- Huele delicioso –
Dice madre Cloe observando detenidamente el platillo. Le ofrecí una porción con un poco de pasta, que también prepare para acompañar el platillo, cuando termino de comer le pregunte. - ¿Qué tal me quedo? ¿Le gustara a Dante? ¿Si es como a él le gusta? – La bombardee con muchas preguntas, la intriga me mataba, aunque prepare muchas veces varios platillos en el castillo, jamás lo había preparado para otra persona que no fuera mi institutriz. - Calma hija – Me contesta aun con su sonrisa, y yo muerta del pánico. - ¿Acaso eres una chef? esto quedo mejor de lo que yo lo preparo – Me dijo casi con recelo. - ¿Cómo podría? – Le respondí. - Jamás podría remplazar los platillos de una madre – Termine de hablar mirando mis manos, ella se acercó a mí y me dijo. - A Dante le encantara - La miré a los ojos y sonreí. - Gracias – Susurre mientras bajaba nuevamente mi mirada. Toda la tarde no la pasamos platicando de cuando Dante era niño y las locuras que hacía desde entonces. Cuando eran más o menos las 8:00 de la noche fui a mi habitación, con la ayuda de mi suegra encendimos las velas y organizamos todo ya que Dante pronto regresaría, calenté la comida y espere pacientemente el regreso de mi esposo. Quería sorprenderlo en su llegada, sin embargo, paso la 1:00 de la madrugada y las velas se fueron apagando poco a poco. Dante al final no llegó, me sentí muy mal porque pensé que mi esposo llegaría para nuestra noche, pero no fue así, mi suegra trataba de consolarme, pero no era necesario o por lo menos eso pensaba yo haciéndome la fuerte, era la primera vez que nos veíamos, tendríamos que conocernos más a futuro. - Tranquila madre, quizás tuvo mucho trabajo, mañana vendrá a descansar - Le dije casi calmándome a mí misma. - Está bien pequeña - Me respondió ella. - Por favor ve a descansar madre, yo lo esperare un poco más - Le dije a mi suegra ya que la notaba algo cansada. - No te canses mucho – Fue su respuesta mientras entraba a su habitación, la casa es tan pequeña, que con solo un par de pasos podía llegar a cualquier lugar dela casa. No sé cuánto tiempo espere a Dante en la sala, porque me quede dormida en unos de los muebles mientras pensaba que en cualquier momento llegaría. Solo quería que cuando el volviera fuera a mí la primera persona que mirara recibiéndolo al llegar a casa. En medio de mi sueño, escuché un ruido y pude abrir mis ojos lentamente adaptándome a la luz de un nuevo día, era mi suegra abriendo la puerta para recibir a Dante. Me levante enseguida y le pregunte a Dante con una mirada preocupada, pues no volvió en toda la noche. - ¿Te encuentras bien?, preparare ahora en desayuno para usted - Le dije así ya que no sabía aun como tratar con él o como hablarle. - No tengo apetito – Respondió casi tajante quitándose la chaqueta sin mirarme, note como su madre lo miraba con reprimenda. - Está bien voy a lavarme – Dije casi queriendo salir corriendo del lugar cuando cerré la puerta de mi habitación. Escuché que su madre le hablaba y le llevaba a la cocina, me alegre porque quizás si tenía hambre y probaría lo que había cocinado para él, pero nada de eso importaba, solo quería que a él le gustara lo que prepare para él. Después de refrescarme, me senté en la cama y al siguiente momento sentí que se abría la puerta, volteé a mirarle y de inmediato sentí el olor alcohol revuelto con un olor extraño, parecía perfume, pero muy fuerte, no dije nada, ni siquiera podría mirarlo, yo estuve toda la noche esperando por él y el hombre prefirió ir a beber en su noche de bodas que pasarla conmigo, eso me puso realmente triste. DANTE. Entre y me senté en la cama sin siquiera mirarla, pero antes de que dijera algo le dije. - Estoy cansado y mi madre me acaba de regañar por tu culpa, más te vale que te acostumbres, no volveré todas las noches, una que otra vez que necesite algo volveré, en este momento tengo mucho trabajo y no pienso estar de un lado a otro cuando esta casa me queda muy lejos de la oficina. No te preocupes por alimentarme, estere bien sin ti, siempre lo he estado. - Mire como una lagrima bajaba por su mejilla, pero hice como si no lo hubiera notado. Aun asi la deje con su falsa ilusion de mujer recien casasa y proseguí... - Dormiré contigo en esta cama, pero no se te ocurra tocarme, te queda claro - Ella asintió sin levantar aun su rostro, note que lloraba, pero no quería darle motivos para que pensara que me preocupaba por ella, tenía una vida social y era conocido por ser un