El camino hasta el hangar de Adriano fue largo y en silencio, nadie se atrevía a hablar, ni si quiera el joven Ares, quien aún no terminaba de entender la situación, por lo que, de vez en cuando, le echaba miradas a su madre y a su hermana, quien tenía un semblante preocupado.
― ¡Mira Anna! ―exclamó Ares emocionado ―Es el avión del abuelo ―dijo señalando la puerta abierta del hangar ― ¿Te habías subido antes? ―le preguntó Anna con curiosidad ―No, ¿nos sentamos juntos? ―preguntó el cachorro con emoción ―Claro que sí hermanito ―dijo Anna en un susurro antes de mirar a su madre, quien asintió lentamente mientras acariciaba su vientre Iva estaba nerviosa, pues volar en su estado no era la mejor opción, sin embargo, ella no quería perder ni un solo minuto más, pues su vínculo con Alastor se encontraba sumamente débil. Al llegar al hangar, tuvieron que esperar unos pocos minutos para que el piloto terminara de preparar todo lo necesario y confirmara el permiso de aterrizaje en Gretza. Una vez todo estuvo listo, y el avión estuvo en posición, todos abordaron. Cuando Emily, la hija de Caleb y su asistente de vuelo confirmó que todos tenían puestos sus cinturones de seguridad, la joven se apresuró a avisar a su padre y capitán que todo estaba listo para el despegue, lo que provocó que Anna sintiera como su estómago se revolvía. Si bien el avión era lujoso y bastante cómodo para los viajes exprés que solía hacer Alastor, ella jamás se había subido a uno, por lo que, siendo consciente de su entorno y de aquella pequeña incomodidad que le provocaban las alturas, Anna sintió como su estómago subía hasta su garganta cuando el despegue finalmente comenzó. Estaba convencida que, de no ser por Ares sujetando su mano, ella habría intentado buscar la manera de bajar del avión. Tras un corto pero angustioso viaje para la loba, finalmente aterrizaron en el aeropuerto de Aretha, donde Dante fue el encargado de rentar la camioneta para llevarlos a la manada de Elián Manolis, pues esta, se encontraba en la costa este de Gretza, una zona sumamente difícil de alcanzar para los humanos. Hicieron alrededor de cinco horas más de viaje, por lo que, apenas Dante anunció que habían llegado a la mansión Manolis, Ares se apresuró a bajarse de un salto de la camioneta, ansioso por estirar sus piernas. ― ¡Vaya! ―exclamó el cachorro ante la majestuosidad de la mansión, la cual, tenía todas sus luces exteriores encendidas, pues la noche, ya cubría a aquel hermoso lugar ― ¡Que bonita casa! ― Ante la emoción del niño, la gente que pasaba cerca del lugar no dudaba en mirar a los recién llegados, sin embargo, al ver dos figuras familiares, todos inclinaban la cabeza y se apresuraban a marcharse. ―Guarda silencio Ares ―lo regañó Iva cuando dos lobas se apresuraron a marcharse tras saludar a Dante con una inclinación de cabeza ―No debes llamar la atención así, estás en una manada ajena, recuerda todo lo que te enseñó tu padre ― ―Lo siento mamá ―dijo Ares agachando la cabeza ante el ceño fruncido de su madre ―Oh, por favor, no le de importancia alteza, el joven Ares puede hacer todo el ruido que deseé ―dijo una voz familiar detrás de ellos ―Así que, ¡bienvenidos sean! ―exclamó el hombre haciendo reír al cachorro y a la propia Iva, quien no tardó en inclinar la cabeza ―Gracias por su amabilidad alfa Elián ―dijo la loba sonriéndole cuando él lo hizo ―Claro, entonces Elizabeth se parece a su abuelo ―les dijo Anna a Dante y Armin, quien parecía algo sorprendido ―Un poco, sí ―dijo Dante ―En realidad, el abuelo sólo está de buen humor, te recuerdo que ese hombre es el mismo que me destrozó la cara y las piernas durante un entrenamiento ― ―Y hasta donde yo sé, mi entrenamiento te ha servido cada día ―dijo Elián acercándose a ellos ―Sí abuelo, por supuesto ―dijo Dante con una timidez que ni Anna ni Armin le habían visto ―Abuelo, por favor, deja que te presente a mi compañera, Anna Moretti ― ―Es un placer el por fin verla en persona ―dijo Elián sonriéndole a Anna con cariño ―Pero, a