Me casé con el hombre de mis sueños, mi amor desde la infancia, soñé que sería feliz para siempre, pero ahora mi esposo se ha convertido en el hombre de mis pesadillas, no lo reconozco. Su rostro, su cabello y su voz parecen ser del mismo hombre al que amo, pero sus ojos me aborrecen, ¿Quién es este hombre que ahora duerme en mi cama? Él no es quién yo creí, solo es mi esposo de reemplazo. ¿Qué quiere de mí? ¿Por qué me castiga con su desprecio? ¿Podré liberarme de él, algún día?
Leer másAmy Lang. Nunca vine cuando dije que lo haría, supongo que una parte de mí aún sentía dolor del recuerdo, pero hoy, me desperté sintiendo valentía. Limpié tu tumba, tu hermano la arregló, ahora es un hermoso lugar. No suelo pensar que las personas muertas están en el cementerio, pero, aún así, sentí que estar aquí era importante para mí. Si pienso en el pasado, fue duro, para los dos. Amamos sin medida, éramos parecidos en ese aspecto, sentí que algo nos unió por siempre, y míranos, sí, había algo que nos unía, el destino tiene sus jugadas, a veces parecen tan oscuras, pero suele salir el sol. ¡Oh, querido Kenneth! Estás aquí, como un tatuaje en mí, y en cada suspiro, anhelo que vuelvas a mí, es imposible, pero donde quiera que estés, debes saber que fuiste amado, tu hermano y yo te amamos, tal vez encontraste en tu camino a una mujer sin amor, pero, tu amaste, me enseñaste a amar con locura, siempre estás en mi corazón. Fuiste un puente que me llevó a mi felicidad. Te amo, suelo h
—¡¿Qué haces?! —exclamó Amy, quien tomó la mano de su madre, como si intentara protegerla, colocándola tras ella. Khan sujetó a Amy, soltó la mano de su madre. —¡Vendrás conmigo! —¡Aléjate! Amelie estaba ansiosa, terminó lanzando un golpe que conectó al pecho de Khan, él retrocedió. Amy se liberó, pero Khan tomó su arma y disparó a Amelie, dando un balazo a su estómago. Amy gritó aterrorizada. Khan se quedó perplejo, no esperaba llegar a eso, había sido un impulso. Se quedó quieto mirando la escena. Amy estaba junto a su madre intentaba contener la sangre, pero lloraba, sabía que no podría evitarlo. —¡Madre, por favor, no me dejes, no de nuevo! —Huye… —dijo con debilidad. Amy miró a Khan, miró a Amelie, que la miraba como si suplicara que lo hiciera, ella se desvaneció en sus brazos, Amy sollozó. —¡Maldición! ¡esto no debió pasar! —gritó Khan Amy sentía que era una pesadilla. Se levantó y echó a correr tan rápido como pudo. John que estaba llegando, corrió hacia ella, Amy
Amy y John caminaban rumbo al castillo de Glosk, llegaron pronto, admiraron el lugar, como siempre mucha gente estaba ahí. Hicieron fila, John le contaba todo sobre ese lugar. —Se supone que en la antigüedad este era el reino del rey Davis, y este era su segundo castillo, cuando él se casó con la reina Dakota. El castillo de Glenn era su residencia siendo un rey soltero. Entraron y Amy quedó maravillada, era un castillo medieval, un lugar antiguo que le inspiraba la sensación de haberlo visto por toda su vida. Él tomó su mano, la invitó a subir a lo alto del castillo, hasta la gran torre, y caminaron siguiendo ese rumbo. Amelie llegó hasta el muelle, se sentía humillada, triste, sintiendo que merecía más por ser la madre de la novia. Escuchó la voz de Khan, bajando de su yate, acercándose a ella. —¡Qué coincidencia! Señora Amelie, me alegro de vera. Amelie aún estaba molesta, pero disimuló, aunque Khan pudo notarlo. —¿Qué le tiene tan molesta? —Amy, ella me trató como si fuer
Amy estaba vestida de novia, se miraba al espejo y Rosaleen estaba observándola junto a Claudette, la ayudaron a peinarse y maquillarse. Sonrió al verse, estaba feliz, incluso más que cuando se caso con su esposo de reemplazo. —¿Estás lista, cariño? —preguntó Claudette —Sí, estoy lista. Sonrieron y bajaron, su padre estaba afuera, platicaba con su padre y cuando la vio, sonrió feliz, con ojos brillantes, se acercó a ella, besó su frente. —Mi amor, ¡Eres tan hermosa! Me alegro de que estés lista, deseo que seas muy feliz, y que sepas que siempre estaré aquí, para ti, tu padre te ama, siempre te amará. Amy lo abrazó. —Tengo al mejor padre del mundo, lo sé, te amo. Subieron al auto, y Rosaleen, Viktor y Claudette fueron en otro, siguiéndolos. John estaba al pie del altar improvisado, el sacerdote estaba ahí, los invitados sentados, el lugar adornado con rosas, con lazos de colores, la playa a los lejos, y los acantilados que daban la visión de ser un lugar en el paraíso. Cuando
