EN LA OFICINA CIVIL.
- Por Dios Madre… -
Le digo en forma de súplica, pero ella solo entrecierra sus ojos y me mira.
- Será mejor que te calles y te cases con esa chica, está muy bella y me ha caído muy bien. –
Prosiguió ella sin dejarme un espacio para quejarme.
- Alquile una casa pequeña donde viviremos cómodamente… -
Pauso un momento, pero antes que respondiera la miré y le dije.
- Madre, ninguna casa, de ninguna manera, esto ya es mucho…
¿Porque no podemos vivir en la mansión?, pensé que todo esto era una broma, pero es totalmente cierto, me estas castigando por algo insignificante, parece que la mujer con quien me caso ni siquiera sabe quién soy yo. –
No sabía si me enojaba más que esa pequeña mujer no supiera mi identidad o el cambio de vida que quería mi madre para mí.
Mi madre me mira enojada y me dice.
- No la conocemos nada hasta ahora, solo lo que pudimos investigar de ella, pero suficiente para aceptarla, la chica me cayó bien si, pero hasta no ver que te enamores de ella y ella de ti no estaré feliz, necesito conocer todo de ella, por ello viviremos como la gente común, una vez que miremos que la chica será digna de nuestra familia, le contaremos todo y la llevaremos a presentar a toda la familia.
Por ahora, déjamelo todo a mí –
Pensé haber escuchado mal.
- ¿Viviremos madre?, ¿tú también? –
No podía creer lo que escuchaba, mi madre estaba cruzando los limites, pero no porque me case con una desconocida cambiare.
Aunque al escuchar que mi madre vivirá con nosotros no me molesta mucho, así puedo mantenerla alejada de mí, parece que está a punto de comerme con los ojos.
En estos momentos debería estar en la empresa con mi hermano, y muy pronto tendría una junta los coreanos que no podía aplazar, él no sabe la locura que hago en este momento, pero si no lo hago mi madre ordena enloquecerá, no entiendo el asunto de hacer todo esto, o bueno si, pero ella no entiende que no pasó nada con ese chico.
– ¡JODER! –
Grite en casi voz alta.
Estaba realmente estresado, no podía creer esto, note que la chica me miraba y sus ojos brillaban, pero para mí no era nada.
De todas formas, ya que no puedo echarme para atrás.
Llegue al lado de ella como si fuera una marioneta, nada de esto era por mi voluntad, el juez que nos casaba en el momento me pregunto primero.
- Acepta a la señorita Sheila Brooklyn como su esposa... –
" ¿Será señorita?... Me burle internamente"
- Para amarla y respetarla
en la salud y en la enfermedad
la tristeza y la pobreza
en las buenas y en las malas
todos los días de su vida. -
Por un momento me quede pensando…
Solo hubo silencio, sentía la presión de mi madre y el juez tuvo que volver hacerme la pregunta mientras yo solo pensaba.
“Así que la mujer con la que me voy a casar se llama Sheila…”
No sabía siquiera el nombre de la chica, pero al fin si tenía nombre y la verdad no era desagradable, por el contrario, me parecía un bonito nombre.
- ¿Señor Spencer...? –
Pregunto de nuevo el juez.
- ¿Acepta a la señorita Sheila Brooklyn como su esposa?
para amarla y respetarla
en la salud y en la enfermedad
la tristeza y la pobreza
en las buenas y en las malas
todos los días de su vida. –
Después de mi madre darme un pellizco en el brazo, volví mi mirada al juez y dije con el ánimo de un perro moribundo.
- Si, acepto –
Pude decir después de un largo rato.
Sé que me arrepentiría de esto, pero mi madre arreglaría todo, solo era un tiempo y obtendré nuevamente mis acciones y el total poder de la compañía.
Escuche como el juez le hizo la misma pregunta a la mujer a mi lado, Sheila.
- Acepta al señor Dante Spencer como su esposo,
para amarlo y respetarlo
en la salud y en la enfermedad
en la tristeza y la pobreza
en las buenas y en las malas
todos los días de su vida. –
Nunca había mirado a una mujer emocionada por casarse con un desconocido.
Ella emocionada, sin siquiera pensarlo dos veces dijo lo que a mí me costó tanto responder.
- ¡sí!, acepto. –
Eso me impresiono.
¡Carajo!
