Sin pensarlo dos veces, Karely respondió que estaba dispuesta a casarse. Pero le advirtió que también él correría peligro desde ahora que su padre se entere de que no llegó a dormir a casa.
—Tu padre tampoco llegará a su casa esta noche, no creo que sea tan idiota de molestarte después de la lección que mis guardaespaldas le han dado. Al menos que sea muy descarado. —Comentó.
—Tú no conoces a mi padre. A ese hombre no hay nada que lo pueda intimidar.
Esa misma tarde, Tristán habló con su padre y le hizo saber la decisión que había tomado. Brandon le dijo que sus acciones ya no eran de su incumbencia. Ahora que era mayor de edad, debía pensar bien antes de actuar.
Obviamente, el padre apoyará en todos los sentidos a sus hijos, con tal sea para bien. Ha prometido estar para ellos siempre que lo necesiten.
—¿Qué sucede, tu padre se negó a apoyarnos? Preguntó preocupada cuando Tristán regresó a la sala.
—Al contrario, ha dicho que está de acuerdo. El problema es que, él cree que nos casaremos porque ambos estamos enamorados. —Confesó tímidamente.
—Yo… no sé qué decir ahora. ¿Tú estás…?
—Shh —él la interrumpió. No te tortures. Hemos aceptado casarnos por el bien de los dos y eso es lo que importa ahora. Debemos elegir una fecha para celebrar el matrimonio. Dentro de dos semanas nos graduaremos, para entonces yo me convertiré en el presidente de una empresa y tú serás mi asistente.
—¿Qué te parece si nos casamos en tres días? Eso será suficiente para elegir el vestido y los anillos, del resto seguramente mi madre estará encantada de hacerse cargo.
Esa noche la pasaron en la cabaña. Al día siguiente fueron a la villa Morotova y la joven se presentó como la novia de Tristán. Valquiria se quedó muy sorprendida por la humildad y el respeto que la chica demuestra frente a ellos.
Seré una excelente suegra contigo, es más, si gustas, puedes decirme, mamá. Le dijo. La chica la abrazó y le agradeció por aceptarla en su familia.
—Haremos una gran fiesta, hijo. —Comentó su papá Brandon.
—No. Quiero que sea un evento privado, sin nada de invitados que no forman parte de la familia. —Pidió.
—Está bien, respetamos tus decisiones. Respondió el señor Brandon, no muy convencido, ya que, su sueño es que todo el mundo vea en lo que se han convertido los hijos del gran Morotova.
Tristán llevó a la chica a una tienda y le ordenó que tomara todo lo necesario para la semana. Tenían que volver a la universidad y no les quedaba demasiado tiempo y prefirieron volver otro día por más ropa y calzado.
En la universidad no se separó el uno del otro. Ambos temían que el padre de ella los estuviera observando discretamente y no estaban equivocados. En un momento en que ella fue a la cafetería por unos panecillos, el hombre la observó desde su lugar secreto.
Al salir de las clases, envió a que una persona la trajera con él; sin embargo, ella forcejeó y justo en ese momento llegaron los dos guardaespaldas de Tristán y lograron repeler el ataque.
—Te dije que me esperases dentro del auto. —La regañó Tristán.
—Lo siento, solo quería acariciar un pequeño gato que estaba maullando y de pronto sentí que me tomaron del brazo. —Se disculpó ella.
—Señor, ¿quiere que le hagamos saber al señor Morotova que usted está en peligro? Preguntó uno de sus guardaespaldas.
—No. A partir de este día ustedes trabajarán para mí y no para mi padre. Les hizo saber y ellos aceptaron.
—Mi padre no se quedará con los brazos cruzados, te lo dije.
—No importa, mi familia es más poderosa que él.
—No te equivoques, él es el jefe de una banda y… temo que te haga daño por mi culpa. —Lamentó ella.
Tristán detuvo el auto de golpe, la chica casi estrelló su frente contra el vidrio.
—¿Qué te pasa? ¿Acaso quieres hacerme daño intencionalmente? —Reclamó, con la mano en el pecho.
—No. Solo quiero que guardes silencio. Ya deja de estar mencionando al maldito de tu padre.
—Es que…
—Si continúas hablando, harás que te calle de una manera que no te va a gustar. —le advirtió en tono divertido.
