Después de que su novio le pidió una relación abierta la vida de Lilith Ambrosetti cambia por completo, cuando en su camino se cruza Kamill Becker, el Heredero de Tres Organizaciones de Mafia.
Leer másLa tarde caía sobre el hipódromo privado, el frío se sentía en cada rincón, pero eo ambiente ardía con la expectación de la carrera más importante de la temporada en Noruega. La élite criminal y financiera se mezclaba en las gradas exclusivas, donde el lujo y el peligro compartían una copa de champán.- Señora Becker, debe de tener cuidado, es la primera vez que esta saliendo - Dom se acerca a ella, la cadena de Cruz brilla con tanta intensidad - Usted sabe perfectamente quién estará en esta carrera.- Dom, todo estará bien - Fue la respuesta de Lilith.- No cabe dudas que sus ojos avellanas son encantadoras, pero estos de color gris, la convierten en la Amazona de Acero.- Dom, gracias por las palabras - Lilith sonríe - ¿hablaste con la abuela? - Mi señora esta cada vez más débil.Lilith al escuchar aquello solo suspira con fuerza, tres años definitivamente han sido pesados para Camila.- La dejo para que pueda prepararse señora - Dom salio dejando a Lilith a solas con la yegua.Epo
RUSIAAquella noche La Mansión que ocupaba Martha, era una mansión conocida como el símbolo de poder y opulencia bajo la fría luna de invierno en Moscú. Aquella noche sus bastos salones brillaban con un esplendor oscuro candelabro de cristal reflejaban la luz sobre las paredes adornadas con retratos antiguos líderes de la mafia rusa la gala un evento reservado para los hombres y mujeres más temidos de la organización estaba en su apogeo.Kamill Becker había soportado meses de agonía pruebas que habrían quebrado a cualquier, noches de torturas que dejaban cicatrices no solo en la piel sino en el alma; sin embargo allí estaba él, vestido con un impecable traje negro, sus ojos como dos pozos de hielo enfrentando a los que alguna vez lo consideraron como su presa, aquel a quien tanto daño podían causar.Cuando el reloj marcó la medianoche el sonido de una campana resonó en el salón silenciando el murmullo de las conversaciones entonces un hombre de imponente presencia y mirada calculadora
Meses después.El sol del verano brillaba con intensidad sobre los campos de Paraguay, reflejándose en los vastos pastizales y en el río que serpenteaba a lo lejos. Lilith se detuvo al borde de la pista de carreras improvisada, respirando profundamente mientras acariciaba la crin de Áurea, la yegua que Camila Becker le había obsequiado hace dos meses exactamente. Aquel animal no era solo un regalo, sino un símbolo de fuerza y superación, una extensión de su propio espíritu indomable.Lilith había cambiado. Los meses de disciplina, dolor y arduo esfuerzo la habían moldeado en una versión más fuerte y resoluta de sí misma. Con la guía Camila, quien era la encarnación de la sabiduría y la resiliencia, Lilith había encontrado una forma de cargar con el dolor sin dejarse consumir por él, aunque por las noches aún seguía sucumbiendo en el abismo, la fuerza era más dominante, habla encontrado en el dolor su propia fortaleza. Pese a que si corazón extrañaba a Kamill, últimamente siente que es
Los recuerdos de las noches en prisión en aquella celda pasando frío hambre torturas habían marcado una pauta importante en Kamill Becker, entonces el chico detiene su mirada fijamente en el rostro de la mujer que lo trajo al mundo.Marta estaba de pie, imponente, con la mirada fija en Kamill, quien permanecía frente a ella, firme, como si la fuerza de su resolución fuese un escudo impenetrable. La tensión entre ambos era palpable, como un cuchillo que cortaba el aire en silencio volviendo pequeño aquel departamento ante la presencia de madre e hijo.—Kamill, ¿qué tan lejos estás dispuesto a llegar para mantener a Lilith fuera de tu vida? —preguntó Marta, su voz llena de autoridad, pero con un matiz de duda. Sabía que su hijo no era un hombre de medias tintas, pero esta vez quería escucharlo de sus propios labios.Kamill levantó la cabeza con un gesto lento y calculado. Sus ojos esmeraldas brillaban con una mezcla de furia y determinación. Cada palabra que saldría de su boca estaba ca
Días atrás Rusia El gran dolor invisible de Kamill una tortura que mata su alma, encierra su vida en la miseria, aquella noche en la que una perdida estaba ocurriendo.Aquel día La celda estaba sumida en una penumbra opresiva. Las paredes de piedra, ásperas y húmedas, parecían absorber cualquier resquicio de esperanza que pudiera colarse entre los barrotes oxidados de la ventana. Kamill, sentado sobre un lecho de paja mojada y desgastada, respiraba con dificultad. El frío de la noche rusa se filtraba a través de las grietas del muro, helándole la piel y los huesos, pero no era el frío lo que lo desgarraba. No, su tormento era algo mucho más profundo, más intangible, y sin embargo, mucho más cruel.Era un dolor que no podía señalar ni describir con palabras precisas, porque no provenía de una herida visible, ni de las innumerables marcas que los verdugos habían dejado en su cuerpo. Kamill podía soportar las palizas, las cadenas, e incluso el hambre que consumía lentamente sus fuerzas.