Claro que me impresiono.
Pensé que estaría nerviosa y se echaría a correr en cualquier momento, pero se la miraba muy decidida a casarse con un completo extraño.
“Que valiente o que mujer más tonta”
Pensé para mí.
SHEILA.
Pensé que cuando el juez dijo pueden besarse, sería como en las historias que leía en el castillo.
Pero para mi sorpresa fue muy diferente.
El hombre con el que me case simplemente giro en sus talones y salió de la oficina, quizás no era la boda que soñaba, pero el hecho de casarme con este guapo hombre, me tenía muy feliz.
Casi no conocía chicos en el castillo, todo en mi vida se basaba en clases rutinarias, profesores estrictos y no tenía muchos amigos, más bien no tenía, el único que siempre me acompañaba en todo como guardia personal, además de ser el abogado de la familia real; Era mi mejor amigo Noah.
A pesar de su corta edad, porque era muy joven y guapo, era mi único y mejor amigo.
Mi educación siempre fue dentro del castillo, sin posibilidad de salir al mundo.
El castillo era tan grande y cubre tantas hectáreas, que ni siquiera tenía que salir del castillo para nada.
Hoy era la primera vez que viajaba al mundo real por mi propia cuenta.
Cuando le dije a Noah, mi abogado y amigo, que me quería casar una vez saliera, él pensó que estaba loca y trato de hacerme entrar en razón, pero para mí era la única manera de empezar una vida, tenía un plan y debía seguirlo a toda costa para que mis padres dejaran la tonta idea de casarme por un pacto y que mis padres aceptaran la vida que yo eligiera para mí.
Después de tanto insistir, Noah se encargó de todo, yo solo tenía que llegar a conocer a mi futuro esposo, no me importaba como fuera y que recursos tuviera, mientras fuera trabajador y me amara nada más importaba.
Cuando llegamos en el Jet, Noah ya tenía varios modelos de vestidos para mí, todos blancos y de diseñadores Romanos, elegí un vestido sencillo pero muy bello, es largo con tela de seda y pliegues ondulados pequeños, en el centro tiene doble cerilla de diamantes incrustados que rodean mi delgada cintura, es de un solo hombro y en él tiene un evillo de diamantes cristalinos.
Cuando estuve vestida, entraron 3 chicas.
Una se encargó de mi peinado que fue un recogido alto con hilos de mi cabello que rodeaban mi rostro, otra se encargó de mi maquillaje que lo quise ligero, la verdad no soy chica de usar tanto maquillaje.
Y la otra chica se encargó de mis uñas con un color pastel suave en ellas, me puse unos pendientes de ángel pequeños, la cadena que mis padres me dieron desde que nací y mi propio anillo de bodas, ya que no nos conocemos y solo nos inscribimos en matrimonios al azar, cada quien debería llevar su propio anillo de matrimonio.
Estaba muy emocionada.
Al llegar a la oficina de asuntos civiles, se llevaba una pequeña ceremonia de varias parejas que se casaban, Noah me guio hasta un pequeño cuarto donde un hombre joven y una señora que parecía ser su madre estaban esperando.
Después de estar oficialmente casados, la madre de Dante se presentó conmigo.
- Querida, soy Cloe de Spencer, la madre de Dante, seré como tu madre de ahora en adelante, vivirás con nosotros en nuestra casa y puedes decirme madre, disculpa a mi hijo solo está un poco atareado en este momento por eso se tuvo que irse enseguida -
- No se preocupe señora Cloe… Disculpe Madre - Lo dije casi entrecortada y mirando en suelo, era la primera vez que alguien extraño me trataba con tanto cariño así que siento un poco de vergüenza, y más cuando no estoy acostumbrada a llamar de esa forma a otra persona que no sea mi propia madre.
- Pequeña… -
Me dice ella sobando una de mis manos entre las suyas.
- Ven, vayamos a casa todo esta listo y mi hijo llegara luego, su habitación de noche de bodas está preparada para ambos -
Cuando dijo esto, mis mejillas tomaron un color rojo vivo, desviando mi mirada le pregunte.
- ¿Puedo despedirme de mi amigo? –
Ella me asintió con la cabeza.
Me aleje un poco y le dije a Noah que me mantuviera informada de todo y que nos siguiera, para que supiera donde viviría de ahora en adelante.
