Yo miré al dueño del brazo confundida sobre por qué m****a me detenía.
-Los siento Lily, son órdenes del príncipe. - Dijo Kyrian mientras me arrastraba hacia afuera a los jardines aledaños.
Yo guardé silencio y lo seguí obedientemente solo porque varios guardias nos “escoltaron” por el jardín. Tenía curiosidad por si usarían la fuerza contra mí.
Llegamos al invernadero y Kyrian me pidió que me sentara en uno de los bancos.
-¿Ahora soy prisionera? - Pregunté curiosa.
-No lo sé. Tengo órdenes de traerte aquí y no dejarte fuera de mi vista hasta que el príncipe hable contigo. - Dijo con tono serio mientras miraba con ojos calculadores los alrededores.
-¿Esperamos un ataque? Te ves tenso ¿Necesitas refuerzos? - Dije tratando de bromear para quitarle hierro al hecho de que nadie me preguntó si quería venir. Hubiera dicho que no, pero sería lindo que preguntaran.
-No. - Dijo pero siguió tenso.
Me callé y esperé a que alguien me dijera qué demonios hacía allí antes de regresar con el tío Chad que me esperaba en la puerta.
-Podría ayudar a vigilar, ya sabes. - Dije con otro bostezo. - Cualquier cosa que me mantenga despierta. ¿Siempre son tan divertidos los bailes?
-¿Vigilar? - Preguntó una voz a nuestras espaldas provocando en mí un escalofrío agradable.
Kyrian hizo una reverencia y se llevó a su pequeño grupo de guardias a una distancia cercana pero lo suficientemente lejos como para dar la sensación de intimidad.
Yo miré fijamente al príncipe. Era increíble el parecido de su gemelo y provocaba en mí la misma chispa de atracción; quizá era por el parentesco. Me sacudí la sensación y le di una sonrisa amable.
-Si, vigilar. - Dije con un encogimiento de hombros, pero no le di más explicaciones.
Me miró arqueando la ceja y yo seguí callada. Dió un bufido y luego se presentó.
-Mi nombre es Cole. Quisiera hacerte algunas preguntas, si no te importa.
-Me importa. - Dije asintiendo con la cabeza. - Ya terminé con esta cosa del baile y me gustaría salir de aquí.
-¿Por qué? - Preguntó con ojos astutos el príncipe.
M*****a sea, era muy atractivo.
-Porque ya tenía planes con alguien y seguramente estará aterrorizando a los guardias de la entrada en estos momentos porque ya pasó la hora en la que mi carruaje se convierte en calabaza. - Dije divertida.
Me miró unos segundos y luego un lado de su boca se elevó ligeramente.
-¿Ya tenías un compañero antes de que mi hermano te encontrara? - Preguntó acercándose más a mí y luego se detuvo abruptamente tensándose mientras olisqueaba el aire.
- Ya tenía planes antes de que tu hermano me rechazara. - Corregí dulcemente. - Planes que no incluyen quedarme aquí. Repetiré lo que le dije a tu no muy amable guardia Kyrian, ¿Soy prisionera?
- No, eres libre de irte en cuanto termine de hablar contigo. - Dijo mirando hacia otro lado.
- Si no hay más remedio…
- No me has contestado. - Dijo interrumpiéndome.
Yo di un suspiro cansado y moví mi cabeza negativamente.
- No estoy emparejada ni he encontrado alguien con quien quiera emparejarme.
- ¿Sentiste el vínculo roto? - Preguntó de repente.
- No lo sé. - Dije sinceramente. – Esperaba algo más que aburrimiento, la verdad.
Miró mi cara por largos segundos y supongo que lo convencí de que no estaba mintiendo.
- Cuando te llevó hasta el escenario te tocó durante un momento y estuvo cerca de ti. ¿No sentiste nada? - Dijo sospechosamente.
- Una ligera atracción. - Dije después de pensarlo un poco.
- De acuerdo. - Dijo meditando y viendo hacia unas flores cercanas a nuestra posición. - Quisiera saber tus próximos planes.
- ¿Es una orden? - Pregunté curiosa.
- No.
Ya que no era una orden y solo porque presentía que no me iría de ahí hasta que le contestara, tomé aliento y miré su apuesta cara.
- Me iré al continente Sur. - Dije cuando sus ojos se encontraron con los míos de nuevo. - No pertenezco realmente aquí, pero mis opciones al crecer eran limitadas. Así que el plan era asistir a algunos bailes solo para saber si mi pareja se encontraba aquí o irme si no lo encontraba. No contemplaba que mi pareja tomara la opinión de mami muy en serio.
- Eso es… interesante. - Dijo con tono monótono y luego volvió a desviar la mirada. - Quiero preguntarte una última cosa.
