Diez minutos después, la Luna Isabella decía mi nombre apretando los dientes.- ¿Alguno de los presentes quiere tomar como pareja a Lily Madsen?Yo miré por fin hacia el frente y me sorprendí al ver que varios lobos se habían levantado de sus asientos y levantado la mano. Los murmullos comenzaron a explotar en toda la sala y yo les di una sonrisa descarada mientras Luna Isabella intentaba poner orden en la sala de nuevo. Reconocí a algunos de los guardias que cuidaban de la casa de la manada y a algunos nobles que de vez en cuando veía por el pueblo cercano al castillo del rey y los terrenos de la Academia. El príncipe no se levantó y esto me pareció divertido.Y aquí estaba yo pensando en que me verían como mercancía dañada después del numerito con su rey. ¡Ja! Punto para la loba blanca.Cuando la sala se tranquilizó un poco me di el lujo de hablar en voz alta.- Bueno, hola a todos. - Dije coqueta. - No tenía ni idea de que fuera tan popular… supongo que no todo en la vida es coser
- ¿Kyrian? ¿Podrías hacerme un favor? - Pregunté mientras era conducida al ala de emparejamiento. Mi nueva y brillante pareja se fue en cuanto salimos del salón, así que solo éramos los guardias y yo juntos en esta aventura.- ¿Qué necesita, princesa? - Dijo instantáneamente poniéndose a mi lado.Acababa de descubrir que todos los lobos presentes en nuestra pequeña pelea más temprano eran algo así como la escolta personal de Cole. ¿Qué hacía Kyrian ahí? Aún era un misterio, pero en vista de que no conocía a nadie más, tendría que ser Kyrian.- Para empezar, no me digas princesa. - Dije con un bufido. - Estabas ahí cuando tu jefe dijo que esto era solo de nombre. Ahora, con respecto a ese favor… necesito que vayas por tío Chad y le expliques la situación. Me temo que parte de esta pequeña actuación requiere que me encierre una semana y mi tío podría tomar eso muy mal. - Dije encogiéndome de hombros.- Lo haré en cuanto la deje en su recámara, princesa. - Dijo escaneando los pasillos.-
Me desperté ante un ruido insistente y gemí en voz alta.- ¡Abre la maldita puerta, Cole! – dijo la voz de un hombre enojado.Entonces me sentí cargada y puesta en un mullido y hermoso colchón. Yo gemí de felicidad mientras los golpes continuaban insistentemente.Rodé por el espacio como un gato y me restregué en el hermoso aroma de las sábanas. Mierda, yo quería de este jabón.Entonces el peso de un cuerpo masculino cubrió el mío y una voz ronca y suave susurró en mi oído.- Despierta, princesa. Quizá puedas hacer enojar a mi hermano mucho antes de lo previsto. - Dijo divertido.Yo abrí los ojos y lo miré fijamente. Estaba despeinado y se notaba el crecimiento de su barba de un día. Yo quise probar las aguas y los límites.- Buenos días, guapo. - Dije con una sonrisa coqueta y mis manos se posaron en sus hombros. - ¿Por qué hay tanto ruido?- Supongo que alguien le dio las buenas noticias a mi querido hermano sobre el nuevo miembro de la familia - Dijo sin apartar la mirada de la mía
- ¡No me refiero a eso! - Dijo intentando soltarse con más fuerza y yo lo dejé ir magnánimamente. Se levantó de la cama y me miró con furia, aunque se guardó sus manos para sí mismo esta vez. Bien, es bonito que haya aprendido la lección. - ¡Dime que mierda de brujería me hiciste o llamaré a mis guardias y te mataré en este segundo!- Woa, ve despacio pequeño rey. - Dije divertida. - Para empezar, no sé de qué hablas. Te he visto un total de dos minutos en toda mi vida, ¿Cómo podría hacerte brujería? ¿Existe eso? - Pregunté divagando entonces me fijé en Cole; tenía el ceño fruncido y cuando arqueé una ceja en su dirección preguntando silenciosamente sobre el asunto de la brujería, él negó con la cabeza. - Como sea, con respecto al segundo asunto… ¿Es que acaso no puedes matarme tú? – pregunté curiosa. - ¿Necesitas que mami te diga si puedes estar conmigo y luego a tus guardias para matarme? ¿A quién llamas para que te limpie el trasero?Sabía que me estaba pasando tres pueblos al no c