mujeriego, si la prensa se llegara a enterar que me case con una extraña y más con una mujer que no es prominente de ninguna familia futura estaría acabado. No queria seguir con el juego de mi madre, pero tampoco queria perder la empresa por la que dedicado practicamente toda mi vida. Cuando salí de allí de inmediato fui averiguar sobre esta mujer, y eso le mostré a mi madre, era una don nadie; su familia es de Roma muy humilde, demasiado para mi opinión. Le dieron estudios, pero sus padres murieron en un accidente hace poco, quizá por eso se dedicó a casarse, quería ser mantenida ya que no tenía familia ni nada, mi madre me reprendió y dijo que tenía que tratarla como mi esposa, por lo menos durante un año, fue el plazo límite que mi madre me dio para enderezar mi futuro, pero siempre pensé que esta no era la manera de hacerlo. Seguiría con mi vida así fuera una doble, no me importa. Jamás miraría a esa don nadie como algo mío, la meta era un año. Listo así seria, pero bajo mis condiciones.SHEILA.Pasaba el tiempo y el ignoraba todo lo que yo hacía, a pesar que sabía su verdadera identidad nunca me quejé o dije algo. Me limite a ser su mujer de la forma que él quisiera, pero llevábamos varios meses en los cuales el poco dormía conmigo y cuando lo hacía ni siquiera me miraba, yo de verdad quería e intentaba de todo por hacer que se enamorara de mí, pensé que siendo sumisa y la mujer perfecta, lavando, planchando, cocinando, encargándome de todo lo que se supone una mujer responsable del hogar que le da su esposo debe asumir, hacia todo lo que mi suegra y él pudieran necesitar, así podría decirles la verdad de mí verdadera identidad y presentar a mis padres en el reino.Pero cada día se hacía más imposible este sueño, él; sí apenas me miraba, aunque algunas veces comía lo que preparaba con cariño para él y simule ser la esposa perfecta, aun en las circunstancias que vivíamos, él no cambiaba su forma de ser conmigo.Nunca me había sucedido algo así, nadie en el castillo pod
Llegue cansado después de una noche muy apasionada con mi favorita Sonia Daniele, es con la única que me puedo permitirme hace olvidar de Kenia Santana, esa mujer despiadada, todas son iguales, unas zorras por eso hay que tratarlas como tal, además que las mamadas de Sonia que son de otro mundo no se pueden comparar.Después de ese momento tan relajante con Sonia, la despido fuera de mi apartamento y vuelvo a casa ya que mi madre no para de llamarme, a veces se vuelve demasiado molesta.Cuando llego, mi madre me recibe en la puerta.Es la primera vez que ella lo hace después de volver a este lugar, siempre a mi encuentro esta Sheila, pero esta vez no.Frente de la casa donde viven mi madre y esa mujer, hay una bulla de gente corriente parecido a una fiesta de barrio, esas cosas me molestan mucho, por eso prefiero no venir a estos lugares, no sé en qué pensaba mi madre cuando decidió vivir en este lugar.- ¿Donde esta ella? -Le pregunto a mi madre levantando una ceja, ya que se me hace
SHEILA.Me dolió tanto que se fuera de esa forma, sin dejarme explicar, no creí haber hecho nada para molestarlo solo fue un baile, porque tenía que aparecer precisamente en el momento que acepte bailar con el hijo de la señora Johana.Mi suegra hizo un paño con hielo para mi cara, estaba muy hinchada, ella me consolaba y maldecía todo el tiempo a su hijo, ignoro todas las llamadas de su madre durante los últimos 2 meses, pensé que las cosas estaban un poco mejor entre nosotros, porque últimamente volvía más seguido a casa, pero arruine todo en solo una noche, quería decirle que solo fue un baile, no había pasado nada más, que al único que quería en mi vida, era a él después de todo es mi esposo, pero no tenía comunicación con él y no lo había vuelto a ver durante ese tiempo.El tiempo paso tan rápido…Hoy cumplíamos 1 año de casados y como en la noche de bodas, y todas las noches durante ese año, pensé que igual no le importaría, que Dante no llegaría a casa.Su madre estaba preocupa
