En cuanto entró Edwan King al salón, sintió una conexión inmediata con ella. Era su compañera, algo que pensó nunca volvería a tener a causa de la maldición que había sobre su cabeza. La Diosa le había dado su redención. Su lobo rugía de emoción y ansiedad por acercarse a ella y marcarla como suya. ¡Mi compañera! Gritaba todos los poros de su piel de lobo. Rosalin una joven humana bailaba feliz, sin imaginar que su destino estaba a punto de cambiar. Un hombre la observaba con intensidad, y ella sentía una atracción irresistible por él. Sin embargo, se negaba ese sentimiento, ella ama a Jasón Roydan su futuro esposo. Pero el día de la boda Jasón desapareció, nadie sabía de él, lo que Edwan no dejó pasar, para hacer un trato con el padre de Rosalin, y para que ella aceptara ser su esposa la amenazó. Ella juro no dejar que él la tocara y vengar a su prometido, pero de nuevo el destino le dio hizo una jugada, descubrió que el hombre que supuestamente amaba no era del todo sincero, y poco a poco ese lobo se fue ganando su corazón, hasta ser reclamada por el alfa.
Leer másYa caída la noche cuando regresaron a casa, los cachorros corrían por todos lados gritando, riendo felices, cuando ellos entraron los vieron, y corrieron a ellos, con solo dos años, su hijo Edwan siempre procuraba que su hermana fuera feliz, parecía que desde que estuvieron en el vientre de Rosalin habían creado un lazo muy fuerte e inquebrantable.—¡Mamá, mamá! —se escuchó el grito de júbilo de los pequeños —¡Papa! ¡Papá!Rosalin los tomo en sus brazos, y Edwan los abrazo a los tres, beso las cabecitas de sus cachorros que se veían muy felices. Su corazón de lobo se hinchaba de amor por su familia que había formado.—¿Dónde está mamá Killari? —preguntó Rosalin que siempre la veía salir detrás de ellos.—Esta con un señor que dice que es nuestro abuelo —respondió Edwan muy serió, solo se ponía así con personas que no conocía. Rosalin volteo a ver a Edwan, eso quería decir que había vuelto Jakob a sus vidas de nuevo.—Hola hija ¿Cómo has estado? —al escuchar su voz levantó la vista de
Rosalin estaba en la oficina revisando unos papeles de exportación, el negocio de las prendas de la cooperativa estaba dando mayores frutos a la ciudad y mucho prestigio a la manada, gracias a Luigi que había visto las prendas cuando estuvo en Quebec, hicieron un convenio para que él las exportará a Europa, donde se vendían en las mejores tiendas de París, España, Inglaterra y otras ciudades del viejo continente.—¿Cómo está mi Luna hermosa, hoy? —entró Edwan con una enorme sonrisa, se acercó hasta donde estaba sentada, tomo su barbilla con dos dedos y la hizo levantar su rostro para besar sus labios.Era un beso lento, suave como todos lo que le daba cada vez que la veía.—Mucho mejor después de este beso —respondió Rosalin con una enorme sonrisa en los labios, cuando termino de besarla —¿Qué haces por aquí?—Viene a verte, sabes que te extrañó cada minuto de mi vida —tomo su mano y la puso de pie, sus caderas estaban pegadas a su escritorio —¿Dónde están los cachorros?—Se fueron a
Los días pasaron Luigi y Beatriz llegaron de París, cuando Aaron lo supo comenzó a moverse nervioso por la habitación, el quería estar cuando Edwan hablará con ella, pero él le dijo que era mejor primero hablar con ella, ya cuando lo supieran lo haría entrar.Rosalin y Edwan salieron a recibirlos.—Amigo es un gusto verte —dijo Luigi con una amplia sonrisa dándole un efusivo abrazo —¿Dónde están tus cachorros? No sabes las ganas que tengo de verlos.—También para mi es un gusto verte, mis cachorros están adentro con la mamá de Rosalin —contestó con una sonrisa al ver los ojos de sorpresa de su amigo.—¿Dijiste mamá de Rosalin?—Si, es una historia que después les contaremos —Rosalin respondió al tiempo que saludaba a Luigi —pasen, quieren algo de tomar.—Un jugo de manzana estaría bien —respondió Beatriz —tu casa está muy linda Rosalin—Gracias, es su casa también cuando quieran, venir a pasar unas vacaciones serán bienvenidos —dijo Rosalin al tiempo que entraban a la casa.Todos toma
La mañana resplandecía con un nuevo comienzo, así lo sentía Rosalin que estaba mirando el amanecer junto a Edwan y sus cachorros dormidos en sus brazos, Jakob había cumplido con sus dichos, se había ido por la noche, sin saber a dónde irían sus pasos, dejando la ciudad que lo había visto crecer, desistiendo de ser alfa para hacer una verdadera justicia. Edwan tomaría el lugar que siempre había sido suyo con una pequeña ceremonia, que se realizaría en la noche, a pesar que no sería luna llena, la Diosa había concedido que fuera en luna nueva, pues sería un nuevo comienzo para ellos y la manada.—Cuando estuve sanado del cuerpo quería volver contigo, pero la sacerdotisa me dijo que aún no podía —tomo la mano de su hijo —cuando permanecí en esa cama se me mostro como un sueño lo que de verdad paso esa noche, vi a Jakob entrar, golpear a Jane y sin consideración hacerle daño a mi hijo…—Yo pensaba contarte todo eso cuando estuviéramos en el Valle si era que nos pudieras ir —le dijo a Edw
