Andrea es nieta de Stefano Carlucci, dueño del mejor viñedo de Piadmonte, Mío Cuore. Luego de ser testigo de la trágica muerte de su padre a temprana edad, crece como una niña acomplejada y llena de miedos, atormentada por su madre, Sofía, que la menosprecia por su apariencia descuidada. La noche que va a ser presentada en sociedad es humillada por quien era su mejor amiga y su familia, pero el golpe fatal para su joven corazón es ser rechazada por su amor platónico, Lorenzo Pasqale. Sintiéndose menos y con el corazón roto, atenta contra su vida, evento que será detonante de decisiones sobre su vida. Su abuelo pensando que lo mejor es alejarla del caos, la envía lejos, sin saber que esa decisión terminaría de destruir el corazón de Andrea. Tras la muerte de Stefano, Andrea tiene que regresar a Mio Cuore, lugar donde están sus peores recuerdos, para tomar posesión de lo que le corresponde por derecho. Lo que nadie se espera es que la única condición para que ella herede su fortuna es un matrimonio y tenga un heredero con Lorenzo, el mismo hombre que le rompió el corazón. Enemigos ocultos evitarán que esa unión ocurra, sobre todo que las mentiras del pasado salgan a la luz, porque no todo es lo que parece. Ven y descubre los secretos de la familia Carlucci con El Retorno de la Heredera.
Leer másIsabella No pude resistirme a ver a Francesco, así que le robé la dirección a mi salvadora y ahora estoy aquí, frente al edificio donde vive el hombre que más amé y al mismo más odio. No lo puedo culpar por todo lo que pasó entre nosotros pues la mayor culpable de todo este desastre soy yo. Los años en que me mantuvo en cautiverio me han servido para reflexionar todas mis acciones y es hora de enmendar mis errores. Espero en la pequeña cafetería que está al frente de su edificio, decido por un espresso mientras espero su llegada. Oh mi querido Francesco, que tanto daño nos hemos hecho. Los recuerdos me invaden y recuerdo el día que me pidió que fuera su novia. Era su cumpleaños, cuando cumplió la mayoría de edad, recuerdo como ese joven de ojos azules me miraba como si yo fuera su mundo entero. Y a partir de ese día ya nuestro destino estaba marcado. Ese día me sentí la mujer más afortunada del mundo, el chico más guapo de todo Piamonte había confesado que estaba enamorado de mí
Romina Hoy es un magnífico día, no solo las plantaciones del área oeste están a punto de perderse sino que se ha filtrado información confidencial de la comercializadora Pasqale. Cómo dice el dicho: “quien ríe de último, ríe mejor”; y ahora nos toca a nosotros reír. La estúpida de Andrea cree que casándose con el idiota de Lorenzo lo iba a tener fácil y hacerse de lo que nos corresponde. Sé muy bien que nos van a señalar como los responsables pero para eso primero deben presentar pruebas y eso es algo que no tienen ni tendrán. Doy una ojeada una vez más a los portales de noticias digitales y sonrió. Me levanto de mi escritorio y me dirijo al pequeño enfriador de vinos que tengo en mi oficina y me decido por un delicioso vino tinto, de la mejor variedad nebbiolo. Estoy abriendo la botella cuando la puerta de mi oficina se abre sin previo aviso y veo a mi papá que entra enfurecido. Ya me imagino a Don Lameculos reclamando por lo sucedido en Mio Cuore. Pongo mis ojos en blanco mien
POV Desconocida Fue un milagro que Roberto contestara mi llamada y haya podido enterarme del desastre que están haciendo los Carlucci. Debí haberlo previsto, que aprovecharían la ausencia de Andrea para atacar el viñedo. —¿Pudiste hablar con él?—me pregunta ella quien acaba de entrar a la cocina. Sé que está igual de preocupada que yo por Roberto. —Hablar, no. Me contestó la llamada y fui yo la que le dije todo lo que siento pero la llamada fue interrumpida cuando su asistente llegó. Me temo que aprovecharon la ausencia de Andrea para hacer de las suyas—le confieso. —Todo es mi culpa, Francesco no sería así si no fuera por mi. Sabes, su familia nunca me quiso, decían que yo era mala influencia para él. Realmente lo amaba, y tuve la mala idea de sugerir irnos del pueblo. Si nos hubiéramos quedado tal vez todo sería diferente—me dice la mujer en cuestión. —¿Fue verdad que quiso vender a Roberto y huir con su amante?—pregunto y la mujer comienza a llorar. —Si, pero yo no estaba sie
Roberto Ha pasado casi una semana desde que abandoné el apartamento que compartía con Sofía. Por el momento me estoy quedando en un hotel. Mi padre cree que estamos en medio de una crisis, y como no tengo ánimos de escuchar sus reclamos, no le he aclarado lo equivocado que está. La verdad no tengo ánimos de ver a ninguno de ellos. Necesito averiguar si todo lo que me dijeron es verdad. ¿Hasta dónde han llegado? No he podido dejar de darle vueltas al asunto. Todo a mi alrededor ha sido una gran mentira. Y está ella, me ha estado llamando insistentemente pero no quiero saber de nada ni de nadie y menos de alguien que se acercó a mí por interés. Es que Roberto, tú no aprendes, el amor no es para ti, no después de la trágica partida de mi Stella. Estoy en mi oficina, a punto de servirme otro vaso de whisky cuando la puerta se abre de un solo golpe y veo a la persona que menos quiero ver ahora mismo, Sofía. —¡CÓMO TE ATREVES A PEDIRME EL DIVORCIO!—me grita apenas atraviesa la puerta,
