Valquiria se dirigió a una esquina del salón mientras las mujeres siguen volando lengua, despotricando en su contra. Allí estará hasta que vea a Brandon, está más que claro que ella no cuenta con su número de teléfono.
—Hola, bella dama. —susurró alguien en su oído por detrás de ella, haciendo que su cuerpo tiemble con ese tono tan seductor que la hace babear y no precisamente de la boca.
—Me dijeron que querías verme por aquí. —dijo ella.
—Sí, yo le di la orden al chofer para que te trajera, ¿dónde está él, y por qué te ha dejado sola? —preguntó observando para todos lados sin resultado positivo.
—Eso no lo sé, él me dijo que te llamaría a ti para que me buscaras.
—No debió dejarte sola.
—Bueno, pero ahora ya estoy aquí, no es necesario que le reclames nada a él.
—Joder, pero tú estás irreconocible, mujer, te ves espectacular y demasiado sensual. —declaró, volviendo a sacar el mechón de cabello que la chica ha puesto detrás de la oreja. Ella está nerviosa por tenerlo tan cerca y actúa como el primer día que salieron juntos.
—Gracias, tu chofer se lució.
—¿Cómo así? —preguntó con el ceño fruncido y los celos a flor de piel.
—Él fue quien eligió este vestido y los zapatos a juego. Claro que lo pagamos con tu dinero, pero fue muy poco.
—No te preocupes por ello, solo fueron veinticinco mil dólares los que gastaste. Te recuerdo que te he dado esa tarjeta para que tomes la cantidad de dinero que desees, ya sea para ti o para nuestros hijos.
—No, yo no gasté esa cantidad. Tu chofer me dijo que solo fueron trescientos cincuenta dólares, yo por eso acepté este atuendo, de lo contrario no lo hubiera hecho.
—No te sientas mal, yo solo estoy bromeando. —Le dijo el hombre, imaginando que quizá su empleado la supo engañar de la mejor forma.
—Tu empresa tiene unas empleadas muy poco profesionales. —se quejó intencionalmente.
—¿Por qué lo dices?
—Desde que ingresé al salón, me han estado acosando con insultos. Me he sentido horrible, pero no se los di a entender para que no se sientan triunfadoras.
—No es posible que esa sea la imagen que ellas estén dando, imagínate, si fueras una clienta, ya te hubieran espantado. —Pero cuéntame, ¿qué te han dicho? Prometo que les aplicaré una sanción por la mala imagen que le están dando a la empresa.
—Ellas me atacaron diciendo que ni piense que por venir vestida tan elegante voy a lograr conquistarte a ti, incluso me han dicho que soy una dama de compañía y que no les voy a ganar porque esta noche tú solo serás para ellas.
—¡Ja, ja, ja, no te creo! Pues ya se llevarán la sorpresa de su vida, esas mocosas, querrán arrastrarse a tus pies y pedirte perdón por haberte ofendido sin conocerte.
—¿Qué vas a hacer?
—Ya lo verás, por ahora ven y acompáñame a la mesa principal, allá está tu silla al lado de la mía.
—Me siento ridícula estando aquí entre tanta gente que me ve con desprecio. No debí venir, en este mundo no hay entrada para mí, así como mi corazón no tiene espacio para ti.
Brandon sintió como si una daga destrozara su corazón. Esa chica está demasiado resentida por lo que sucedió años atrás.
—Qué importa si otros te ven de mala gana, tú estás muy hermosa y eso es lo que les ha dolido. Te aseguro que ellas quisieran estar en tu lugar, pero para su desgracia en este lugar … Solo puedes entrar tú. —Dijo el hombre colocando su mano al lado del corazón. Ignorando lo contrario que ella acababa de decir.
El evento comenzó…
—¿Ya podemos dar inicio, señor Morotova? —preguntó el maestro de ceremonia.
—Adelante. —Dio el visto bueno, Brandon.
—Damas y caballeros, esta noche estamos aquí reunidos porque nuestro jefe, el señor Brandon Morotova hará anuncios de mucha importancia para todos nosotros. Después del evento, cada uno de ustedes puede quedarse para que deguste de los deliciosos platillos que les tenemos preparados por parte de nuestra empresa.
Siempre agradeciendo la colaboración de cada uno de ustedes, en esta ocasión haremos unos cambios en cada departamento, y con la apertura de dos hoteles más que se unen a nuestro conglomerado, serán muchos empleados los premiados. Sin más que añadir, los dejo en poder del hombre que cada día nos hace temblar con sus exigencias.
