—Vi a la señorita Maylene Dodson en el aeropuerto de la ciudad hace veinte minutos. —¿Qué has dicho? —No sólo fue eso lo que vi, señor Morgan. No estaba sola, señor. Su ex-esposa lleva en sus brazos a dos niñas pequeñas. Ambas son…gemelas. Maylene Johnson huyó de Londres cuando todo su mundo se vino abajo a raíz de una traición que supuestamente ella cometió contra Declan Morgan, su esposo, y lo único que ese odio y dolor trajo fue la separación de un matrimonio de 3 años. Destrozada y sin nadie que le creyera, Maylene huyó para salvar la vida de sus dos hijas y no ser encarcelada por varios crímenes que se le inculpó sin saber realmente qué fue lo que ocurrió. Alguien se hizo pasar por ella para destruirle la vida. Y le destruyó la vida. Maylene regresa a Londres sin saber que su ex-esposo ha estado buscándola para que pague por los daños ocasionados que cree que Maylene cometió a la hora de su “supuesta” infidelidad, sin saber que tras su regreso el pasado que dejó atrás lleno de dolor vuelve como una tormenta no para ella, sino para sus hijas. Pero ahora algo más fuerte los une, y la ambición y dolor de un corazón roto de Declan Morgan será un obstáculo para Maylene. Ambos se odian, y a la vez, algo inexplicable los une, los que los hace odiarse aún más. ¿Qué sucederá una vez Maylene confiese la verdad a todos y salga a la luz el verdadero culpable de la desgracia de las familias más poderosas de Londres? Un fuego que renace de las cenizas y el miedo de volver a ser heridos es lo que Maylene y Declan tendrán que superar. ¿O el amor que una vez sintieron jamás se esfumó?
Leer más—¿Y las mías? —Maylene lo abraza por el cuello—, no puedo vivir sin ti —murmura Maylene—, no puedo… Declan la recuesta en el sofá. Maylene se echa a reír con suavidad. —¿Qué estás haciendo…? —Quiero demostrarte lo tanto qué yo también te he extrañado —Declan observa qué el hermoso vestido de s
Declan se da la vuelta para dirigrse hacia su camioneta. Damián Morgan tiene la nariz fruncida y receloso de pies a cabeza. Pero al final, no responde a lo que su hijo dice. Luego de escuchar de Carrison un poco de la situación de Carl Pitts, Declan está decidido a marcharse. Horizon se quedará en
—Éste tribunal ha llegado a la conclusión de que el acusado planeó y ejecutó el asesinato con premeditación. Es sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad condicional. El sollozo decepcionado de Ellison Morgan inunda la sala, a su lado se encuentra su esposo, quien no deja de abrazarla al momen
Maylene sonríe. Se pone de pie tomando las manos del señor William, sonriendo debido al contento que le produce la idea de que el deseo de su padre no fue dañado en su totalidad. —¡Dios Mio! ¡Eso es increíble! —Maylene se limpia una lágrima—, William, muchas gracias por todo esto. ¡No puedo creerl
Es una charla pendiente qué tendrán antes de que el bebé nazca. —Hola, mi amor —le habla a su vientre—, me tienes muerta por tu espera. Tu padre y yo queremos conocerte pronto —está caminando hacia la cocina—, así que dile hola a mamá. —Señora Maylene —llama Roxxie. Está en el pasillo hacia la p
Maylene ya tiene 13 semanas de embarazo. Es febrero en Nueva York, y para su desgracia, Declan tiene qué viajar a Londres para el juicio final de Kieran Morgan. Le dijo qué estaría dispuesta en a compañarlo para no dejarlo solo. Pero Declan se va vuelto demasiado sobreprotector por el embarazo y c
Las gemelas están vestidas iguales, y sólo sus padres distinguen quien es quien. La pequeña Hannah va de la mano de Amy. Sus medias blancas y su gorro rojo junto a su hermoso cabello la vuelven la niña más hermosa del planeta, junto a su hermana. Edison, su gran amigo a la hora del caso de Madeleine
Declan la abraza por detrás, colocando las manos en su vientre.—Cielo, has llorado todo el día por nuestras bebés.—Es qué me acuerdo cuando eran tan pequeñas —Maylene se limpia la lágrima con el pulgar—, y no puedo creer qué van a cumplir dos años muy pronto, y van a ser hermanas mayores.Ver a su
—¡Prepararé una cena especial! ¡Esto merece una celebración! —Roxxie se da la vuelta. Sale a la cocina al instante.Es Maylene quien, aún sin dejar de sonreír, alza el rostro hacia su esposo.—Quiero quedarme así. Justo así. Con ellas y contigo. Son mi mundo entero —toma la mejilla de Declan—, eres