«Un mes atrás en Wolfsong»
Temprano por la mañana en la manada de Loto de Luna, Anna salía de su armario con una sencilla chaqueta de algodón, la cual, su madre le había sugerido llevar, pues en el avión privado de Alastor, siempre solía hacer mucho frío. Al volver a su habitación, se encontró con Elizabeth, quien justo estaba cerrando una pequeña maleta de viaje, la cual, la propia loba le había llevado la tarde anterior. ― ¿Llevas todo? ―preguntó Elizabeth sin mirarla ―Sí Eli, llevo toda la ropa que me compraste para hacerme pasar por una omega de clima tropical ― Reprimiendo una risita, Elizabeth apoyó sus dos manos sobre la maleta que acababa de cerrar. ― ¡No me hagas reír! ―exclamó ― ¡Sigo furiosa contigo! ― ― ¿Podrías guardar tu ira hasta mi regreso? ―le preguntó Anna al mismo tiempo que la obligaba a girarse para poder verla ―Eli, tengo que ir, no puedo dejar a mi padre en manos de ese monstruo, además, es cuestión de tiempo para que venga a buscarme, lo mejor es que nos adelantemos ― ―Ya lo sé Anna, pero tengo miedo de perderte, temo que terminen atrapándote… ― ―Tienes que confiar en tu alfa Elizabeth ―dijo Gino irrumpiendo en la habitación ― ¿Tu maleta esta lista Anna? ―preguntó el beta secamente ―Oh, venga ya, ¿también estás molesto? ―preguntó Anna un poco irritada El apodo de “Uvita” no era su favorito, sin embargo, cuando Gino la llamaba por su nombre, había dos motivos para ello, había lobos de otra manada alrededor, o bien, estaba furioso con ella. ―Gino, ¡sabes que debo ir de incógnito! ― ―Ya lo sé Anna ―dijo Gino tomando la maleta de la cama ―Sin embargo, soy tu beta, debiste llevarme contigo, o incluso a Lysander, que vayan solos, es… Imprudente ― Al ver que su amigo y beta temblaba debido a su enojo, Anna sonrió y negó con la cabeza antes de girarse hacia Elizabeth. ― ¿Puedo abrazar a tu compañero? ―le preguntó a la joven, la cual, asintió al mismo tiempo que hacia todo lo posible por no reír ante la notable indignación de su compañero al verse ignorado ―Gino, voy a volver a casa y voy a traer a mi padre conmigo ―dijo Anna aferrándose fuertemente al joven, el cual, no tardó en devolverle el abrazo ―Una vez que él vuelva, iremos juntos a destruir ese reinado de mentiras, sin embargo, hasta que eso suceda, debemos ser cuidadosos y actuar con la cabeza fría ― Ante su intento de controlar sus emociones, Anna hipó, por lo que, a sabiendas de que su alfa estaba luchando por no llorar, Gino la apretó más fuerte en un intento por brindarle confianza. ―Gino… ―susurró la joven ―Por favor, dime que vas a cuidar a nuestra gente y que los vas a preparar correctamente para lo que se viene… Yo… No quiero perder a nadie, los amo a todos… ― ―Uvita… ―masculló el lobo ―Por favor, Gino, júrame que los protegerás, en este momento, tú y yo somos el beta y la alfa de esta manada, no podemos pensar en nuestros sentimientos, primero está nuestra gente y su seguridad ― ―Lo sé Uvita ―susurró Gino, quien sonrió con orgullo ante las palabras de la joven Sin duda, era la digna alfa de su manada. ―Lo haré ―dijo quedamente ―Confía en mi Uvita, me encargaré de protegerlos y de preparar a nuestros guerreros, mantendré todo en orden durante tu ausencia ― ―Gino… ―gimoteó Anna aferrándose con fuerza al cuerpo del lobo ―Te juro que voy a arreglar esto, y entonces, haremos las cosas bien ― Justo cuando iba a responderle, el olor a sal de las lágrimas de Elizabeth llegó a la nariz del joven, por lo que, al levantar la cabeza y clavar sus ojos en ella, Gino no tardó en abrir sus brazos para que la joven se uniera a ellos. ―Bonita, está todo listo ―dijo la rasposa voz de Lysander detrás de ellos―Los autos están en la entrada y Caleb acaba de llegar al hangar ― ―Bajaré tu maleta ―dijo Gino soltándolas para poder tomar el equipaje de Anna ―Gracias ―dijo Anna sonriéndole antes de clavar sus ojos en Lysander, quien estaba de pie en el marco de la puerta con la cabeza gacha ―Ven aquí Lys, abrázame ― Sin si quiera detenerse a pensárselo, Lysander corrió hacia la joven y la cubrió en un fuerte abrazo. ―Por Selene ―dijo Elizabeth divertida ―Lysander la vas a asfixiar ― ―Se recuperará ―dijo Lysander hecho un mar de lágrimas ―Tiene un largo camino por delante, se recuperará en el trayecto ― ―Sí, pero para eso debo estar viva Lys ―dijo Anna riendo con dificultad ―Bonita, Gino tiene razón, deberían llevarse a uno de nosotros ―dijo el joven lobo soltándola Al ver el rostro preocupado del joven, como pudo, pues Lysander era casi tan alto como Dante, Anna limpió sus lágrimas y le sonrió amablemente. ―No, su deber es ayudar al señor Ariel y a mi abuelo Adriano, como sus alfas y como sus amigos, Dante y yo confiamos ciegamente en ustedes ― Ante sus palabras, Lysander se sorbió la nariz y asintió enérgicamente. ―Venía a decirte que, además de los autos, los demás ya están abajo ― ―Gracias Lys, vamos entonces ―dijo Anna tomando la mano de Elizabeth, quien se dejó llevar todo el camino hasta el exterior de la casa ―Tienes que estar de broma ―gruñó Lysander nada más los tres salieron de la casa ― ¡¿Este también va?! ―preguntó señalando a Armin con un dedo, mientras que el joven, ignorándolo, subía su maleta a la parte trasera de un auto ―Lysander, no seas grosero, es un futuro alfa ―dijo Dante obligándolo a bajar el brazo ―La idea tampoco es que me fascine, pero amenazó con ir a Arcadia por su cuenta, así que Zeth prefirió dejarlo ir, a final de cuentas, Gerard continuará prestándonos su ayuda ― ―Ay por favor ―gruñó Lysander con fastidio ―Este no va por el hechicero ― ―Eso ya lo sé Lys, sin embargo, la decisión está tomada, por favor, quédate aquí y ayuda al señor Adriano, es una orden ― ―Bien, como digas, alfa ―dijo Lysander de mala gana ―Te lo confío ciegamente ―dijo Dante apretándole el hombro con suavidad Ante el voto de confianza y su amable sonrisa, los ojos de Lysander no tardaron en volverse a llenar de lágrimas. ―No te fallaré, te lo juro ―gimoteó Lysander ―De acuerdo sobrinita, nos veremos en Sangre Protectora mañana por la mañana ―le dijo Zeth a Anna tras abrazarla ―Pasaré el día en Niebla Profunda para cubrir mi historia, y de paso, le contaré a Félix lo sucedido con el alfa y de nuestro plan para recuperarlo ― ―Por favor ten mucho cuidado tío Zeth ― ―Lo tendré ―dijo Zeth dándole un suave golpecito en la nariz ―Cuando llegues a Sangre Protectora, escucha todo lo que el señor Elián te diga y no le causes problemas, y por favor, descansa, nos iremos al amanecer ― ―Vale ―masculló Anna, por lo que, tras asentir, Zeth le sonrió y tras echarle una última mirada a todos, se apresuró a subir al Ferrari de Dante ―Debes confiar mucho en él si le prestas algo tuyo ―dijo Armin observando como el coche se alejaba a toda velocidad ―Lo hago ―dijo Dante antes de acercarse a Catherine, quien lo abrazó con fuerza ―Volveré pronto mamá, te lo prometo ― ―Lo sé hijo, eres igual a tu padre, jamás has roto una promesa ―dijo Catherine apretándolo suavemente antes de soltarlo ―Los estaremos esperando ―dijo en dirección a Anna ―No tardaremos ―dijo la joven asintiendo ―Catherine, por favor, te suplico que cuides de mi manada ―le dijo Iva al mismo tiempo que abrazaba a la mujer ―Quédate tranquila Iva, lo haré ―dijo Catherine ―Y tú, por favor no desarrolles nuevas fobias, no le des más problemas a mi suegro ― Ante las palabras de la Luna, todos soltaron una carcajada. ―No lo haré Catherine, creo que estoy más concentrada en mantener mi vínculo ― ―Vale, entonces márchense, les espera un largo camino hasta Sangre Protectora ―dijo Catherine acariciando el rostro de su mejor amiga, quien comenzó a lagrimear Tras terminar de despedirse, Anna, Iva, Ares, Dante, Armin, Marcia y Ragnar, se dividieron y subieron a dos autos diferentes. Cuando estos emprendieron la marcha, Adriano, Nora, Zinerva, Daryl, Alda, Neilan y Wyatt, se despidieron de ellos a las afueras de la propiedad alfa, sin embargo, sin perder ni un solo segundo, Elizabeth se apresuró a subir al lomo de Giotto, quien se echó a correr detrás de los autos siendo seguido por los lobos de Lysander, Gabrielle, Jaden, Pía, Jared y Leo. Al entrar a la zona residencial, más lobos se unieron a la carrera, por lo que