Valquiria sonrió con la descripción que le dieron a su petulante marido.
El público aplaudió tan fuerte por la emoción de que muchos serán ascendidos a mejor nivel. Brandon le dio una mirada coqueta a la chica a su lado y se levantó para ir a tomar el micrófono y pararse en el podio y oficialmente dar un anuncio de mucho interés.—Buenas noches, a todos, estoy muy complacido de que estén aquí y a las muchachas que se esforzaron en preparar el salón les agradezco. Hoy es una noche muy importante porque he decidido presentar a una persona que es muy especial en mi vida, ella es mi esposa Valquiria Estrada, para quien pido un fuerte y caluroso aplauso.Valquiria se levantó de su silla y con pie tembloroso se acercó al hombre. —¿Por qué debería desaprovechar la oportunidad de restregarle en la cara a aquellas mujeres habladoras; que ella es la esposa del hombre al que ellas tanto desean?Muchos aplaudieron ante el anuncio, otros se quedaron boquiabiertos al ver que aquella chica hermosa a la que ya le habían puesto el ojo, es la esposa de su jefe. Mientras que
Brandon le rogó a la chica para que lo perdonara esta noche. También suplicó que le diera algo a cambio de poner a las lagartonas de sus empleadas en su lugar.Sin embargo, esta se negó cuando él le mencionó que lo que quiere es un beso, le puso como pretexto que el lunes que comience a trabajar, aquellas mujeres quizá se atrevan a seguirle tirando sátiras por su culpa, o quizá hasta la pongan en mal solo para que él la despida y retome su puesto para seguir deleitándose con la presencia del jefe guapetón.—¿Estás celosa? —Preguntó con una sonrisa que viene de lo más profundo de su corazón.—¡Qué, no! Solo que estoy segura de que allí no me dejarán en paz esas viejas.—No temas, nadie se atreverá a hacerte daño. Ni siquiera lograrán ponerte en mi contra porque la que lo intente le irá muy mal.—Brandon, cuéntame, ¿por qué has decidido entregarme tu cargo en la empresa?—Me alegro de que ya nos tratemos con más confianza, ahora ya no me dices, señor.—¡Idiota! Vamos, responde a mi preg
La mujer no perdió tiempo y se abalanzó contra Brandon.—Ay, hola, mi amorcito, qué bueno es encontrarte por aquí. Papá, mamá, él es el hombre con el que estoy saliendo. —Les dije que era muy guapo y atento, verdad. —La mujer saludó con un beso y un abrazo a Brandon, ignorando por completo a la chica que está en la mesa.—Mucho gusto, muchacho, nuestra hija nos ha hablado maravillas de ti. —saludaron los padres de la mujer.—El gusto es mío, señores. Pero Mariela, tú y yo ya… —La mujer no permitió que Brandon les diga la realidad de las cosas a los señores.—Shh, tranquilo, mi amor. Mis padres ya saben que a mí no me gusta trabajar y no se molestarán en que me venga a vivir contigo. ¿Verdad, papitos? —ella lo mejor que se lo ocurrió fue tergiversar los hechos.—Puedes hacerlo, hija, pero ¿quién es la chica que te acompaña, muchacho? —preguntó la señora, refiriéndose a Valquiria, que hasta el momento ha permanecido en silencio.—Ella es mi…—Oh, sí, ella debe ser tu hermana. —Mucho gus
Al día siguiente…—Buenos días, señora hermosa, es hora de levantarse e ir a restregarle en la cara a las burlistas de la empresa que tú eres la mera tora en ese lugar. —dijo el señor Brandon, haciéndole cosquillas a su esposa y llenándola de besos para que se levante, él está muy feliz porque ayer después de que salieron de aquel restaurante se reconciliaron.Bueno, aunque él no lo sabe, pero, la chica ha comenzado su venganza por el daño que recibió en el pasado.—En mal momento decidiste nombrarme como jefa, o si tan solo me hubieses presentado como cualquier mujer común y corriente, no estaría tan preocupada. Pero no, al señor se le ocurre hacer el desmadre de decir que soy la esposa. Supongo que, por ser mi primera semana, me vas a acompañar. ¿No es así?—Claro que te voy a acompañar, preciosa, estoy encantado de presumir que eres mi esposa y te asesoraré en todo lo que no entiendas en lo que se refiere al teje y maneje de los proyectos a nuestros clientes.—¿Qué va a pasar con es
