Al día siguiente, la chica no fue a la universidad. Tristán está seguro de que se debe a lo molesto que vio reaccionar a aquel hombre que la estaba esperando para llevarla a la que supone que debe ser su casa.
Finalmente, una semana más tarde la chica regresó a la universidad, su mirada aún más apagada y sin sentido, su rostro pálido de tanto maquillaje la hace ver irreconocible.
—¡Hola! ¿Cómo estás? —preguntó muy preocupado Tristán al acercarse a ella.
—Estoy bien, gracias por preguntar. —Ella intenta forzar una sonrisa, pero no le sale natural, en cambio, sus ojos se tornan brillosos y la fortaleza que pensó que tenía está a punto de derrumbarse.
—¿Por qué no has venido durante estos días pasados? He estado muy pendiente de ti y no lo has hecho. —Reclamó el muchacho.
—No he podido hacerlo. ¡Pero, por favor, no te acerques demasiado a mí! —insistió con miedo.
—¿Qué te pasa? Cuéntame, te pido que confíes en mi persona, por favor.
—¡Aléjate, no quiero que te metas en problemas! ¡Eres un muchacho de buen corazón, no quiero que te hagan daño por querer defenderme a mí!
—Karely, ¿alguien te tiene amenazada? Dime quién es el hombre que te vino a llevar la última vez y por qué motivo te humilló, supongo que él tiene mucho que ver en tus temores.
—Es que… no, no puedo contarte nada, ya que, tengo mucho miedo de que te hagan daño por mi culpa. Esa persona es muy malvada y te hará pedazos a ti y probablemente también lo haga conmigo.
Ella habla entre sollozos, pero aun así no permite que Tristán la abrace.
—No me importa si esa persona se quiere oponer. Mira, yo vengo de una familia poderosa. Incluso muchos ya me temen a mí por ser el hijo de un magnate, además soy un hombre que ha estado al frente de la empresa por algún tiempo y eso me ha servido para ganarme el respeto de muchos de la calle.
Con esto lo que te quiero dejar en claro es que te vamos a ayudar, claro, si tú me cuentas qué es lo que está pasando.
—Llévame… por favor, llévame a cualquier lugar después de que salgamos de clases. Pero hagámoslo a escondidas, no quiero llegar a mi casa este día. —Suplicó desesperadamente.
Bueno, y perdona mi atrevimiento, pero ya que dices que tienes dinero, te pido que me ayudes a no regresar nunca más a mi hogar.
Karely no supo en qué momento pidió todo eso, pero ahora que lo ha dicho se siente libre y se ha quitado un gran peso de encima, ella confía en su compañero de clase y está a punto de confesar sus temores con tal de que le brinden ayuda, pues prefiere estar con un desconocido que hacerlo con la persona que actualmente convive.
—¿A quién le temes, bonita? —Volvió a preguntar el chico, ya sospechando lo que ella confesará. —¿Dime quién te persigue?
—No preguntes nada más, solo di si me vas a ayudar.
—Claro que sí lo haré, y no importa si alguien nos ve. Nadie se atreverá a detenernos.
—No, no te confíes, por favor. Puede ser que alguien me esté espiando y nos vea salir.
—¿Alguien? ¡O sea que aceptas que hay alguien que te está haciendo daño y que, justamente, te mantiene vigilada!
Bueno, eso es un gran avance en mi investigación. —Comentó en su mente.
El chico salió del salón de clase y a escondidas de la chica les pidió a sus dos guardaespaldas que vayan y encañonen al mismo hombre que siguieron en el auto hace unos días. Cuando aquellos le hicieron una señal de listo, él corrió y le informó a la chica que ya puede salir sin problema.
Pero ella se niega a hacerlo porque cree que aquella persona aún la está vigilando y la verá. El chico no tuvo otra opción que decirle lo que sus hombres han hecho y solo así la chica agarró valor y salió junto a él.
Subieron al auto de Tristán, ella siempre observó el auto de aquella otra persona que también está en el estacionamiento y el temor se apoderó de su cuerpo nuevamente y comenzó a temblar.
—Tranquila, Karely, allí no hay nadie, te lo juro. —Dijo el chico al ver la preocupación que se refleja en el rostro de ella.