Rosalin recogió la charola con comida que les habían dejado, agradeció que hubieran pensado que querían estar solos, sin ser molestados, al cerrar la puerta vio a Edwan que se estaba quitando la ropa que seguramente le había prestado Aaron, se mordió el labio inferior al ver su cuerpo tan perfecto como siempre.Dejó la comida en la mesa que ya había dispuesto para la cena, mientras él se tomara un baño había pensado en ir por la cena, pero ya estaba ahí.—Ya casi está la tina lista para el baño, no quieres comer un poco —el afirmó con la cabeza, ella fue por él, tomo su mano para traerlo a la silla, donde lo sentó y ella con él en su regazo. Comenzó a darle de comer en la boca—Ahora si nada me hará que me separé de ti —dijo Edwan que la abrazaba con fuerza por la cintura —no quiero volver a vivir este infierno de no poder oler tu aroma, de no poder besar tu piel, tus labios.Al tenerla así la comida no importaba, comenzó a besar su cuello hasta llegar su mentón donde le dio una suave
Edwan tomó del cuello a Jakob, aunque Drake intento detenerlo no pudo, él fue más rápido. Edwan comenzó a golpearlo en la cara, cuerpo, y el no ponía las manos para defenderse, había sanado la herida en su corazón en el templo de la Diosa, pero quería vengar la muerte de su familia, de su pequeño que no tenía ninguna culpa, que eran inocentes. —Edwan detente, no lo hagas, no te vuelvas como él —dijo Rosalin que se había acercado sin su hijo en brazos, era una de las cosas que tenía que decirle, que pensó contarle cuando ya no estuvieran en Quebec —suéltalo… —No lo defiendas Rosalin, por su culpa yo viví cargando una culpa que no era mía que años, por él casi se cumple la profecía, sabes que ayudo a Nathalie… —Rosalin tomo su rostro entre sus manos. —Si, lo sé mi mamá lo hizo confesar todo —Edwan abrió los ojos. —Como es que permites que entre a tu casa, él no debería acercarse a ti, ni a nuestros hijos —respondió aventándolo fuera de la casa. —De hecho, ya le había dejado c
Dos semanas atrás… Aaron había salido a recoger frutas de los árboles que había cerca del rio, cuando escuchó el quejido de una persona, avanzó lentamente para verlo, a la orilla de la caída de la cascada estaba de dónde provenía el sonido. Corrió hacia él cuando vio que la rama que lo sostenía estaba por romperse, se lanzó tomando su mano para que no avanzará. El hombre está fornido, algo pesado para él, pero como pudo lo saco del agua, al salvó en la orilla miró su rostro, abrió los ojos con asombro cuando supo quién era. Observó arriba de la cascada por si alguien había ido a buscarlo, pero parecía que nadie, en ese momento no tenía como llevarlo a Quebec, donde sabía que estaban viviendo. Busco alrededor troncos de los árboles para hacer una camilla y así arrastrarlo a su casa, pero la Diosa lo detuvo. La voz de la Diosa le pidió que lo ayudara, que lo llevara al templo de la luna que había en la otra ciudad, lo debía poner sobre el árbol de la noche, para que sanará, n
Rosalin miraba incrédula al hombre que tenía al frente, hacía meses que habían dicho que la flecha de Dante lo había matado, claro había sido que el robo de su cuerpo fue para cubrir la verdad, él venía caminando hacia ella como si no hubiera hecho nada, su rostro tenia una sonrisa apenada, pero había algo que más la asombraba Edwan no se mostraba arisco con él, más bien lo veía como a un amigo.—Estas dos semanas el me ayudó, una semana estuve en un templo de la Diosa y otra en su casa —explico Edwan cuando estuvo a centímetros de ellos —después de la caída quede muy mal herido, la plata liquida que Nathalie me había inyectado no había salido del todo de mi cuerpo cuando me enfrente a ella, cuando caímos me golpea la cabeza, tuve una herida más profunda en mi estómago, que sufrí fiebre, por varios días…—Si se la paso llamándote Rosalin —dijo Jasón, pero su voz no era como ella la recordaba, esta no era gruesa sino un poco más delgada —quise traerlo, pero no tuve los medios para hace
Su corazón se acelero por las palabras de Maya, si ella decía que venían lo creería, no tenía porque mentir.—¿Qué tienes hija? —preguntó su madre al verla temblar de emoción y con la mirada fija, en espera de algo…—Mamá Edwan ha vuelto, Maya me dice que Ankor está cerca, que ha arruinado la sorpresa de él, pero no podía estar más tiempo sin hablar con ella, que nos extrañaba demasiado —a los lejos se comenzó a escuchar el sonido de un motor que se venía acercando, su corazón estaba como loco, que sentía que en cualquier momento se saldría de su pecho.No pudo contener sus pies que salieron disparados al encuentro del auto, en un punto medio este se detuvo de golpe, Rosalin hizo lo mismo mirando la puerta que se abría, de ella salió el hombre lobo que era su dueño, que la había reclamado como suya.Acortó la distancia, se lanzó a sus brazos, los cuales la esperaban, se fundieron en un largo abrazó, Rosalin se carcajeaba de felicidad al oler su aroma, era él había vuelto, sintió como