El resto del viaje todo fue en silencio. Tristán se sintió confundido por su manera de actuar, mientras que Karely lo rechazó de inmediato, incluso le dio una bofetada y le recordó que habían llegado a un acuerdo prematrimonial en el cual establecía no desarrollar sentimientos.
Dos días más tarde se casaron como lo tenían planeado. El viejo Brandon le entregó oficialmente el mando de una de las grandes empresas que él posee y que, podrá tomar posesión de ella al culminar sus estudios.
La ceremonia se realizó en un área privada en la que solo su familia fue partícipe. Todos se sintieron felices de ver que el segundo trillizo ha formado su propia familia.
—Te felicito, tu actuación esta noche ha sido muy buena. —Expresó Tristán cuando finalmente llegaron a la intimidad de su habitación.
—No podría haberlo hecho mejor. Soy la más beneficiada con este matrimonio y no pienso dejarte mal parado frente a tus familiares.
—Esta noche dormiremos juntos de nuevo. Prometo que muy pronto te llevaré a que elijas una casa para que nos mudemos. Hasta entonces podremos tener cada uno su propia habitación.
—Claro, me estás ayudando tanto que, lo mínimo que yo puedo hacer es agradecerte y dejarte dormir en la cama. Cambiaremos de lugar, y yo me quedaré en el sillón, por esta noche.
—Ni hablar. No seré un patán en nuestra noche de boda.
Finalmente, la esposa durmió cómodamente en la cama, mientras que el esposo lo hizo en el sofá. Aunque, por la madrugada, no soportó el frío y se pasó también a la cama.
Cuando Karely despertó, se dio cuenta de que estaba abrazando el pecho de su marido. Lo maldijo en silencio por haberse acostado a su lado sin su consentimiento y de inmediato se alejó.
Sin embargo, un largo brazo la atrapó y la acercó a su cuerpo, ella se puso nerviosa y por segunda ocasión logró escapar, ahora sí, con éxito.
Finalmente, Tristán se disculpó con ella y le explicó el motivo por el cual se había pasado a la cama. Con tan buena suerte que ella lo comprendió, pero también le advirtió que tratara de mantener la distancia cuando estaban a solas. Eso hizo decaer al esposo, ya que, no está acostumbrado a que una mujer lo rechace y menos la que ahora es su esposa.
La última semana que se presentaron en la universidad, nadie estaba enterado de que el hombre más atractivo ya le había entregado su soltería a la mujer que nadie imaginaría.
—Tristán, te he extrañado mucho estos días. Tu ausencia me vuelve loca. —Dijo una chica que corrió hasta él cuando miró que se bajó del auto.
—Yo no te he extrañado. Tampoco tú deberías hacerlo —le respondió sin cortesía.
—Ah, ¿qué hace esta muerta de hambre bajando de tu auto? —cuestionó cuando Karely salió y pasó por el lado de ellos. Ni siquiera se molestó en voltear a ver a su marido; en total, estaba ocupado dándole explicaciones a la mujer bonita.
—Responde, Tristán. ¿Qué está pasando entre esa pobretona y tú?
—La encontré caminando por la calle, tuve lástima de ella y me ofrecí a traerla.
—Y claro, ella ni corta ni perezosa corrió aceptando tu propuesta.
—Sabes que, no me interesa lo que pienses. Lo que yo haga o deje de hacer solo es asunto mío y nadie debe de meterse, mucho menos tú.
Tristán quitó la mano de ella que sostenía su brazo y se alejó con paso decidido. No estaba dispuesto a escuchar cómo otra mujer se burlaba de Karely; además, ella anteriormente le pidió fingir que no son más que compañeros de clase.
—¡Estoy embarazada, Tristán!
Anunció aquella mujer, casi en voz alta, para que todos los que estaban a su alrededor escucharan.
Tristán ni siquiera se atrevió a detenerse. Cuando tenía dieciocho años, le dijeron que era infértil y, por lo tanto, no era posible que su antigua novia estuviera embarazada de su hijo.
