Por más que Thiago le suplicó a Maya para que se quedara a su lado, ella no lo aceptó y prefirió regresar a casa de su padre. En el hospital le dieron dos meses de incapacidad para que su pierna se recuperara completamente.
Thiago no se cansa de llamar, envía mensajes de texto a cada momento esperando a que ella se digne a perdonar su error y darle una segunda oportunidad. Ni siquiera Melisa ha querido atender las llamadas de su novio Francisco; ellos tuvieron una discusión muy fuerte cuando se supo la verdad.
Ambas chicas están emocionadas con la llegada del bebé. Maya se preocupa en ocasiones, pero al saber que cuenta con el apoyo de su amiga y de su padre, se siente feliz.
—Papá, dejaré de estar en el ejército hasta tener ocho meses de embarazo. —Alega ella cuando su padre le exige que renuncie al peligro, aunque sabe que por su condición será trasladada a oficina.
Thiago lamenta no haber conocido anteriormente la casa de su suegro. Ahora no sabe cómo hacer para encontrar a su esposa y a su hijo. Hace un par de días los padres llegaron a visitarlo en la mansión y al no encontrarlo se preocuparon, ellos no sabían de qué estaba casado y viviendo en una casa pequeña.
Él no sale de esa casa porque teme que la esposa vuelva y la encuentre cerrada. Pero cuando sus padres hablaron con él, le hicieron saber que era el culpable y que no esperara que ella lo perdonara tan fácil, también le dijeron que cuenta con su apoyo para encontrarla.
El viejo Brandon Morotova se enojó al principio, ya que había prometido a su amigo que su hijo se casaría sin falta con su hija y ahora resulta que el idiota ya estaba casado a escondidas.
—Mamá, si encuentro a Maya, puedes hacerme el favor de hablar con ella. Quizá a ti si te escuche y quiera volver conmigo. —suplica entre sollozos.
—Jamás me voy a meter en tus problemas. Tú mismo quisiste engañar a dos mujeres, así que, es hora de que también busques una solución y decidas con quién te vas a quedar. —Le dice la señora Valquiria.
Thiago no soporta más las ganas de ver a su amada. Viajó hasta la ciudad donde se reunieron la vez que ella le propuso matrimonio. Buscó el cuartel cercano a ese restaurante y fue a preguntar por ella.
—Claro que sí, señor. La señorita Maya pertenece a nuestra unidad. Ella en este momento goza de incapacidad médica, pero si gusta, puedo avisarle que usted la está buscando. —dijeron en recepción.
—No. No lo hagas, la visitaré en otro momento. —Dijo Thiago y se marchó.
Mientras tanto, Maya acababa de llegar de su cita de tres meses de embarazo. Se acomodó en el sofá y prendió la televisión. Ya solo le restaba una semana para regresar al ejército y eso la hacía muy feliz, ya se había acostumbrado a estar allá y la casa le aburría.
—Ah, ¿quién será que molesta tanto? —Se quejó cuando el timbre de la puerta no paraba de sonar.
—¡Buenas tardes! ¿Eres la señorita Maya? —preguntó un hombre mayor pero muy apuesto.
—¿Quién es usted? —preguntó Maya. Siempre debía ser precavida, algo que aprendió en el ejército.
—Soy Brandon Morotova.
Al escuchar ese apellido, Maya supo de qué familia se trataba.
—Yo soy Maya. Es bienvenido a mi casa. —Dijo ella, abriendo por completo la puerta para que él entrara.
—¿En qué le puedo servir, señor?
—Seré claro, breve y conciso. Soy el padre del idiota que tienes por esposo.
—Un momento, ¿él le ha pedido que me busque?
—No. Él no sabe que estoy aquí. Te investigué desde que vi que mi hijo estaba sufriendo por ti, él está arrepentido por lo que hizo. Yo lo tenía amenazado de que si no se casaba con aquella mujer, no lo haría con nadie más. Yo soy el culpable de que él te haya ocultado la verdad.
—Sea como sea, ya nosotros estamos separados, solo espero que pronto me haga llegar la demanda de divorcio.
—¿No amas a mi hijo?
—Señor…
—Él te ama con todo su corazón, él está sufriendo por ti y por su hijo. Te lo repito, él es inocente, soy yo el que no me medí con mis exigencias hacia él y ahora me arrepiento por haberles destruido la vida a ambos.
