Capítulo 5.

Yo miré al dueño del brazo confundida sobre por qué m****a me detenía.

-Los siento Lily, son órdenes del príncipe. - Dijo Kyrian mientras me arrastraba hacia afuera a los jardines aledaños.

Yo guardé silencio y lo seguí obedientemente solo porque varios guardias nos “escoltaron” por el jardín. Tenía curiosidad por si usarían la fuerza contra mí.

Llegamos al invernadero y Kyrian me pidió que me sentara en uno de los bancos.

-¿Ahora soy prisionera? - Pregunté curiosa.

-No lo sé. Tengo órdenes de traerte aquí y no dejarte fuera de mi vista hasta que el príncipe hable contigo. - Dijo con tono serio mientras miraba con ojos calculadores los alrededores.

-¿Esperamos un ataque? Te ves tenso ¿Necesitas refuerzos? - Dije tratando de bromear para quitarle hierro al hecho de que nadie me preguntó si quería venir. Hubiera dicho que no, pero sería lindo que preguntaran.

-No. - Dijo pero siguió tenso.

Me callé y esperé a que alguien me dijera qué demonios hacía allí antes de regresar con el tío Chad que me esperaba en la puerta.

-Podría ayudar a vigilar, ya sabes. - Dije con otro bostezo. - Cualquier cosa que me mantenga despierta. ¿Siempre son tan divertidos los bailes?

-¿Vigilar? - Preguntó una voz a nuestras espaldas provocando en mí un escalofrío agradable.

Kyrian hizo una reverencia y se llevó a su pequeño grupo de guardias a una distancia cercana pero lo suficientemente lejos como para dar la sensación de intimidad.

Yo miré fijamente al príncipe. Era increíble el parecido de su gemelo y provocaba en mí la misma chispa de atracción; quizá era por el parentesco. Me sacudí la sensación y le di una sonrisa amable.

-Si, vigilar. - Dije con un encogimiento de hombros, pero no le di más explicaciones.

Me miró arqueando la ceja y yo seguí callada. Dió un bufido y luego se presentó.

-Mi nombre es Cole. Quisiera hacerte algunas preguntas, si no te importa.

-Me importa. - Dije asintiendo con la cabeza. - Ya terminé con esta cosa del baile y me gustaría salir de aquí.

-¿Por qué? - Preguntó con ojos astutos el príncipe.

M*****a sea, era muy atractivo.

-Porque ya tenía planes con alguien y seguramente estará aterrorizando a los guardias de la entrada en estos momentos porque ya pasó la hora en la que mi carruaje se convierte en calabaza. - Dije divertida.

Me miró unos segundos y luego un lado de su boca se elevó ligeramente.

-¿Ya tenías un compañero antes de que mi hermano te encontrara? - Preguntó acercándose más a mí y luego se detuvo abruptamente tensándose mientras olisqueaba el aire.

- Ya tenía planes antes de que tu hermano me rechazara. - Corregí dulcemente. - Planes que no incluyen quedarme aquí. Repetiré lo que le dije a tu no muy amable guardia Kyrian, ¿Soy prisionera?

- No, eres libre de irte en cuanto termine de hablar contigo. - Dijo mirando hacia otro lado.

- Si no hay más remedio…

- No me has contestado. - Dijo interrumpiéndome.

Yo di un suspiro cansado y moví mi cabeza negativamente.

- No estoy emparejada ni he encontrado alguien con quien quiera emparejarme.

- ¿Sentiste el vínculo roto? - Preguntó de repente.

- No lo sé. - Dije sinceramente. – Esperaba algo más que aburrimiento, la verdad.

Miró mi cara por largos segundos y supongo que lo convencí de que no estaba mintiendo.

- Cuando te llevó hasta el escenario te tocó durante un momento y estuvo cerca de ti. ¿No sentiste nada? - Dijo sospechosamente.

- Una ligera atracción. - Dije después de pensarlo un poco.

- De acuerdo. - Dijo meditando y viendo hacia unas flores cercanas a nuestra posición. - Quisiera saber tus próximos planes.

- ¿Es una orden? - Pregunté curiosa.

- No.

Ya que no era una orden y solo porque presentía que no me iría de ahí hasta que le contestara, tomé aliento y miré su apuesta cara.

- Me iré al continente Sur. - Dije cuando sus ojos se encontraron con los míos de nuevo. - No pertenezco realmente aquí, pero mis opciones al crecer eran limitadas. Así que el plan era asistir a algunos bailes solo para saber si mi pareja se encontraba aquí o irme si no lo encontraba. No contemplaba que mi pareja tomara la opinión de mami muy en serio.

- Eso es… interesante. - Dijo con tono monótono y luego volvió a desviar la mirada. - Quiero preguntarte una última cosa.

Yo guardé silencio y esperé a que ordenara sus ideas.

- ¿Por qué quieres irte del continente?

Lo miré sin parpadear preguntándome si de verdad tenía que preguntar.

- Bueno, hay una razón por la que Luna Isabella piensa que no soy apta. Yo no tengo la disposición para ser una chica sumisa ni un florero bonito. El papel que juegan las lobas blancas como yo en este continente es bastante simple y no quiero eso para mi vida.

- ¿Qué te gustaría ser, entonces? - Preguntó curioso.

Y a pesar de que había dicho que solo sería una pregunta y esta era la segunda, yo le contesté.

- Guardia. - Dije sin dudar y retándolo con la mirada a que se burlara.

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