Tristán condujo su auto hasta una bonita cabaña en una de las propiedades del viejo Brandon. Bueno, ahora ya es de él porque con los días que trabajó en sus vacaciones en la empresa logró comprársela a su padre y ahora es el legítimo dueño de ese majestuoso paisaje de la naturaleza.

—Gracias por tratar de hacerme feliz, al ayudarme, yo… me siento muy avergonzada contigo y hasta ahora he recapacitado de lo que estoy haciendo, te pido perdón por causar molestias. —La chica titubea y a la vez está asustada. ¿En qué momento le propuso a ese chico que la trajera a un lugar el cual ella no conoce?

—Karely, por favor, no te disculpes por nada. Te dije que haría lo que sea para que sonrías, pero creo que se ha llegado la hora de que me cuentes tu situación personal que tanto te mantiene pensativa e incluso con la mente perdida.

—Promete que si te digo lo que en realidad está pasando, no le vas a contar a ninguno de nuestros compañeros y tampoco te lo vas a tomar para burlarte de mis desgracias.

—Lo prometo, bonita, jamás te voy a faltar el respeto. —Tristán recordó que en un inicio la quería solo para joder, pero al tratarla de cerca se enamoró de ella y ahora no se la puede sacar de la cabeza.

La chica pasó saliva por su garganta para iniciar a hablar. Ese trago se sintió como si fuese un puñado de espinas filosas que se le quedaron incrustadas en la garganta. —Mi papá… mi papá es un asesino a sueldo y abusa de mí desde los ocho años, prácticamente yo soy su mujer desde que mi mamá murió, él se ha obsesionado conmigo y me mantiene en la mira a cada lugar que voy.

Nunca me ha dejado que tenga novio, ni siquiera puede acercarse un chico a mí, porque de inmediato lo ahuyenta o desaparece del instituto y es más que obvio que él tiene mucho que ver en ello. Los mata, lo más seguro.

Nunca me he atrevido a delatarlo, siempre me tiene bajo amenaza y yo… yo le tengo mucho miedo porque sé de lo que es capaz de hacer si se descubre lo que él le hace a su propia hija.

Karely confesó su peor secreto guardado. Pero a la vez llora sin parar, su vida ha sido muy dura desde la infancia. En aquel entonces solía ser muy cariñosa con su madre y su padre también, sin embargo, una mañana fue diferente a todas, pues, ella salió a jugar y de pronto cayó dentro de un estanque de agua. Su madre, con el afán de salvarla, corrió y se lanzó, con la mala suerte de que su cabeza golpeó con una piedra y murió de inmediato.

Fue el padre quien se apresuró a rescatar a la niña, lástima que para la mujer adulta ya no se podía hacer nada porque su vida ya se había ido. Desde entonces el padre culpó a la hija por haber ocasionado la muerte de la mujer que amaba y la obligó a tomar el papel de la difunta en todos los sentidos, sin que nadie se diera cuenta hasta ahora que Tristán lo sabe.

—Karely, quiero que estés bajo la protección de mi familia. Cásate conmigo. —propuso deliberadamente.

—Pero…

—Nos casaremos por conveniencia. Mis padres quieren que forme una familia y tú… tú necesitas que alguien te respalde. Prometo que solo será mientras tu vida se normaliza, no hay amor entre nosotros y tampoco lo habrá. Pero eso solo nosotros lo sabremos.

Ese será nuestro secreto de matrimonio.