Libro 1: La loba blanca es rechazada. Libro 2: La loba blanca se rebela. Mi nombre es Lily y me han obligado a estudiar etiqueta y cosas aburridas en la Casa de la manada por tres años. ¿Por qué? Porque las lobas blancas son especiales en el Continente Central y deben emparejarse solamente con machos de la nobleza. Hay un evento en el Continente Central que no se puede evitar: El Baile de selección. Algo así como un mercado para vender carne al mejor postor; muchas lobas blancas sueñan con encontrar a su príncipe azul en ese “romántico” lugar. Yo encontré al Rey. Un rey de hermosos ojos que me rechazó al segundo siguiente de saber que yo era su pareja destinada. ¿Motivo? Le preguntó a su madre si yo era digna del puesto. La loba era casualmente la encargada de enseñar buenos modales en la Casa de la manada, ¡Por supuesto que me odiaba! Y eso fue lo que pasó, fin de la discusión. Divertida y ofendida por partes iguales, planeo abandonar el castillo pero entonces llega el príncipe y segundo en la línea al trono con una proposición única: Convertirme en su pareja. ¿Qué hacer cuando un hombre tan atractivo como cruel y despiadado me lo pide tan dulcemente? Luchar y patear su trasero a la menor oportunidad. O besarlo, esa también es una opción.
Leer másUn hombre sin nombre. Esperé pacientemente sobre el lomo de la bestia a que mi ama terminara de llorar sobre el pecho del desconocido. No lo atacaría. No porque no lo quisiera, sino porque mi instinto me decía que aquél lobo era importante para mi ama. Así que observé con curiosidad hasta que mi ama recordó que estaba aquí y me ayudó a bajar de la bestia. Era muy buena conmigo. Mis primeros recuerdos eran sobre ella acomodando una de mis extremidades cuando se dió cuenta de que me costaba seguirla. Después me alimentó y me dijo que era un buen chico. Yo me esforzaba por ser un buen chico. No deseaba otra cosa que serle útil a mi ama, así que la obedecía sin chistar. A veces, cuando cerraba los ojos, tenía algunos sueños extraños. sobre un hombre llamado Peter. Él había hecho muchas cosas malas como robar, saquear y poner fin a la vida de muchos lobos. Me asustaban esos sueños. El hombre era cruel y no entendía qué tenía que ver conmigo; me confundía que tuviera las
Cole. Observé a Lily tambalearse para salir del Altar de Nuestra Gran Madre. Mi instinto me pedía que fuera hacia ella, sin embargo solo apreté mis puños y dientes para no moverme del lugar. Algunos habitantes del pueblo miraron a mi hermano con desprecio y a mí con algo parecido a la lástima. Gracias. Yo también me sentía un poco idiota en este momento. -Se acabó. - Murmuró Karel antes de enviar a la multitud de vuelta a casa. En cuanto nos quedamos solos, lo enfrenté. -Hermano... -No. - Dijo deteniéndome en seco. - Era algo que tenía que hacer y lo sabes. Con eso comenzó a caminar para salir del lugar. Yo me senté ahí mismo y cerré los ojos. Días sin dormir por culpa de la loba se reducían a ella no queriendo saber nada de mi culo. Realmente no esperaba nada más después de alejarla constantemente. Todos tenían un límite. ¿Una mujer como ella? Había llegado a ese límite con el último desplante de mi hermano y mi posterior rechazo. Incluso me regresó mi
Apreté los puños y seguí gimiendo y aullando como si me estuviera quemando en carne viva. Porque lo estaba, estaba dejando salir el dolor de mi infierno personal. Aquél en donde no lloré adecuadamente la muerte de mi madre y de mi tío, donde la gente con la que había crecido y llegado a amar era masacrada por guardarme lealtad; aquel dolor de una niña perdida y sin opciones que tuvo que convertirse en un arma letal para sobrevivir, el dolor de ser una paria social cuando lo único que anhelaba era un lugar donde pertenecer. Tomé todo eso y lo usé como arma, como escudo, como súplica y como alivio. Me entregué al dolor abrazándolo dulcemente y me convertí en fuego y humo. Cuando no quedó nada más de mí, abrí los ojos y me incorporé poco a poco. Kyrian se apresuró a ayudarme a levantar y me dejó usarlo como apoyo mientras admiraba a los presentes. Los lobos del pueblo miraban horrorizados la escena y me pregunté vagamente si debí medir un poco más el espectáculo. Kyrian me sostenía fi
— Si.— ¿Me hiciste algo para que no pudiera lograr una erección? ¿Tú o le pagaste a alguien, pediste un favor o lo que sea?— No.— Si diera marcha atrás sobre mi rechazo ¿Aceptarías ser mi pareja?Eso me sorprendió pero lo oculté. En cambio solo le arqueé una ceja.— No.— ¿Por qué?— Porque merezco más que una relación por conveniencia. Si decido tener una relación en serio será porque el lobo además de atraerme, lo considere digno de estar conmigo debido a cualidades que yo considero importantes y que usted no posee. ¿Alguna pregunta más, su majestad? Me temo que el tiempo se agota.— Si recuperas tu reino — Dijo resoplando de incredulidad. — ¿Buscarás hacer la guerra conmigo por despecho?— No. Si recupero mi reino buscaré la forma de lograr un acuerdo comercial entre ambos continentes para ayudar a mi población a levantar su economía. Hay cosas que pueden ofrecer ambos continentes, no veo por qué el que dos lobos decidan ir en contra del destino y hacer su vida con alguien más t