Tristán llegó al salón y en esta ocasión tomó asiento al lado de Karely. Ella fingió estar sumida en unos documentos que, precisamente, deberán de entregar este día como muestra de que han aprobado su práctica profesional y están listos para recibir su título.—Con ella ya no tengo nada, todo ha quedado en el pasado. —Le informó, refiriéndose a su exnovia, que lo increpó.—No tienes por qué darme explicaciones, te recuerdo que entre nosotros no hay sentimientos de esa índole, ambos podemos hacer lo que queramos con otras personas, siempre y cuando tus padres no nos descubran. —Dijo la chica.—Somos esposos, nos respetaremos como tal. —Respondió con molestia Tristán. Y es que no le gusta la indiferencia que Karely muestra ante cualquier situación que amerita una escena de celos.—Pensé que te quedarías afuera atendiendo a tu ex. —habló minutos después.—¿Estás celosa? —cuestionó con una sonrisa de felicidad. Antes de que ella pudiera responder, las personas encargadas de evaluarlos ent
Tristán estaba emocionado. Todo el día ha pasado con ganas de ver vestida elegantemente a su mujer. Su idea es anunciar esta misma noche que ella es su esposa. Esa será una sorpresa para Karely que, según ella, su marido se avergonzará el día en que la verdad salga a luz.—Estás hermosa. —Le hizo saber. Tomándola de la mano y obligándola a que diera una vuelta para que le modelara.—Tú también te ves muy guapo y…—¿Y qué? —Indagó, acercándose a ella para abrazarla por la espalda.—Lo siento, he olvidado algo en el lavamanos. —Mintió, alejándose de inmediato.Tristán notó que es de él que huye. Su corazón se detuvo, no entiende por qué motivo ella lo rechaza. A partir de ese momento prometió no interferir más en la vida de ella. Hará lo que el contrato establece: cero sentimientos, total; es eso lo que ella siempre le repite.—Estaré esperando en el auto, por favor, no tardes o seremos los últimos en llegar. —Dijo con voz tranquila.Minutos después, la esposa llegó y se sentó a su lado
La mañana siguiente la esposa se levantó y preparó el desayuno para el esposo. Sin embargo, este, en lugar de comer en casa, dijo que saldría a desayunar con unos amigos.Karely se sintió mal en ese momento, pero ya no pudo decirle nada, ya que él ya se había marchado. El resto del día, Tristán no llegó a casa hasta por la noche, estuvo todo el día dentro del auto en el estacionamiento de un supermercado, ni siquiera había probado bocado y sus tripas rugían como un león hambriento.Karely ya estaba dormida, así que él fue a la cocina y comió de lo que encontró guardado y que seguramente ella había cocinado durante el día esperando a que regresara.Esa noche él se quedó en otra habitación. Si iban a cumplir a cabalidad las reglas de aquel bendito contrato, no era necesario dormir en la misma habitación y menos en la misma cama.El día lunes Tristán decidió que era hora de presentarse en la empresa y comenzar su primer día como el presidente y dueño.Por cortesía comió lo que la esposa
Karely está llena de miedo. Los hombres la han llevado a una casa desconocida en la cual también se encuentra su malvado padre, quien le informa que ha sido vendida a uno de sus secuaces.—Papá, ¿por qué me haces esto? —pregunta ella.—De ahora en adelante este hombre se convertirá en tu marido. No reniegues por mis decisiones, he recibido mucho dinero por ti y no quiero que me hagas quedar mal.Un hombre horrible, con su rostro casi deformado por tanta cicatriz, se acercó a ella, se relamió los labios, frotó sus manos como si desde ya estuviera saboreando el cuerpo de la mujer que tiembla de pánico.—Te casarás con él, quieras o no. Esta misma noche será tu fiesta de matrimonio. No te podrás oponer, ya que tus suegros están en los preparativos para cuando llegues a su casa. —dijo el padre.Karely llora sin cesar, ruega en silencio para que Tristán la busque y la encuentre a tiempo, de lo contrario, será demasiado tarde y quedará en manos de ese maldito ser horripilante al que ha sido