Tristán condujo su auto hasta una bonita cabaña en una de las propiedades del viejo Brandon. Bueno, ahora ya es de él porque con los días que trabajó en sus vacaciones en la empresa logró comprársela a su padre y ahora es el legítimo dueño de ese majestuoso paisaje de la naturaleza.—Gracias por tratar de hacerme feliz, al ayudarme, yo… me siento muy avergonzada contigo y hasta ahora he recapacitado de lo que estoy haciendo, te pido perdón por causar molestias. —La chica titubea y a la vez está asustada. ¿En qué momento le propuso a ese chico que la trajera a un lugar el cual ella no conoce?—Karely, por favor, no te disculpes por nada. Te dije que haría lo que sea para que sonrías, pero creo que se ha llegado la hora de que me cuentes tu situación personal que tanto te mantiene pensativa e incluso con la mente perdida.—Promete que si te digo lo que en realidad está pasando, no le vas a contar a ninguno de nuestros compañeros y tampoco te lo vas a tomar para burlarte de mis desgracia
Sin pensarlo dos veces, Karely respondió que estaba dispuesta a casarse. Pero le advirtió que también él correría peligro desde ahora que su padre se entere de que no llegó a dormir a casa.—Tu padre tampoco llegará a su casa esta noche, no creo que sea tan idiota de molestarte después de la lección que mis guardaespaldas le han dado. Al menos que sea muy descarado. —Comentó.—Tú no conoces a mi padre. A ese hombre no hay nada que lo pueda intimidar.Esa misma tarde, Tristán habló con su padre y le hizo saber la decisión que había tomado. Brandon le dijo que sus acciones ya no eran de su incumbencia. Ahora que era mayor de edad, debía pensar bien antes de actuar.Obviamente, el padre apoyará en todos los sentidos a sus hijos, con tal sea para bien. Ha prometido estar para ellos siempre que lo necesiten.—¿Qué sucede, tu padre se negó a apoyarnos? Preguntó preocupada cuando Tristán regresó a la sala.—Al contrario, ha dicho que está de acuerdo. El problema es que, él cree que nos casar
El resto del viaje todo fue en silencio. Tristán se sintió confundido por su manera de actuar, mientras que Karely lo rechazó de inmediato, incluso le dio una bofetada y le recordó que habían llegado a un acuerdo prematrimonial en el cual establecía no desarrollar sentimientos.Dos días más tarde se casaron como lo tenían planeado. El viejo Brandon le entregó oficialmente el mando de una de las grandes empresas que él posee y que, podrá tomar posesión de ella al culminar sus estudios.La ceremonia se realizó en un área privada en la que solo su familia fue partícipe. Todos se sintieron felices de ver que el segundo trillizo ha formado su propia familia.—Te felicito, tu actuación esta noche ha sido muy buena. —Expresó Tristán cuando finalmente llegaron a la intimidad de su habitación.—No podría haberlo hecho mejor. Soy la más beneficiada con este matrimonio y no pienso dejarte mal parado frente a tus familiares.—Esta noche dormiremos juntos de nuevo. Prometo que muy pronto te llevar
Tristán llegó al salón y en esta ocasión tomó asiento al lado de Karely. Ella fingió estar sumida en unos documentos que, precisamente, deberán de entregar este día como muestra de que han aprobado su práctica profesional y están listos para recibir su título.—Con ella ya no tengo nada, todo ha quedado en el pasado. —Le informó, refiriéndose a su exnovia, que lo increpó.—No tienes por qué darme explicaciones, te recuerdo que entre nosotros no hay sentimientos de esa índole, ambos podemos hacer lo que queramos con otras personas, siempre y cuando tus padres no nos descubran. —Dijo la chica.—Somos esposos, nos respetaremos como tal. —Respondió con molestia Tristán. Y es que no le gusta la indiferencia que Karely muestra ante cualquier situación que amerita una escena de celos.—Pensé que te quedarías afuera atendiendo a tu ex. —habló minutos después.—¿Estás celosa? —cuestionó con una sonrisa de felicidad. Antes de que ella pudiera responder, las personas encargadas de evaluarlos ent