partir de mañana, no será Anna Moretti, su nombre será Anya Carter ― ― ¿Perdone? ―preguntó Anna con algo de sorpresa, pues el hombre ni si quiera le había permitido decir ni una sola palabra ―Dijo, ¿Anya Carter? ― ―Para moverse en Arcadia, necesitarán identificaciones, así que, durante estos días, estuvimos trabajando en eso ―dijo Elián sacándose tres identificaciones de un bolsillo ―Aquí tiene princesa ―dijo tendiéndole una credencial a Anna ―Gracias señor ―dijo Anna acercándose a Iva para mostrársela ―Te pareces a mí, claro, en mi juventud ―dijo Iva observando la fotografía en la credencial ―Ese chico, Gerard, hizo un gran trabajo ― ―Tú, mi querido nieto, serás Damián Reed ―dijo Elián tendiéndole su identificación ― ¿Damián? ―preguntó Dante arqueando una ceja ante el nombre ―Usamos el nombre de tu lobo como inspiración ―dijo Elián antes de dirigirse a Armin ―Buenas noches, alfa Elián ―lo saludó Armin dedicándole una rápida pero profunda reverencia ―Ah, que educado es usted, joven Arman Mason ―dijo Elián sonriéndole antes de tenderle la última credencial ―Espere, ¿me llamo Arman? ―preguntó Armin abriendo los ojos como platos antes de examinar su identificación ―Pero… ― ―Lo que el joven Arman Ivanov no sepa, no le hará daño ―dijo Elián colocando sus manos detrás de su espalda ―Ahora, síganme, los llevaré a sus habitaciones ― Al comenzar a andar, Elián les hizo un gesto a dos hombres, los cuales, se apresuraron a tomar las maletas de sus invitados ―Ah, por cierto, alteza Iva ― ― ¿Sí, alfa? ―preguntó Iva, quien lucía algo cansada Al escucharla, Elián se detuvo y se giró hacia ella. ―Tengo a mi equipo médico esperando, ¿quisiera ir a una revisión? ―le preguntó con un tono suave y amable ―Creo que no es mala idea ―dijo Iva sonriéndole antes de dirigirse a Marcia ― ¿Me acompañas? ― ―A eso vine Iva ―dijo la loba dejando su lugar junto a Ragnar para acercarse a su Luna Una vez juntas, Elián asintió y chasqueó sus dedos, por lo que una mujer vestida con un uniforme quirúrgico de color gris y una bata blanca se apresuró a acercarse a ellas. ―Sígame por aquí, alteza Iva, gamma Marcia ―dijo la loba dedicándoles una pequeña reverencia antes de guiarlas a la casa El resto, se apresuró a seguir a Elián por el jardín. ― ¡Mira Ares! Es el mar ―dijo Anna acercándose al borde de un mirador que protegía el límite de la casa con el borde del acantilado ―Es magnífico… ―susurró la joven ― ¿Nunca habías ido a una playa? ―preguntó Armin acercándose a ella, por lo que la joven negó con la cabeza ―Pese a que hay una no muy lejos de Wolfsong, antes de ir a Rónan, yo nunca había salido de la ciudad ni del territorio ―dijo Anna observando la inmensidad de las oscuras aguas ― ¿Por qué? ―preguntó el joven observando como Ares se apresuraba a acercarse a su hermana ―Por protección ―dijo Dante, cuya mirada estaba fija en Anna quien asintió ―Ares tampoco sale mucho del territorio, ni si quiera conoce Wolfsong como yo ―dijo Anna acariciando la cabeza de su hermano, quien parecía emocionado ―Pronto nos encargaremos de cambiar eso princesa, confíe en nosotros ―dijo Elián con solemnidad antes de dirigirse a su nieto ―Dante, esta será su habitación ―dijo señalando una puerta a su lado izquierdo ―Acicálense y vayan a verme una vez estén listos ― ―Sí abuelo ―dijo Dante apresurándose a tomar la mano de Anna quien, ante las palabras de Elián, había vuelto a acercarse a ellos ―Joven alfa, mayor ―dijo Elián volviendo sobre sus pasos hasta la primer puerta de aquel pequeño edificio ―Estas son sus habitaciones, por favor, descansen un poco y únanse a nosotros ― ― ¿Y yo? ―preguntó Ares con curiosidad ―Debido a que su estancia será más larga que la de su hermana, he preparado una habitación sólo para usted en mi casa junto a su alteza Iva ―dijo Elián amablemente ― ¿Viene conmigo? ― ―Vale ―dijo el cachorro frunciendo ― Señor, ¿puede decirme Ares? Solo tengo nueve años ― Ante las palabras del niño, Elián soltó una risita y asintió antes de guiar al cachorro por el camino que Iva y Marcia habían seguido hacia el interior de la casa.Al notar que su habitación y la de los chicos estaba separada por otras dos habitaciones más, Anna soltó una risita.