Mi mejor amigo asintió y me envió a mi correo el archivo con la información familiar y todos los gustos de Dante.
Por información de Noah sabía que eran una familia muy influyente en Alemania, así que suponía que iríamos a su mansión la que poco antes había mirado en el archivo, estaba demasiado emocionada, por fin tendría mi nuevo hogar.Para mi sorpresa cuando llegamos a la que sería mi nueva casa me impresione mucho pero no lo demostré.Era una casita sencilla de un piso, tenía 3 alcobas sencillas, toda la casa estaba amoblada con aparatos y muebles comunes pero habitables, todo estaba muy limpio y para mí era suficiente, mientras viviera feliz, no importaba si tenía que llevar una vida de plebeya el resto de mi vida.La madre de Dante; Cloe me siguió mostrando la casa, en si no había mucho que mostrar, pero aun así mostraba en el lugar que viviríamos, la alegría que sentía de ser una mujer casada, claro que, con una identidad falsa, pero aun así era yo.Podría tener una vida placentera junto a un guapo hombre del que quizás pronto me enamoraría, la cocina tenía todo en orden y una mesa en el
- Huele delicioso –Dice madre Cloe observando detenidamente el platillo.Le ofrecí una porción con un poco de pasta, que también prepare para acompañar el platillo, cuando termino de comer le pregunte.- ¿Qué tal me quedo? ¿Le gustara a Dante? ¿Si es como a él le gusta? –La bombardee con muchas preguntas, la intriga me mataba, aunque prepare muchas veces varios platillos en el castillo, jamás lo había preparado para otra persona que no fuera mi institutriz.- Calma hija –Me contesta aun con su sonrisa, y yo muerta del pánico.- ¿Acaso eres una chef? esto quedo mejor de lo que yo lo preparo –Me dijo casi con recelo.- ¿Cómo podría? –Le respondí.- Jamás podría remplazar los platillos de una madre –Termine de hablar mirando mis manos, ella se acercó a mí y me dijo.- A Dante le encantara -La miré a los ojos y sonreí.- Gracias –Susurre mientras bajaba nuevamente mi mirada.Toda la tarde no la pasamos platicando de cuando Dante era niño y las locuras que hacía desde entonces.Cua
SHEILA.Pasaba el tiempo y el ignoraba todo lo que yo hacía, a pesar que sabía su verdadera identidad nunca me quejé o dije algo. Me limite a ser su mujer de la forma que él quisiera, pero llevábamos varios meses en los cuales el poco dormía conmigo y cuando lo hacía ni siquiera me miraba, yo de verdad quería e intentaba de todo por hacer que se enamorara de mí, pensé que siendo sumisa y la mujer perfecta, lavando, planchando, cocinando, encargándome de todo lo que se supone una mujer responsable del hogar que le da su esposo debe asumir, hacia todo lo que mi suegra y él pudieran necesitar, así podría decirles la verdad de mí verdadera identidad y presentar a mis padres en el reino.Pero cada día se hacía más imposible este sueño, él; sí apenas me miraba, aunque algunas veces comía lo que preparaba con cariño para él y simule ser la esposa perfecta, aun en las circunstancias que vivíamos, él no cambiaba su forma de ser conmigo.Nunca me había sucedido algo así, nadie en el castillo pod
Llegue cansado después de una noche muy apasionada con mi favorita Sonia Daniele, es con la única que me puedo permitirme hace olvidar de Kenia Santana, esa mujer despiadada, todas son iguales, unas zorras por eso hay que tratarlas como tal, además que las mamadas de Sonia que son de otro mundo no se pueden comparar.Después de ese momento tan relajante con Sonia, la despido fuera de mi apartamento y vuelvo a casa ya que mi madre no para de llamarme, a veces se vuelve demasiado molesta.Cuando llego, mi madre me recibe en la puerta.Es la primera vez que ella lo hace después de volver a este lugar, siempre a mi encuentro esta Sheila, pero esta vez no.Frente de la casa donde viven mi madre y esa mujer, hay una bulla de gente corriente parecido a una fiesta de barrio, esas cosas me molestan mucho, por eso prefiero no venir a estos lugares, no sé en qué pensaba mi madre cuando decidió vivir en este lugar.- ¿Donde esta ella? -Le pregunto a mi madre levantando una ceja, ya que se me hace