— Te dejaré aquí cariño, mientras hablo con mis hombres de Legión para asegurar un retorno sin inconvenientes también hablaré con tus amigos, tú necesitas un poco más de tiempo, la casa es vieja, pero te servirá como refugio, descansa lo que necesites aquí — Camila acaricia el rostro de Lilith, ella siente la calidez de aquellas manos, posteriormente Camila abandona el sitio, Lilith avanza algunos pasos encontrando una habitación.El aire pesado de aquella habitación parecía teñido con las sombras de su pasado doloroso. Las paredes, aunque desgastadas le daban el ambiente de aquella hacienda, ella aún llevaba muy presente consigo el eco de los gritos ahogados, de las noches interminables que Lilith pasó prisionera, sintiendo cómo su identidad se desmoronaba bajo el peso de la opresión, ella toma la decisión de sentarse en el suelo. Con la espalda contra la madera fría, respiró profundamente, tratando de encontrar algo entre las cenizas de lo que alguna vez fue, tratando de pensar que
Camila se aparta de Lilith, la castaña ya había recuperado mínimamente la compostura después de ser conocedora de la realidad, de aquella dura realidad que le ha tocado a ella aceptar y asumir una realidad que es crucificada por los intereses, las maldades, las venganzas de los demás de personas o animales sin corazón aunque quizás llamarlas animales es una ofensa para aquellas criaturas puesto que los demonios como Marta y Sonia no pueden ser comparadas con los animales.La Matriarca Becker encendió un cigarro, su silueta recortada por la luz tenue de la luna que se colaba entre las cortinas pesadas de aquella casa. Lilith, de pie frente a ella, podía sentir el peso de la decisión que se avecinaba. Las palabras de Camila no eran simples; eran un juramento, un mandato, y una despedida implícita.—Lilith —empezó Camila nuevamente, con voz firme pero cargada de emoción contenida—, siempre supe que algún día necesitaría al alguien. No solo como mi sombra, sino como mi sucesora, Lilith f
— ¿Que se supone que yo deba hacer? — Lilith sabía perfectamente a qué se estaba refiriendo Camila al decir que ella era una Becker — Kamill me ha abandonado supongo que al saber o enterarse de que supuestamente somos hermanos, no siquiera se detuvo para pensar que quizas aquello era una mentira más — La voz de Lilith se escucha entre cortada, dolía recordar aquello — Han pasado tan solo unas semanas y siento que han sido años, pero la ausencia de Kamill duele tanto, quisiera que el hubiera estado allí que fuera él, quien me dijera esto está sucediendo, si la solución era...— No cariño, él no te ha abandonado, después de la muerte de Camilo, él fue junto a su madre que lo había llamado en aquella madrugada allí le dio a conocer la mentira de que tú y él son hermanos, se valió de unos resultados falsificados preparados meticulosamente por la Mafia Rusa, sin dejar escapar ni un detalle, Marta había preparado absolutamente todo, aquella malvada mujer habló con mi hijo horas antes, claro
El aire dentro de aquella casa era denso, cargado de una tensión que parecía que podía romperse con el más leve susurro. Lilith seguía de pie frente a Camila Becker, la matriarca, quien la observaba con una mirada tan intensa como impenetrable. Su postura rígida y sus manos cruzadas frente a ella revelaban que lo que estaba por decir no sería fácil.Lilith, por su parte, se sentía atrapada entre el impulso de salir corriendo y el deseo desesperado de entender el porqué de aquella conversación, entonces le sostuvo la mirada a Camila, recordando que ella era la madre de Camilo Becker, el padre de Kamill, si aquello resulta ser verdad estaba ante su abuela, pero aquello ella se niega a aceptar, en su vida para ella solo existe una abuela, no veía a Camila como tal, pero sabe que sí es así, no hay nada que ella pueda hacer, aquello estaba lejos de su alcance.Su corazón latía cosn fuerza en su pecho, sus manos apretadas formaban puños que traicionaban su aparente calma. Sabía que las pala