Capítulo 2: Solo Si Tú Me Matarás

Rosalin se sintió molesta, por la pregunta del señor King. Era un asunto que no pensaba discutir con él, más cuando apenas habían intercambiado unas palabras por primera vez.

 

—Por supuesto que quiero casarme con él —contestó con firmeza —Jasón es el hombre más bondadoso, sincero que he conocido, y tiene un enorme corazón.

 

—¿Desde cuándo lo conoce Rosalin? —su pregunta la hizo recordar aquel día que había chocado con Jasón cuando iba saliendo de una librería.

 

—Dos años y medio, ¿Por qué quiere saber señor King? —cuestiono mirándolo.

 

—Para saber si es suficiente para que conozcas a un hombre y quieras compartir tu vida para siempre con él —se acercó a su rostro a unos centímetros —por favor te vuelvo a pedir que no me llames señor King, dime Edwan, quiero escuchar mi nombre en tus labios.

 

—No creo que sea apropiado señor King, usted es un hombre que acabo de conocer…

 

—Ya somos conocidos, Rosalin eres la mujer más hermosa de esta noche —los ojos de Edwan brillaron ante el sonrojo del rostro de Rosalin.

 

—Gracias por su alago, pero por favor le pido que se abstenga de decirlo, no se olvide que soy una mujer que está comprometida…

 

—No será por mucho —al separarse Rosalin vio un brillo en sus ojos —Rosalin me has cautivado desde el primer momento que te vi —Edwan tomó su mano y la besó suavemente —sé que estás comprometida, pero también sé que no amas a Jason.

 

—¿Cómo se atreve a decir eso? —Rosalin retiró su mano con brusquedad —usted no sabe nada de mí, ni de mis sentimientos.

 

—Lo sé por la forma en que lo miras, por la forma en que hablas de él, por la forma en la que estás, mira estas nerviosa por mi cercanía —Edwan no le importó que Jasón y Harry los estuviera viendo, con descaro acercó más a Rosalin a su cuerpo que temblaba, el perfume de su deseo lleno su olfato, y con un leve susurró le dijo al oído —sé que sientes lo mismo que yo, aunque no quieras admitirlo.

 

Jasón quiso acercarse, pero Harry lo detuvo, no iba a permitir que hubiera un escandaló en la fiesta de compromiso de su hija y que la noche fuera arruinada. Harry le dijo algo al oído a Jasón que lo calmó muy poco.  

 

—¡Usted está loco! —contesto Rosalin con indignación, Edwan soltó una pequeña carcajada… —ni usted, ni nadie va impedir que yo me casé con el hombre que amo…

 

—Si, lo estoy por ti —miró sus labios —¿Por qué lo amas? —Edwan le preguntó con curiosidad.

 

—Porque él me trata con cariño, es divertido y comprensivo con las cosas que me importan… —Edwan soltó una risa burlona —¿Qué le hace tanta gracia?

 

—Tus palabras me confirman que no amas a Jasón, sino, solo me hubieras dicho que lo amabas porque tú corazón así lo sentía, con esa respuesta me hubiera quedado conforme, pero tú has puesto sus virtudes primero, como si quisieras convencerte que lo quieres —Rosalin inflo el pecho, cada cosa que decía le estaba molestando más —molesta te ves más hermosa…

 

Se mordió la lengua para no seguir la conversación con el señor King, ahora lo único que quería era alejarse de él.

 

Sin embargo, dentro de su corazón había jubilo por estar en sus brazos, por mirarse en sus ojos azules y tenía un deseo febril por ser suya. ¿Qué le estaba pasando?

 

—Rosalin te hago una promesa, el sábado te casarás conmigo —dijo Edwan cuando terminó la orquesta de sonar la última nota musical.

 

Rosalin tragó el nudo que se había formado en su garganta, ni siquiera se despidió de él cuando fue a dejarla junto a su padre y Jasón que lo miraba con furia.

 

Edwan miró a Harry con una amplia sonrisa

 

—Muchas gracias por la invitación —dijo mirando a Rosalin —Harry nos veremos pronto —él padre de Rosalin se tensó al ver el brillo en los ojos de Edwan —y no olvides mi promesa…

 

Rosalin se puso tensa al escucharlo, de inmediato sintió la mirada de Jasón que la cuestionaba. Para evitar que Jasón le preguntara algo, decidió preguntarle primero a su padre.

 

—Papá ¿Qué tienes que ver con el señor King? —Harry bajo la vista, sentía vergüenza al tener que reconocer su problema con el juego, por él que estaba por perder todo, solo su matrimonio con Jasón los salvaría.

 

—Asuntos que a nosotros no nos competen —habló Jasón tomando del codo a Rosalin —mejor dime cual fue esa promesa…

 

Ahora ella era la que se había puesto nerviosa, quería olvidar por completo su conversación y la sensación que ese hombre despertaba en su corazón y cuerpo, era como si lo hubiera conocido desde siempre, como si Edwan fuera su otra mitad…

 

—Puras tonterías —dijo con una sonrisa sin importancia.

