Indignado por las palabras de Apolo, Arsen frunció el ceño.―No es una broma ―gruñó ―Escucha, todo parece indicar que, el hijo de Arioch, Zeth, en realidad es su hijo adoptivo y que su verdadero nombre es Zeth Makris, mientras que Duncan, bueno, parece que estuvo refugiado con Bemus por algún tiempo ―― “Arsen…” ――No es ninguna broma señor Apolo ―intervino Anna, por lo que Arsen, acercó el teléfono a ella ―Zeth Makris está vivo y está decidido a reconstruir su territorio junto a su hermano, Duncan Makris ――Esa era mi bisnieta, la princesa Anna ―dijo Arsen con una sonrisa ― ¿Qué dices amigo mío? ¿Le pido a Jonathan que vuelva a Loretta por ti y Giulia? ―― “Por favor” ―dijo Apolo con la voz temblorosa antes de cortar la llamada―Oh, de nada, nos vemos después ―dijo Arsen riendo antes de regresarle su teléfono a Gino ―Muchas gracias muchacho ――Mira eso bisabuelo, esa es la finca del abuelo Max ―dijo Anna señalando la hermosa estructura― ¿Quién es ese pequeño? ―preguntó Arsen al ver
Dubitativo, Arioch asintió, observó a sus padres y a su compañera una vez más, y finalmente siguió a Ragnar al interior de la finca.― ¿A dónde lo lleva? ―le preguntó Dasha a Iva―A su habitación para que se duche y se cambie de ropa ―dijo Iva soltando un suspiro ―Verás, tía Dasha, ayer, Alastor envió a Marcia y a Ragnar a conseguirle algo de ropa nueva, incluso, les pedí que te trajeran algo a ti, ya que Zeth nos comentó que, debido a las prisas, no pudiste traer nada ――Diosa, Iva, cariño, son tan amables ――No es nada tía Dasha ―sonrío Iva―Mamá, ¿de dónde se conocen? ―preguntó Anna al ver que ambas parecían tan íntimas―Del hospital mi pequeña, nos topamos varias veces en la cafetería y charlamos muchísimo ――Cabe mencionar que, cuando acompañé a la Luna a la cafetería, yo las presenté formalmente ―dijo Zeth, quien salía de la finca en compañía de Keren ―Excelencias, es todo un honor estar frente a ustedes, mi nombre es Zeth Makris ―― ¡Abuelo Arsen! ―exclamó Keren emocionada al m
―Oh, venga ya, no seas perezosa ―la regañó Elizabeth antes de dirigirse a Sandrine ―Por cierto, no me he presentado, mi nombre es Elizabeth Benedetti, soy la hermana menor del alfa Dante y soy la compañera del beta Gino Valente ――Es un honor señorita Elizabeth ―dijo Sandrine al dedicarle una pequeña reverencia ―Mi señora solía hablarme de usted y de su pasión por la moda, puedo ver que no exageraba ―dijo echándole un rápido vistazo al atuendo veraniego de la joven―Menos mal que lo sabes ―dijo Elizabeth con una sonrisa ―Yo me tomo la moda muy enserio, por lo que, lo mejor será que te prepares pequeña Sandy, porque apenas Anna tenga tiempo libre, las arrastraré a ambas por todo el centro comercial, debo asegurarme de que, a partir de ahora, mi cuñada luzca como la princesa que es, lo que, por supuesto, significa un atuendo nuevo para ese dichoso juicio que tendremos ――Ah, me temía que dijeras eso ―dijo Anna, quien se había acercado a ellos antes de refugiarse en los brazos de su comp
En medio de una horrible tormenta, sentada en el suelo de un refugio, una joven loba de cabello castaño y ojos color avellana, intentaba protegerse del frío con una delgada manta mientras observaba como, en una pequeña mesa de madera, su hermano jugaba al ajedrez con un atractivo joven de cabello oscuro y ojos dorados como el sol.Desde que lo había conocido, el tipo le había parecido pedante y sumamente molesto, pues este, se dedicaba a acosarla a diario, sin embargo, en ese momento, el joven no tenía ojos para nadie más, solo para el pequeño que se estremecía con cada trueno que resonaba en la distancia.―Tranquilo, ponte estos ―dijo el joven sacándose unos audífonos bluetooth de su bolsillo ―No sé si te guste el tipo de música que escucho, pero, creo que será mejor que los truenos ――Gracias… ―masculló el niño mientras se colocaba los audífonosSintiendo curiosidad porqué tipo de música escucharía aquel joven presumido, la castaña mantuvo sus ojos clavados en su hermano, el cual, s
Eran alrededor de las ocho de la mañana en la hermosa isla de Arcadia, donde sus habitantes, iban y venían por las calles de los diferentes distritos para cumplir con sus deberes diarios.Al igual que los civiles, en el sagrado palacio de Interlunio, todos sus habitantes habían comenzado a realizar sus tareas desde muy temprano, sobre todo, el ejército imperial, el cual, cumplía con su rutina diaria de entrenamientos y vigilancia, pues, tras el secuestro del rey, esta se había endurecido.Pese a que habían capturado al culpable, el paradero del rey era aún desconocido, por lo que, el palacio, se vigilaba incluso tras sus murallas.Los encargados de aquella tarea, eran los nuevos cadetes, los cuales, eran supervisados por los soldados más experimentados.― ¡Oye! ¡Damián! ―le gritó un joven de tez morena a un joven de cabello oscuro que tenía algunas mechas grises ―Deja de distraerte con las criadas, te meterás en problemas si Aidée te descubre ―― ¿Qué sucede? ¿Acaso te gusta la nueva?
