Hola mis queridos lectores, disculpen el atraso en las actualizaciones pero mi actividad de trabajo me ha consumido mucho tiempo y energía que no me ha permitido poder darles mas capítulos. Este fin de semana si me comprometo a darles más capítulos. Gracias por su apoyo.
Lorenzo Estoy en la sala en medio de una llamada, coordinando los detalles del vuelo que nos llevará de regreso a casa cuando escucho un grito que proviene de la habitación. Cierro la llamada y sin demora abro la puerta y la imagen que veo me rompe el corazón. Mi piccolina se mueve desesperada en medio de la cama, sollozando. En eso vuelve a gritar y es cuando salgo de mi parálisis momentánea y la trato de despertar. Su hermoso rostro está bañado en lágrimas, la llamo por su nombre pero no responde y es cuando comienzo a moverla hasta que abre sus ojos. La tomo entre mis brazos, dejo que todo el dolor que tiene por dentro salga. Siento como sus lágrimas mojan mi camisa, su respiración sigue alterada y yo solo puedo darle besos en la coronilla de su cabeza y frente mientras acaricio su espalda desnuda con pequeños movimientos. Poco a poco su respiración se va calmando pero su rostro sigue bañado en lágrimas. Verla así tan rota me hace sentir impotente. ¿Qué estaría soñando que la
Jennifer Hoy estará de regreso Andrea y en su ausencia he tratado de que las cosas en Mio Cuore siguieran normal, pero no ha sido una tarea fácil. Primero empezó con el daño en los terrenos en el sector oeste. La mayoría de las plantas pudimos salvarlas pero hubo una perdida considerable. Suerte que Jeff y su abuelo nos apoyaron con el envío de nuevos cultivos desde California. Está es una nueva variedad de uva que tanto Andrea como mi novio han trabajado. Fue una tarea titánica conseguir todos los permisos para poder traer estas plantas. Ahora me pregunto como es posible que los controles de temperatura y humedad en una de bodegas de maduración hayan sido manipuladas hasta el punto que se pudo perder cientos de barriles de vino tinto. Mis sospechosos siguen siendo el tío de Andrea, el tal Francesco o su nieta, Romina. Esa mujer me da mala espina, hay una forma en que mira a Andrea que me da escalofríos. Es como si odiara la sola existencia de ella. Por otra parte, está Sofía. E
Frank Cuando Jeff me llamó hace unas semanas para contarme sobre los sabotajes que estaban ocurriendo en Mio Cuore sabía que tenía que actuar inmediatamente. No solo estaban atacando el patrimonio de Andrea sino el de su esposo. Ya había hecho algunos negocios menores con la empresa de Lorenzo Pasqale, obvio no con mis viñedos pero sí con otras empresas que tengo. Tenía que saber si en verdad el chico era merecedor del amor de Andrea. Aún recuerdo el día que recibí la llamada de quién en algún momento fue mi rival, tanto en el ámbito vinícola como en el personal, Stefano. FLASHBACK Estoy sentado en mi oficina mientras leo el reporte que nos enviaron de la escuela donde estudia mi nieto. Me preguntó si algún día se dará cuenta que está alejando de su vida a Jenny. Estoy por llamarlo cuando el teléfono de mi oficina suena. ¿Quién podrá ser a estas horas? Es muy temprano para que alguien me llame a este número. Al levantar el auricular, me sorprendo al escuchar la voz al otro la
Andrea¿Una promesa? No entiendo nada. ¿Mi Nonno y el señor Frank se conocían? ¿Por qué nunca me lo dijo? Siento que el aire no llega a mis pulmones, mis piernas se debilitan y cuando creo que voy a caer, los brazos de Lorenzo me atrapan antes que toque el suelo.—Ya te tengo, mi piccolina—me dice mientras me carga en sus fuertes brazos—Todo va a estar bien, mi amore. Estoy contigo—sus palabras me calman.Me lleva hasta la sala familiar donde me recuesta sobre uno de los sillones. Veo como todos se me quedan viendo con preocupación pero mi mirada se queda fija en el señor que fue mi figura paterna por diez años.—Mi niña, sé que tienes muchas preguntas y todas te las voy a responder. Si estoy aquí es para ayudarte, no puedo permitir que lo que tus nonnos construyeron alguien que no lo merece, te quiera arrebatar lo que por derecho te pertenece—me dice y yo solo puedo asentir.—Lorenzo, es mejor que lleves a Andrea a descansar. Han tenido un largo viaje. Ya mañana tendrán ptiempo para
