ASHTON
—Necesito más de esto —dice Unax. Sí, necesita más alcohol para aguantar todos los rechazos de Paige.
Sé que eso le jode, le veo más enfadado e insistente cada vez que ella esquiva sus intentos de abrirle las piernas. Halagar sus ojos unas diez veces no le ha servido tampoco para nada. No debería, lo sé, que se folle a quién quiera, ¿pero a uno de mis amigos? Me alegra que le rechace porque no quiero a ninguno de estos cerca de mi hijo o jodiendo con la persona que más lo cuida.
—¿Quieres algo?
—No, no bebo alcohol —responde ella.
PAIGE—Diez ¿y tú? —me pregunta Jo.—Veinte —respondo.Levanta las cejas y le tapa los oídos a Owen que ve tranquilo los dibujos sentado en su regazo.—¿Tan dotado está o es que te dio duro contra el lavabo?Recordarlo me eriza la piel. Aún me tiemblan las piernas. Levanto dos dedos de una mano y ella suelta un chillido que me hace reir y Owen se ríe con nosotras. Todavía lo pienso y cierro los ojos para cerciorarme de que ha pasado, me he vuelto a acostar con Ashton.—Y... ¿Sólo eso? ¿No hablásteis o...?
PAIGEEl viernes llega rápido, Samuel me recuerda nuestra salida cuando nos encontramos en el campus y eso me pone inquieta. Es la primera vez en meses que quedo con un chico a solas de esta manera. He quedado en que pasaría a por mi a las diez y media porque he conseguido cambiarle el turno del almacén a una compañera y hoy llevo una muda de ropa en el bolso para no ir con el uniforme del trabajo; además, ya voy maquillada a la guardería a pasar el poco tiempo que me queda con Owen hasta el lunes.—Estás guapa —me dice con su vocecilla y me acaricia el pelo que me he rizado un poco.—Gracias, cariño —susurro.—Mira —me dice y se se aleja unos pasos para que le vea intenta
PAIGELa noche con Samuel está bien pero cuando me despierto, sé que serán cosas esporádicas. Nos seguimos encontrando por el campus y considero que somos amigos porque de vez en cuando nos tomamos un café en la cafetería. Ha dejado caer un par de veces que le gustaría repetir pero yo también he dejado caer que no podré hasta dentro de dos fines de semana. Es una pequeña y fogosa rutina que empezamos a mantener: cada dos viernes nos vamos al motel.—Iré esta tarde a ver el partido de fútbol a casa de Ian.Levanto la cabeza de mis cereales, he dormido fatal porque Owen ha decidido despertarse a las cuatro de la mañana e intentar salir de su cuna escalando. Suerte tengo de seguir con el monitor de bebés.<
ASHTONDos semanas y no he dejado de darle vueltas a lo que me dijo Apolo. Cada vez que lo pienso deshecho la idea, yo no puedo tener algo serio, mucho menos con Paige; sin embargo sigo pensándolo.Este ha sido el fin de semana con ella, llevo cinco días sin ver a Owen y desde que lo veo más a mendo estoy mejor, me hace bien verle más días a la semana.—Y... ¿vamos a salir esta noche?Sus uñas tan puntiagudas me acarician la serpiente tatuada en el cuello, logra arañarme y hacerme daño así que me la saco de encima.—No.—¿Por qué? —refunfuña—. ¿Es por esa zorra?
PAIGE—Préparate para las Navidades —me advierte Laura en un momento en el que no hay nadie en la tienda.Sí, ya veo que normalmente no viene mucha gente, es una tienda algo cara y sobre todo vienen a por prendas para ocasiones especiales. Hay vestidos preciosos y vendemos unos tacones de los que vivo enamorada.—¿Viene mucha gente?—¡Demasiada! —me asegura—. Sobre todo el día de antes de Noche Buena, ya sabes, gente de última hora.Me lo imagino, a veces yo soy así.Coloco un po
PAIGE —¡¿Pero qué le ha pasado?! —chilla Jo por la mañana. He dormido fatal porque me he quedado toda la noche encogida en la silla de su habitación frente a la cuna para vigilarlo. Hoy se ha despertado triste, me da pena y no puedo dejar de abrazarlo y darle cariños, ni siquiera lo dejo en su silla de la mesa durante el desayuno. —Se puso a trepar o a abrir cajones en casa de Ashton y se tiró uno encima. Fue raro. Jo se encoge de hombros y prepara la cafetera. —Es la primera vez que se cae así, es normal. —No, es Ashton. Fue... muy raro verlo como estaba. —¿A qué te refieres? —A que... —me paro a pensarlo—. Parece un chico seguro, como si nada le diera miedo o como silo tuviera todo bajo control. Anoche era todo lo contrario. —¿Y? Que no he podido dejar de pensar en eso. He visto el lado más humano de Ashton y me ha gustado demasiado porque no es el tipo de piedra que todo el mundo ve; se dejó tocar como esos animales necesitados. Y esas miraditas, esos toqueteos...
PAIGE—Entonces... ¿esta noche a la misma hora? —me pregunta Samuel cuando me pilla en el campus entre dos clases.Hoy lo dudo porque no siento que lo necesite ni que lo quiera. El sexo con él está bien pero sé que lo voy a comprar con Ashton, y sé que lo de Samuel ya va más allá de estos encuentros cada dos viernes. Quiere salir, llevarme a cenar y al cine y eso no es lo que busco. No en él.—Ummm...El teléfono me vibra en el bolsillo del abrigo y lo rebusco como una loca para librarme de Samuel y este momento. El nombre de Ashton ilumina la pantalla.—Tengo que cogerlo —me excuso—. Te mandaré u
PAIGEHan empezado los exámenes y ahora sí que estoy estresada y sin nada de tiempo libre. La revisión de Owen es para este viernes y me tomo la libertad de llamar a Ashton por si quiere acompañarnos para que deje de culparse por lo que pasó.—¿Por qué me llamas? —me pregunta.—¿Mmm? —dudo—. ¿Porque quiero decirte algo?—¿Y si levantas la cabeza?Lo hago enseguida y no planeo sonreír cuando le veo junto a mi coche. no es algo que controle, me siento como una tonta. Me guardo el teléfono en el bolsillo del abrigo y me hundo en mi ropa cerrando de un golpe mi cuaderno de apuntes.