[El tercer libro de la saga de Wolfsong] Tras la captura de Alastor, Anna y Dante viajan a la isla de Arcadia y se infiltran en el palacio de Interlunio, para poder rescatarlo, lo que les permitirá descubrir quien es la persona responsable de todo el sufrimiento de la familia real y todas sus desgracias. Acompaña a esta pareja y a los demás a resolver finalmente este misterio.
Leer másEntusiasmado, Eros asintió antes de transformarse para guiar a los soldados. Aníketos, por su parte, dio la orden de dejar pasar a los salvajes.Si bien al principio el cambio causó confusión, nadie se atrevió a desobedecer, por lo que pronto, los salvajes que ya no peleaban con los aliados comenzaron a retirarse.Rezando por no haber tomado la decisión equivocada, Aníketos pasó de su forma híbrida a su forma lobuna para unirse a Eros y a su propia gente.Con él, Eros, Cole y Neilan a la cabeza, pronto gran parte de la calle se vio despejada, sin embargo, el caos en el corazón de Altalune no daba tregua.― “¿Qué tan lejos está mi padre?” ―le preguntó Alastor a Eros― “Dijo que estaba cerca, sin embargo, también dijo que gracias a que la batalla se había extendido, estaban teniendo complicaciones para avanzar, sobre todo, por la falta de experiencia en combate de la loba de su alteza” ―Ante las palabras de Eros, Aníketos rugió con rabia.Mientras que a él le habían arruinado su infanc
Mientras que, en la azotea del hotel, Luz de Selene, se libraba un enfrentamiento entre dos poderosos hechiceros, a sus pies, el enfrentamiento entre los soldados del ejército de Arioch y los aliados de Alastor, se volvía cada vez más violento.Si bien los aliados del alfa resistían, conforme el tiempo pasaba y la agresividad de los enemigos empeoraba, el número de heridos aumentaba, sobre todo, en aquellas manadas que no contaban con todos sus guerreros.El primero en caer gravemente herido, fue el beta del alfa Rayner Volker, quien, por intentar proteger a su alfa, resultó gravemente herido, lo que debilitó notoriamente aquel grupo.Para protegerlos, Alastor envió a una pequeña unidad de sus guerreros para que los ayudaran a retroceder hasta la librería donde habían aparecido antes.Para mantenerlos a salvo, el alfa pidió apoyo a las manadas de Giovanni y Félix, quienes se encargaron de proteger el camino y de ayudar a los heridos.Para la sorpresa de Alastor, pese a que sus hombres
Durante algunos segundos, Samael observó atónito al joven antes de soltar una risotada. Era una risa siniestra, sin señales de diversión alguna, más bien, era una risa que casi rayaba en la locura. ― ¡Por favor! ―exclamó Samael ―A estas alturas ni si quiera una maestra podría detenerme, ¿qué te hace pensar que tú, un simple híbrido, sería capaz de tan siquiera hacerme un mísero rasguño? ― ― ¿A estas alturas? ―preguntó Emmet, quien comenzó a jugar con la esfera que había conjurado lanzándola hacia arriba una y otra vez ―Señor, creo que su noción de la realidad está un poco alterada, permita que la aclare para usted ― Y tras aquellas palabras, Emmet lanzó la esfera contra Samael, quien, con agilidad, pudo esquivarla, lo que provocó que la esfera siguiera su camino de largo antes de caer pesadamente hacia abajo ― ¿Qué creías que ibas a…? ― ―Véalo usted mismo ―dijo Emmet con una sonrisa al mismo tiempo que, con la cabeza, le indicaba que mirara detrás de él Confundido y con algo de
― ¿Cuál es el plan? ―preguntó Desa ―Síganme el ritmo ―respondió Byron con una sonrisa de lado antes de ceder a su transformación y correr directamente hacia la puerta ―Oh, eso suena muy simple ―masculló Desa ―Así es nuestro Byron ―rio Emmet antes de tomar la mano de la mujer ―Lamento exigirle demasiado maestra, pero debemos darnos prisa ― ―Menos mal que hago cardio ―jadeó la mujer cuando Emmet echó a correr a toda velocidad detrás de Bingen Para su buena suerte, los primeros cinco pisos se encontraban vacíos, sin embargo, al llegar el sexto, una pequeña unidad de soldados esperaba por ellos. ― “No intervengan” ―le gruñó Byron a Emmet por el enlace antes de enfrascarse en una feroz batalla él solo contra todos los lobos que se encontraban en el descanso ― ¿Deberíamos ayudar? ―le preguntó Desa a Emmet ―No, lo que vamos a hacer requiere de toda nuestra magia ―gruñó Emmet ―Además, no por nada el joven Byron es nuestro segundo delta ― ―Pero… ― ―Solo observa maestra Desa ―le indicó
