Shayla Mountbatter es una princesa británica, que lo único que desea en vivir su vida, pero antes de nacer llevaría sobre su vida una carga que jamás imaginaria. Una chica dulce criada en el castillo con toda la elegancia y con su destino descrito, ella no creía que su destino ya estuviera escrito, ella misma elegiría escribir su destino. Desde que nació fue sometida a todo tipo de clases por ser la única heredera de sangre real, la presión de conocer todo sobre su país y el mundo entero era más que un deber; era una obligación, incluso su futuro esposo ya era un año mayor que ella antes de nacer. Leandro Spencer, hijo menor de un matrimonio alemán, tiene 2 hermanos, hijos de los hijos de los más grandes magnates del país, su unión no solo forjo lazos con varios países extranjeros, si no que Cloe Ford, la esposa de Silvio Spencer era originaria y nacida en el país de Colombia, aun así fue criada en Alemania, aunque muchos de sus lazos sanguíneos todavía seguían en su país de nacimiento. Su hijo menor decidió vivir en colombia con sus abuelos y empezar su propio destino. Las Familias por sus antecesores tenían comunicación y lazos fuertes entre ellas por lo cual su pacto había sido destinado desde mucho antes que el hijo menor de la familia Spencer y la hija de la familia Mountbatter nacieran, un matrimonio que se realizaría una vez el hijo mayor cumpliera 26 y la hija 26 años. Suficiente para que ambos llenaran su vida de conocimientos, estudios capacitados para un día juntos dirigir el reino británico y por fin empezar la alianza de las familias más poderosas de toda el régimen inglés. Aun destinados sus futuros, ellos nunca podrían descubrir lo que realmente el destino reparaba para ellos...
Leer másMATTEO.Salía de la oficina después de dejar a mi hermano muy mal, de verdad sentía que siempre le atormentaba algo, pero como su vagabundería seguía intacta, no le preste mucha atención.Me despedí como siempre y tome el ascensor directo al valet parking donde me esperaba mi recién y nueva adquisición, mi nuevo bebe mi Porsche 918 Spyder, mi automóvil súper deportivo tiene un motor central trasero hidráulico, impulsado por un motor V8 de 4593 cm”’ 4.6 L que desarrolla 608 CV 600 HP; 447 kW a las 8.700 rpm, además de dos motores eléctricos conectados a la transmisión: uno en el eje delantero y otro en el trasero, proporcionando unos 210 kW 286 CV; 282 HP extra para un total combinado de 887 CV 875 HP; 652 kW y 1280 N·m 944 lb·pie de par máximo, se preguntaran porque se mucho de autos, pues es mi pasión, amo correr y la adrenalina de tener cada auto que sale al mercado.Al montar mi coche sentí la adrenalina, me dirigía a una carrera clandestina a media noche, hoy la apuesta seria la c
- Lo siento, de verdad quiero, pero no puedo… – Me dijo mientras acomodaba su ropa, eso me dejo pasmada pensé que estábamos en la misma sintonía.Él estaba jadiando y era claro que lo estaba disfrutando, pero al parecer no era así, solo era yo y mis sentimientos.Esquivando mi mirada salió de la habitación, lo seguí, pero ya había salido de la casa.No sabía lo que pasaba y mis lágrimas simplemente bajaban como torrentes por mis mejillas, mi suegra salió inmediatamente al escuchar cerrase la puerta, al verme tirada en el suelo, me abrazo y me pregunto…- ¿Hija que paso? –No le pude responder simplemente tenía un nudo en mi garganta, pero haciendo un esfuerzo por hablar, logré preguntarle a mi suegra.- ¿Tan mala mujer y poco atractiva soy? –Ella se quedó mirándome sin saber que responder, no espere y corrí a la habitación, pensé que por fin todo sería normal para nosotros, pero me equivoque, me consolé diciéndome que al menos me había besado.Ahora sé que me desea, pude sentirlo, a
- No te preocupes madre, hoy todo acaba –Le dije con la alegría que me hacia el que hoy todo se acabará y volverá a la normalidad.Aproveche mi estadía solitaria y trabaje un poco, mientras ellas salían de casa, revise algunos correos y deje algunas cosas al día, para en la noche celebrar que mi vida volvería hacer normal.Cuando llegaron yo estaba hablando con Sonia, ella estaba tan feliz que hoy le hubiera escrito para que fuera mi acompañante, sentí la presencia y la mirada de esa mujer sobre mí, pero ni me inmute en lo que estaba haciendo.Mi madre me invito a la mesa dándole una mirada a ella, que de inmediato y sin mirarme se fue a la habitación, mi madre me llamo y me senté en mi lugar de la mesa, mi madre me sirvió una cantidad de platos, que quedé impresionado solo el olor alteraba mi apetito.- Está… esta delicioso –Saboreaba mientras agradecía a mi madre, no sabía que comer primero, comía por espacios, quería probar todo lo que estaba allí, mi comida siempre era llevada p
SHEILA.Me dolió tanto que se fuera de esa forma, sin dejarme explicar, no creí haber hecho nada para molestarlo solo fue un baile, porque tenía que aparecer precisamente en el momento que acepte bailar con el hijo de la señora Johana.Mi suegra hizo un paño con hielo para mi cara, estaba muy hinchada, ella me consolaba y maldecía todo el tiempo a su hijo, ignoro todas las llamadas de su madre durante los últimos 2 meses, pensé que las cosas estaban un poco mejor entre nosotros, porque últimamente volvía más seguido a casa, pero arruine todo en solo una noche, quería decirle que solo fue un baile, no había pasado nada más, que al único que quería en mi vida, era a él después de todo es mi esposo, pero no tenía comunicación con él y no lo había vuelto a ver durante ese tiempo.El tiempo paso tan rápido…Hoy cumplíamos 1 año de casados y como en la noche de bodas, y todas las noches durante ese año, pensé que igual no le importaría, que Dante no llegaría a casa.Su madre estaba preocupa