Anna, asomó la cabeza por la ventanilla y les dedicó la más grande de sus sonrisas, prometiéndoles, que volvería pronto y que traería con ella a su padre, por lo que, deseándole suerte, todos los lobos aullaron con fuerza.El camino hasta el hangar de Adriano fue largo y en silencio, nadie se atrevía a hablar, ni si quiera el joven Ares, quien aún no terminaba de entender la situación, por lo que, de vez en cuando, le echaba miradas a su madre y a su hermana, quien tenía un semblante preocupado. ― ¡Mira Anna! ―exclamó Ares emocionado ―Es el avión del abuelo ―dijo señalando la puerta abierta del hangar ― ¿Te habías subido antes? ―le preguntó Anna con curiosidad ―No, ¿nos sentamos juntos? ―preguntó el cachorro con emoción ―Claro que sí hermanito ―dijo Anna en un susurro antes de mirar a su madre, quien asintió lentamente mientras acariciaba su vientre Iva estaba nerviosa, pues volar en su estado no era la mejor opción, sin embargo, ella no quería perder ni un solo minuto más, pues su vínculo con Alastor se encontraba sumamente débil. Al llegar al hangar, tuvieron que esperar unos pocos minutos para que el piloto terminara de preparar todo lo necesario y confirmara el permiso de aterrizaje en G
Al notar que su habitación y la de los chicos estaba separada por otras dos habitaciones más, Anna soltó una risita.―Se parece a la casa de invitados ―dijo Anna dirigiéndose a la puerta que le habían indicado―Tal vez el alfa se inspiró en este anexo ―dijo Dante abriendo la puerta para ella ―Sin embargo, es mucho más pequeño que la casa en Loto de Luna, ya que sólo cuenta con ocho habitaciones ――Entonces tal vez sí que se inspiró en esto ―dijo Anna corriendo hacia una ventana que tenía vista al mar ―Este lugar es hermoso ――Algún día te llevaré a recorrer el territorio, sé que te encantará ―dijo Dante abrazándola por detrás, lo que a ella le arrancó un suspiro ―El pueblo es muy alegre y la gente es amable, sin duda, tú y Ares lo disfrutarán ――Seguro que sí ―dijo Anna antes de estirarse entre sus brazos para poder abrir la ventana, permitiendo, que la brisa marina llenara el lugar, por lo que ambos, inspiraron profundamente―Huele a ti ―dijo Dante besando su mejilla ―Aunque tú huele
Ante las palabras de Armin, todos levantaron la cabeza de su respectivo archivo para poder ver al joven, el cual rodó los ojos al darse cuenta de que había sido malinterpretado.―Lo digo porque logró todo esto en sólo dos días ―dijo mostrándoles su propia carpeta―Conseguir y proteger información es su trabajo ―dijo Dante acercándose un poco más a Anna, quien leía detenidamente el archivo de Gael ― ¿Necesitas ayuda cariño? ――No amor, por lo que entendí, no estaremos juntos en Arcadia, al menos no hasta que ambos seamos aceptados en el palacio ―dijo la joven sin levantar la mirada de su documento―Sin embargo, yo sí que estaré a tu lado Anna, por lo que puedo ayudarte a memorizar la información de tus padres sin problema alguno ―dijo Ragnar acercándose a ella―Gracias Ragnar, me gusta cuando me dices Anna y no princesa ―dijo la joven sonriéndole al mismo tiempo que le tendía el documento de Emmet―Sabes que me cuesta mucho trabajo, fui preparado para tratarlos con respeto sin importar
― ¿Estás lista? ―le preguntó Dante a Anna, quien se aferraba a la barandilla de la proa del yateSin atreverse a decir nada, Anna asintió.Tras una hora de viaje, por fin estaban por llegar a Arcadia, lo único que tenían que hacer, era cruzar la barrera de protección, la cual, para el terror de Anna, estaba disfrazada como aguas turbulentas, las cuales, amenazaban con acabar con ellos si continuaban acercándose.―Sujétate fuerte cariño ―dijo Dante apresándola entre su cuerpo y la barandillaObediente, Anna se sujetó con fuerza justo cuando el yate se adentró en aquellas aguas tan peligrosas.Debido a la fuerte sacudida y al agua que logró mojarla, Anna no pudo evitar cerrar los ojos y soltar un grito aterrado, sin embargo, al sentir que el yate se estabilizaba prácticamente de inmediato, la joven abrió los ojos al instante.―Bienvenida a Arcadia ―dijo Dante sujetando su cintura con una mano―Esto… ¿¡Esto es Arcadia!? ―preguntó Anna con sorpresa al ver que, justo frente a sus ojos, una
