Paige se quedó embarazada de un chico malo en el instituto. Dos años después, después de muchos sacrificios y sin tener contacto más que telefónico, ella y el padre de su hijo se reencuentran. ¿Pueden convivir juntos por el hijo que comparten? ¿Puede el chico malo no ser tan malo?
Leer másPAIGE No me puedo creer que ahora tengamos esto. Ashton ha creado la casa perfecta para los tres y es el triple de grande de lo que jamás hubiera pensado que podríamos tener. Ashton se ha ganado una reputación en la suyo, hace buenas cosas y se esfuerza porque el dinero es algo que ahora parece que nos cae del cielo, yo no gano ni de sobra lo que hace él, pero jamás discutimos por el dinero. Ashton me está cumpliendo todos los sueños. —Qué pasada —musita Jo cuando le doy un tour e investigo un poco más—. ¡Me encanta! Tenéis una chimenea increíble en el rincón de lectura. Ojalá vivir aquí, menuda suertuda eres. Me hace reír. La casa entera es muy moderna en tonos blancos, negros y grises, tiene esos ventanales grandes de casa de ricos y creo que lo que más me gusta es nuestro baño privado porque tenemos una bañera redonda perfecta para entrar los dos, y una ducha en la que también cabemos los dos, y un espejo increíble en el lav
PAIGEAshton lo es todo para Owen y yo tengo más cosas, pero también es mucho para mí. La facilidad que tengo ahora para todo es gracias a él, porque ahora tengo un mejor trabajo, más accesibilidades, y vivo con una pequeña familia que me llena de amor, sobre todo en esos momentos más difíciles de exámenes, estrés y dolores de cabeza. Creo que mido mi vida en consecuencia de lo que haga Owen, cada día es más listo, más grande, más educado... Menos mi bebé.Cuando por fin aprende a montar en bici, me los encuentro mucho en el aparcamiento del edificio cuando vuelvo de la universidad por la tarde. Ya aparco mi súper coche con una sonrisa, ¡adoro el regalo de Ashton! Nadie nunca me había hecho antes un regalo así. Recojo mi mochila del asiento del copiloto y cierro con cuidado la puerta del coche cuando salgo. Owen p
ASHTONSé que son la mejor familia que tengo en cuanto veo el último tanga de Paige junto a mis calzoncillos. Es la primera vez que tengo ropa de tía en mi armario y está bien abrir los cajones y ver los sujetadores de encaje que tiene y esos tangas pequeños.Y no puedo negar que me vuelve loco la vida que ahora tiene mi casa, ya no es un sitio tan oscuro y frío, se siente más como un hogar aunque Paige pase más horas en la universidad y trabajando que en el apartamento y que Owen ahora que va a la escuela me deja casi todo el día solo haciendo mis mierdas de arquitecto. Aun así las noches se sienten familiares porque hago la cena para cuando Paige llega a casa, Owen me "ayuda" a poner la mesa cada noche y cenamos compartiendo cosas del día, y en la cama cuando nos tumbamos... eso es otro mundo. No sabía que podía estar tan cómodo con nadie.
ASHTON —¿Vas enserio? —me pregunta por quinta vez Apolo. Asiento. El verano ha pegado duro, ahora que Paige sigue trabajando por las tardes aún en vacaciones, paso la mayor parte del tiempo con Owen y tengo que hacer dos trabajos para la empresa antes de que terminen las vacaciones. Dos muestras que ya he empezado porque el pago por adelantado ha sido jodidamente increíble. —Owen, no —le regaño y deja de querer trepar el mueble del televisor. Le pego un trago a la cerveza del paquete que Apolo ha traído—. Sí, ¿qué pasa? Llevas años tocándome los huevos con que me centre en la vida. Levanta los brazos y agita la cabeza. —No he dicho nada malo, joder —se ríe—. Es que no te veo viviendo con Paige, ni con ella ni con nadie. No creo que esté para aguantar tus gilipolleces si vas a estar metiéndo la polla por ahí. Quiero romperle la cabeza. Llevo meses sin meterla en ninguna parte, sólo en ella. Joder, quiero a Paige, es la mujer para mi. Y ahora que ya no estudio, que tendré de
PAIGEAshton nos tiene que devolver al apartamento porque él nos trajo anoche, y se queda arreglando a Owen en lo que yo me ducho. Hoy hace un buen día primaveral y el verano está a la vuelta de la esquina así que el tiempo es bastante agradable y me atrevo a ponerme un vestido verde ajustado que me cubre hasta el muslo y combinarlo con una chaqueta blanca de mangas largas. Quiero verme bien porque es su graduación y él se ve increíble con una camisa negra que ha decidido ponerse y los vaqueros negros. Es algo muy simple, pero destaca y yo quiero ir guapa, quiero que me mire y se sienta bien por estar conmigo.Salgo corriendo de mi habitación aún descalza hacia el baño. Jo está con el pijama puesto viendo la televisión y Ashton en la otra punta del sofá lo más lejos que puede de ella. Me mira sobre el sofá.—¿
PAIGEQue Ashton me haga así de feliz es algo que no esperaba que pasara. Sí que quería estar con él, es algo que quiero porque me gusta de verdad, y me parece que funciona mucho mejor de lo que esperaba. Es bastante único cuando estamos a solas o cuando estamos juntos con Owen. Le queda poco para graduarse, a mi me parece una buena opción que trabaje en el concesionario de su padre por mucho asco que le tenga, pero ante su negativa sólo me queda ayudarle a ser arquitecto. Hoy iba a la empresa del folleto que le di, por eso no me espera fuera de mi facultad antes de irme a la guardería a pasar tiempo con Owen.Me gustaría hacer algo si le aceptan como becado en la empresa, mi idea era poder hacer un pastel o algo de eso para merendar los tres juntos pero no tengo tiempo, sin embargo, en un momento en el trabajo me escabullo para mandarle un mensaje.