Ante la decepción en los ojos de la mujer, Anna soltó un suave suspiro y negó con la cabeza lentamente.―Podría hacerle frente a Mikaela señora Aidée, pero le recuerdo que su excelencia no estaba muy de acuerdo con mi contratación, así que prefiero no causar problemas… ――Anya ―la llamó la mujer con un tono más suave―De verdad, no quiero causarle problemas señora Aidée ―dijo Anna acercándose a la mujer ―Usted ha sido muy amable conmigo, pero, me temo que, si hago frente a esas chicas, su excelencia podría enojarse con usted ――Oh, no, eso no importa Anya, las amantes de su excelencia son unas estúpidas, creen que teniendo su favor pueden terminar echándote del palacio y quedarse con tu puesto ―gruñó Aidée ―Las muy tontas, han trabajado aquí por años y desde que el joven Zeth volvió, jamás les ha dedicado una sola mirada ――Espere, ¿sus amantes? Pensé que su excelencia tenía una compañera ――Y la tiene, pero a su excelencia no le interesa ―dijo Aidée con decepción ―Prefiere tontear co
«Un mes atrás en Wolfsong»Temprano por la mañana en la manada de Loto de Luna, Anna salía de su armario con una sencilla chaqueta de algodón, la cual, su madre le había sugerido llevar, pues en el avión privado de Alastor, siempre solía hacer mucho frío.Al volver a su habitación, se encontró con Elizabeth, quien justo estaba cerrando una pequeña maleta de viaje, la cual, la propia loba le había llevado la tarde anterior.― ¿Llevas todo? ―preguntó Elizabeth sin mirarla―Sí Eli, llevo toda la ropa que me compraste para hacerme pasar por una omega de clima tropical ―Reprimiendo una risita, Elizabeth apoyó sus dos manos sobre la maleta que acababa de cerrar.― ¡No me hagas reír! ―exclamó ― ¡Sigo furiosa contigo! ―― ¿Podrías guardar tu ira hasta mi regreso? ―le preguntó Anna al mismo tiempo que la obligaba a girarse para poder verla ―Eli, tengo que ir, no puedo dejar a mi padre en manos de ese monstruo, además, es cuestión de tiempo para que venga a buscarme, lo mejor es que nos adelan
El camino hasta el hangar de Adriano fue largo y en silencio, nadie se atrevía a hablar, ni si quiera el joven Ares, quien aún no terminaba de entender la situación, por lo que, de vez en cuando, le echaba miradas a su madre y a su hermana, quien tenía un semblante preocupado. ― ¡Mira Anna! ―exclamó Ares emocionado ―Es el avión del abuelo ―dijo señalando la puerta abierta del hangar ― ¿Te habías subido antes? ―le preguntó Anna con curiosidad ―No, ¿nos sentamos juntos? ―preguntó el cachorro con emoción ―Claro que sí hermanito ―dijo Anna en un susurro antes de mirar a su madre, quien asintió lentamente mientras acariciaba su vientre Iva estaba nerviosa, pues volar en su estado no era la mejor opción, sin embargo, ella no quería perder ni un solo minuto más, pues su vínculo con Alastor se encontraba sumamente débil. Al llegar al hangar, tuvieron que esperar unos pocos minutos para que el piloto terminara de preparar todo lo necesario y confirmara el permiso de aterrizaje en G