Al día siguiente…
—Buenos días, señora hermosa, es hora de levantarse e ir a restregarle en la cara a las burlistas de la empresa que tú eres la mera tora en ese lugar. —dijo el señor Brandon, haciéndole cosquillas a su esposa y llenándola de besos para que se levante, él está muy feliz porque ayer después de que salieron de aquel restaurante se reconciliaron.
Bueno, aunque él no lo sabe, pero, la chica ha comenzado su venganza por el daño que recibió en el pasado.
—En mal momento decidiste nombrarme como jefa, o si tan solo me hubieses presentado como cualquier mujer común y corriente, no estaría tan preocupada. Pero no, al señor se le ocurre hacer el desmadre de decir que soy la esposa. Supongo que, por ser mi primera semana, me vas a acompañar. ¿No es así?
—Claro que te voy a acompañar, preciosa, estoy encantado de presumir que eres mi esposa y te asesoraré en todo lo que no entiendas en lo que se refiere al teje y maneje de los proyectos a nuestros clientes.
—¿Qué va a pasar con esas brujas que me insultaron y que seguramente no se cansarán de seguir haciéndolo hasta que tú vuelvas a ser el mandamás?
—Valquiria, te estoy dando la potestad para que hagas las cosas sin consultármelo antes a mí. Por favor, siéntete libre para tomar las mejores decisiones en la empresa. En caso de que se presente una emergencia que no puedas solucionar, entonces sí me puedes hablar y yo llegaré cuando el tiempo me lo permita.
—Siento como si todo esto fuera un sueño, después de que me trataste mal nunca pensé que cambiarías tu forma de ser.
—Te conocí y me acerqué a ti por la culpa de mi hermano, pero me he enamorado y no lo puedo ocultar. —confesó con cariño su esposo. —Este es el comienzo de lo mucho que haré para que me perdones por completo.
Una llamada telefónica entró al teléfono móvil de Brandon, es su asesor que le está solicitando que se haga presente a las instalaciones del tribunal supremo electoral para que muestre la evidencia de que en verdad está casado desde hace varios años, y ya con esa información se completa el portafolio para ser aceptado como candidato oficial.
—¿Por qué te has puesto nervioso con esa llamada? —Preguntó ella, creyendo que es alguna mujer que le ha llamado, ya que él se alejó para responder.
—No es nada importante, cariño.
—¿Tienes una amante? —No sé qué hago aquí entre estas sabanas si está claro que yo no soy la única que te calienta la cama.
—No, por favor no pienses eso. Es sobre una conferencia que voy a tener esta tarde y me han llamado para pedir detalles sobre ello. Es más, quiero pedirte que me acompañes porque te quiero presentar ante todos, incluyendo los medios de comunicación.
—Pero si ya lo hiciste en el banquete que hubo el sábado, ahora todos los empleados ya saben que soy tu esposa.
—La conferencia no será en la empresa, es que… como sabrás, ya vienen las elecciones y yo me estoy lanzando para ser el mandatario de la república.
—¡Qué! Ese cargo es demasiado difícil, Brandon. Además, ¿estás seguro de que tienes un pueblo que te apoye y no te hagan quedar burlado como el perdedor?
—Claro que sí estoy seguro de que mi planilla va a ganar porque estamos haciendo un excelente trabajo del cual la población confiará y nos apoyará.
—Aah, por eso es que me has nombrado como la presidenta de tu empresa, verdad, y yo creyéndote que es por mi capacidad de trabajo. —Ella ahora se siente decepcionada y burlada.
—Ay, por Dios, mujer, tú a todo le buscas el lado negativo. Por supuesto que lo hago porque sé que eres una de las mejores diseñadoras en la arquitectura, ¿tú crees que voy a tomar a alguien al azar para el cargo más alto de la empresa?
—A veces siento como si solo me estás usando para tu conveniencia, me has echado a perder la mañana con tu actitud de aprovechado. —la chica tomó sus sandalias de baño y se retiró.
—Te equivocas, mi amor, nada de burlas para la mujer que me vuelve loco de amor. —Brandon se acercó hasta la puerta del baño donde su mujer ha entrado. La puerta está bajo llave y no puede ingresar. —Oye, cariño, por cierto, desde hoy puedes ir trabajando en el proyecto que tenías planeado hacer en el albergue y proceder cuanto antes a la construcción.
—Tú sabes que eso no se hace de la noche a la mañana, primero tengo que buscar empresas que quieran colaborar económicamente para que el proyecto se lleve a cabo. —respondió desde el interior.
—Cariño, te estoy dando la autorización para que lo diseñes y nuestra misma empresa se encargará de todos los gastos de construcción.
—¿De verdad quieres que tu empresa sea quien la financie? —Valquiria empujó la puerta con tanta fuerza y emoción, sin imaginar que su marido estaba descuidado y lo tiró al suelo. —Ay, perdón, amor, no pensé que estarías aquí, pero es que —ja, ja, ja, siento que te mereces esa caída. —Mientras el hombre está sentado en el suelo confundido, la chica está que también se va al suelo por la risa.
