En un mundo donde hombres y mujeres conviven como lobos, la protagonista Emma enfrenta una dura realidad al ser condenada por su propia manada tras un trágico evento. A los 20 años, su loba finalmente despierta, cuatro años más tarde de lo esperado. En este crucial momento, Emma se encuentra con su pareja predestinada, el alfa de la manada, Alexander. Pero su encuentro termina en un rechazo desgarrador que desafía la fortaleza de Emma. Ahora, con el corazón destrozado y enfrentándose a su propia fragilidad, Emma deberá descubrir la verdadera fuerza que yace en su interior para enfrentar su destino con valentía.
Leer másNarrador ( Dos años después )El sol se ocultaba lentamente, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rosados. Sus últimos rayos se filtraban por la ventana de la amplia cocina de la gran manada, iluminando el espacio mientras el dulce aroma a tartas recién horneadas empapaba el ambiente.-¿Quién es la bebé más bonita? ¿Quién es la más bonita como mamá?- Le preguntaba Amanda a la bebe, con una voz infantil exagerada, agitando un sonajero frente a la pequeña.-¡No le hables así! ¡Crecerá hablando como tonta!- Se quejó Kate con seriedad. Sin embargo, al mirar a la bebé, su voz se agudizó sin que lo notara y, con una gran sonrisa, añadió: -¿Verdad que te pareces a papá, pequeña Di? ¿Sí, que sí?-Amanda la observó con el ceño fruncido antes de soltar un suspiro, mientras el ambiente relajado de la cocina seguía vibrando con conversaciones cruzadas.-Estaba pensando tirar fuego de colores en el cielo.- Comentó Ariel, como si fuera la idea más sencilla del mundo.-¡Wow, eso sería todo un es
ArielPasaron dos días, y el momento de regresar a la manada Luna Roja inevitablemente llegó. Mi alfa Jacob y los demás alfas habían regresado a sus respectivas manadas, llevando consigo a sus guerreros caídos. Aunque todos habíamos sufrido pérdidas, la aldea Prisma había sido la más devastada. Docenas de brujas habían muerto, incluida la bruja líder y el Brujo Mayor, quien resultó ser, el guardián del bosque, un título otorgado por la diosa y cruelmente arrebatado por su propio hijo, el brujo oscuro.Alexander sigue inconsciente, mientras que Emma, agotada y al borde del colapso, no se ha movido de su lado ni un solo instante.El gamma Iker, con una organización impecable, se ha encargado de dirigir y reconstruir a la manada. Mientras que el Beta Marcos, bueno… Todavía me cuesta entender ¿Cómo consiguió ese tipejo su título de beta?.Antes de partir, quería ver a Emma. Desde que la encontramos en el río, acurrucada con el cuerpo de Alexander, no la he vuelto a ver. Es una lástima, d
EmmaSiguiendo el rastro de mi compañero, llegué al dispensario acompañada por Iker y Marcos. Lo primero que vi fue la desgarradora escena de los cuerpos sin vida de los sanadores y brujas, incluida la bruja líder. Más allá, el brujo oscuro avanzaba lentamente hacia el interior del dispensario, conjurando un hechizo con cada paso firme que daba.Al acercarme más, mi corazón se detuvo al ver a Alex. Su cuerpo estaba encorvado a medio transformar. Garras sobresalen de sus manos, mientras su espalda estaba cubierta de un pelaje espeso. Las venas de sus brazos parecían a punto de estallar. Aunque Alex había bloqueado nuestra conexión, podía ver su sufrimiento; la agonía estaba escrita en cada fibra de su ser.Sin perder tiempo, lancé un golpe de energía al brujo acompañado de cadenas de plata. Sabía que esto no lo detendría por mucho tiempo, pero al menos me daría unos segundos para evaluar la situación. Mi mirada iba y venía entre Alex y el brujo. Quería correr hacia mi compañero, pero
NarradorEl caos se desató en la manada.Los lobos oscuros avanzaban con ferocidad, destruyendo todo a su paso. Los alfas, antes reunidos, no estaban preparados para un ataque sorpresa. Niños, ancianos y omegas, inmersos en sus actividades, fueron tomados completamente desprevenidos por la brutal invasión.Morgan avanzaba con calma en medio de la oscuridad, lanzando bolas de fuego ocasionales para avivar aún más el caos. La batalla rugía en el corazón de la manada, mientras que en el dispensario, la sombra se abalanzaba con furia contra la barrera mágica. Las brujas, concentradas y al límite de sus fuerzas, sostenían el hechizo protector que mantenía a Alexander a salvo, resistiendo el ataque desesperado de la entidad oscura.Morgan para este momento, había llegado a la puerta del dispensario, observando con evidente frustración cómo la sombra seguía forcejeando sin éxito por entrar.-Estoy rodeado de inútiles.- Bufó, su tono cargado de desdén.Con un movimiento rápido, alzó ambas ma