RominaYa debe haber llegado la estúpida de Andrea. Les habrá gustado mi regalo de bodas. Me río mientras estoy sentada en mi cama, sosteniendo una copa de champán, porque sí estoy celebrando.Veo el cuerpo acostado a mi lado y me surgen unas increíbles ganas de sacarlo a patadas. Aunque no puedo negar que trabajó muy arduamente para satisfacer todas mis necesidades. Además de ser un buen amante, es un buen aliado. Ignoro por enésima vez la llamada de mi padre, Dios que fastidioso se ha vuelto. Pensé que cuando se casara con Sofía cambiaría pero está peor que antes.¿Qué karma estoy pagando por haber tenido dos padres como los míos? Sin ambición, conformándose solo con vivir del amor. Basura. Del amor no se vive. Lo sabré yo, que amé tanto y nunca fui correspondida. Despreció mi amor y lo mejor no es pensar en eso. Ahora tengo dinero y posición, escojo con quién pasar mi noche y cuando me aburro lo saco de mi vida.El único que me entiende es mi Nonno, él si sabe que es lo important
LorenzoHan pasado casi diez años desde la última vez que la ví. Aún me tortura recordar su mirada vidriosa, llena de dolor y decepción.Esa noche que se suponía debía ser su gran evento, su primera aparición ante la sociedad piamontesa como la heredera de los viñedos “Mio Cuore”, terminó siendo su peor pesadilla.La peor parte fue que no hice nada, debí defenderla pero no podía. Si tan solo hubiera alzado mi voz, los hechos posteriores a ese evento pude haberlos evitado.Pueden llamarme cobarde, pero cómo podía reaccionar si la persona detrás de todo era mi propia hermana, Luciana. La humillación y las palabras duras de Sofía, la quebraron. Solo me quedaba esperar. Cuando pensé que los ánimos ya estaban calmados, quise verla, consolarla como debí hacerlo desde el principio, pero al llegar a la Casa Grande me enteré de la peor noticia, la habían exiliado, enviándola lejos.No pude verla, ni despedirme de ella. Lo peor, fue ver cómo su propia madre renegaba de ella. ¿Qué clase de muje
AndreaMio Cuore, el lugar que por mucho tiempo consideré mi hogar, donde tengo los más hermosos recuerdos y también los peores.Pensar en Mio Cuore, hace que las emociones que he reprimido por años quieran salir a flote. No puedo permitir que nadie vea mi vulnerabilidad, ya no más. La única persona que realmente me conoce es mi Nana, María. Ella y yo hemos vivido en el exilio que me impuso mi abuelo, por el escándalo generado.Los recuerdos de esa noche quieren hacerse presente por lo que pido a la azafata una copa de vino. ¡CONTROLATE ANDREA! Me reprendo a mi misma, no puedes demostrar debilidad a tus enemigos. Salgo de mis pensamientos a escuchar a mi nana.— Mi niña es muy temprano para una copa de vino — me dice mi nana pero yo la ignoro.— Lo necesito, solo pensar que voy a entrar a ese nido de víboras hace que se me revuelva el estómago. Tengo que controlarme y el vino es lo único que hay para calmarme — le contesto y ella solo niega con su cabeza.—Puede que en estos años, el
AndreaMientras el avión desciende me fijo en el hermoso paisaje a través de mi ventana. El cielo, celeste intenso con algunas nubes que lo adornan. El sol brilla en lo alto, majestuoso como siempre. Me vuelvo a recordar las palabras que me dijo mi papá en mi sueño y quisiera creerlas, pero la realidad es que mi presencia es un mero requisito para la lectura del testamento de mi nonno.Por algunos minutos me invade la culpa, cuando se vienen a mi mente las palabras que mi Nana me dijo hace poco, que mi nonno quiso verme en sus últimos días y me recuerdo las últimas palabras que le dije y que a pesar que en sus últimos días me rogó que regresara, mi orgullo fue más fuerte y ahora, solo quedan en mi mente y corazón las palabras que no nos dijimos y ya es tarde. Mi nonno ya no está entre nosotros, lo único que me unía a estas tierras. Los recuerdos de mi infancia se hacen presente, de cómo me llevaba en el lomo de su caballo “Emperador” mientras hacía sus recorridos diarios por los dife