Tristán estaba emocionado. Todo el día ha pasado con ganas de ver vestida elegantemente a su mujer. Su idea es anunciar esta misma noche que ella es su esposa. Esa será una sorpresa para Karely que, según ella, su marido se avergonzará el día en que la verdad salga a luz.—Estás hermosa. —Le hizo saber. Tomándola de la mano y obligándola a que diera una vuelta para que le modelara.—Tú también te ves muy guapo y…—¿Y qué? —Indagó, acercándose a ella para abrazarla por la espalda.—Lo siento, he olvidado algo en el lavamanos. —Mintió, alejándose de inmediato.Tristán notó que es de él que huye. Su corazón se detuvo, no entiende por qué motivo ella lo rechaza. A partir de ese momento prometió no interferir más en la vida de ella. Hará lo que el contrato establece: cero sentimientos, total; es eso lo que ella siempre le repite.—Estaré esperando en el auto, por favor, no tardes o seremos los últimos en llegar. —Dijo con voz tranquila.Minutos después, la esposa llegó y se sentó a su lado
La mañana siguiente la esposa se levantó y preparó el desayuno para el esposo. Sin embargo, este, en lugar de comer en casa, dijo que saldría a desayunar con unos amigos.Karely se sintió mal en ese momento, pero ya no pudo decirle nada, ya que él ya se había marchado. El resto del día, Tristán no llegó a casa hasta por la noche, estuvo todo el día dentro del auto en el estacionamiento de un supermercado, ni siquiera había probado bocado y sus tripas rugían como un león hambriento.Karely ya estaba dormida, así que él fue a la cocina y comió de lo que encontró guardado y que seguramente ella había cocinado durante el día esperando a que regresara.Esa noche él se quedó en otra habitación. Si iban a cumplir a cabalidad las reglas de aquel bendito contrato, no era necesario dormir en la misma habitación y menos en la misma cama.El día lunes Tristán decidió que era hora de presentarse en la empresa y comenzar su primer día como el presidente y dueño.Por cortesía comió lo que la esposa
Karely está llena de miedo. Los hombres la han llevado a una casa desconocida en la cual también se encuentra su malvado padre, quien le informa que ha sido vendida a uno de sus secuaces.—Papá, ¿por qué me haces esto? —pregunta ella.—De ahora en adelante este hombre se convertirá en tu marido. No reniegues por mis decisiones, he recibido mucho dinero por ti y no quiero que me hagas quedar mal.Un hombre horrible, con su rostro casi deformado por tanta cicatriz, se acercó a ella, se relamió los labios, frotó sus manos como si desde ya estuviera saboreando el cuerpo de la mujer que tiembla de pánico.—Te casarás con él, quieras o no. Esta misma noche será tu fiesta de matrimonio. No te podrás oponer, ya que tus suegros están en los preparativos para cuando llegues a su casa. —dijo el padre.Karely llora sin cesar, ruega en silencio para que Tristán la busque y la encuentre a tiempo, de lo contrario, será demasiado tarde y quedará en manos de ese maldito ser horripilante al que ha sido
Por un lado, se encuentra un hombre temeroso y desesperado por encontrar a su esposa y, por el otro lado, tenemos a una desesperada Karely que llora y lamenta haber salido de la empresa sin avisarle a Tristán.—Necesito ir al baño antes de que comience la ceremonia. —Pidió Karely.—No lo tienes permitido, si tu futuro esposo no te acompaña no lo puedes hacer sola. —Dijo la malvada suegra.—Entonces me haré en los calzones y te avergonzaré cuando sientan el mal olor que desprende tu nuera. —Le amenazó.—¡Ah, maldición! —exclamó la señora y de inmediato le ordenó a una jovencita para que la acompañara. Ja, ella no perdería el tiempo en ir al baño.En realidad Karely había observado que la chica que la cuidaba tenía un celular, ella usó como excusa sus necesidades fisiológicas con el fin de que ella le acompañara.—Lamento que estés en este lugar. Yo no estoy de acuerdo, pero así son las leyes en este pueblo. —Expresó la joven. Sin imaginar que con esa confesión el corazón de la novia se