—Te digo que temo que mi padre te haga…
La chica no terminó de hablar. Tristán ha silenciado sus palabras con un beso… un beso que ha deseado darlo desde hace un par de días.
El resto del viaje todo fue en silencio. Tristán se sintió confundido por su manera de actuar, mientras que Karely lo rechazó de inmediato, incluso le dio una bofetada y le recordó que habían llegado a un acuerdo prematrimonial en el cual establecía no desarrollar sentimientos.Dos días más tarde se casaron como lo tenían planeado. El viejo Brandon le entregó oficialmente el mando de una de las grandes empresas que él posee y que, podrá tomar posesión de ella al culminar sus estudios.La ceremonia se realizó en un área privada en la que solo su familia fue partícipe. Todos se sintieron felices de ver que el segundo trillizo ha formado su propia familia.—Te felicito, tu actuación esta noche ha sido muy buena. —Expresó Tristán cuando finalmente llegaron a la intimidad de su habitación.—No podría haberlo hecho mejor. Soy la más beneficiada con este matrimonio y no pienso dejarte mal parado frente a tus familiares.—Esta noche dormiremos juntos de nuevo. Prometo que muy pronto te llevar
Tristán llegó al salón y en esta ocasión tomó asiento al lado de Karely. Ella fingió estar sumida en unos documentos que, precisamente, deberán de entregar este día como muestra de que han aprobado su práctica profesional y están listos para recibir su título.—Con ella ya no tengo nada, todo ha quedado en el pasado. —Le informó, refiriéndose a su exnovia, que lo increpó.—No tienes por qué darme explicaciones, te recuerdo que entre nosotros no hay sentimientos de esa índole, ambos podemos hacer lo que queramos con otras personas, siempre y cuando tus padres no nos descubran. —Dijo la chica.—Somos esposos, nos respetaremos como tal. —Respondió con molestia Tristán. Y es que no le gusta la indiferencia que Karely muestra ante cualquier situación que amerita una escena de celos.—Pensé que te quedarías afuera atendiendo a tu ex. —habló minutos después.—¿Estás celosa? —cuestionó con una sonrisa de felicidad. Antes de que ella pudiera responder, las personas encargadas de evaluarlos ent
Tristán estaba emocionado. Todo el día ha pasado con ganas de ver vestida elegantemente a su mujer. Su idea es anunciar esta misma noche que ella es su esposa. Esa será una sorpresa para Karely que, según ella, su marido se avergonzará el día en que la verdad salga a luz.—Estás hermosa. —Le hizo saber. Tomándola de la mano y obligándola a que diera una vuelta para que le modelara.—Tú también te ves muy guapo y…—¿Y qué? —Indagó, acercándose a ella para abrazarla por la espalda.—Lo siento, he olvidado algo en el lavamanos. —Mintió, alejándose de inmediato.Tristán notó que es de él que huye. Su corazón se detuvo, no entiende por qué motivo ella lo rechaza. A partir de ese momento prometió no interferir más en la vida de ella. Hará lo que el contrato establece: cero sentimientos, total; es eso lo que ella siempre le repite.—Estaré esperando en el auto, por favor, no tardes o seremos los últimos en llegar. —Dijo con voz tranquila.Minutos después, la esposa llegó y se sentó a su lado
La mañana siguiente la esposa se levantó y preparó el desayuno para el esposo. Sin embargo, este, en lugar de comer en casa, dijo que saldría a desayunar con unos amigos.Karely se sintió mal en ese momento, pero ya no pudo decirle nada, ya que él ya se había marchado. El resto del día, Tristán no llegó a casa hasta por la noche, estuvo todo el día dentro del auto en el estacionamiento de un supermercado, ni siquiera había probado bocado y sus tripas rugían como un león hambriento.Karely ya estaba dormida, así que él fue a la cocina y comió de lo que encontró guardado y que seguramente ella había cocinado durante el día esperando a que regresara.Esa noche él se quedó en otra habitación. Si iban a cumplir a cabalidad las reglas de aquel bendito contrato, no era necesario dormir en la misma habitación y menos en la misma cama.El día lunes Tristán decidió que era hora de presentarse en la empresa y comenzar su primer día como el presidente y dueño.Por cortesía comió lo que la esposa