PAIGE Consigo esquivar con éxito a Samuel cada vez que lo encuentro por el campus; al parecer no le gustaba tanto. Pero es lo mejor porque no puedo sacarme a un chico malo de la cabeza. No sé si somos algo, no sé en qué estamos, intentar comprender el método sentimental de Ashton es difícil. Pasamos tiempo juntos, salimos de vez en cuando con nuestros amigos y otras tantas veces hemos tenido momentos con Owen bastante familiares, por no hablar de las horas fogosas que pasamosen su apartamento, en el mío, y hasta en el coche. Yo siento que somos algo, algo que no me atrevo a decir porque implica demasiado. Además, ¿cómo lo voy a saber ahora que me ignora? Llegan las vacaciones de primavera y me esperaba algo completamente diferente a lo que empieza siendo. Es sólo una semana, no estudio ni trabajo y la verdad es que deseaba pasar más tiempo con Ashton, pero las cosas empiezan mal unos días antes de las vacaciones. No hablamos (o más bien él no me habla), recoge a Owen de la guardería
PAIGE —¿Quieres venir a un mercadillo? —me atrevo a preguntar. —¿Qué? Se quita el pelo revuelto de la cara. ¡Hemos vuelto a dormir juntos! ¡Me encanta! —Hay un mercadillo ecológico cerca de casa. Tenía pensado ir hoy, ¿quieres venir? —¿Quieres que vaya? Asiento de forma casi incosciente. —Pero tengo que ir primero al apartamento a por su carrito, no creo que camine tanto y se nos hará pesado llevarle en brazos. Ashton asiente, es la primera vez que hacemos algo cómo esto, es la primera vez que yo lo hago con un chico y con Owen y me agrada que sea con él porque para Owen tiene que ser increible ver a sus padres juntos. No se despega de ninguno, en el camino al coche su mano le agarra los dedos a Ashton y a mi me tiene pillada por la manga del jersey. La verdad es que nunca había hecho una actividad así, Ashton viene en mi coche, no me molesta conducir tanto porque el viaje es bastante agradable. Owen chapurrea desde su silla, hablando de cosas sin sentido y jugando con
ASHTON —Quiero que te pases a cenar por casa. Lucy y yo queremos... —¿Queréis jugar a las familias? Tengo mejores cosas que hacer —bramo. —No es eso, Ashton, quiero pasar tiempo contigo. —¿Y crees que yo quiero estar contigo? Nunca has sido padre. —¿No te gustaría que tu hijo te perdonara si la jodes? ¿Por qué coño tiene que meter a Owen? Es sobre él, sobre la m****a de padre que fue. —Yo no voy a abandonar a mi hijo. —Ashton... —Tengo cosas que hacer, no me llames para tocarme los cojones. Me hundo el teléfono en el bolsillo del abrigo y espero. Sale de su facultad guardándose libros en la mochila y ni me mira, va con la vista en el suelo y en dirección contraria. Me toca perseguira hasta tocarle el hombro y me golpea con un cuaderno. Sus ojos verdes me miran bien abiertos. —No aparezcas de la nada —riñe, pero asoma una sonrisa en sus labios —Te estaba esperando, ¿a dónde vas por aquí? Me daría igual en cualquier otra, pero en Paige... —Oh... tengo una última cl