—¿Me ves cara de broma? —preguntó el hombre cuando se levantó y la tomó entre sus brazos para lanzarlos a la cama y besar sus labios hasta dejarlos rojos.
—Estoy enojada contigo, suéltame, por favor.
—Si no hay besos, no hay proyecto. Si no, ¿de qué otra manera me lo piensas agradecer? —preguntó con coquetería.
—¡Ah, qué hermoso gesto! —Te agradezco de todo corazón que tengas esa vocación, verás que para cuando se haga la inauguración todos los que de allí se sirven te amarán. —expresó con emoción y a la vez nerviosa.
Esta mañana Valquiria llegó al conglomerado “Brandon´s” para empezar a trabajar con la ayuda de su marido. Aquellas chicas que en la fiesta la abuchearon ahora le han dado el saludo muy amablemente, pero en su interior siempre con el temor de que su nueva jefa las despida para siempre.
—Mírala, se nota que es una muerta de hambre sin modales, para mí que estos dos están fingiendo ser esposos. —se atrevió a decir la misma chica que ha jurado llevar a la cama al señor Brandon.
—Deja de hablar estupideces, mejor ponte a trabajar y ruega para que esa muchacha no nos vaya a despedir. ¡Estoy tan arrepentida de haberle faltado el respeto! —se lamentó su compañera.
—Oh, mira, el señor Morotova se dirige hacia la cafetería. ¡Ay, madre mía, esta es la oportunidad para ganarme el pase a una noche de sexo! —exclamó la loca, y a pesar de que su compañera intentó detenerla, no lo logró.
La chica envuelta en su necedad siguió a Brandon hasta la cafetería, ella va decidida a llamar su atención y con seguridad ansía lograrlo. En los últimos dos años, su jefe ha tenido la mala fama de ser un mujeriego, y aunque ella siempre ha estado tentada a acercársele, nunca ha tenido el valor para hacerlo.—Buenos días, jefe, ¿puedo ayudarle en algo? —preguntó ella acercándose hasta él.—Hola, Fernanda, si gustas, puedes ir preparando una taza de café.—Perfecto, señor, déjeme hacerlo y usted solo dígame cómo lo quiere.—Hazlo con dos cucharas de cremora y media cucharada de azúcar.—Muy bien, señor. —Fernanda le dio la espalda, pero no dejó de contonear sus caderas para deleitar a su jefe.La chica está tan emocionada preparando la taza de café, que ni se da cuenta de que el hombre no levanta la cabeza por estar observando su celular. Y es que en este momento ella se siente la empleada más importante en esa empresa, incluso hasta por encima de la esposa del jefe.—Aquí tiene, señor
Valquiria quería continuar molestándolo; sin embargo, una reunión está a la vuelta de la esquina y no les queda suficiente tiempo.—Oh, no, Brandon, no te sientas mal, perdón si he reaccionado de mala gana. Pero es que esa mujer me pone de malhumor, ella tuvo que haber observado y escuchado que yo soy tu esposa y aun así tiene el descaro de coquetearte. Solo ve en el video cómo levanta el trasero cuando se inclinó, seguramente lo hizo pensando que tú la estabas observando directamente. Aunque en un principio me aseguraste que no le viste nada y ahora me sales con otro cuento, pero igual te entiendo que lo hayas hecho por seguridad.—Bueno, ahora que ya estás convencida de que esa mujercita nos va a acarrear problemas, es hora de que decidas si la despides o hablas con ella y le haces saber que le darás otra oportunidad con la condición de que te respete.—Va y ¿quién dice que soy yo la que tengo que hacer eso? Es de ti que ella está enamorada, por lo cual te corresponde ponerla en su l
Brandon ni siquiera dejó que su esposa terminara de hablar cuando él ya le estaba suplicando que no lo martirice con ese tema que, según él, ya ha quedado en el olvido.—Amor no me digas eso, ya te expliqué que yo lo hice por culpa del estúpido de mi hermano que me señaló a ti como la hija de un asesino. La muerte de mi expareja me dejó dolido y con sed de venganza, creí haber encontrado al culpable y te hice daño sin imaginar que eras inocente.—Déjame terminar por favor. —Exigió Valquiria. —Eres un asco de persona, pero aun así te sigo amando como en aquel tiempo. —Te odié a morir cuando me tocó sufrir, pero quizá nunca lo hice de corazón porque fui consiente de mi inocencia. Quizá el saber la razón de tus actos me hizo darme cuenta de que aún te sigo amando. Pero eso sí, yo quiero que hagas pagar a tu hermano mi sufrimiento, por su culpa yo he vivido cosas que en ningún momento merecí vivir. —Pidió la chica con total resentimiento.—Valquiria, ¿alguien te hizo daño mientras estuvist
