Clara Rojas, una joven con un pasado marcado por la tragedia, encuentra una nueva oportunidad en la empresa Wolf y Asociados. Pero su primer encuentro con el enigmático dueño de la compañía, Hernán Selton, despierta una conexión inexplicable y eléctrica. A medida que Clara se sumerge en su nuevo trabajo, lucha por desentrañar los misterios que rodean a Hernán, mientras lidia con las complicaciones de su pasado y las intrigas del presente. Sin embargo, lo que Clara no sabe es que Hernán oculta un secreto oscuro: es un hombre lobo atormentado por la creencia de que Clara, una humana aparentemente normal, es su pareja destinada. ¿Podrá Clara resistirse a la atracción magnética que siente por su enigmático jefe, o sucumbirá ante un destino que parece haber sido escrito en las estrellas?
Leer másPOV CLARAMi madre me observa con paciencia, con la ternura de quien ha esperado mucho tiempo para este momento. Su expresión es serena, pero sus ojos brillan con emoción.—Entonces dime, ¿qué tengo que hacer? —le pregunto con curiosidad.Ella sonríe, con algo de orgullo reflejado en su mirada.—Primero, descansar —responde.Frunzo el ceño, pero antes de que pueda protestar, mi padre, que había estado observando todo con una expresión seria, finalmente habla.—Tienes que recuperar fuerzas, Clara —contesta con una pequeña sonrisa—. No hay prisa.No puedo evitar mirarlo con fascinación. Nunca pensé que podría conocer a un padre diferente al que me crio, y ahora está aquí, diciéndome que descanse como si hubiera estado cuidándome toda la vida en silencio.Hernán resopla y me aprieta más contra él.—Me gusta ese plan —dice con una sonrisa de satisfacción.Mi madre suelta una risa suave.—Me imaginé que lo harías.Bruno, por su parte, solo observa con una media sonrisa.—¿Y después? —pregu
POV CLARASiento el calor antes de abrir los ojos. Una calidez reconfortante y envolvente me hace querer quedarme en este estado entre el sueño y la vigilia, pero algo dentro de mí me empuja a despertar.Escucho un murmullo suave, palabras que no alcanzo a comprender del todo, y luego… una sensación. Algo distinto. Algo nuevo.Mi respiración se agita levemente, y mis párpados comienzan a separarse con lentitud. La luz es tenue, pero suficiente para hacerme parpadear un par de veces antes de enfocarme en el techo de madera sobre mí.No estoy en la camioneta. No estoy en la manada de Hernán.El recuerdo me golpea de lleno: mis padres. La manada Sombra de Luna. El desmayo.Parpadeo varias veces, tratando de aclarar mi mente, y entonces noto la presencia a mi lado. Giro el rostro y me encuentro con Hernán. Está sentado en una silla junto a la cama, con los codos apoyados en sus rodillas y la mirada fija en mí.Sus ojos verdes están más oscuros de lo normal, y su rostro muestra una mezcla
POV CLARAEl viaje ha sido largo, pero finalmente estamos aquí.Cuando la camioneta se detiene frente a la gran cabaña de madera que se alza entre los árboles, mi corazón late con tanta fuerza que siento que va a salirse de mi pecho. Mi mente es un caos de pensamientos y emociones encontradas, pero lo que más me domina en este momento es el miedo. No sé qué voy a encontrar al otro lado de la puerta.Desde el asiento del conductor, Hernán me lanza una mirada de apoyo, aunque su mandíbula está tensa. Bruno baja primero, y apenas su pie toca el suelo, la puerta principal se abre. Y ahí están.Un hombre alto, de cabello oscuro con destellos plateados en las sienas y porte imponente, observa en silencio. Su expresión es inescrutable, pero hay algo en su postura, en la forma en que aprieta los puños, que delata que está conteniéndose para no correr hacia mí, pero es la mujer a su lado la que roba por completo mi atención.Su cabello es largo, oscuro como la noche, y su rostro… su rostro es
POV HERNÁNEl sonido del motor es lo único que se escucha en el interior del auto. El ambiente está tenso, cargado de una preocupación latente que nadie dice en voz alta, pero todos sentimos. Clara se quedó dormida, su respiración es tranquila, aunque su piel sigue un poco pálida. Su cabeza descansa contra la ventanilla, y cada tanto su cuerpo se sacude levemente, como si aún estuviera lidiando con los restos del dolor que la atacó hace unos minutos, pero no solo fue ella. Yo también lo sentí.No con la misma intensidad, pero por un momento, un dolor punzante me atravesó el abdomen, como si algo dentro de mí se hubiera tensado al mismo tiempo que ella. Fue solo un instante, pero lo suficiente para darme cuenta de que no era coincidencia. Algo nos está afectando a ambos, y eso me aterra más de lo que estoy dispuesto a admitir.Miro a Clara de reojo y luego fijo la vista en el camino. Aprieto el volante con más fuerza, tratando de contener la necesidad de pisar el acelerador con más fue