Yo guardé silencio y esperé a que ordenara sus ideas.
- ¿Por qué quieres irte del continente?
Lo miré sin parpadear preguntándome si de verdad tenía que preguntar.
- Bueno, hay una razón por la que Luna Isabella piensa que no soy apta. Yo no tengo la disposición para ser una chica sumisa ni un florero bonito. El papel que juegan las lobas blancas como yo en este continente es bastante simple y no quiero eso para mi vida.
- ¿Qué te gustaría ser, entonces? - Preguntó curioso.
Y a pesar de que había dicho que solo sería una pregunta y esta era la segunda, yo le contesté.
- Guardia. - Dije sin dudar y retándolo con la mirada a que se burlara.
-Guardia. ¿Eso es todo? - Preguntó sin emoción en la voz.Me encogí de hombros.- Soy una chica sencilla.- De acuerdo. Entonces, quisiera proponerte algo. - Dijo y por instante creí ver duda en sus ojos pero desapareció igual de rápido. - Quiero que seas mi pareja.La declaración me dejó impactada.- ¿Por qué? - Pregunté cuando me recuperé.Él miró a la distancia y luego se acercó un poco más a mí.- Porque eres la primera loba que conozco que no se ha tirado a los pies de mi hermano.-Eso no me hace especial, principito. Eso solo habla de mis gustos exigentes. - Luego agregué con una sonrisa. - A menos de que quieras hacer enojar a tu hermano o provocarle algún tipo de reacción, dudo que te sirva emparejarte conmigo. Y de todas formas, yo no gano nada así que… gracias, pero no gracias. - Dije y me levanté dispuesta a irme con el tío Chad.- ¿Acaso sabes quién soy? - Preguntó divertido mientras se levantaba y me seguía.- Si. Tu nombre es Cole y eres el príncipe del reino. - Dije sin
- Primera lección, cachorra: No existen las peleas amistosas. Si decides que necesitas usar todo lo que te estoy enseñando, entonces lo usarás hasta dejar a tu oponente incapacitado o muerto. - Dijo Tío Chad el primer día de mi entrenamiento.- Pero Tío Chad, yo no quiero incapacitar a nadie. - Dije preocupada. - No quiero lastimarte, tampoco.Mi tío me regaló una sonrisa tierna y luego se agachó para estar a mi altura.- Escucha, pequeña. - Dijo tomando mis manos. - No me lastimarás y en el improbable caso de que me lastimes con tus tiernas manitas, estaré muy orgulloso de ti porque eso significa que te estoy enseñando bien. - Me dio un pequeño abrazo y luego se levantó en una postura defensiva. - Ahora, quiero que aprendas las posiciones básicas de defensa.Así fue como empezó mi entrenamiento; esa primera lección la seguí al pie de la letra. Por lo que cuando Cole se puso en posición defensiva no lo pensé y ataqué.La segunda lección del tío Chad fue que tenía que comenzar suave pa
Diez minutos después, la Luna Isabella decía mi nombre apretando los dientes.- ¿Alguno de los presentes quiere tomar como pareja a Lily Madsen?Yo miré por fin hacia el frente y me sorprendí al ver que varios lobos se habían levantado de sus asientos y levantado la mano. Los murmullos comenzaron a explotar en toda la sala y yo les di una sonrisa descarada mientras Luna Isabella intentaba poner orden en la sala de nuevo. Reconocí a algunos de los guardias que cuidaban de la casa de la manada y a algunos nobles que de vez en cuando veía por el pueblo cercano al castillo del rey y los terrenos de la Academia. El príncipe no se levantó y esto me pareció divertido.Y aquí estaba yo pensando en que me verían como mercancía dañada después del numerito con su rey. ¡Ja! Punto para la loba blanca.Cuando la sala se tranquilizó un poco me di el lujo de hablar en voz alta.- Bueno, hola a todos. - Dije coqueta. - No tenía ni idea de que fuera tan popular… supongo que no todo en la vida es coser
- ¿Kyrian? ¿Podrías hacerme un favor? - Pregunté mientras era conducida al ala de emparejamiento. Mi nueva y brillante pareja se fue en cuanto salimos del salón, así que solo éramos los guardias y yo juntos en esta aventura.- ¿Qué necesita, princesa? - Dijo instantáneamente poniéndose a mi lado.Acababa de descubrir que todos los lobos presentes en nuestra pequeña pelea más temprano eran algo así como la escolta personal de Cole. ¿Qué hacía Kyrian ahí? Aún era un misterio, pero en vista de que no conocía a nadie más, tendría que ser Kyrian.- Para empezar, no me digas princesa. - Dije con un bufido. - Estabas ahí cuando tu jefe dijo que esto era solo de nombre. Ahora, con respecto a ese favor… necesito que vayas por tío Chad y le expliques la situación. Me temo que parte de esta pequeña actuación requiere que me encierre una semana y mi tío podría tomar eso muy mal. - Dije encogiéndome de hombros.- Lo haré en cuanto la deje en su recámara, princesa. - Dijo escaneando los pasillos.-
