Clara Rojas, una joven con un pasado marcado por la tragedia, encuentra una nueva oportunidad en la empresa Wolf y Asociados. Pero su primer encuentro con el enigmático dueño de la compañía, Hernán Selton, despierta una conexión inexplicable y eléctrica. A medida que Clara se sumerge en su nuevo trabajo, lucha por desentrañar los misterios que rodean a Hernán, mientras lidia con las complicaciones de su pasado y las intrigas del presente. Sin embargo, lo que Clara no sabe es que Hernán oculta un secreto oscuro: es un hombre lobo atormentado por la creencia de que Clara, una humana aparentemente normal, es su pareja destinada. ¿Podrá Clara resistirse a la atracción magnética que siente por su enigmático jefe, o sucumbirá ante un destino que parece haber sido escrito en las estrellas?
Leer másPOV CLARADespierto al amanecer y una extraña sensación de energía recorre mi cuerpo, como si hubiese estado dormida durante días y de repente me hubieran cargado las pilas. Mis músculos no están tensos, ni mi mente agotada. Todo lo contrario, siento una claridad y vitalidad que me sorprende. Es como si, después de todo lo sucedido, algo dentro de mí hubiera cambiado de forma definitiva.Hernán está sentado en una silla cerca de la ventana, mirándome fijamente. No es una mirada de preocupación o miedo, sino de curiosidad. La misma que ha tenido desde que mis poderes comenzaron a despertar.—Te ves mejor —comenta, dejando escapar una sonrisa.Lo miro con una ligera confusión.—¿A qué te refieres?—No pareces cansada, ni parece que te pesen los días —dice, con una pequeña mueca en el rostro, como si de alguna forma se sintiera aliviado.Me estiro con un pequeño bostezo, disfrutando de la ligereza en mi cuerpo.—Me siento increíble, como si todo el cansancio se hubiera ido.Él asiente, p
POV MARINAEstoy sentada en el viejo sillón de Augusto, con las piernas cruzadas bajo una manta gruesa, observándolo mientras revisa unos papeles en la mesa. La noche afuera me da miedo, pero aquí dentro, con él cerca, me siento segura. Nunca pensé que encontraría un compañero de esta forma y, aunque él es más joven, es maduro y trabajador.—Deberíamos irnos a dormir, has estado con eso toda la noche —digo con suavidad, aunque sé que no me hará caso.Augusto levanta la vista y sonríe de lado.—Solo un poco más, prometo que en diez minutos me voy a la cama.Ruedo los ojos, pero antes de poder replicar, su expresión cambia de repente. Se queda inmóvil, como si escuchara algo que yo no puedo percibir. Lo conozco lo suficiente para saber que alguien se ha conectado con él mentalmente. Me enderezo en el asiento, esperando que me diga qué sucede.—Es Hernán —murmura tras unos segundos con la mandíbula apretada.El tono de su voz me pone en alerta.—¿Qué pasa?Augusto tarda en responder, con
POV HERNÁN Estoy muy preocupado por Clara. Desde que se desmayó y tuvo esa visión, la noto perdida, absorta en sus pensamientos. No sé qué hacer, se suponía que vinimos a entrenar, pero esta nueva revelación cambió todos nuestros planes.Siento todas sus dudas y miedos a través del vínculo, y temo que no sé cómo ayudarla a tranquilizarse.Me acerco a ella con cautela, sin querer presionarla, pero incapaz de ignorar la angustia que emana de su cuerpo. Clara está sentada en el borde de la cama, con la mirada clavada en el suelo y las manos entrelazadas sobre su regazo. Su respiración es pausada, pero cada tanto sus hombros se tensan, como si luchara por procesar lo que ha descubierto.Me arrodillo frente a ella y tomo sus manos entre las mías, notando lo frías que están.—Mi amor… —murmuro, buscando su mirada—. Háblame, por favor.Ella parpadea, como si mi voz la trajera de vuelta al presente, y finalmente me mira. Sus ojos, normalmente llenos de vida, ahora están nublados por la confu
POV CLARAEl aire del bosque comienza a volverse denso y siento una presión en mi pecho. Caminamos en silencio hacia la cabaña, pero mi mente no deja de volver al hombre que acabamos de encontrar. Sus palabras resuenan una y otra vez en mi cabeza: “Debo protegerte”. ¿De qué? ¿Por qué? ¿Quién es?Hernán mantiene su mano firme sobre la mía, un gesto que debería reconfortarme, pero no logra calmar el torbellino que siento dentro.—¿Estás bien? —pregunta en voz baja y expresión preocupada.—No lo sé —admito, deteniéndome para respirar profundamente. Mi corazón late con fuerza, y las imágenes del extraño me invaden una y otra vez—. Ese hombre… —murmuro, mirando a Hernán—. Siento que lo conozco, pero no sé de dónde.Hernán me observa con atención, sus ojos brillan con un destello de incertidumbre y suspira.—Es normal sentirte así después de algo tan extraño —dice con calma—. Lleguemos a la cabaña. Ahí podremos hablar con más tranquilidad.Asiento, aunque no estoy segura de encontrar tranqu
