Subieron a un jet privado y volaron a Inverness, cenaron en el avión, y luego de casi dos horas, por fin llegaron, bajaron en el aeropuerto y fueron en auto, hasta llegar a aquel lugar, era un bosque de pinos, un lugar maravilloso. Había una gran cabaña, era propiedad de los Leeman, ese lugar era sagrado para Amy, pues fue ahí donde pasaban los veranos de la infancia, acampando. Al abrir la puerta de la cabaña, ella estaba nerviosa, fue la primera en llevar las maletas a la habitación, entró al cuarto de baño, se miró en el espejo, estaba ansiosa, tenía algo de temor, y también una sonrisa en sus labios, era su noche de bodas, se entregaría por primera vez a un hombre, por amor. Se puso su vestido de dormir, se arregló el cabello, se puso perfume y luego, cuando al fin dominó su miedo, salió a la habitación. Observó a Kenneth, pero él estaba recostado en la cama, ella se preguntó si de verdad se había dormido, se acercó despacio. Él se recostó en aquel lecho, haciéndose el dormid
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