―Se parece a la casa de invitados ―dijo Anna dirigiéndose a la puerta que le habían indicado―Tal vez el alfa se inspiró en este anexo ―dijo Dante abriendo la puerta para ella ―Sin embargo, es mucho más pequeño que la casa en Loto de Luna, ya que sólo cuenta con ocho habitaciones ――Entonces tal vez sí que se inspiró en esto ―dijo Anna corriendo hacia una ventana que tenía vista al mar ―Este lugar es hermoso ――Algún día te llevaré a recorrer el territorio, sé que te encantará ―dijo Dante abrazándola por detrás, lo que a ella le arrancó un suspiro ―El pueblo es muy alegre y la gente es amable, sin duda, tú y Ares lo disfrutarán ――Seguro que sí ―dijo Anna antes de estirarse entre sus brazos para poder abrir la ventana, permitiendo, que la brisa marina llenara el lugar, por lo que ambos, inspiraron profundamente―Huele a ti ―dijo Dante besando su mejilla ―Aunque tú huele
Ante las palabras de Armin, todos levantaron la cabeza de su respectivo archivo para poder ver al joven, el cual rodó los ojos al darse cuenta de que había sido malinterpretado.―Lo digo porque logró todo esto en sólo dos días ―dijo mostrándoles su propia carpeta―Conseguir y proteger información es su trabajo ―dijo Dante acercándose un poco más a Anna, quien leía detenidamente el archivo de Gael ― ¿Necesitas ayuda cariño? ――No amor, por lo que entendí, no estaremos juntos en Arcadia, al menos no hasta que ambos seamos aceptados en el palacio ―dijo la joven sin levantar la mirada de su documento―Sin embargo, yo sí que estaré a tu lado Anna, por lo que puedo ayudarte a memorizar la información de tus padres sin problema alguno ―dijo Ragnar acercándose a ella―Gracias Ragnar, me gusta cuando me dices Anna y no princesa ―dijo la joven sonriéndole al mismo tiempo que le tendía el documento de Emmet―Sabes que me cuesta mucho trabajo, fui preparado para tratarlos con respeto sin importar
― ¿Estás lista? ―le preguntó Dante a Anna, quien se aferraba a la barandilla de la proa del yateSin atreverse a decir nada, Anna asintió.Tras una hora de viaje, por fin estaban por llegar a Arcadia, lo único que tenían que hacer, era cruzar la barrera de protección, la cual, para el terror de Anna, estaba disfrazada como aguas turbulentas, las cuales, amenazaban con acabar con ellos si continuaban acercándose.―Sujétate fuerte cariño ―dijo Dante apresándola entre su cuerpo y la barandillaObediente, Anna se sujetó con fuerza justo cuando el yate se adentró en aquellas aguas tan peligrosas.Debido a la fuerte sacudida y al agua que logró mojarla, Anna no pudo evitar cerrar los ojos y soltar un grito aterrado, sin embargo, al sentir que el yate se estabilizaba prácticamente de inmediato, la joven abrió los ojos al instante.―Bienvenida a Arcadia ―dijo Dante sujetando su cintura con una mano―Esto… ¿¡Esto es Arcadia!? ―preguntó Anna con sorpresa al ver que, justo frente a sus ojos, una
Al ver como el general estaba distraído dando órdenes para preparar todo para el anclaje del yate, Zeth empujó a Anna y a Armin lejos de la vista del hombre.―Bajen por aquí, me encargaré de llevarles sus cosas después ――Pero, tío, no… ――Ahora Anna ―gruñó Zeth, provocando que la joven retrocediera ―Por favor sobrina ―pidió con un tono más dulceAsintiendo, Anna se apresuró a seguir a Armin en dirección al joven capitán, el cual, les hacía señas para que se acercaran.―Bajen por aquí princesa ―dijo John señalando el lado vacío del muelle ―Es un salto bastante alto, pero estarán bien, por otro lado, si el general Holt está aquí, sus hombres también, así que traten de evitarlos, suelen detener a los recién llegados ―― ¿Cómo los identificamos? ―preguntó Armin―Huelen a tierra mojada y a alcohol ――Muchas gracias, John ―dijo Anna antes de brincar por la borda del yate―Rápido, vamos ―dijo Armin tomándola del brazo para alejarla del lugar lo más rápido posibleAl salir de la zona privada