Lorenzo Este viaje ha resultado ser más de lo que esperaba. Las palabras de Andrea, asegurando que voy por buen camino para reconquistarla me tienen en las nubes. Me siento como un adolecente que está a punto de confesar su amor a la chica popular. Después de tanto dolor ahora estoy viviendo el mejor momento de mi vida. Después de una larga ducha, pues mi piccolina no dejó de provocarme hasta que una vez más nuestros cuerpos se desahogaron. Amo ver a esa Andrea provocadora, aventurera y dominante, esa que se tuvo que forjar al verse sola. Me he dado cuenta que cuando amas de verdad a una persona, amas todas sus formas y eso es justo lo que me pasa con ella. Obvio ya no es aquella niña de quien me enamoré. Ahora es una mujer que los golpes hicieron que su caracter fuera más fuerte y si que lo va a necesitar. Estoy seguro que su familia no nos dará tregua una vez regresemos a Italia. Por eso quiero que el tiempo que estemos aquí, nos olvidemos de los problemas que nos esperan. Ahora
Andrea No puedo creer que Lorenzo se acordara de mi obsesión con Bali. Me acuerdo que todo empezó cuando mi papá me regaló un libro de leyendas orientales. Pasaba noches en vela, leyendo cada una, imaginándome en esos lugares. Ese fue el último regalo que recibí de él, antes que me lo arrebataran para siempre. En mis épocas más oscuras, mi nana, Lorenzo y Luciana se convirtieron en mi refugio. Mi nonno casi no tenía tiempo para mí, se la pasaba vigilando los asuntos del viñedo y mi madre, pues ella se alejó aun más de mí, si era eso posible. Recuerdo que justo en la misma cabaña, que ahora Lorenzo me dió como regalo de bodas, estaba sentada en una vieja silla leyendo ese libro. Afuera llovía y Lorenzo apareció de pronto, todo mojado y desesperado. Cuando me vió me recuerdo que parecía como un Dios bajado del Olimpo, la luz reflejándose a sus espaldas y su ropa pegada a su cuerpo. A pesar de que era una niña, no podía negar que Lorenzo era muy guapo, tanto así que Renata siempre esta
Lorenzo Mi piccolina me sorprendió cuando sentí sus delicadas manos sobre mi cuerpo. Estaba tan absorto en mis pensamientos que no la sentí hasta que sus dedos hicieron contacto con mi piel y la descarga eléctrica que nos conecta recorrió todo mi cuerpo. Sé que tengo mucho camino por recorrer hasta obtener su perdón, que este segura que por ella daría mi vida si fuera necesario. Aunque su honestidad me golpeó, tengo la esperanza de volver a recuperar su amor. Nuestra pequeña sesión en el baño fue de lo más intensa. Nunca pensé que sería ella quien iniciaría este encuentro. No así, no cuando acababa de decirme que se encuentra dividida entre lo que le dice su mente y su corazón. Ahora que sabe que esa cabaña es suya, no ha podido borrar su hermosa sonrisa de su rostro. Si, estoy seguro que este será nuestro refugio cuando queramos escapar del mundo y amarnos hasta el cansancio. Ahora la veo como juega con sus dedos que golpean la pequeña mesa que está frente a nosotros en el avión
Andrea Abro mis ojos y veo que a través de las cortinas se filtran pequeños rayos de la luz del día. Trato de moverme y mi cuerpo se queja, y como no se va a quejar si Lorenzo no me dió tregua en toda la noche. Perdí la cuenta de cuantas veces me corrí. Aún con lo adolorida que estoy mi cuerpo está en un constante deseo de ser poseído por Lorenzo. Y es justo en ese momento que me doy cuenta que no está en la cama. ¿Dónde estás? Será que me va a dejar aquí encerrada en esta cabaña y con este clima donde hay pronósticos de nevadas. Y aunque no quiera el pánico comienza a hacerse presente, sintiendo que me falta el aire. En eso se abre la puerta y aparece ese hombre que ha sido dueño de todos mis orgasmos, vestido solo con un pantalón deportivo que le cae justo en las calderas. Trae consigo una bandeja con lo que creo es el desayuno. Mi boca se seca al ver ese monumento de hombre, que me regala una sonrisa que hace que mi muy adolorida intimidad se humedezca una vez más. M*****a se
Sofía Hoy después de salir de casa, me subí al automóvil y como siempre quedó aquí sentada frente a la tumba del amor de mi vida, Adriano. ¿Por qué me abandonaste? Prometiste siempre estar a mi lado. Las lágrimas comienzan a bañar mi rostro. El dolor de tu partida sigue presente, Adriano. La vida ha sido muy injusta conmigo, te arrebató de mi vida, soy un fracaso como madre tanto así que mi bebé prefirió no nacer, no quiso tener el mismo destino de Andrea y por último he tenido que soportar por más de diez años estar casada con Roberto. ¿Será que nos tendieron una trampa a ambos? ¿Qué ganaban con el hecho de que yo quedara embarazada de Roberto? No voy a negar que cuando me enteré del embarazo, deseé con todo mi ser no cometer los errores que tuve con Andrea. Ahora, estoy sola, completamente sola. Roberto está a nada de dejarme y aunque quiero hacerlo sufrir, una parte de mi me dice que sus palabras son ciertas. Qué él realmente me quiso pero que mi trato lo alejó. Y nuestra hij