- No te preocupes madre, hoy todo acaba –Le dije con la alegría que me hacia el que hoy todo se acabará y volverá a la normalidad.Aproveche mi estadía solitaria y trabaje un poco, mientras ellas salían de casa, revise algunos correos y deje algunas cosas al día, para en la noche celebrar que mi vida volvería hacer normal.Cuando llegaron yo estaba hablando con Sonia, ella estaba tan feliz que hoy le hubiera escrito para que fuera mi acompañante, sentí la presencia y la mirada de esa mujer sobre mí, pero ni me inmute en lo que estaba haciendo.Mi madre me invito a la mesa dándole una mirada a ella, que de inmediato y sin mirarme se fue a la habitación, mi madre me llamo y me senté en mi lugar de la mesa, mi madre me sirvió una cantidad de platos, que quedé impresionado solo el olor alteraba mi apetito.- Está… esta delicioso –Saboreaba mientras agradecía a mi madre, no sabía que comer primero, comía por espacios, quería probar todo lo que estaba allí, mi comida siempre era llevada p
- Lo siento, de verdad quiero, pero no puedo… – Me dijo mientras acomodaba su ropa, eso me dejo pasmada pensé que estábamos en la misma sintonía.Él estaba jadiando y era claro que lo estaba disfrutando, pero al parecer no era así, solo era yo y mis sentimientos.Esquivando mi mirada salió de la habitación, lo seguí, pero ya había salido de la casa.No sabía lo que pasaba y mis lágrimas simplemente bajaban como torrentes por mis mejillas, mi suegra salió inmediatamente al escuchar cerrase la puerta, al verme tirada en el suelo, me abrazo y me pregunto…- ¿Hija que paso? –No le pude responder simplemente tenía un nudo en mi garganta, pero haciendo un esfuerzo por hablar, logré preguntarle a mi suegra.- ¿Tan mala mujer y poco atractiva soy? –Ella se quedó mirándome sin saber que responder, no espere y corrí a la habitación, pensé que por fin todo sería normal para nosotros, pero me equivoque, me consolé diciéndome que al menos me había besado.Ahora sé que me desea, pude sentirlo, a
MATTEO.Salía de la oficina después de dejar a mi hermano muy mal, de verdad sentía que siempre le atormentaba algo, pero como su vagabundería seguía intacta, no le preste mucha atención.Me despedí como siempre y tome el ascensor directo al valet parking donde me esperaba mi recién y nueva adquisición, mi nuevo bebe mi Porsche 918 Spyder, mi automóvil súper deportivo tiene un motor central trasero hidráulico, impulsado por un motor V8 de 4593 cm”’ 4.6 L que desarrolla 608 CV 600 HP; 447 kW a las 8.700 rpm, además de dos motores eléctricos conectados a la transmisión: uno en el eje delantero y otro en el trasero, proporcionando unos 210 kW 286 CV; 282 HP extra para un total combinado de 887 CV 875 HP; 652 kW y 1280 N·m 944 lb·pie de par máximo, se preguntaran porque se mucho de autos, pues es mi pasión, amo correr y la adrenalina de tener cada auto que sale al mercado.Al montar mi coche sentí la adrenalina, me dirigía a una carrera clandestina a media noche, hoy la apuesta seria la c
Sheila Mountbatter es la primogénita del rey y la reina británica, nació rodeada de todo lo que una pueda desear en vida, pero también antes de nacer llevaría sobre su vida una carga que jamás imaginaria, ella es una chica dulce criada en el castillo con toda la elegancia y con su destino descrito desde antes de nacer, ella lucharía por su libertad y no creía que su destino ya estuviera escrito.Ella misma elegiría escribir su destino, desde que nació fue sometida a todo tipo de clases por ser la única heredera de sangre real, la presión de conocer de todo sobre su país y el mundo entero era más que un deber; era una obligación, incluso su futuro esposo ya era un año mayor que ella antes de nacer.Leandro Spencer, hijo menor de un matrimonio alemán que fue unido por los más grandes magnates del país, su unión no solo forjo lazos con varios países extranjeros si no que Cloe Sullivan, ahora Cloe De Spencer, la esposa del señor Silvio Spencer, era originaria y nacida en el país de Colomb