Al ver como el general estaba distraído dando órdenes para preparar todo para el anclaje del yate, Zeth empujó a Anna y a Armin lejos de la vista del hombre.―Bajen por aquí, me encargaré de llevarles sus cosas después ――Pero, tío, no… ――Ahora Anna ―gruñó Zeth, provocando que la joven retrocediera ―Por favor sobrina ―pidió con un tono más dulceAsintiendo, Anna se apresuró a seguir a Armin en dirección al joven capitán, el cual, les hacía señas para que se acercaran.―Bajen por aquí princesa ―dijo John señalando el lado vacío del muelle ―Es un salto bastante alto, pero estarán bien, por otro lado, si el general Holt está aquí, sus hombres también, así que traten de evitarlos, suelen detener a los recién llegados ―― ¿Cómo los identificamos? ―preguntó Armin―Huelen a tierra mojada y a alcohol ――Muchas gracias, John ―dijo Anna antes de brincar por la borda del yate―Rápido, vamos ―dijo Armin tomándola del brazo para alejarla del lugar lo más rápido posibleAl salir de la zona privada
En silencio y con sus manos aún entrelazadas, Anna y Armin esperaron pacientemente la llegada de Sander, el hijo de Ragnar, sin embargo, los minutos pasaban, y lo único que ellos veían, eran autos y lobos que corrían por la autopista en una zona designada para ellos.― ¿Cómo lo reconoceremos? ―le preguntó Anna a su acompañante cuando, tras algunos minutos, la autopista quedó vacía―Ese no es nuestro deber, es el suyo ―dijo Armin quedamente, pues estaba concentrado en escuchar todo a su alrededor, manteniéndose en un estado de alerta―Pero Arman, él no tiene idea de cómo lucimos ―dijo Anna frunciendo el ceño―Tendremos que confiar en que fue avisado de eso Anya ―dijo Armin suspirando, sin embargo, al escuchar unas pisadas detrás de él, el joven lobo se puso de pie y escondió a Anna detrás de élAnte su actitud, un pequeño lobo de pelaje rubio y ojos dorados soltó un suave gruñido antes de volver a su forma humana.―Mis disculpas, no quería asustarlos, solo quería asegurarme de que fuer
Tragando el pequeño nudo que se había formado en su garganta, Sander asintió.―Sí ―murmuró con tristeza ―Esa fue la segunda vez que vi a mi padre con el corazón destrozado, la primera, fue con la muerte de mi madre… ―Ante el triste ambiente que comenzaba a apoderarse del lugar, Sander sacudió la cabeza y se dirigió a la puerta principal para dejar entrar a Anna y a Aren.―Estuve limpiando un poco durante la noche, tras la llamada del señor Elián, no pude conciliar el sueño, así que vine corriendo hasta este lugar ―dijo el joven señalando una escoba, una tina y una fregona.―Lamento que no hayas podido dormir Sander ―dijo Anna bajando del lomo de Aren ―Pero te agradezco que hayas limpiado para nosotros ―agregó con una sonrisa antes de dejar la ropa de Armin sobre el lomo del lobo―El baño está por ahí, justo el fondo ―dijo Sander señalándole el camino a Aren ―Eh… Señorita Anna, ¿disculpe? ―la llamó con timidez― ¿Sí? ―preguntó la joven, quien se había acercado a una pared para poder v
Sentada en un sofá frente a un ventanal, Anna observaba como el sol se iba poniendo en la distancia, lo cual, al igual que el chirriar de los grillos, le indicaban que el tiempo de Ragnar para buscar a Emmet y a Gael estaba llegando a su fin.Sander, Armin y ella, habían pasado todo el día limpiando y preparando el sótano para que los hechiceros se hicieran cargo de las heridas de Byron, pero, sobre todo, para que Máximus pudiera descansar tranquilamente, sin embargo, todo parecía indicar que aquella no sería la noche.―Princesa, el joven Armin ha preparado algo para picar antes de la cena, ¿le apetece venir con nosotros? ―le preguntó Sander ―La verdad, todo parece delicioso ―― ¿Armin? No tenía idea de que sabía cocinar ―dijo Anna levantándose del sillón para seguir a Sander a una pequeña sala de estar―Te sorprendería las cosas que no sabes mí, preciosa ―dijo Armin dejando una bandeja en la mesa de café ―Además, tampoco me comí la cabeza, espera a la cena, ahí sí que te sorprenderé