Karely está llena de miedo. Los hombres la han llevado a una casa desconocida en la cual también se encuentra su malvado padre, quien le informa que ha sido vendida a uno de sus secuaces.—Papá, ¿por qué me haces esto? —pregunta ella.—De ahora en adelante este hombre se convertirá en tu marido. No reniegues por mis decisiones, he recibido mucho dinero por ti y no quiero que me hagas quedar mal.Un hombre horrible, con su rostro casi deformado por tanta cicatriz, se acercó a ella, se relamió los labios, frotó sus manos como si desde ya estuviera saboreando el cuerpo de la mujer que tiembla de pánico.—Te casarás con él, quieras o no. Esta misma noche será tu fiesta de matrimonio. No te podrás oponer, ya que tus suegros están en los preparativos para cuando llegues a su casa. —dijo el padre.Karely llora sin cesar, ruega en silencio para que Tristán la busque y la encuentre a tiempo, de lo contrario, será demasiado tarde y quedará en manos de ese maldito ser horripilante al que ha sido
Por un lado, se encuentra un hombre temeroso y desesperado por encontrar a su esposa y, por el otro lado, tenemos a una desesperada Karely que llora y lamenta haber salido de la empresa sin avisarle a Tristán.—Necesito ir al baño antes de que comience la ceremonia. —Pidió Karely.—No lo tienes permitido, si tu futuro esposo no te acompaña no lo puedes hacer sola. —Dijo la malvada suegra.—Entonces me haré en los calzones y te avergonzaré cuando sientan el mal olor que desprende tu nuera. —Le amenazó.—¡Ah, maldición! —exclamó la señora y de inmediato le ordenó a una jovencita para que la acompañara. Ja, ella no perdería el tiempo en ir al baño.En realidad Karely había observado que la chica que la cuidaba tenía un celular, ella usó como excusa sus necesidades fisiológicas con el fin de que ella le acompañara.—Lamento que estés en este lugar. Yo no estoy de acuerdo, pero así son las leyes en este pueblo. —Expresó la joven. Sin imaginar que con esa confesión el corazón de la novia se
Todos voltearon a ver al hombre que se acercaba, cada uno abría paso para que llegara hasta su objetivo.—¡Ja, ja, ja, miren quién ha venido a rescatar a la princesa! Dime, ¿qué puedes hacer en nuestra contra para atreverte a llevarla por la fuerza?—Sé que eres su padre. Déjame decirte que no te comparas y jamás te podrás comparar conmigo porque eres un ser asqueroso que no merece tener a una hija tan linda de corazón. —lo retó Tristán.Karely está llena de felicidad, su rostro lo refleja. Tristán ha atendido su llamado y se encuentra arriesgando su vida por la de ella al enfrentarse a esas personas enfermas de la mente y de corazón negro.Todos se burlan de Tristán, todos piden que sea castigado por intentar interrumpir la boda.—Aléjate de nosotros. Mi hijo se está convirtiendo en esposo y tú no eres nadie para aparecerte como si nada. —dijo la madre del novio.—¡Soy el esposo de la mujer que están obligando a contraer matrimonio por la fuerza! Hagan lo que hagan, nada les será leg
Esa noche, al llegar a casa, la pareja prometió no volver a separarse sin antes hacerlo saber al otro.Prácticamente, Karely está traumada, pero qué más se podía esperar del hombre que tiene como padre si desde la temprana edad la utilizó como su propia mujer y no digamos ahora que necesita dinero él encontró la mejor opción que era venderla a una familia de esas tradicionales que creen que todo debe tomarse por la fuerza sabiendo que no es que tengan la gran cantidad de dinero porque como se les mencionó anteriormente esas tierras donde ellos están habitando son de la familia Morotova.Brandon, el viejo Brandon, es el dueño de todo eso, entonces ellos prácticamente están como unos simples trabajadores de esa familia millonaria.Tristán le pidió a Karely que, en agradecimiento por el gesto que había tenido para lograr su libertad, debía de curar los golpes que aquellas personas le propinaron; en ese caso, ella quiso negarse. Pero sabiendo que el hombre estaba en lo cierto, sintió pena