Cuando despertó por la mañana Rosalin, todo su cuerpo le dolía, después de su ataque de histeria se había dejado caer al suelo junto a la cama a llorar amargamente por más tiempo, pidiendo a Dios que Jasón apareciera sano y salvo y pudieran huir juntos del valle, lejos donde Edwan no pudiera alcanzarlos.Se puso de pie, aun traía puesto el vestido de novia, que estaba desgarrado, como su corazón, camino hacía una puerta que dio a un cuerpo donde había tres grandes armarios que eran del suelo hasta el techo, estaba divido por la mitad por un lado había ropa de hombre y del otro de mujer, ese lobo había comprado ropa para ella, pero estaba demente si ella iba a usar algo de eso. Cerro esa puerta para ir al otro lado de la cama donde estaba otra puerta, al abrirla se encontró con un cuarto de baño amplio, con una tina de porcelana o eso parecía. Con dificultad se quitó el vestido de novia, una lagrima se escapó de sus ojos al ver el juego de lencería que había comprado para Jasón, era
—Edwan, no seas injusto —protestó Beatriz, bajando la mirada —tú sabes lo que siento por ti, lo que he sufrido por ti. Tú eres el único que me ha dado amor y protección después de que los humanos mataran a mi familia. ¿Cómo quieres que acepte a una de ellos como tu pareja? ¿Cómo quieres que la vea como una hermana?—Beatriz, debes dejar el pasado atrás, si te dieras la oportunidad de tratar a Rosalin, te darías cuenta que ella es diferente a las personas que entraron a tu casa y cometieron ese crimen —dijo Edwan, acercándose a ella y poniendo sus manos sobre los hombros de Beatriz —además debes entender que yo no puedo ser tu compañero, no puedo amarte como tú quieres. Te pido que la aceptes…—No Edwan, no puedo —replicó Beatriz, abrazándolo por la cintura —yo solo te quiero a ti, solo tú puedes hacerme feliz. No necesitas a nadie más, yo soy tuya.—¡Basta Beatriz! —dijo Edwan, apartándola con firmeza —ella es mi compañera y haré lo que sea por ella.—¿Incluso matar? —preguntó Beatriz
Edwan dio media vuelta cerrando los oídos ante las suplicas de Beatriz, era imperdonable su forma de actuar, gracias a sus palabras y como había llevado la conversación, había hecho que entre Rosalin y él, creciera más grande una barrera que impediría que él pudiera acercarse, evitando así demostrarle lo importante que era para él, tenía miedo de no poder ganarse su corazón nunca. Debía encontrar una manera de demostrarle a Rosalin que no mentía, que no había tenido nada que ver con la desaparición de Jasón, que se había esfumado sin dejar rastro alguno. Fue a la habitación donde durmió, dándole tiempo a su esposa para que se calmara y pudiera escucharlos, se sentó en la cama recordado como había comenzado el día anterior, con Harry llegando a su casino pidiendo una prórroga en su deuda, porque Jasón no respondía sus llamadas y al ir a su casa, nadie supo darle información de él, fue cuando Edwan, vio la oportunidad de unirse a Rosalin para siempre. INICIO FLASHBACK—¿Gusta algo de
Beatriz se secó las lágrimas con rabia, Edwan no había querido escucharla, ni le importo que se humillo pidiendo perdón, todo por culpa de esa mujer que no tenía ni una pisca de amor por él, el dolor en su pecho creció, la manera que la trato Edwan fue injusta, no merecía la forma que la había echado de la casa, era parte de él, en unos pocos minutos él echo su cariño y los momentos felices a la basura. Porque no entendía que todo lo había hecho por su bien, para que abriera los ojos y se diera cuenta que esa maldita humana nunca lo amaría como ella, al final ella había salido perdiendo, pues no tenía a donde ir, de nuevo estaba sola en el mundo sin la protección de las personas que amaba. Estaba por terminar de guardar todo, solo faltaba la caja que había en la parte superior del armario, donde guardaba los recuerdos de su familia, que habían sido víctimas de unos malditos humanos que querían la tierra donde vivían. Dentro había unas arracadas de oro blanco con una piedra precios
