Después de ocho años de relación, Lila Viveiros ha sido demasiado mimada por Joseph Leclerc. Ella dijo una vez que le gustaba 《Up: Una aventura de altura》, y el señor Leclerc, que tenía en un puesto muy alto, se dedicó a tallar madera y recreó la casita del dibujo animado con una precisión perfecta. Una noche, ella dijo en voz baja que quería comer tacos, y Joseph condujo a toda velocidad durante kilómetros para comprarle unos. Estuvieron juntos ocho años, pero él nunca la tocó. Eso era lo que lo hacía especial, ese cariño desinteresado, la prueba más pura de amor verdadero. Hasta que la secretaria personal de Joseph, muy embarazada, se presentó en su puerta, y fue entonces cuando Lila se dio cuenta de que había sido una boba caída del zarzo esos ocho años enteros. Con el corazón roto, Lila marcó el teléfono y dijo: —Tía, acepto casarme con el Julien Santoro dentro de siete días. El día de la boda, Joseph, lleno de expectativas, entró al salón con el anillo de bodas en la mano. Lila caminaba tomada del brazo de un muchachón alto y bien simpático, quien tenía una sonrisa de oreja a oreja. —Bienvenido, señor Leclerc, a mi boda. El siempre calmado y controlado señor Leclerc, por fin, se volvió super loco.
Ler mais—¿F-Fotos? — Joseph se quedó sin palabras por un segundo y luego el susto se apoderó de él. De inmediato, intentó sacar una excusa.—Lila, déjame explicarte. En ese momento… solo quería guardar un recuerdo…Su voz se fue apagando poco a poco.Ni él mismo esperaba que esas cosas que escondió con tanto cuidado fueran descubiertas por la estúpida de Evelin.De repente, sintió como si lo hubieran dejado completamente al desnudo frente a todos.Lila lo miró y dijo con desprecio:—Entonces, borra las fotos ahora mismo. Luego graba un video prometiendo que nunca volverás a hacer una cosa tan asquerosa. Y, además, dame cinco millones por todo lo que me hiciste. Así dejaré que te dejen libre.La cara de Joseph se puso pálida de vergüenza. Dio un paso adelante.—Lila, por favor, escúchame. Yo...—¡Solo escúchame! —Lila retrocedió, claramente incómoda.—No te me acerques. Me fastidias con solo verte. Con esas palabras, ¿qué más podía decir o hacer? No le quedó más que ceder.Borró las fotos, gr
¡Ya había perdido a Lila, ¡no podía perder también a ese niño!Evelin se quedó callada del susto, sin animarse a decir una palabra más.Se secó discretamente las lágrimas, pero, en el fondo, sabía que todo estaba yendo como lo planeaba.—¡Malparido Julien, me viste la cara…! ¡Te juro que esto no quedará así! —Joseph apretó los dientes mientras golpeaba la cama con fuerza.El movimiento hizo que se abriera su herida, y no le quedó otra que llamar otra vez al médico para que lo atendiera.Evelin salió de la habitación, se escondió en una esquina y revisó las cosas que Joseph había estado mirando cuando aún no había despertado.Todo era sobre la maldita Lila.De verdad, Joseph había intentado hacerle eso…No era de extrañar que lo hubieran golpeado. ¿Cómo se le ocurrió hacer algo tan rastrero para conseguir eso?Evelin se quedó mirando fijamente la pantalla del celular, temblando de la rabia.Pero, pronto logró calmarse.Se le ocurrió una idea aún mejor.…A la hora del almuerzo del día s
Jonas le quitó el celular de las manos a Lila y empezó a revisar toda la conversación desde el día que ella y Joseph se agregaron como contactos, hace ocho años.—Tú lees y yo anoto —Maya ya se estaba frotando las manos, visiblemente emocionada.—Esperen un momento —intervino Lila.—Ya que vamos a hacer cuentas, hagámoslo de forma clara. Si ustedes van a sumar, yo también tengo el derecho a saber.Mientras hablaba, miró a Christel.Ella se acercó de inmediato, trajo una silla y se sentó frente a Jonas, colocando una calculadora sobre la mesa.—Arranquemos de una vez. ¿Quién tiene miedo? —Jonas se rio soltando una carcajada.—Pero que quede claro: aunque le debas a Joseph un solo dólar, tendrás que dar hasta el último centavo. Lila alzó las manos con indiferencia.—Okey.Dicho eso, se puso a seguir con su trabajo.—Hace ocho años, en Año Nuevo, mi hijo ya te había transferido 188,000 billetes verdes. ¡Eres un completo sinvergüenza!—Señorita Viveiros le devolvió 166,000—respondió Chris
—Juro que no fui yo —Lila encendió su computadora y echó un vistazo a las noticias.Tal como había dicho Christel, después de que estallara el escándalo de la familia Leclerc, las acciones se desplomaron. El patriarca Jonas Leclerc apareció de inmediato para ofrecer disculpas y prometió que cumplirían con todas sus responsabilidades y deudas sin falta, estaban en deuda con la sociedad.Al mismo tiempo, se había regado por todas partes la noticia de que Joseph había sido brutalmente golpeado.Lila se veía molesta mientras pasaba las páginas una a una.Como era de esperarse, muchas personas estaban especulando que ambas cosas tenían relación directa con ella.—Lilita, ¿qué te pasa? Con esa cara que tienes. —Christel la miraba con mucha preocupación.—No importa lo que haya pasado, siempre puedes contarme lo que sea.Lila forzó una sonrisa.—No es nada. Todo lo que importaba ya está bajo mi control.Justo entonces, Tatiana entró desde fuera.—Señorita Viveiros, la familia Leclerc está aqu