Me desperté ante un ruido insistente y gemí en voz alta.- ¡Abre la maldita puerta, Cole! – dijo la voz de un hombre enojado.Entonces me sentí cargada y puesta en un mullido y hermoso colchón. Yo gemí de felicidad mientras los golpes continuaban insistentemente.Rodé por el espacio como un gato y me restregué en el hermoso aroma de las sábanas. Mierda, yo quería de este jabón.Entonces el peso de un cuerpo masculino cubrió el mío y una voz ronca y suave susurró en mi oído.- Despierta, princesa. Quizá puedas hacer enojar a mi hermano mucho antes de lo previsto. - Dijo divertido.Yo abrí los ojos y lo miré fijamente. Estaba despeinado y se notaba el crecimiento de su barba de un día. Yo quise probar las aguas y los límites.- Buenos días, guapo. - Dije con una sonrisa coqueta y mis manos se posaron en sus hombros. - ¿Por qué hay tanto ruido?- Supongo que alguien le dio las buenas noticias a mi querido hermano sobre el nuevo miembro de la familia - Dijo sin apartar la mirada de la mía
- ¡No me refiero a eso! - Dijo intentando soltarse con más fuerza y yo lo dejé ir magnánimamente. Se levantó de la cama y me miró con furia, aunque se guardó sus manos para sí mismo esta vez. Bien, es bonito que haya aprendido la lección. - ¡Dime que mierda de brujería me hiciste o llamaré a mis guardias y te mataré en este segundo!- Woa, ve despacio pequeño rey. - Dije divertida. - Para empezar, no sé de qué hablas. Te he visto un total de dos minutos en toda mi vida, ¿Cómo podría hacerte brujería? ¿Existe eso? - Pregunté divagando entonces me fijé en Cole; tenía el ceño fruncido y cuando arqueé una ceja en su dirección preguntando silenciosamente sobre el asunto de la brujería, él negó con la cabeza. - Como sea, con respecto al segundo asunto… ¿Es que acaso no puedes matarme tú? – pregunté curiosa. - ¿Necesitas que mami te diga si puedes estar conmigo y luego a tus guardias para matarme? ¿A quién llamas para que te limpie el trasero?Sabía que me estaba pasando tres pueblos al no c
- Espero que no se te olvide tu parte del trato, Cole. - Dije con las mejillas tan llenas como una ardilla en invierno.- No lo olvido. - Dijo con diversión al mirarme devorar mi comida. - Puedes iniciar en la Academia cuando quieras.- ¿El trato de ser tu pareja incluye la colegiatura y el uniforme? - Pregunté curiosa. - No le he dicho al tío Chad que me quedaré aquí por un tiempo y no sé si vaya a poder pagarme la Academia.- Puedes preguntarle tu misma, cachorra. - Dijo una voz a mi espalda.Me volteé con una sonrisa en los labios.- Hola tío Chad.- ¿Me puedes explicar por qué esas cortas dos horas de pronto fueron veinte? - Dijo sacando una silla de debajo de la mesa y sentándose a mi lado.- Buenos días, príncipe Cole.- Por favor, tío Chad, usted puede llamarme solo Cole. Somos familia. - Dijo en tono serio pero amable mi pareja.- ¿La historia corta? - Dije con un suspiro resignado. - Mi pareja me rechazó y luego Cole quiso jugar a “el primero que sea sometido, pierde”.- ¿La a
Mi tío aprovechó el elemento sorpresa que le proporcioné al dejar inconsciente al primer guardia con el que me topé y se encargó de incapacitar a otros dos antes de que se dieran cuenta de qué era lo que estaba pasando. Era divertido ver sus caras y las de mis guardias cuando se percataban de que sabía lo que estaba haciendo. Solamente así fue cuando me tomaron en serio y comenzaron a defenderse.Mis guardias después de unos segundos de indecisión comenzaron a intentar calmar las aguas.-¡Deténganse! ¡Es la… !- No dejaron terminar al pobre, recibió un puñetazo en su bonita mejilla y salió volando.Yo reí divertida y seguí luchando contra dos chicos. Después de medio minuto supongo que se cansaron y se transformaron en lobos.-Esa es mi especialidad, amigos. - Dije con una sonrisa salvaje y entonces me transformé en un parpadeo.Mi cuerpo se iluminó brevemente y mi blanco pelaje surgió rápidamente. Solté un pequeño y delicado aullido de desafío antes de volver a la lucha.-¿Conociendo