Por un lado, se encuentra un hombre temeroso y desesperado por encontrar a su esposa y, por el otro lado, tenemos a una desesperada Karely que llora y lamenta haber salido de la empresa sin avisarle a Tristán.—Necesito ir al baño antes de que comience la ceremonia. —Pidió Karely.—No lo tienes permitido, si tu futuro esposo no te acompaña no lo puedes hacer sola. —Dijo la malvada suegra.—Entonces me haré en los calzones y te avergonzaré cuando sientan el mal olor que desprende tu nuera. —Le amenazó.—¡Ah, maldición! —exclamó la señora y de inmediato le ordenó a una jovencita para que la acompañara. Ja, ella no perdería el tiempo en ir al baño.En realidad Karely había observado que la chica que la cuidaba tenía un celular, ella usó como excusa sus necesidades fisiológicas con el fin de que ella le acompañara.—Lamento que estés en este lugar. Yo no estoy de acuerdo, pero así son las leyes en este pueblo. —Expresó la joven. Sin imaginar que con esa confesión el corazón de la novia se
Todos voltearon a ver al hombre que se acercaba, cada uno abría paso para que llegara hasta su objetivo.—¡Ja, ja, ja, miren quién ha venido a rescatar a la princesa! Dime, ¿qué puedes hacer en nuestra contra para atreverte a llevarla por la fuerza?—Sé que eres su padre. Déjame decirte que no te comparas y jamás te podrás comparar conmigo porque eres un ser asqueroso que no merece tener a una hija tan linda de corazón. —lo retó Tristán.Karely está llena de felicidad, su rostro lo refleja. Tristán ha atendido su llamado y se encuentra arriesgando su vida por la de ella al enfrentarse a esas personas enfermas de la mente y de corazón negro.Todos se burlan de Tristán, todos piden que sea castigado por intentar interrumpir la boda.—Aléjate de nosotros. Mi hijo se está convirtiendo en esposo y tú no eres nadie para aparecerte como si nada. —dijo la madre del novio.—¡Soy el esposo de la mujer que están obligando a contraer matrimonio por la fuerza! Hagan lo que hagan, nada les será leg
Esa noche, al llegar a casa, la pareja prometió no volver a separarse sin antes hacerlo saber al otro.Prácticamente, Karely está traumada, pero qué más se podía esperar del hombre que tiene como padre si desde la temprana edad la utilizó como su propia mujer y no digamos ahora que necesita dinero él encontró la mejor opción que era venderla a una familia de esas tradicionales que creen que todo debe tomarse por la fuerza sabiendo que no es que tengan la gran cantidad de dinero porque como se les mencionó anteriormente esas tierras donde ellos están habitando son de la familia Morotova.Brandon, el viejo Brandon, es el dueño de todo eso, entonces ellos prácticamente están como unos simples trabajadores de esa familia millonaria.Tristán le pidió a Karely que, en agradecimiento por el gesto que había tenido para lograr su libertad, debía de curar los golpes que aquellas personas le propinaron; en ese caso, ella quiso negarse. Pero sabiendo que el hombre estaba en lo cierto, sintió pena
Tristán sintió que iba a explotar de rabia, pero es que en realidad no podía soportar, imaginar todo el sufrimiento que ella ha experimentado a tan corta edad. Finalmente, Karely no dijo nada, ella no se negó a que él tomara la Justicia con sus propias manos. Ya lo está conociendo y sabe que cuando él dice que hará una cosa, no hay nada que lo impida.Al día siguiente, Tristán le dijo a la chica que no fuera a la empresa. Pero ella se negó a quedarse sola en casa, entonces acordaron que no pondría un pie fuera del edificio si no era acompañada por él o por sus guardaespaldas, los cuales siempre estarían a disposición para cuando ella los necesitara.Los días van pasando y los rumores en la empresa están tomando forma. Muchas de las empleadas hablan entre pasillos, que el nuevo jefe y la asistente se encierran en la oficina, salen juntos a almorzar y a la hora de la salida también ella espera a que él salga para irse juntos. Aunque por mucho que traten de ocultarlo, ellas siempre lo ha