—Ha perdido su tiempo en venir a mi casa, señor. Vuelva y dígale a su hijo que acepte que cometió un error y que ya no hay marcha atrás.
Maya regresó al ejército. Está dispuesta a pedir la baja, ya que, el médico ha dicho que su embarazo es de alto riesgo por ser múltiple. Sí, la historia casi se repite, solo que Thiago es trillizo y pegó mellizos.Francisco y Melisa se habían distanciado cuando Maya descubrió las mentiras de Thiago. Hace dos días decidieron darse una nueva oportunidad en el amor y también pensaron que sería buena idea ayudar a que la otra pareja se reconciliara.Trazaron un plan que se llevaría a cabo esta misma noche. Melisa le pidió a Maya que se vistiera hermosa porque quería celebrar con una cena la noticia de que sería tía de dos bebés.Mientras tanto, en otro lugar. Francisco le pidió a Thiago que se vistiera elegante porque iría a pedir la mano de su novia Melisa y quería que lo acompañara como buen amigo.—¿Tú crees que tengo ánimos para salir a festejar cuando estoy destrozado? —Renegó Thiago.—Pensé que te alegrabas por mí, pero veo que solo te interesas por ti mismo. —Lamentó haciendo un pu
EXTRACTO—¡Eres un asco de mujer! ¿Cómo crees que estando en mi sano juicio me iba a enamorar de ti?—Tú juraste que me amabas, ¿por qué has cambiado de opinión tan repentinamente? Acabamos de casarnos, por favor no me abandones.—Jamás te he amado. Saca esa idea de la cabeza y métete al rollo de que nunca va a suceder.—¡Un día te arrepentirás de haberle hecho daño a la mujer que te amaba con el alma, y ese día, mi amor… ese día, llorarás!…Valquiria EstradaMe casé estando muy enamorada de un hombre el cual solo me quería tener a su lado para hacerme sufrir, él decidió que yo pagara por una venganza de la cual resulté ser inocente. Él me juró amor eterno, me prometió con su vida que siempre cuidaría de mí hasta que uno de los dos se marchara de este mundo. Yo le creí porque de verdad lo amaba… yo me enamoré de él como una loca que no mide las consecuencias de sus actos con tal de estar con la persona que su corazón le dice que esa será su alma gemela para toda la vida.Él no me ama
Me acosté en el frío y duro suelo de concreto y me arropé con un pedazo de sábana que la señora me alcanzó el día que ese hombre me dejó aquí encerrada, ¡Vaya que por lo menos ella hizo algo bueno!Estaba a punto de llorar como lo hago todas las noches, cuando de repente veo que una rata ha entrado en la habitación, yo me levanto de un solo salto, pero no hice sonido, quizá la tristeza ya me haya cortado hasta la voz, no lo sé porque aquí no habló con nadie.Para mi sorpresa, al levantarme del suelo para que la rata no se enrede en mis cabellos sucios y alborotados, me percato de algo… la puerta… la puerta está entre abierta, no tiene llave y este es el momento perfecto para que yo pueda escapar.Después de darle gracias a Dios por enviarme a esa rata solo para que yo me diera cuenta de que la puerta estaba abierta, salí con mucho cuidado de la habitación, la casa está un poco vieja y hasta tiene varios pedazos de techo caídos y eso ayuda para que la luz de la luna se filtre y alumbre
Valquiria ya está en el rancho junto a su padre y hermano, ellos están muy contentos de verle y más porque ella les ha comentado que está de vacaciones y que regresará a la ciudad hasta el próximo año.—Qué bueno que ya has regresado, mi niña, desde hace días hemos estado tratando de comunicarnos contigo, pero ha sido imposible. —Comentó su padre, un señor de algunos cuarenta y tantos años de edad, pero parece de veinticinco con su aspecto de joven, fuerte y guapetón, como todo un granjero que cuida su figura.—¡Ay, papá! Qué pena con usted, pero no se imagina lo que me pasó. Me robaron mi celular y desde entonces me he quedado sin nada para comunicarme con ustedes, pero ahora ya estoy aquí y es lo más importante ¿o no?—Claro que sí, hija. —¿Sabes? Estoy pensando en ampliar la venta de huevos de gallina y llevarlos hasta la ciudad. —¿Tú crees que esta sea una buena idea?—Claro que sí, papá, es más, yo me quedaré este año que viene para ayudarles a ustedes, iré a la universidad hasta