El oficial suspiró resignado. ¿Cómo se va a oponer a semejante arma de grueso calibre que Brandon le ha puesto sobre la frente? Además, ha reconocido al magnate de los negocios y sabe que no se puede meter en su camino—Está bien, señor, se la voy a entregar. Pero si hace algo indebido, por favor, no nos involucre a nosotros como autoridad. —pidió el oficial.—Aaah, mire nomás, aquí está el diagnóstico médico en el que se confirma que, en efecto, hubo violación, ¿y así no tuvieron las agallas de refundirlo en la cárcel, dizque porque nadie se presentó a respaldar la acusación? Malditas autoridades de m****a que solo sirven para estar sobándose las bolas.Brandon está furioso y así se lo ha hecho saber al oficial. Se marchó de la comisaría, no sin antes amenazarlo de muerte si cuenta que él fue quien lo vino a amedrentar para que le diera información que solo le pertenece a la autoridad competente. Él teme que este caso tenga repercusión en su carrera política.En la empresa todo marcha
Brandon se dirigió hasta el lugar en donde se supone que vive el hombre que abusó de su mujer, por suerte lo encontró mientras se tomaba un par de cervezas entre amigos, después de sacarlo arrastras de su casa le infirió cinco impactos de bala en el pecho, sin mencionar una sola palabra, el hombre murió sin saber el motivo por el cual lo han atacado. Tal vez él nunca se imaginó que aquella indigente del puente, tenía a sus espaldas un poderoso para que la defendiera.¿Cómo supo el señor Morotova, que el hombre es el verdadero que anda buscando?La dirección de su casa es la misma y la fotografía en la ficha delictiva lo delató. Brandon le arrebató la vida frente a un grupo de vecinos que le gritaban asesino y muchos insultos más. Pero eso a él no le importó, se siente satisfecho porque ese hombre no volverá a tocar a otra mujer con sus asquerosas manos.Sin ninguna muestra de arrepentimiento subió a su auto y se marchó para la villa, en el sótano, antes de bajar del auto se cambió de c
Brandon no entiende que la chica lo está usando como payaso. Ella está dispuesta a sacar el máximo provecho al convertir su amabilidad en venganza.—Olvídalo, mujer, ni estando loco lo aceptaría.—Solo era una sugerencia, entonces lo haremos normal. Les diré que por su bien yo me inventé aquella historia.—Por lo menos no les hablaste en mal de su padre, y eso te lo agradezco, ¿o me equivoco?—No, Brandon, no había necesidad de recordarte a ti.—Ouch, eso dolió mucho, querida.—No más de lo que me han dolido estos años a mí.—Yo sé que no se compara mi amor, nada tiene comparación con el sacrificio que has hecho por nuestros hijos, aun siendo madre soltera y sin el apoyo de nadie. —reconoció.Cada vez que Brandon recuerda eso, se siente miserable y odia cada vez más a su hermano mayor, que, por cierto, aún no ha regresado de su viaje desde que Brandon le dijo que necesitaba hablar con él sobre aquel viaje en donde viajó con la que fue su esposa.—Muchachos, les tengo buenas noticias. —
Por más que el asistente le pidió que fuera al hospital, ella no lo quiso escuchar y dijo que todo estaba bien. Sin embargo, al llegar al garaje privado, y ya listos para subir al auto, les salieron a su encuentro un total de cinco hombres fuertemente armados, los cuales sin mediar palabras les colocaron una bolsa estilo capucha en la cabeza para que no les vieran el rostro a ellos.Los subieron a una camioneta negra que los esperaba afuera en la puerta que da a la carretera principal y los trasladaron a otro sitio dentro de la misma ciudad.Valquiria y su acompañante no pueden gritar para pedir auxilio porque, desde el momento que tomaron el control de ellos, los maleantes les advirtieron que si hablan les irá peor todavía.Nadie observó lo que en el parqueo exclusivo para el presidente sucedió, porque como son horas laborales y todos están trabajando en sus respectivos puestos dentro de la oficina, por lo tanto, nadie estaba rondando por el lugar.—¿Y se preguntarán por el guardia de
El niño se llenó de celos y sintió la necesidad de lanzar al suelo al hombre que se acomoda en una mejor posición en la cama.—¡Qué! —exclamó el pequeño con mucha molestia. —¿De qué hablas? —renegó frunciendo el ceño, se siente confundido.—Ay, perdón, estaba soñando y pensé que era tu mamá la que me estaba despertando. —respondió con apuro.—¿Cómo?—Digo… pensé que era con una novia que tengo que estaba hablando. Pero no se lo digas a tu madre. —Ay ya olvídate niño adorable y dime que quieres.Igual que hace unas horas, el hombre volvió a sentirse acorralado por su hijo y esta vez ha sido por su mismo descuido.El niño le mostró la cantidad de llamadas perdidas que tiene y justamente en ese momento entró otra llamada. Es su gente de la empresa que le informan sobre lo que ha acontecido.—¿Ya está enterado usted, señor Morotova?—No, hasta ahora que me lo dices. Ahora mismo veo los videos de seguridad y solicito alerta roja a las autoridades.Brandon entró a su bandeja de correo electr