Mientras que el grupo de Anna se enfrentaba a sus propios problemas, en el corazón de Altalune, se estaba llevando a cabo un violento enfrentamiento. En el centro de la batalla, luchando con ferocidad, se encontraba Aníketos, quien, sin ningún tipo de piedad, había optado por comenzar a eliminar a todos y cada uno de sus enemigos. Al principio, tal y como solía hacer en casa después de lo sucedido con Lucien, él optaba por someter a los lobos con conciencia y dejarlos fuera de combate, sin embargo, con cada minuto que pasaba, aquellos soldados se volvían más salvajes, más insistentes. Incluso, aquellos soldados que habían evitado enfrentarlo en su forma híbrida, repentinamente se olvidaron del miedo y comenzaron a lanzarse fúricos contra él. Aquella actitud por parte de sus enemigos desconcertó al alfa, pues según lo teorizado, una vez recobrada la humanidad de Arioch, el vínculo de Chaos sobre sus soldados se debilitaría, sin embargo, en aquel momento parecía todo lo contrario. ―
― “¡No caigas!” ―le gruñó Damon ― “Que no te consuma la ira…” ――Pero, Damon… ――Quítate, quítate, quítate, ¡quítate! ―exclamó Gael, quien, al volver a su lado, volvió a derrapar antes de arrodillarse junto a Anna justo cuando Dante se apartó― ¿¡Dónde diablos estabas!? ―rugió el joven ― ¿Por qué tardaste? ―― ¡Trata de encontrar unas malditas pinzas quirúrgicas en una condenada farmacia de conveniencia! Venga, ¡te reto! ―exclamó Gael antes de inspirar profundamente en un pobre intento de controlar sus nervios―Lo siento, perdona ―masculló Dante ―Es sólo que… ――No importa, sólo… Mantente cuerdo ―pidió Gael quien limpiaba la herida de Anna con algunas gasas―Sí… ――La veo, n-no está muy lejos ―tartamudeó Gael ―N-No… N-No debería ser tan difícil ――Ella… ¿Se pondrá bien? ――Se pondrá bien ―dijo Gael con firmeza ―Te juro que yo haré que se ponga bien sólo para poder gritarle ―masculló el hechicero―Está bien… ―susurró Dante antes de dirigir su mirada hacia Arioch ―De verdad no mentía cu
Tras el disparo, Arioch sintió un pequeño dolor, casi una molestia, incluso, casi pudo afirmar que el dolor de haber caído sobre el asfalto había sido más intenso.Sintiendo como su abdomen comenzaba a empaparse rápidamente por la sangre, Arioch se lamentó el no haber podido haber hecho nada por su familia, sin embargo, recordando que él mismo había dado la orden de huida tras su muerte, una extraña calma se apoderó del consejero real.― ¡¡ANNA!! ―volvió a escuchar el grito desesperado de un joven, el cual, fue seguido de un dolorido gimoteo― ¿Cachorra? ―preguntó Arioch con angustia, pues al abrir sus ojos, pudo apreciar como su sobrina, perdía su transformación ―Por Selene, cachorra, ¡háblame! ―― ¿T-Te encuentras bien? ―preguntó Anna en un débil jadeo al mismo tiempo que intentaba incorporarse, sin embargo, un agudo dolor en su vientre se lo impidió ―Creo… Creo que tuvimos suerte de que su tirador fuera tan malo ―― ¿¡Cómo se te ocurrió hacer esto!? ―preguntó un desesperado Arioch,
Percibiendo el familiar aroma de la pólvora, Anna asintió y corrió más rápido por la calle.Al acercarse a la zona en la que estaban los demás, pudo ver que todos se habían transformado, y que Damon y Aren, quienes se habían acercado un poco a Arioch, mantenían su atención centrada en el consejero, mientras que Lykan y Giotto, vigilaban todo a su alrededor.― ¡Mira estrellita! ―exclamó Gael al mismo tiempo que señalaba a Arioch ―Aún no se transforma ―― ¡Te lo dije! ¡Es una buena persona! ――Tal vez lo sea, pero Chaos es demasiado poderoso para él, sólo míralo, está luchando por mantener el control sobre su propio cuerpo ―Ante aquellas palabras, el corazón de Anna se hundió.¿Realmente no había otra solución?Arioch había sido manipulado todo aquel tiempo, incluso, según las palabras de Selene, ¡aquello había sido desde su nacimiento!―No puedo creer que exista alguien tan cruel como los Mendel ―gruñó Anna, quien se soltó del agarre de Gael y corrió a toda velocidad― ¡Anna! ¡Espera!
Ante sus palabras, Dante dirigió su mirada hacia Arioch, quien avanzaba con paso lento.―Es entendible que se preocupe por nosotros ―susurró ―La única persona en la que confiaba lo ha estado utilizando, sin embargo, pese a todo lo que ha hecho, su hermano menor aún se preocupa por él y está dispuesto a escucharlo, incluso, el alfa Alastor desea darle la oportunidad de contar su historia ――Es verdad, incluso dudó sobre eso que le sugirió el tal Paimon, eso sobre acabar con su lobo ―― ¿Saben? Creo que deberíamos bajarnos ―dijo Anna, quien repentinamente comenzó a sentirse ansiosa al ver que Arioch, se detenía frente a un local ―Está demasiado expuesto ――Él dijo que no deberíamos bajarnos, creo que deberíamos escucharlo ―se apresuró a decir Armin al mismo tiempo que sujetaba el hombro de Anna, impidiendo que esta abriera la puerta ―Anna, él te estuvo protegiendo en Interlunio sin saber quien eras, estoy seguro de que realmente quiere evitar que te hagas daño ――Entonces, con mayor raz