye Lyn   Recién actualizado
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Resumen
Índice

Ethan Graham Taylor lo tenía todo, hasta que la traición de su mejor amigo y su prometida lo llevó al borde de la destrucción. Incapaz de enfrentar el dolor, abandonó su vida y desapareció, dejando atrás cualquier fe en el compromiso o la Navidad. Dos años después, Ethan regresa como un hombre irreconocible: frío, solitario y más duro que nunca. Pero la vida que una vez dejó atrás no ha sido la misma sin él, especialmente para Alayna Rivers, su antigua asistente, quien siempre lo amó en silencio. Ahora, enfrentando una enfermedad terminal, Alayna solo tiene un deseo para su última Navidad: pasarla con Ethan. Cuando él le insiste en que regrese como su asistente, ella lo reta a comprometerse a algo más grande: a compartir una Navidad juntos. Al principio, Ethan se niega, pero pronto comprende que no puede dejarla ir de nuevo. Para demostrarle que cumplirá, acepta un contrato redactado por ella misma, un acuerdo que lo obligará a enfrentar no solo el espíritu navideño que tanto desprecia, sino también los sentimientos que siempre ha reprimido. En medio de luces navideñas, secretos dolorosos y recuerdos compartidos, Ethan y Alayna descubrirán que, a veces, el verdadero milagro de la Navidad no está en el tiempo que nos queda, sino en las segundas oportunidades que decidimos abrazar.

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Traición en vísperas de navidad
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Nuestro contrato de Navidad
AlaynaNo había dormido casi nada. La luz del portátil iluminaba el pequeño escritorio en mi habitación mientras mis dedos seguían tecleando sin descanso. Había pasado toda la noche redactando el contrato más inusual de mi vida, revisando cada cláusula, cada detalle, asegurándome de que no hubiera ninguna ambigüedad que Ethan pudiera usar en su favor. Era absurdo, lo sabía. Pero no podía evitar sentirme emocionada. Esto no era solo un contrato; era una manera de asegurarme de que tendría una Navidad perfecta, una última Navidad que realmente valiera la pena vivir. Cuando terminé, eran casi las cuatro de la mañana. Imprimí dos copias y dejé los papeles cuidadosamente apilados en la mesa del salón. Me desplomé en la cama, con Blizzard acurrucándose a mi lado, y dormí apenas un par de horas antes de que el amanecer me llamara de vuelta a la realidad. Me levanté temprano, sabiendo que Ethan llegaría tan puntual como el día anterior. Me di una ducha rápida y me vestí con uno de los atu
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