 

—Rosalin quiero saber que te prometió —exigió Jasón con un tono de voz duro, mientras tomaba con demasiada fuerza el brazo de Rosalin.

 

Ella disimuló con una sonrisa, el dolor que le estaba provocando Jasón…

 

—¡Me lastimas! —dijo Rosalin con un leve quejido —no tomes importancia de sus palabras, es un hombre loco.  

 

Pero Jasón no pensaba dejar las cosas así, al día siguiente tendría una plática muy sería con Edwan.

 

 

****************

 

En cuanto salió del hotel Edwan se quitó su ropa para tomar su forma de lobo, quería correr de pura euforia, la Diosa le había dado una compañera, le ha quitado la maldición que ha pesado sobre él por años.

 

Rosalin no se aparta de su cabeza, sus ojos, sus labios, no sabe cómo fue posible contener sus ganas de tomarlos ahí delante de todos, de saboréalos, de tomarla en sus brazos y salir de ese salón y llevarla a su casa, tenerla en su cama

 

Antes de regresar a su casa, toma el camino que lo lleva a la casa de Harry Green, no necesita saber cuál es la habitación de Rosalin, su olor lo guiaba, desde la penumbra de la noche la observa, se encuentra cepillando su cabello, es la escena más erótica que pudiera ver.

 

Deja salir un aullido, ella gira la cabeza con un poco de miedo, pero eso desaparece cuando lo ve, en sus ojos hay deseo.

 

“Mía”

 

Vuelve aullar antes de salir corriendo a su casa, que pronto será la de Rosalin. Durante la noche sus sueños eran en torno a ella, siendo reclamada por él, de todas las formas posibles, quería que llegara el sábado muy pronto para hacer sus sueños realidad.

 

Edwan sabía que Rosalin llegaría a pensar que era un monstruo, y la forma que iba actuar no era la correcta, que sería egoísta, sin embargo, no veía otra forma de tener a Rosalin, ella era suya, y nadie podría tenerla más que él.

 

No iba a ver arrepentimiento por alejar a Jasón de Rosalin, había algo en él que le provocaba desconfianza, además que haría muy infeliz a Rosalin.

 

—Drake quiero que le digas a Harry que no tiene tiempo para pagar, que quiero mi dinero hoy —Drake aceptó con la cabeza, tomo los papeles que le daba Edwan, los cuales eran lo que comprometían a Harry a pagar antes del sábado.

 

Horas más tarde, el alboroto afuera de su oficina lo hizo levantarse impaciente de su silla.

 

—¿Qué está pasando? —preguntó a su secretaria.

 

—¡A ti quería verte! —grito Jasón, su rostro demostraba lo molesto que estaba —vengo a liquidar la deuda de mi suegro contigo…

 

—No quiero tu dinero —dijo Edwan mirándolo con desprecio —quiero que Harry me pague…

 

—¿Cómo quieres que haga eso, si está en la m*****a ruina? —grito colérico Jasón, de su chaqueta saco un cheque que se lo extiende a Edwan —aquí está el maldito dinero ¡tómalo y déjanos en paz! Te quiero lejos de Rosalin…

 

—No me alejaré, porque ella es mi compañera —vio la confusión y la molestia por sus palabras.

—Vete a la m****a, Rosalin es mía, se casará conmigo el sábado y tu no podrás reclamarla lobo idiota —Edwan dio dos pasos para estar frente a frente a Jasón, sus ojos eran tan frio e inexpresivos que cualquiera tendría miedo, pero él no, tenía algo, un olor que lo intrigaba.

—Ya dije que no quiero tu dinero, Harry Green me debe pagar, sino puede con dinero lo hará con su hija —soltó sin rodeos.

—No, recibe el maldito dinero, al final yo iba a pagar esa deuda, claro después de casarme con Rosalin, así que recíbelo como si fuera Harry —Edwan abrió los ojos, no pensaba que Harry fuera ese tipo de personas que usaba a su hija como moneda de cambió.

—Yo no lo aceptó —tomo el cheque y lo rompió delante de Jasón —vete con tu dinero, aléjate de Rosalin para siempre o le diré tu pequeño secreto…

—No sé de qué estás hablando, nunca me alejare de Rosalin, ella será mi esposa pese a quien le pese y tú maldito lobo no podrás hacer nada —sonrió confiado, lo que causo una pequeña carcajada de Edwan.

 

—Eso está por verse, faltan muchas horas para que Rosalin diga “Si acepto” y puede pasar numerosas cosas, hasta que tú no llegues a la boda —sus palabras borraron su expresión de triunfo.

 

—Solo si tú me matarás, yo no llegaría a unir mi vida a Rosalin para siempre…

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