POV CLARAEl viaje hacia la manada de mis padres biológicos comienza antes del amanecer. El aire es frío, y aunque el cielo todavía conserva un manto de estrellas, en el horizonte ya se insinúa el primer destello de luz.Estoy en el asiento del copiloto, con Hernán al volante. En la parte trasera van Bruno, Marina y Augusto. Aunque nadie lo dice en voz alta, el ambiente dentro del vehículo es tenso.Mis dedos juguetean entre sí sobre mi regazo, un hábito involuntario cuando estoy nerviosa. Es difícil procesar todo lo que está pasando. Durante toda mi vida creí que mis padres habían muerto, que nunca podría saber más de ellos que lo que mi memoria alcanzaba a guardar. Y ahora, en unas pocas horas, voy a conocerlos.—¿Cómo se llama la manada? —pregunto, rompiendo el silencio.Bruno, sentado detrás de Hernán, se inclina un poco hacia adelante.—Manada Sombra de Luna —responde con un tono neutral—. Está en un valle al norte. Es un territorio bastante grande y, en su época, fue una de las
POV HERNÁNNo estoy de acuerdo con esto. Cada fibra de mi ser me grita que conocer a sus padres es un error, que es demasiado pronto, que Clara aún no está preparada. No porque dude de su fortaleza, sino porque sé que esto puede remover cosas que ni siquiera ella sabe que están enterradas dentro de sí, pero no le digo nada, porque vi la forma en que me miró cuando tomó su decisión. Vi la determinación en sus ojos, la manera en que su postura se afirmó cuando dijo que estaba lista, y lo entiendo. Yo también querría respuestas si toda mi vida hubiera sido una mentira.Estamos en la habitación, empacando lo que necesitamos para el viaje. Es extraño ver la maleta abierta sobre la cama, llena de ropa, como si estuviéramos a punto de irnos de vacaciones, pero esto no es un viaje cualquiera.—¿Crees que haga frío allá? —pregunta Clara mientras saca una sudadera y la dobla antes de meterla en su maleta. Su tono suena ligero, pero hay una rigidez en su postura que me dice que está más nerviosa
POV CLARA El silencio que sigue después del incidente es tan denso que puedo sentir cada mirada clavada en mí. Mi piel arde de vergüenza mientras bajo las manos lentamente, como si hacer cualquier otro movimiento pudiera provocar otra explosión de energía.Miro a Augusto, que todavía se sacude el polvo de la ropa con una mueca de incredulidad, y quiero desaparecer.—Eh… lo siento —murmuro, evitando hacer contacto visual con nadie.—¡¿Lo sientes?! —exclama Marina, con una risa ahogada—. Clara, lanzaste a Augusto por los aires como si fuera una hoja en el viento.—¡No fue mi intención! —digo apresuradamente, sintiéndome aún más avergonzada.—Bueno, agradezco que haya sido un golpe leve —comenta Augusto, estirando el brazo como si probara que todavía funciona—. No quiero imaginar lo que pasaría si de verdad te atacan con fuerza.Hernán suelta un resoplido divertido.—Lo he probado en carne propia. Duele.El recuerdo de los entrenamientos con Hernán se cuela en mi mente, cuando sus manos
POV AUGUSTODesde que Hernán y Clara anunciaron que entrenarían juntos, no pude evitar sentir curiosidad. Claro, el entrenamiento físico es parte fundamental de nuestra vida como lobos, pero en este caso, había algo más. Algo que todos queríamos ver.Así que, cuando me dirigí al campo de entrenamiento y vi que no éramos los únicos expectantes, supe que no era solo mi instinto el que me decía que algo interesante estaba por pasar.Marina estaba sentada en una roca con Bruno a su lado, ambos observando con atención. Mis padres también habían decidido quedarse a ver, lo cual solo confirmaba que esto no era un entrenamiento cualquiera.Clara se encontraba en el centro del círculo improvisado, con una postura firme, lista para enfrentar a Hernán. A pesar de que él es más alto y más fuerte físicamente, ella no se ve intimidada en absoluto.—Bien, Luna —dice Hernán con un tono que mezcla diversión y desafío—. Veamos qué tan rápido puedes moverte.Clara alza una ceja y se cruza de brazos.—¿M
POV CLARADespierto con una sonrisa, algo que no me pasaba hace mucho. El calor del cuerpo de Hernán aún permanece en mi piel, el eco de la noche anterior sigue latiendo en mis venas como una dulce electricidad. Me giro lentamente, encontrándome con su rostro dormido y su expresión relajada por primera vez en días.No quiero despertarlo, pero la emoción me burbujea en el pecho. Hoy empezaremos a entrenar en serio. Finalmente podré descubrir qué soy capaz de hacer y aprender a controlar mis poderes.Con cuidado, me deslizo fuera de la cama y busco algo de ropa. Me visto con una sudadera y pantalones cómodos, amarro mi cabello en una coleta alta y salgo de la habitación sin hacer ruido.Bajo las escaleras con el ánimo en alto y el aroma del desayuno me recibe antes de llegar a la cocina. Allí están los padres de Hernán, sentados junto a Bruno, Marina y Augusto, todos en una charla tranquila.—Buenos días —saludo con entusiasmo, tomando asiento junto a mi tío.—Alguien amaneció de buen h