SHEILA.Me dolió tanto que se fuera de esa forma, sin dejarme explicar, no creí haber hecho nada para molestarlo solo fue un baile, porque tenía que aparecer precisamente en el momento que acepte bailar con el hijo de la señora Johana.Mi suegra hizo un paño con hielo para mi cara, estaba muy hinchada, ella me consolaba y maldecía todo el tiempo a su hijo, ignoro todas las llamadas de su madre durante los últimos 2 meses, pensé que las cosas estaban un poco mejor entre nosotros, porque últimamente volvía más seguido a casa, pero arruine todo en solo una noche, quería decirle que solo fue un baile, no había pasado nada más, que al único que quería en mi vida, era a él después de todo es mi esposo, pero no tenía comunicación con él y no lo había vuelto a ver durante ese tiempo.El tiempo paso tan rápido…Hoy cumplíamos 1 año de casados y como en la noche de bodas, y todas las noches durante ese año, pensé que igual no le importaría, que Dante no llegaría a casa.Su madre estaba preocupa
- No te preocupes madre, hoy todo acaba –Le dije con la alegría que me hacia el que hoy todo se acabará y volverá a la normalidad.Aproveche mi estadía solitaria y trabaje un poco, mientras ellas salían de casa, revise algunos correos y deje algunas cosas al día, para en la noche celebrar que mi vida volvería hacer normal.Cuando llegaron yo estaba hablando con Sonia, ella estaba tan feliz que hoy le hubiera escrito para que fuera mi acompañante, sentí la presencia y la mirada de esa mujer sobre mí, pero ni me inmute en lo que estaba haciendo.Mi madre me invito a la mesa dándole una mirada a ella, que de inmediato y sin mirarme se fue a la habitación, mi madre me llamo y me senté en mi lugar de la mesa, mi madre me sirvió una cantidad de platos, que quedé impresionado solo el olor alteraba mi apetito.- Está… esta delicioso –Saboreaba mientras agradecía a mi madre, no sabía que comer primero, comía por espacios, quería probar todo lo que estaba allí, mi comida siempre era llevada p
- Lo siento, de verdad quiero, pero no puedo… – Me dijo mientras acomodaba su ropa, eso me dejo pasmada pensé que estábamos en la misma sintonía.Él estaba jadiando y era claro que lo estaba disfrutando, pero al parecer no era así, solo era yo y mis sentimientos.Esquivando mi mirada salió de la habitación, lo seguí, pero ya había salido de la casa.No sabía lo que pasaba y mis lágrimas simplemente bajaban como torrentes por mis mejillas, mi suegra salió inmediatamente al escuchar cerrase la puerta, al verme tirada en el suelo, me abrazo y me pregunto…- ¿Hija que paso? –No le pude responder simplemente tenía un nudo en mi garganta, pero haciendo un esfuerzo por hablar, logré preguntarle a mi suegra.- ¿Tan mala mujer y poco atractiva soy? –Ella se quedó mirándome sin saber que responder, no espere y corrí a la habitación, pensé que por fin todo sería normal para nosotros, pero me equivoque, me consolé diciéndome que al menos me había besado.Ahora sé que me desea, pude sentirlo, a
MATTEO.Salía de la oficina después de dejar a mi hermano muy mal, de verdad sentía que siempre le atormentaba algo, pero como su vagabundería seguía intacta, no le preste mucha atención.Me despedí como siempre y tome el ascensor directo al valet parking donde me esperaba mi recién y nueva adquisición, mi nuevo bebe mi Porsche 918 Spyder, mi automóvil súper deportivo tiene un motor central trasero hidráulico, impulsado por un motor V8 de 4593 cm”’ 4.6 L que desarrolla 608 CV 600 HP; 447 kW a las 8.700 rpm, además de dos motores eléctricos conectados a la transmisión: uno en el eje delantero y otro en el trasero, proporcionando unos 210 kW 286 CV; 282 HP extra para un total combinado de 887 CV 875 HP; 652 kW y 1280 N·m 944 lb·pie de par máximo, se preguntaran porque se mucho de autos, pues es mi pasión, amo correr y la adrenalina de tener cada auto que sale al mercado.Al montar mi coche sentí la adrenalina, me dirigía a una carrera clandestina a media noche, hoy la apuesta seria la c