SHEILA.- ¡Si! Acepto -Conteste con toda la emoción mirando el rostro del hombre que sería mi esposo según yo para toda la vida.Él no me miraba, pero no me importaba, era la primera vez que miraba a Dante, un chico de rasgos físicos inimaginables y un cuerpo musculoso que alcance apreciar mientras se forjaban sus músculos dentro de su camisa blanca, lo cuales tenia sueltos dos botones entre su cuello y pecho, vestía su traje formal, típico de una boda civil, zapatos negros brillantes de charol a medidas.La verdad se miraba de cómoda familia, nunca pensé estar aquí, casándome con un desconocido, y más del cual me he ilusionado con solo llegar a la oficina de asuntos civiles solo para decir, el famoso...“Sí acepto” a un hombre que acabo de conocer.El abogado de la familia real es el único que sabe de mi paradero y de lo que hago, aunque no me apoya mucho en esta loca idea no me importa, mis padres me dieron la opción de vivir mi vida durante cinco años y si no consigo vivir una bue
EN LA OFICINA CIVIL.- Por Dios Madre… -Le digo en forma de súplica, pero ella solo entrecierra sus ojos y me mira.- Será mejor que te calles y te cases con esa chica, está muy bella y me ha caído muy bien. –Prosiguió ella sin dejarme un espacio para quejarme. - Alquile una casa pequeña donde viviremos cómodamente… -Pauso un momento, pero antes que respondiera la miré y le dije.- Madre, ninguna casa, de ninguna manera, esto ya es mucho…¿Porque no podemos vivir en la mansión?, pensé que todo esto era una broma, pero es totalmente cierto, me estas castigando por algo insignificante, parece que la mujer con quien me caso ni siquiera sabe quién soy yo. –No sabía si me enojaba más que esa pequeña mujer no supiera mi identidad o el cambio de vida que quería mi madre para mí.Mi madre me mira enojada y me dice.- No la conocemos nada hasta ahora, solo lo que pudimos investigar de ella, pero suficiente para aceptarla, la chica me cayó bien si, pero hasta no ver que te enamores de ella
Por información de Noah sabía que eran una familia muy influyente en Alemania, así que suponía que iríamos a su mansión la que poco antes había mirado en el archivo, estaba demasiado emocionada, por fin tendría mi nuevo hogar.Para mi sorpresa cuando llegamos a la que sería mi nueva casa me impresione mucho pero no lo demostré.Era una casita sencilla de un piso, tenía 3 alcobas sencillas, toda la casa estaba amoblada con aparatos y muebles comunes pero habitables, todo estaba muy limpio y para mí era suficiente, mientras viviera feliz, no importaba si tenía que llevar una vida de plebeya el resto de mi vida.La madre de Dante; Cloe me siguió mostrando la casa, en si no había mucho que mostrar, pero aun así mostraba en el lugar que viviríamos, la alegría que sentía de ser una mujer casada, claro que, con una identidad falsa, pero aun así era yo.Podría tener una vida placentera junto a un guapo hombre del que quizás pronto me enamoraría, la cocina tenía todo en orden y una mesa en el
- Huele delicioso –Dice madre Cloe observando detenidamente el platillo.Le ofrecí una porción con un poco de pasta, que también prepare para acompañar el platillo, cuando termino de comer le pregunte.- ¿Qué tal me quedo? ¿Le gustara a Dante? ¿Si es como a él le gusta? –La bombardee con muchas preguntas, la intriga me mataba, aunque prepare muchas veces varios platillos en el castillo, jamás lo había preparado para otra persona que no fuera mi institutriz.- Calma hija –Me contesta aun con su sonrisa, y yo muerta del pánico.- ¿Acaso eres una chef? esto quedo mejor de lo que yo lo preparo –Me dijo casi con recelo.- ¿Cómo podría? –Le respondí.- Jamás podría remplazar los platillos de una madre –Termine de hablar mirando mis manos, ella se acercó a mí y me dijo.- A Dante le encantara -La miré a los ojos y sonreí.- Gracias –Susurre mientras bajaba nuevamente mi mirada.Toda la tarde no la pasamos platicando de cuando Dante era niño y las locuras que hacía desde entonces.Cua