—Déjeme ayudarla, usted merece el perdón de su hija, yo puedo hacer que lo obtenga. Amelie abrió ojos enormes al mirar a ese hombre. La llamó un día antes, diciéndole que podría ayudar a que recuperara el amor de su hija Amy, Amelie estaba desesperada, ya que Amy ni siquiera le dejó estar al lado de sus nietos. —¡¿Y como lo hará?! ¡Me urge recuperar a mi hija! Por favor, quiero conocer a mis nietos. Khan sonrió con malicia, Amelie era una presa fácil para un depredador como él. Pero, Khan también estaba frustrado, buscando como acercarse a Amy, ya que no podría hacerlo por la orden de restricción que interpusieron en su contra, eso lo estaba matando, era una tortura. —Yo la ayudaré para que hable con ella, sin que pueda rechazar, solo tiene que atraerla al lugar. —¿Y como lo haré? —exclamó Amelie. —Solo debes llamarla, cítala en mi yate, ella no sabe que es mío, dile que lo rentaste para hablar, yo te ayudaré para que te perdone, peor no debes decirle que estaré ahí, si ella se
Dos meses después. John miraba a Amy amamantar a uno de los bebés, el otro estaba durmiendo en su cuna. Él sonrió al verla. —¡Eres tan hermosa! —exclamó Ella levantó la vista y sonrió. —Te amo. —Yo te amo más. Cásate conmigo, otra vez. Ella lo miró con ojos grandes, sus ojos se volvieron llorosos, creyó que bromeaba. —¿Bromeas? —Claro que no, quiero casarme contigo, está vez no como un reemplazo, sino como el hombre que te ama. Ella sonrió. —Si quiero casarme contigo. Él se acercó cargó a su bebé, John besó su rostro pequeño —Mi dulce Noel, papá no tiene una sortija para mamá, promete que a ti no te pasará. —¡Oye! Nuestros hijos no darán ninguna sortija hasta dentro de muchos, muchos años. —¡Qué mamá tan celosa! —exclamó sonriente. —Nos casaremos en tres meses, en la isla, frente a los hermosos acantilados. Él sonrió al escuchar sus palabras. —Como tú digas y ordenes, yo por mí, me casaría mañana mismo, te amo tanto. Amy llevó a dormir al pequeño Noel, estaban durmie
John fue llevado en una ambulancia, aunque él suplicaba ser liberado, diciendo que necesitaba estar con su esposa e hijos, no fue escuchado. —¡Amy! —susurró al ser llevado. Lo llevaron en una ambulancia hasta un hospital cerca de donde estaba Amy. Cuando Fedora despertó estaba en la camilla, enderezó su postura asustada, mientras Olivia se acercó y tomó su mano. —¡No, mami! Calma, estoy aquí, la pesadilla acabó, ahora estoy contigo, nadie volverá a lastimarnos. Los ojos de Fedora se volvieron cristalinos, abrazó a su hija, sollozó. —¡¿Dónde está tu hermano John, y Lorraine!? —Están bien, John tuvo un roce de bala, pero el doctor no tarda en darle el alta, y respecto a Lorraine, el doctor la revisó ayer, le hicieron una prueba, ¡Madre ella pudo sentir sus piernas! Ella estará bien, pronto volverá a caminar. Fedora sonrió, estaba conmovida. —¡¿Y Steven?! —Bueno, estuvo muy mal, pero, se ha salvado, le han hecho transfusiones de sangre, el doctor dijo que estaba mejorando, y qu
—¡¿Dónde está mi madre?! —exclamó John desesperado, ante las palabras de Olivia. —¡La secuestró! La policía ya viene en camino, Steven está en hospitalizado, ¡Esto es un desastre! Ese maldito hombre… Pronto el teléfono de Olivia resonó, se miraron con duda, pero John respondió por ella, Owen los miraba aturdido. —Hola. —¿Quién habla? —¿Quién eres? —¿John? ¿Eres el impostor de Kenneth? —exclamó Bruce y John no tuvo la menor duda. —¡No te atrevas a lastimar a mi madre! —¿TU madre? ¡vaya! Siempre quisiste robar todo a Kenneth, ahora lo tienes, quiero dinero, John, un millón de libras, solo así, tal vez, te devuelva a tu madre. Los ojos de John se abrieron con temor. Pudo escuchar con claridad la voz de Fedora gritar con terror. Los ojos de John se volvieron cristalinos. —¡No le hagas daño! ¡Por favor! —exclamó con desesperación—. Te daré el dinero, juro que te lo daré. —Muy bien, muchacho, sabes bien lo que te conviene, y sabes de lo que soy capaz, ¿Verdad? Bien, te doy dos ho
Cuando Khan salió del hospital, se acercó al hombre que tenía ahí, acechando a Amy y a John. —Quiero saber si nacieron esos mocosos, quiero saber todo, no los pierdas de vista. —Sí, señor. Viktor miró a esos hombres, sin ser vistos, estaba receloso, cuando Rosaleen SE acercó a él. —¿Qué pasa, Viktor? —¡No soporto a Khan! Siento que algo malo esconde, siempre acechando a Amy y a John. —¿No crees que exageras? —exclamó Rosaleen. —Créeme, no lo hago, nunca lo he hecho, cuando alguien es malo, puedo sentirlo. John pasó a ver a Amy, el doctor les indicó que era probable que ella estuviera internada en el hospital por unos días, pensaban que era probable que John pasó a ver a Amy, el doctor les indicó que era probable que ella estuviera internada en el hospital por unos días, pensaban que era probable que diera a luz a bebés prematuros, su presión arterial seguía estando alta. John tomó la mano de Amy, miró su cara asustada. —Sé fuerte, mi amor, estoy contigo, siempre. Ella asint