POV HERNÁNEl sol apenas comienza a alzarse cuando decido que es el momento de hablar con la familia. Los últimos días han sido un torbellino desde que Clara y yo aceptamos nuestro vínculo, y aunque la manada nos apoya como Alfa y Luna, hay un peso adicional que ambos cargamos en silencio: nuestros poderes. Si bien están al tanto de los de Clara, nadie sabe de los míos, y así debe mantenerse.La sala principal de la casa está tranquila cuando llego. Augusto y Marina están tomando café en silencio, pero al verme, sus miradas se vuelven interrogantes. Mi madre aparece poco después, observando el bolso que tengo en la mano con interés.—¿Qué pasa, Hernán? —pregunta Augusto, con tono curioso.Respiro hondo antes de responder.—Clara y yo necesitamos un tiempo fuera del territorio. Hay cosas que debemos discutir y preparar antes de asumir completamente nuestras responsabilidades como Alfa y Luna.Marina intercambia una mirada rápida con mi madre, pero ninguna de las dos dice nada. Augusto,
POV CLARANo quiero sonar como una necesitada, pero realmente necesitaba un poco de acción. Y no me refiero solo al tema físico, aunque, seamos honestos, eso también ayuda, pero después de días de tensión, de dudas, de sentirme atrapada entre mis propios miedos y las expectativas de los demás, esto… esto es justo lo que necesitaba.El calor que aún recorre mi cuerpo es suficiente para hacerme sonreír mientras me estiro perezosamente en el sofá de la oficina. Hernán está a mi lado, su brazo rodeándome con una naturalidad que casi parece un sueño. Su respiración es tranquila, pero siento cómo me observa. Cuando giro el rostro para encontrarme con sus ojos, hay algo en ellos que me hace querer quedarme en este momento para siempre.—¿En qué piensas? —pregunto, mi voz sale como un susurro.—En ti —responde sin titubear, como si esa fuera la respuesta más obvia del mundo.Sus palabras me hacen reír suavemente, pero también siento cómo mi corazón se acelera un poco más. Hernán no es de los
POV HERNÁNLa luz matutina entra por la ventana del despacho, iluminando tenuemente los papeles que dejé apilados la noche anterior. Mientras espero a Clara que se tomó un momento para ir al baño, respiro hondo, tratando de ordenar mis pensamientos. Anoche, después de todo lo que pasó con Marina, me quedé hablando con mi padre y Augusto hasta tarde.Luego ellos se fueron a dormir y yo simplemente me quedé pensando, hasta que hice algo que me dejó completamente sorprendido.Cuando la puerta se abre y Clara entra, noto el nerviosismo en sus movimientos. Se sienta frente a mí, con su mirada fija en sus manos, como si no quisiera enfrentarse a lo que está por venir.—¿De qué querías hablar? —pregunta con voz suave, pero cargada de inquietud.Me inclino hacia adelante, apoyando los codos en el escritorio. Quiero encontrar las palabras correctas, pero ¿cómo decirle que el poder que mostró anoche puede cambiarlo todo? Y no solo para ella.—Anoche estuvimos analizando lo que ocurrió cuando sa
POV CLARAAl otro día, ni bien me despierto, me dirijo a la habitación de mi prima para saber cómo se siente.—Perdón por arruinar tu fiesta de compromiso —me dice Marina, que está acostada en su cama con expresión agotada.Tomo su mano y acaricio el dorso con una sonrisa de compresión.—No te preocupes, prima. Lo importante es que estás bien, que ahora sabemos que tienes una loba…—No lo sé, Clara, no pude transformarme —me interrumpe con tono decepcionado—. Encima sentí tanto dolor, te juro que intentaba dejarme llevar, pero fue imposible. Y ahora… ella está ahí, en mi cabeza, y ni siquiera sé cómo se desbloqueó eso.—Hasta donde sé, las transformaciones en adultos son mucho más difíciles, si ella está ahí, puedes hablar y preguntarle qué hacer para que puedas transformarte. Sé que duele mucho, pero las siguientes veces te acostumbras —respondo asintiendo, aunque algo dudosa. La verdad es que todavía no me acostumbro a esto, pero no voy a asustarla.—Una pregunta… —comienza, y arque
POV HERNÁNEl aire está cargado de asombro y miedo mientras todos rodeamos a Marina. Sus ojos todavía brillan con un rastro dorado, y Augusto la sostiene con una mezcla de alivio y desconcierto. Mi mirada, sin embargo, está fija en Clara.Ella permanece de pie, tambaleándose levemente, pero en sus ojos hay una serenidad que me estremece. Es como si acabara de cruzar una barrera invisible y hubiera regresado con un poder que ninguno de nosotros comprende.—¿Qué fue eso? —pregunta mi hermano en un susurro, con voz temblorosa.Nadie responde. Nadie tiene una respuesta.Clara no parece preocupada por las miradas atónitas que todos le dirigimos. En lugar de eso, se arrodilla junto a Marina y acaricia su cabello con una ternura que duele de ver.—Todo está bien ahora, Marina —murmura con una voz suave, pero firme.Un escalofrío me recorre la espalda. No es miedo hacia ella, sino miedo a lo que esto significa.—Clara. —Mi voz suena más grave de lo que esperaba, pero no puedo evitarlo. Ella l