Julien tenía los ojos llenos de lágrimas de rabia.Solo Dios sabe lo que estaba pasando en ese momento.Una tentación tan fuerte, ¿cómo podía resistirse?—Lilita, todo está bien… aguanta un poco más… —su voz era grave, mientras apartaba una y otra vez las manos de ella que lo tocaban sin control.Finalmente, la sentó sobre sus piernas para poder agarrarle las manos.Así, por fin aguantaron hasta llegar al hospital.…—¿No entiendes o te haces el bobo? En ese estado, lo único que debiste hacer era acostarte con ella. ¿Por qué te molestas en traerla aquí? —Thiago Vargas salió de la habitación, mirando a su amigo con una mezcla de resignación y burla.Los dos se conocían desde pequeños, más de veinte años de amistad, sabían todo el uno del otro.Julien ignoró su actitud.—¿Cómo está? ¿Le paso acaso algo más?Thiago echó un vistazo a los resultados.—En realidad, no hay ningún otro problema. Solo que…—¿Solo qué? —los ojos profundos y oscuros de Julien se entrecerraron.—Solo que… ¿acaso t
Sin darse cuenta, los platos frente a ella ya no tenían espacio para más comida. Joseph se levantó para traer más.—Joseph, espera —lo detuvo Lila.—¿Acaso tiene sentido lo que estás haciendo? Hoy vine a dejarte en claro que lo nuestro terminó. Por lo que tuvimos antes, no quiero que terminemos mal. Después de todo, pasé ocho años en la familia Leclerc, y sé lo suficiente como para hacerles la vida imposible.Era su último gesto de paciencia.—¿En todo este tiempo nunca me amaste? —Joseph bajó la cabeza. Su voz era solitaria, contenida de rabia y frustración.Lila casi se rio de lo absurdo que era.Después de ocho años juntos, él seguía cegado y necio.—Así es —se puso de pie, mirándolo desde arriba, palabra por palabra:—Por eso, deja de buscarme.Pero justo entonces, una sensación de mareo la invadió. Su visión se volvió borrosa, y se puso muy tensa y preocupada.—¿Me… me drogaste?Joseph la agarró antes de que cayera, su mano se posó en su cintura, pero su voz era tan cortante como
Fue Serena la que publicó un video en su propia cuenta.En el video, llevaba un elegante vestido de gala color marfil, con un chaleco lila claro encima, irradiando un aire intelectual y refinado.—Hoy, tengo la intención de preparar personalmente una cena para mi hijo y mi nuera. Pero nunca he pisado una cocina… ¿Algún consejo de parte de ustedes, mis queridos seguidores? —Solo unas pocas frases simples.Pero el mensaje era claro: le agradaba mucho Lila, y ya la había aceptado como parte de la familia.Después de todo, todos sabían que Serena era una artista, que en su momento había trabajado para una compañía estatal.Durante años se había dedicado a su familia y solo de vez en cuando compartía videos sobre su vida cotidiana.En ese momento, la sección de comentarios ya estaba llena de mensajes:—La suegra ya salió a dar la cara, y aún hay gente diciendo bobadas. No entiendo qué les pasa.—Lila encontró una buena suegra, ¡qué rápido la aceptó!—Si ustedes hubieran estado allí, sabría
Es muy molesto.—Lila, lo que está pasando en la empresa tiene todo que ver contigo. ¡Deberías pensar en todo lo que implica eso! ¿Por qué soy yo la responsable? ¡Sin ti, nada de esto no habría pasado! —dijo Camilla, apretando los dientes.Lila no se enojó, solo sonrió y miró a todos en la sala.—Parece que Camilla no tiene mucha experiencia ni calle. Si ahora mi cachetada te cae en la cara, ¿crees que la puedas aguantar? —respondió con calma.—¡No me...! —Camilla estaba a punto de decir algo más, pero alguien a su lado la detuvo.Lila regresó a su oficina y, personalmente, subió el archivo de audio a su computadora para analizarlo.Este archivo no parecía estar manipulado.Sonaba completamente igual a la voz de Jacob.Lila estaba algo frustrada, pensando en cómo solucionar todo esto.De repente, su asistente la llamó para decirle que Jacob había llegado.—Lilita, ¡de veras perdón! No sé qué está pasando, pero yo nunca dije esa retahíla de cosas, ¡debe haber sido una grabación con algu
—¿Te gustaría hablar conmigo? —su voz era suave como el viento, completamente diferente de la imagen del líder despiadado de los rumores que se escuchaban.……Por otro lado, Lila regresó a su oficina, con Jacob y Omaira siguiéndola.Camilla fue la primera en notar la situación, fingiendo que salía a buscar agua, pero se quedó fuera de la puerta, escuchando con malicia.—Lila, esta empresa es tan grande, ¿no me vas a dar ni un lugar para quedarme? Si no quieres que mi prima trabaje aquí, ¿al menos me harías un favor? —la voz de Jacob sonaba falsa y algo descarada.Camilla sonrió con un tono de ironía.Parece que vinieron a buscar refugio, intentando usar la relación matrimonial para conseguir un puesto.Una completa vergüenza.—Sí, no puedes dejarnos en la pobreza después de todo, ¿cierto? —dijo Omaira, con un tono de queja.—¿Hay algo más? —Lila respondió, bastante impaciente.Este asunto de usar las relaciones familiares para conseguir un trabajo ya le había molestado cientos de veces