EmmaCuando volví a abrir los ojos, lo primero que vi fueron los rostros preocupados de Miller y Ethan. Sus expresiones estaban cargadas de alivio, pero también de inquietud.-¿Cómo te sientes?- Preguntó Miller con voz suave mientras me ayudaba a incorporarme.-Estoy bien.- Respondí, aunque mi mano se dirigió instintivamente a mi rostro húmedo.*¿Estás bien? ¿De verdad? ¿Por qué lloras? ¿Sabías que hasta hace un momento brillabas? ¿Te duele algo? ¡Dime la verdad!* La voz de Bran resonaba en mi cabeza.Fruncí el ceño y miré a Miller con exasperación. Mientras me frotaba la sien, me quejé: -¿Tu lobo nunca se calla?-Miller antes de que pudiera responder, Ethan soltó una carcajada.-Parece que Bran sigue siendo tan ruidoso como siempre.- Comentó con una sonrisa divertida.Pero Bran seguía parloteando en mi mente como si no hubiera escuchado nada.En ese momento, el brujo mayor entró a la habitación. Antes de que pudiera decir una palabra, lo enfrenté directamente:-¿Por qué él quiere a Al
Narrador(Dentro en una cueva oculta en el bosque petrificado.)Morgan, el brujo oscuro, se apoyaba con desdén en una gran roca, los brazos cruzados y la mirada fija en el rey del norte, que estaba encadenado al otro extremo de la cueva. La luz tenue apenas lo iluminaba mientras comenzaba a recobrar la conciencia.Confusión y rabia se reflejaron en los ojos del rey al percatarse de su situación. Forcejeó con desesperación, tratando de liberarse de las cadenas que lo mantenían inmovil, pero sus esfuerzos fueron inútiles.Entonces, una risa macabra rompió el silencio en la cueva, resonando en cada rincón como un eco siniestro.-No te esfuerces.- Dijo Morgan, acercándose con pasos pausados y una sonrisa satisfecha -Esas cadenas son de plata, y no hay fuerza en ti que pueda romperlas.-El rey lo miró con una mezcla de furia y confusión -¿Qué carajos estás haciendo, Morgan?.- Luego exigió: ¡Suéltame ahora!-Morgan se detuvo frente a él, su sonrisa burlona ampliándose mientras sus ojos oscu
>--------------------------------------------Narrador(minutos antes)La mirada de Emma reflejaba un terror absoluto. Su cuerpo temblaba al ver a su compañero tendido en el suelo, atrapado por un velo oscuro casi imperceptible a simple vista, pero lo suficientemente fuerte como para bloquear su escudo de protección.Kira no podía contener los sollozos, llamando desesperada a Dago. Iker, por su parte, observaba la escena con una atención casi hipnótica. La caída inesperada de Alexander lo había dejado atónito; su alfa, famoso por salir invicto de innumerables batallas,
Nota: El punto de vista de Alexander contiene descripciones violentas que pueden ser perturbadoras para algunos lectores. Puedes saltarte este capítulo si lo deseas y continuar con el próximo.--------------------------------------------------Elías (Rey del Norte)Cuando la luz disipó la oscuridad, no pude evitar sonreír. La loba bendecida por la diosa estaba presente, por fin hoy será su sacrificio y yo obtendré el poder del oscuro.Visualicé a la loba en lo alto de la montaña, pero no estaba sola; estaba protegida. Llevará un tiempo llegar a ella. Sin embargo, Morgan, el brujo, le había enviado a los asquerosos lobos pícaros para eliminar a los lobos que estaban con ella.-¿Por qué no te unes a la batalla?- Preguntó Morgan.-¿Por qué lo haría? Mis guerreros acabarán pronto con esto.- Respondí.Pero poco tiempo después, tuve que tragarme mis palabras. En el aire se sentía la energía lunar, y podía visualizar la energía vibrante de los escudos que ella les brindó a sus guerreros, imp
JacobEl rey del norte llegó antes de lo calculado, era una posibilidad que habíamos previsto. Como también, habíamos considerado que las manadas enemigas del sur se unirían al rey, antes de que nos dividieramos y así fue.Al ver al ejército llegar, nuestros guerreros rápidamente se posicionaron en filas, listos para enfrentarlos.Un hombre robusto de cabello negro y piel trigueña hizo una señal con la mano. Varios de sus guerreros arrojaron objetos hacia nosotros. Mi cuerpo se congeló, varias cabezas rodaron en nuestra dirección, no tardé en reconocer que les pertenecían a los guerreros espías que Killian y yo habíamos enviado a la manada Blue Luna.La risa del hombre, que no tardé en darme cuenta que se trataba del supuesto rey, se escuchó en todo el campo de batalla. Me enfureció.En ese momento, una figura emergió de las sombras, envuelta en una capa roja que ocultaba su rostro. Con un gesto dramático, levantó sus brazos hacia el cielo y, en un abrir y cerrar de ojos, el sol radia