- Espero que no se te olvide tu parte del trato, Cole. - Dije con las mejillas tan llenas como una ardilla en invierno.- No lo olvido. - Dijo con diversión al mirarme devorar mi comida. - Puedes iniciar en la Academia cuando quieras.- ¿El trato de ser tu pareja incluye la colegiatura y el uniforme? - Pregunté curiosa. - No le he dicho al tío Chad que me quedaré aquí por un tiempo y no sé si vaya a poder pagarme la Academia.- Puedes preguntarle tu misma, cachorra. - Dijo una voz a mi espalda.Me volteé con una sonrisa en los labios.- Hola tío Chad.- ¿Me puedes explicar por qué esas cortas dos horas de pronto fueron veinte? - Dijo sacando una silla de debajo de la mesa y sentándose a mi lado.- Buenos días, príncipe Cole.- Por favor, tío Chad, usted puede llamarme solo Cole. Somos familia. - Dijo en tono serio pero amable mi pareja.- ¿La historia corta? - Dije con un suspiro resignado. - Mi pareja me rechazó y luego Cole quiso jugar a “el primero que sea sometido, pierde”.- ¿La a
Mi tío aprovechó el elemento sorpresa que le proporcioné al dejar inconsciente al primer guardia con el que me topé y se encargó de incapacitar a otros dos antes de que se dieran cuenta de qué era lo que estaba pasando. Era divertido ver sus caras y las de mis guardias cuando se percataban de que sabía lo que estaba haciendo. Solamente así fue cuando me tomaron en serio y comenzaron a defenderse.Mis guardias después de unos segundos de indecisión comenzaron a intentar calmar las aguas.-¡Deténganse! ¡Es la… !- No dejaron terminar al pobre, recibió un puñetazo en su bonita mejilla y salió volando.Yo reí divertida y seguí luchando contra dos chicos. Después de medio minuto supongo que se cansaron y se transformaron en lobos.-Esa es mi especialidad, amigos. - Dije con una sonrisa salvaje y entonces me transformé en un parpadeo.Mi cuerpo se iluminó brevemente y mi blanco pelaje surgió rápidamente. Solté un pequeño y delicado aullido de desafío antes de volver a la lucha.-¿Conociendo
Cole nos guió hacia el pueblo Norte más cercano y me bajó de sus brazos en cuanto estuvimos cerca; no dijo nada en cuanto brinqué y me aferré como mono a su pecho al salir del castillo, solo se limitó a acomodarme y siguió caminando. -¿Tanto te gusta ser llevada a todos lados a cuestas?- Preguntó mi tío divertido en cuanto me acurruqué. -Ya probé lo que es ir del punto A al punto B sin tener que hacer esfuerzo y me gustó. - Dije en tono serio. - No te molesta, ¿Verdad cariño?- Dije haciéndole ojitos a Cole. -No. Me ahorra tiempo y no tengo que disminuir el paso. - Dijo en tono serio mientras les hacía señas a sus guardias para que lo siguieran en vez de rodearlo. -No soy tan lenta, ¡Qué exagerado!- Dije en falso tono de irritación. Ambos me miraron arqueando una ceja y yo les saqué la lengua. -Estúpidos machos con piernas largas. - Me quejé con un murmullo que ambos ignoraron. Yo estuve callada durante el viaje después de eso; me limitaba a olisquear disimuladamente a Cole. Mald
-Buenos días príncipe Cole. - Dijo con una reverencia. Luego me miró a mi y lo vi inseguro de hacerme una reverencia, ya que no sabía quién era yo. -Es mi pareja. Puedes inclinarte. - Dijo Cole inexpresivo. Braxton me hizo una reverencia rápida y yo adopté la actitud de Cole dando la impresión de que me importaba una m****a estar aquí. Aunque tal vez no era del todo fingido. -Gracias por venir tan rápido, Príncipe. - Dijo Braxton. - Los salvajes se han vuelto incontrolables en los últimos días y me temo que se han organizado y formado un grupo considerable. Los salvajes era el término cariñoso que les dábamos a los hombres y mujeres que por una u otra razón perdían el equilibrio entre su forma humana y animal. No eran conocidos por ser razonables, ya que se guiaban por el instinto y no eran seres sociables así que saber que se estaban agrupando y organizando era un hecho inaudito. -¿Daños?- Preguntó Cole con calma. -En los últimos días, solo pequeños hurtos a comerciantes que ent