- No te preocupes madre, hoy todo acaba –Le dije con la alegría que me hacia el que hoy todo se acabará y volverá a la normalidad.Aproveche mi estadía solitaria y trabaje un poco, mientras ellas salían de casa, revise algunos correos y deje algunas cosas al día, para en la noche celebrar que mi vida volvería hacer normal.Cuando llegaron yo estaba hablando con Sonia, ella estaba tan feliz que hoy le hubiera escrito para que fuera mi acompañante, sentí la presencia y la mirada de esa mujer sobre mí, pero ni me inmute en lo que estaba haciendo.Mi madre me invito a la mesa dándole una mirada a ella, que de inmediato y sin mirarme se fue a la habitación, mi madre me llamo y me senté en mi lugar de la mesa, mi madre me sirvió una cantidad de platos, que quedé impresionado solo el olor alteraba mi apetito.- Está… esta delicioso –Saboreaba mientras agradecía a mi madre, no sabía que comer primero, comía por espacios, quería probar todo lo que estaba allí, mi comida siempre era llevada p
- Lo siento, de verdad quiero, pero no puedo… – Me dijo mientras acomodaba su ropa, eso me dejo pasmada pensé que estábamos en la misma sintonía.Él estaba jadiando y era claro que lo estaba disfrutando, pero al parecer no era así, solo era yo y mis sentimientos.Esquivando mi mirada salió de la habitación, lo seguí, pero ya había salido de la casa.No sabía lo que pasaba y mis lágrimas simplemente bajaban como torrentes por mis mejillas, mi suegra salió inmediatamente al escuchar cerrase la puerta, al verme tirada en el suelo, me abrazo y me pregunto…- ¿Hija que paso? –No le pude responder simplemente tenía un nudo en mi garganta, pero haciendo un esfuerzo por hablar, logré preguntarle a mi suegra.- ¿Tan mala mujer y poco atractiva soy? –Ella se quedó mirándome sin saber que responder, no espere y corrí a la habitación, pensé que por fin todo sería normal para nosotros, pero me equivoque, me consolé diciéndome que al menos me había besado.Ahora sé que me desea, pude sentirlo, a
MATTEO.Salía de la oficina después de dejar a mi hermano muy mal, de verdad sentía que siempre le atormentaba algo, pero como su vagabundería seguía intacta, no le preste mucha atención.Me despedí como siempre y tome el ascensor directo al valet parking donde me esperaba mi recién y nueva adquisición, mi nuevo bebe mi Porsche 918 Spyder, mi automóvil súper deportivo tiene un motor central trasero hidráulico, impulsado por un motor V8 de 4593 cm”’ 4.6 L que desarrolla 608 CV 600 HP; 447 kW a las 8.700 rpm, además de dos motores eléctricos conectados a la transmisión: uno en el eje delantero y otro en el trasero, proporcionando unos 210 kW 286 CV; 282 HP extra para un total combinado de 887 CV 875 HP; 652 kW y 1280 N·m 944 lb·pie de par máximo, se preguntaran porque se mucho de autos, pues es mi pasión, amo correr y la adrenalina de tener cada auto que sale al mercado.Al montar mi coche sentí la adrenalina, me dirigía a una carrera clandestina a media noche, hoy la apuesta seria la c
Sheila Mountbatter es la primogénita del rey y la reina británica, nació rodeada de todo lo que una pueda desear en vida, pero también antes de nacer llevaría sobre su vida una carga que jamás imaginaria, ella es una chica dulce criada en el castillo con toda la elegancia y con su destino descrito desde antes de nacer, ella lucharía por su libertad y no creía que su destino ya estuviera escrito.Ella misma elegiría escribir su destino, desde que nació fue sometida a todo tipo de clases por ser la única heredera de sangre real, la presión de conocer de todo sobre su país y el mundo entero era más que un deber; era una obligación, incluso su futuro esposo ya era un año mayor que ella antes de nacer.Leandro Spencer, hijo menor de un matrimonio alemán que fue unido por los más grandes magnates del país, su unión no solo forjo lazos con varios países extranjeros si no que Cloe Sullivan, ahora Cloe De Spencer, la esposa del señor Silvio Spencer, era originaria y nacida en el país de Colomb
SHEILA.- ¡Si! Acepto -Conteste con toda la emoción mirando el rostro del hombre que sería mi esposo según yo para toda la vida.Él no me miraba, pero no me importaba, era la primera vez que miraba a Dante, un chico de rasgos físicos inimaginables y un cuerpo musculoso que alcance apreciar mientras se forjaban sus músculos dentro de su camisa blanca, lo cuales tenia sueltos dos botones entre su cuello y pecho, vestía su traje formal, típico de una boda civil, zapatos negros brillantes de charol a medidas.La verdad se miraba de cómoda familia, nunca pensé estar aquí, casándome con un desconocido, y más del cual me he ilusionado con solo llegar a la oficina de asuntos civiles solo para decir, el famoso...“Sí acepto” a un hombre que acabo de conocer.El abogado de la familia real es el único que sabe de mi paradero y de lo que hago, aunque no me apoya mucho en esta loca idea no me importa, mis padres me dieron la opción de vivir mi vida durante cinco años y si no consigo vivir una bue