La chica envuelta en su necedad siguió a Brandon hasta la cafetería, ella va decidida a llamar su atención y con seguridad ansía lograrlo. En los últimos dos años, su jefe ha tenido la mala fama de ser un mujeriego, y aunque ella siempre ha estado tentada a acercársele, nunca ha tenido el valor para hacerlo.—Buenos días, jefe, ¿puedo ayudarle en algo? —preguntó ella acercándose hasta él.—Hola, Fernanda, si gustas, puedes ir preparando una taza de café.—Perfecto, señor, déjeme hacerlo y usted solo dígame cómo lo quiere.—Hazlo con dos cucharas de cremora y media cucharada de azúcar.—Muy bien, señor. —Fernanda le dio la espalda, pero no dejó de contonear sus caderas para deleitar a su jefe.La chica está tan emocionada preparando la taza de café, que ni se da cuenta de que el hombre no levanta la cabeza por estar observando su celular. Y es que en este momento ella se siente la empleada más importante en esa empresa, incluso hasta por encima de la esposa del jefe.—Aquí tiene, señor
Valquiria quería continuar molestándolo; sin embargo, una reunión está a la vuelta de la esquina y no les queda suficiente tiempo.—Oh, no, Brandon, no te sientas mal, perdón si he reaccionado de mala gana. Pero es que esa mujer me pone de malhumor, ella tuvo que haber observado y escuchado que yo soy tu esposa y aun así tiene el descaro de coquetearte. Solo ve en el video cómo levanta el trasero cuando se inclinó, seguramente lo hizo pensando que tú la estabas observando directamente. Aunque en un principio me aseguraste que no le viste nada y ahora me sales con otro cuento, pero igual te entiendo que lo hayas hecho por seguridad.—Bueno, ahora que ya estás convencida de que esa mujercita nos va a acarrear problemas, es hora de que decidas si la despides o hablas con ella y le haces saber que le darás otra oportunidad con la condición de que te respete.—Va y ¿quién dice que soy yo la que tengo que hacer eso? Es de ti que ella está enamorada, por lo cual te corresponde ponerla en su l
Brandon ni siquiera dejó que su esposa terminara de hablar cuando él ya le estaba suplicando que no lo martirice con ese tema que, según él, ya ha quedado en el olvido.—Amor no me digas eso, ya te expliqué que yo lo hice por culpa del estúpido de mi hermano que me señaló a ti como la hija de un asesino. La muerte de mi expareja me dejó dolido y con sed de venganza, creí haber encontrado al culpable y te hice daño sin imaginar que eras inocente.—Déjame terminar por favor. —Exigió Valquiria. —Eres un asco de persona, pero aun así te sigo amando como en aquel tiempo. —Te odié a morir cuando me tocó sufrir, pero quizá nunca lo hice de corazón porque fui consiente de mi inocencia. Quizá el saber la razón de tus actos me hizo darme cuenta de que aún te sigo amando. Pero eso sí, yo quiero que hagas pagar a tu hermano mi sufrimiento, por su culpa yo he vivido cosas que en ningún momento merecí vivir. —Pidió la chica con total resentimiento.—Valquiria, ¿alguien te hizo daño mientras estuvist
El oficial suspiró resignado. ¿Cómo se va a oponer a semejante arma de grueso calibre que Brandon le ha puesto sobre la frente? Además, ha reconocido al magnate de los negocios y sabe que no se puede meter en su camino—Está bien, señor, se la voy a entregar. Pero si hace algo indebido, por favor, no nos involucre a nosotros como autoridad. —pidió el oficial.—Aaah, mire nomás, aquí está el diagnóstico médico en el que se confirma que, en efecto, hubo violación, ¿y así no tuvieron las agallas de refundirlo en la cárcel, dizque porque nadie se presentó a respaldar la acusación? Malditas autoridades de m****a que solo sirven para estar sobándose las bolas.Brandon está furioso y así se lo ha hecho saber al oficial. Se marchó de la comisaría, no sin antes amenazarlo de muerte si cuenta que él fue quien lo vino a amedrentar para que le diera información que solo le pertenece a la autoridad competente. Él teme que este caso tenga repercusión en su carrera política.En la empresa todo marcha