Mientras caminaba por el sendero, recordé el momento en el que le declaré mis intenciones a Cole. Lo había dicho y al diablo las consecuencias. Era algo que había estado planteándome durante mi cautiverio, ese lobo me gustaba y quería saber si él sentía lo mismo. Cole se tensó y saltó lejos de mí como si le hubiese quemado. Me incorporé un poco desconcertada para verlo tomando su ropa y volviéndosela a colocar sobre su cuerpo a toda prisa. — ¿Cole? — Pregunté odiando lo insegura que se encontraba mi voz. Se tomó seis segundos completos para mirarme y luego con voz tranquila me contestó. — No. Se fue cerrando la puerta detrás de sí sin mirar atrás. Tal vez había malinterpretado sus gestos conmigo. Demonios, ¿Cómo pude haberlo olvidado? Ya me había dejado claro que no quería ser ni siquiera mi amigo. Juguetear estaba bien, pero algo más no valía su tiempo. Era triste para él. Yo sería lo mejor que encontraría en su vida. No me quedaba más que mandar a la mierda a Karel antes de
Miré el suave brillo del brazalete que me había regalado. Después de todo, declaró ante los nobles su intención de aceptarme como pareja así que el que me vieran con esta extraña marca hablaría mal sobre él.El General junto a una chica que probablemente se convertiría en salvaje… o en rebelde.Lo quité de mi muñeca y admiré la marca sorprendiéndome cuando noté que la cosa había desaparecido.Interesante.Después de un rato de autocompasión por las ilusiones perdidas, me levanté para empujar el mueble de madera sólida hasta la puerta del baño. Claro que primero le eché un vistazo a Piernas locas, por si las dudas. El tipo seguía inconsciente y había dejado de sangrar en algún punto del camino.Una vez segura que Piernas locas no saldría para comer mi cuello, tomé uno de los platos y salí de la habitación. No me apetecía comer sola.Bajé por las escaleras y me dirigí a la barra; quizá mi cara lo dijo todo porque tuve frente a mis dos platos de pastel y Maurice me dejó la botella complet
La habitación quedó en silencio por largos minutos hasta que suspiré.— ¿Cómo lo soportas? — Susurré a Cole en la oscuridad. Realmente no esperaba que respondiera.— Es mi hermano.— Eso no es suficiente.— Es mi hermano y le debo la vida.Eso captó mi atención.— ¿Cuándo y cómo? — Pregunté, ya que se veía que se encontraba de ánimo para una conversación.El colchón a mi lado se hundió y Cole me atrajo suavemente a su pecho. Yo sonreí en la oscuridad.— Tendríamos unos ocho años cuando lo convencí de que escapáramos del castillo y jugáramos cerca del río. — Yo comencé a hacer pequeños círculos en su pecho. Me gustaba toda esa dureza. Él no me detuvo ni me gruñó, así que lo tomé como un “puedes tocarme todo lo que quieras, Lily”. — Ese día el clima era soleado y no le vi ningún problema a que nos quedáramos hasta la hora de la cena en el pedazo de claro que había junto al río. Comenzó a oscurecer y Karel insistió en regresar, pero yo lo ignoré transformándome en lobo para un último chap
— Basta, has probado tu punto hermano. —Dijo con voz mortal.Yo suspiré decepcionada cuando Cole se alejó sumisamente.Ambos parecían tensos y, para mi desgracia, me encontraba en medio de todo esto. Así que me crucé de brazos para responder a su anterior pregunta.— No es que me dejara capturar. – Dije atrayendo la atención de ambos machos hacia mí. – Soy excepcional y todos lo sabemos, yo solo sentía curiosidad por saber a dónde me llevarían. Casi desde el primer minuto mis captores se identificaron como miembros de los rebeldes. Podía venderte la información a un buen precio ¿El plus de encontrar a tu madre? Bueno, en algún punto tu falta de conocimiento sobre tu propio reino haría que tu bóveda personal se vaciara rápidamente.Hubo un corto silencio seguido de dos gruñidos masculinos.—¿Todo es un juego para ti? — Preguntó con otro golpe a la cama.— No. Cobrar por un buen trabajo siempre es un asunto serio. — Dije inocentemente.Karel comenzó a gruñir y dos segundos después me ten
Enseguida los lobos más sobrios se levantaron de sus asientos y se colocaron delante de mí en actitud protectora. Eso me llenó de calidez mi corazón.— Hola, majestad. — Hice una respetuosa reverencia. — El príncipe heredero está por allá. — Dije señalando a Cole que se encontraba mirando el espectáculo sin mediar palabra.Karel miró a su hermano y regresó su atención hacia mí.— ¿Estás herida?— ¿Estás aquí por mí? — Pregunté curiosa.— ¡Pues claro que estoy aquí por ti! ¡Contesta la maldita pregunta! — Dijo apretando los puños.— Oblígame. — Dije cruzándome de brazos. El alcohol y mi estómago vacío me dijeron que era buena idea provocar al rey.— Baja de ahí. — Dijo gruñendo.— Oblígame.—Ella se encuentra bien, majestad. — Dijo Cole haciéndose escuchar con su deliciosa voz. Lamí mis labios que repentinamente se encontraban resecos; eso hizo que Karel frunciera el ceño. — ¿La necesita para algo?Los hermanos se miraron a los ojos y el silencio reinó en la habitación.— Dos monedas d