Llegue cansado después de una noche muy apasionada con mi favorita Sonia Daniele, es con la única que me puedo permitirme hace olvidar de Kenia Santana, esa mujer despiadada, todas son iguales, unas zorras por eso hay que tratarlas como tal, además que las mamadas de Sonia que son de otro mundo no se pueden comparar.Después de ese momento tan relajante con Sonia, la despido fuera de mi apartamento y vuelvo a casa ya que mi madre no para de llamarme, a veces se vuelve demasiado molesta.Cuando llego, mi madre me recibe en la puerta.Es la primera vez que ella lo hace después de volver a este lugar, siempre a mi encuentro esta Sheila, pero esta vez no.Frente de la casa donde viven mi madre y esa mujer, hay una bulla de gente corriente parecido a una fiesta de barrio, esas cosas me molestan mucho, por eso prefiero no venir a estos lugares, no sé en qué pensaba mi madre cuando decidió vivir en este lugar.- ¿Donde esta ella? -Le pregunto a mi madre levantando una ceja, ya que se me hace
SHEILA.Pasaba el tiempo y el ignoraba todo lo que yo hacía, a pesar que sabía su verdadera identidad nunca me quejé o dije algo. Me limite a ser su mujer de la forma que él quisiera, pero llevábamos varios meses en los cuales el poco dormía conmigo y cuando lo hacía ni siquiera me miraba, yo de verdad quería e intentaba de todo por hacer que se enamorara de mí, pensé que siendo sumisa y la mujer perfecta, lavando, planchando, cocinando, encargándome de todo lo que se supone una mujer responsable del hogar que le da su esposo debe asumir, hacia todo lo que mi suegra y él pudieran necesitar, así podría decirles la verdad de mí verdadera identidad y presentar a mis padres en el reino.Pero cada día se hacía más imposible este sueño, él; sí apenas me miraba, aunque algunas veces comía lo que preparaba con cariño para él y simule ser la esposa perfecta, aun en las circunstancias que vivíamos, él no cambiaba su forma de ser conmigo.Nunca me había sucedido algo así, nadie en el castillo pod
- Huele delicioso –Dice madre Cloe observando detenidamente el platillo.Le ofrecí una porción con un poco de pasta, que también prepare para acompañar el platillo, cuando termino de comer le pregunte.- ¿Qué tal me quedo? ¿Le gustara a Dante? ¿Si es como a él le gusta? –La bombardee con muchas preguntas, la intriga me mataba, aunque prepare muchas veces varios platillos en el castillo, jamás lo había preparado para otra persona que no fuera mi institutriz.- Calma hija –Me contesta aun con su sonrisa, y yo muerta del pánico.- ¿Acaso eres una chef? esto quedo mejor de lo que yo lo preparo –Me dijo casi con recelo.- ¿Cómo podría? –Le respondí.- Jamás podría remplazar los platillos de una madre –Termine de hablar mirando mis manos, ella se acercó a mí y me dijo.- A Dante le encantara -La miré a los ojos y sonreí.- Gracias –Susurre mientras bajaba nuevamente mi mirada.Toda la tarde no la pasamos platicando de cuando Dante era niño y las locuras que hacía desde entonces.Cua
Por información de Noah sabía que eran una familia muy influyente en Alemania, así que suponía que iríamos a su mansión la que poco antes había mirado en el archivo, estaba demasiado emocionada, por fin tendría mi nuevo hogar.Para mi sorpresa cuando llegamos a la que sería mi nueva casa me impresione mucho pero no lo demostré.Era una casita sencilla de un piso, tenía 3 alcobas sencillas, toda la casa estaba amoblada con aparatos y muebles comunes pero habitables, todo estaba muy limpio y para mí era suficiente, mientras viviera feliz, no importaba si tenía que llevar una vida de plebeya el resto de mi vida.La madre de Dante; Cloe me siguió mostrando la casa, en si no había mucho que mostrar, pero aun así mostraba en el lugar que viviríamos, la alegría que sentía de ser una mujer casada, claro que, con una identidad falsa, pero aun así era yo.Podría tener una vida placentera junto a un guapo hombre del que quizás pronto me enamoraría, la cocina tenía todo en orden y una mesa en el
EN LA OFICINA CIVIL.- Por Dios Madre… -Le digo en forma de súplica, pero ella solo entrecierra sus ojos y me mira.- Será mejor que te calles y te cases con esa chica, está muy bella y me ha caído muy bien. –Prosiguió ella sin dejarme un espacio para quejarme. - Alquile una casa pequeña donde viviremos cómodamente… -Pauso un momento, pero antes que respondiera la miré y le dije.- Madre, ninguna casa, de ninguna manera, esto ya es mucho…¿Porque no podemos vivir en la mansión?, pensé que todo esto era una broma, pero es totalmente cierto, me estas castigando por algo insignificante, parece que la mujer con quien me caso ni siquiera sabe quién soy yo. –No sabía si me enojaba más que esa pequeña mujer no supiera mi identidad o el cambio de vida que quería mi madre para mí.Mi madre me mira enojada y me dice.- No la conocemos nada hasta ahora, solo lo que pudimos investigar de ella, pero suficiente para aceptarla, la chica me cayó bien si, pero hasta no ver que te enamores de ella