Después de la muerte de la anciana, Valquiria ahorró casi todo el dinero que en la pequeña zapatería le pagaron por trabajar y cuando la despidieron se trasladó a otro pueblo más desarrollado económicamente en donde pudo obtener un mejor trabajo y con ello un sueldo más alto.Cinco años más tarde…—Señor Morotova, ya está todo listo para que podamos viajar a Los Ángeles, California. Las otras empresas ya han confirmado su presencia también. —anunció su asistente personal.—Excelente, vamos con todo para que ese proyecto de diseño y construcción de ese aeropuerto, sea nuestro. —Respondió, demostrando mucho positivismo.Tomaron el vuelo que los llevará hasta el hotel en donde se está llevando a cabo la licitación para ver quién tiene mejores propuestas. Todos los que estarán allí son arquitectos muy reconocidos y los dueños de empresas confían mucho en su capacidad de convencimiento y adquisición.Desde que llegaron y saludaron a todos los representantes, el empresario Brandon Morotova l
El primero en salir de la habitación fue el hermano de Valquiria, él ya está listo esperando en la pequeña sala. Él tiene once años y ahora vive con su hermana mayor y sus pequeños sobrinos de cinco años.Alguien llama a la puerta, él corre a abrir porque cree que es el servicio del hotel que viene a dejarles comida o algún tipo de aperitivo que su hermana Valquiria ha solicitado.—Hola, señor, ¿a quién busca? —Preguntó el chico, un poco decepcionado porque no es el servicio del hotel, sino que un hombre de buen parecer y trajeado.—Soy el jefe de Ana, ¿ella se encuentra aquí? —Por favor, dile que venga porque me urge hablar con ella. —Pidió en tono amable. —Valquiria Anabel Estrada, es el nombre de la chica, pero en esa reunión, al ver que ese hombre estaba presente, ella se presentó como “Ana” con la intención de que él no recuerde su nombre.—Aquí no hay ninguna persona con ese nombre, señor, creo que usted se ha equivocado de habitación.—No es posible, ella me dijo que esta es su
Esa misma tarde, Valquiria junto a los pequeños regresaron a su apartamento en la ciudad. Los niños se molestaron mucho con ella porque se sienten traicionados. Ella les ofreció llevarlos a diferentes lugares para que conozcan la ciudad, pero finalmente les falló.Ella sabe que si se quedaba en la misma ciudad con ese hombre, corría mucho peligro y por eso es que mejor decidió marcharse. Ya cuando se presentó en la empresa donde trabaja, todos le dieron la bienvenida y juntos celebraron la noticia de la licitación.Pero la felicidad no dura para siempre, y en esta ocasión para Valquiria solo significó un alegrón en vano. Su jefe, que está encerrado en su oficina, le pidió que se presente de inmediato ante él para hablar de un tema muy delicado e importante.—¿Me mandó a llamar, jefe?—Sí, toma asiento, porque lo que te voy a decir no te caerá nada bien.A Valquiria lo primero que se le vino a la mente fueron sus pequeños terremotos. Ella se preocupó de que les haya ocurrido algo en la
Valquiria ya está en casa, lleva un poco de dinero gracias al finiquito que le han dado por los tres años de servicio que prestó en aquella empresa. Ella no se preocupa, pues según ella, mejores cosas vendrán para su vida, incluyendo buenas oportunidades de trabajo.Ese día descansó, sus trillizos llegaron de la escuela y luego también lo hizo su hermano. Todos juntos disfrutaron de una amena charla y una deliciosa pizza de jamón y queso que ella misma les preparó. Todos se pusieron muy tristes cuando ella les comentó que ya no trabajará más en la misma empresa, pero ellos le alentaron a que busque en otro lugar, incluso uno de ellos le dijo que ella es muy bonita y que si un hombre la enamora, pues que le haga caso para que los mantenga y ella ya no tenga que trabajar.—Deja de decirle eso a mi mamá, ella solo es nuestra. —Reclamó el pequeño Tristán. —Él es un niño muy problemático y es el que más cela a su madre.—Chicos, no se peleen, ya les he dicho que entre todos debemos de apoy