En silencio y con sus manos aún entrelazadas, Anna y Armin esperaron pacientemente la llegada de Sander, el hijo de Ragnar, sin embargo, los minutos pasaban, y lo único que ellos veían, eran autos y lobos que corrían por la autopista en una zona designada para ellos.― ¿Cómo lo reconoceremos? ―le preguntó Anna a su acompañante cuando, tras algunos minutos, la autopista quedó vacía―Ese no es nuestro deber, es el suyo ―dijo Armin quedamente, pues estaba concentrado en escuchar todo a su alrededor, manteniéndose en un estado de alerta―Pero Arman, él no tiene idea de cómo lucimos ―dijo Anna frunciendo el ceño―Tendremos que confiar en que fue avisado de eso Anya ―dijo Armin suspirando, sin embargo, al escuchar unas pisadas detrás de él, el joven lobo se puso de pie y escondió a Anna detrás de élAnte su actitud, un pequeño lobo de pelaje rubio y ojos dorados soltó un suave gruñido antes de volver a su forma humana.―Mis disculpas, no quería asustarlos, solo quería asegurarme de que fuer
Tragando el pequeño nudo que se había formado en su garganta, Sander asintió.―Sí ―murmuró con tristeza ―Esa fue la segunda vez que vi a mi padre con el corazón destrozado, la primera, fue con la muerte de mi madre… ―Ante el triste ambiente que comenzaba a apoderarse del lugar, Sander sacudió la cabeza y se dirigió a la puerta principal para dejar entrar a Anna y a Aren.―Estuve limpiando un poco durante la noche, tras la llamada del señor Elián, no pude conciliar el sueño, así que vine corriendo hasta este lugar ―dijo el joven señalando una escoba, una tina y una fregona.―Lamento que no hayas podido dormir Sander ―dijo Anna bajando del lomo de Aren ―Pero te agradezco que hayas limpiado para nosotros ―agregó con una sonrisa antes de dejar la ropa de Armin sobre el lomo del lobo―El baño está por ahí, justo el fondo ―dijo Sander señalándole el camino a Aren ―Eh… Señorita Anna, ¿disculpe? ―la llamó con timidez― ¿Sí? ―preguntó la joven, quien se había acercado a una pared para poder v
Sentada en un sofá frente a un ventanal, Anna observaba como el sol se iba poniendo en la distancia, lo cual, al igual que el chirriar de los grillos, le indicaban que el tiempo de Ragnar para buscar a Emmet y a Gael estaba llegando a su fin.Sander, Armin y ella, habían pasado todo el día limpiando y preparando el sótano para que los hechiceros se hicieran cargo de las heridas de Byron, pero, sobre todo, para que Máximus pudiera descansar tranquilamente, sin embargo, todo parecía indicar que aquella no sería la noche.―Princesa, el joven Armin ha preparado algo para picar antes de la cena, ¿le apetece venir con nosotros? ―le preguntó Sander ―La verdad, todo parece delicioso ―― ¿Armin? No tenía idea de que sabía cocinar ―dijo Anna levantándose del sillón para seguir a Sander a una pequeña sala de estar―Te sorprendería las cosas que no sabes mí, preciosa ―dijo Armin dejando una bandeja en la mesa de café ―Además, tampoco me comí la cabeza, espera a la cena, ahí sí que te sorprenderé
Agradecido porque su primera noche en Arcadia fuera un éxito rotundo, Armin soltó un suspiro y se apresuró a seguir a Anna y a Zeth al interior.―Por cierto, joven Zeth, ¿cómo supiste que Ragnar los había encontrad? ―preguntó curioso ―Sobre todo, ¿cómo pudiste actuar tan rápido? ――Gracias a esto ―dijo Zeth mostrándoles un teléfono ―Sólo mis subordinados de más confianza tienen este número, así que, John, le prestó su teléfono a Ragnar para que pudiera comunicarse conmigo en caso de que encontrara a los hechiceros ―explicó antes de alborotar el cabello de Anna, quien parecía más que contenta ―Mañana me encargaré de entregarle este a John y de enviarles uno a ustedes, por favor, procuren no sacarlo de aquí ―― ¿Por qué no? ―preguntó Armin― ¿Cómo hablaremos contigo si no? ―preguntó Anna―Yo trabajo en la ciudad, cerca del café Deva, si me necesitas, puedes usar tu enlace de licántropa, y apenas entres al palacio, me quedaré a trabajar ahí ――Vale ―dijo Anna asintiendo antes de ocupar s