Después de correr por el bosque llegó al casino, mientras avanzaba su cabeza no dejaba de darle vuelta a la situación que tenía por delante, y la única solución que encontró fue que debía contratar un investigador que diera con el paradero de Jasón. Quería demostrarle a Rosalin que él nunca estuvo involucrado en su desaparición. No importaba el tiempo que tardara en dar fruto la investigación, él lo aprovecharía para ganarse su corazón, primero dejaría que la mujer que la había cuidado desde niña fuera a vivir con ellos, hasta hizo que personal del casino recogiera la ropa de Rosalin para que la llevaran a su casa, ya no quería verla cuando volviera con ese maldito vestido de novia. Llamó al mejor investigador del valle y le ordeno que quería lo más pronto posible resultados. —Me pondré a trabajar de inmediato, espero tener pronto alguna pista de lo que le sucedió al señor Roydan —dijo el lobo que salía de su despacho en el casino. Edwan no dijo nada, solo asintió y tomó unos paga
Toda la molestia que había sentido, se esfumo solo recordar lo que había pasado en la mañana, Rosalin no lo quería cerca gracias a las mentiras de Beatriz, que había hecho germinar más profundo la semilla de la desconfianza entre ellos. —No sé si un día lo logré —dijo Edwan al dejarse caer en su silla —ella como todos piensa que le hice algo a ese maldito hombre y todo gracias a Beatriz —Edwan le conto todo lo sucedido por la mañana en su casa, Drake negó con la cabeza, él sabía que algo así iba a pasar, por esa razón no había dicho nada a Beatriz de la boda —ni siquiera me quiere cerca. —Beatriz es una loba muy celosa, y contigo tiene un amor enfermizo, creo que lo mejor es que ella no viva más en tu casa para que no provoque problemas con tu compañera —sugirió Drake…—De hecho, ya lo hice, la eché, quisiera sentirme mal porque Beatriz no tiene a donde ir —dijo Edwan bajando la vista, lo enfureció ver su cara de malicia y de triunfo al ver lo que había conseguido con sus palabras.
Edwan sujetó la muñeca de Rosalin y le arrebató la daga que iba a clavarse en su pecho. La hoja de plata le quemó la piel, pero no le hizo soltarla. Era más grande el dolor en su pecho que él de su mano, ella había intentado matarlo. Vio a Rosalin con incredulidad, con ella pagaría su pecado, por eso la Diosa se la había dado, aun continuaría con su castigo de esa noche de tormento. —¿Querías acabar conmigo? —le preguntó Edwan con voz quebrada y furiosa.—¡Sí, sí, sí! ¡Tenía que vengarme por lo que le hiciste a…! —no pudo terminar porque Edwan le gruñó.—¡No pronuncies su maldito nombre nunca más! —le ordeno Edwan con furia. Rosalin sollozó, se sentía una fracasada por no haber podido cumplir su venganza. Pero también se sentía confundida por el maldito sentimiento que comenzaba a sentir, era cálido, al verlo así herido por su forma de actuar lo único que quería era abrazarlo, consolarlo, borrar el dolor de sus ojos…¡Maldita sea! Se había vuelto loca, ¿Cómo podía sentir culpa por a
—Porque me la decía a mí todos los días —Chantal la miró con desprecio —¡Usted es la maldita zorra ingenua que pretendía casarse con mi esposo! —No permito que venga a insultar a mi casa a mi esposa —dijo Edwan al tomar a Rosalin en sus brazos —¿Por qué busca aquí a su esposo?—Ayer llegue al valle y pregunte por él y me dijeron que esta mujer podía darme razón de él. Chantal no dejaba de ver con desprecio a Rosalin que estaba sumergida en su negación total.—No esto es mentira, él nunca me dijo que estaba casado —exclamó Rosalin, negando con la cabeza —él me juro que era soltero y que me amaba.—No te creo, eres una mentirosa y una roba maridos —Chantal se abalanzó sobre Rosalin, dispuesta a arañarle la cara, sin importar su hija. Edwan se interpuso entre ellas, cuidando no hacerle daño a la pequeña que sujetaba con fuerza la falda de su madre. —¡Calmase! ¡Piense en su hija! —le sugirió Edwan, mirando a la niña —no voy a permitir que le haga daño a Rosalin, ella no tiene la culpa