La mañana siguiente la esposa se levantó y preparó el desayuno para el esposo. Sin embargo, este, en lugar de comer en casa, dijo que saldría a desayunar con unos amigos.Karely se sintió mal en ese momento, pero ya no pudo decirle nada, ya que él ya se había marchado. El resto del día, Tristán no llegó a casa hasta por la noche, estuvo todo el día dentro del auto en el estacionamiento de un supermercado, ni siquiera había probado bocado y sus tripas rugían como un león hambriento.Karely ya estaba dormida, así que él fue a la cocina y comió de lo que encontró guardado y que seguramente ella había cocinado durante el día esperando a que regresara.Esa noche él se quedó en otra habitación. Si iban a cumplir a cabalidad las reglas de aquel bendito contrato, no era necesario dormir en la misma habitación y menos en la misma cama.El día lunes Tristán decidió que era hora de presentarse en la empresa y comenzar su primer día como el presidente y dueño.Por cortesía comió lo que la esposa
Karely está llena de miedo. Los hombres la han llevado a una casa desconocida en la cual también se encuentra su malvado padre, quien le informa que ha sido vendida a uno de sus secuaces.—Papá, ¿por qué me haces esto? —pregunta ella.—De ahora en adelante este hombre se convertirá en tu marido. No reniegues por mis decisiones, he recibido mucho dinero por ti y no quiero que me hagas quedar mal.Un hombre horrible, con su rostro casi deformado por tanta cicatriz, se acercó a ella, se relamió los labios, frotó sus manos como si desde ya estuviera saboreando el cuerpo de la mujer que tiembla de pánico.—Te casarás con él, quieras o no. Esta misma noche será tu fiesta de matrimonio. No te podrás oponer, ya que tus suegros están en los preparativos para cuando llegues a su casa. —dijo el padre.Karely llora sin cesar, ruega en silencio para que Tristán la busque y la encuentre a tiempo, de lo contrario, será demasiado tarde y quedará en manos de ese maldito ser horripilante al que ha sido
Por un lado, se encuentra un hombre temeroso y desesperado por encontrar a su esposa y, por el otro lado, tenemos a una desesperada Karely que llora y lamenta haber salido de la empresa sin avisarle a Tristán.—Necesito ir al baño antes de que comience la ceremonia. —Pidió Karely.—No lo tienes permitido, si tu futuro esposo no te acompaña no lo puedes hacer sola. —Dijo la malvada suegra.—Entonces me haré en los calzones y te avergonzaré cuando sientan el mal olor que desprende tu nuera. —Le amenazó.—¡Ah, maldición! —exclamó la señora y de inmediato le ordenó a una jovencita para que la acompañara. Ja, ella no perdería el tiempo en ir al baño.En realidad Karely había observado que la chica que la cuidaba tenía un celular, ella usó como excusa sus necesidades fisiológicas con el fin de que ella le acompañara.—Lamento que estés en este lugar. Yo no estoy de acuerdo, pero así son las leyes en este pueblo. —Expresó la joven. Sin imaginar que con esa confesión el corazón de la novia se
Todos voltearon a ver al hombre que se acercaba, cada uno abría paso para que llegara hasta su objetivo.—¡Ja, ja, ja, miren quién ha venido a rescatar a la princesa! Dime, ¿qué puedes hacer en nuestra contra para atreverte a llevarla por la fuerza?—Sé que eres su padre. Déjame decirte que no te comparas y jamás te podrás comparar conmigo porque eres un ser asqueroso que no merece tener a una hija tan linda de corazón. —lo retó Tristán.Karely está llena de felicidad, su rostro lo refleja. Tristán ha atendido su llamado y se encuentra arriesgando su vida por la de ella al enfrentarse a esas personas enfermas de la mente y de corazón negro.Todos se burlan de Tristán, todos piden que sea castigado por intentar interrumpir la boda.—Aléjate de nosotros. Mi hijo se está convirtiendo en esposo y tú no eres nadie para aparecerte como si nada. —dijo la madre del novio.—¡Soy el esposo de la mujer que están obligando a contraer matrimonio por la fuerza! Hagan lo que hagan, nada les será leg
Esa noche, al llegar a casa, la pareja prometió no volver a separarse sin antes hacerlo saber al otro.Prácticamente, Karely está traumada, pero qué más se podía esperar del hombre que tiene como padre si desde la temprana edad la utilizó como su propia mujer y no digamos ahora que necesita dinero él encontró la mejor opción que era venderla a una familia de esas tradicionales que creen que todo debe tomarse por la fuerza sabiendo que no es que tengan la gran cantidad de dinero porque como se les mencionó anteriormente esas tierras donde ellos están habitando son de la familia Morotova.Brandon, el viejo Brandon, es el dueño de todo eso, entonces ellos prácticamente están como unos simples trabajadores de esa familia millonaria.Tristán le pidió a Karely que, en agradecimiento por el gesto que había tenido para lograr su libertad, debía de curar los golpes que aquellas personas le propinaron; en ese caso, ella quiso negarse. Pero sabiendo que el hombre estaba en lo cierto, sintió pena
Tristán sintió que iba a explotar de rabia, pero es que en realidad no podía soportar, imaginar todo el sufrimiento que ella ha experimentado a tan corta edad. Finalmente, Karely no dijo nada, ella no se negó a que él tomara la Justicia con sus propias manos. Ya lo está conociendo y sabe que cuando él dice que hará una cosa, no hay nada que lo impida.Al día siguiente, Tristán le dijo a la chica que no fuera a la empresa. Pero ella se negó a quedarse sola en casa, entonces acordaron que no pondría un pie fuera del edificio si no era acompañada por él o por sus guardaespaldas, los cuales siempre estarían a disposición para cuando ella los necesitara.Los días van pasando y los rumores en la empresa están tomando forma. Muchas de las empleadas hablan entre pasillos, que el nuevo jefe y la asistente se encierran en la oficina, salen juntos a almorzar y a la hora de la salida también ella espera a que él salga para irse juntos. Aunque por mucho que traten de ocultarlo, ellas siempre lo ha
Por su parte, Karely se hubiera marchado, pero prefirió detenerse para que no se le notara que estaba celosa.—Oye, Karely, ¿tú qué opinión tienes sobre el jefe? Aunque tú no conociste al que estaba anteriormente, porque prácticamente entraste a trabajar el mismo día que el señor Tristán y supongo que no sabes diferenciar entre un hombre guapo, atractivo y un pordiosero de la calle a los cuales seguramente tú estás acostumbrada. —se burló.—No tengo ninguna opinión sobre él, personalmente. Solo en lo que respecta en el ámbito laboral y profesional, puedo opinar que el jefe es un magnífico empresario que en pocos días ha descubierto todas las atrocidades que su anterior administración provocó en la empresa.—No creo que solo esa opinión tengas de él, prácticamente trabajas a su lado, eres su mano derecha por ser su asistente personal, incluso hasta te permite salir temprano cuando le pides permiso y nadie más tiene ese privilegio, solo tú.Fíjate en este momento, deberías de estar con
La pareja estaba demasiado contenta, por fin su relación se estaba volviendo realidad y su matrimonio estaba a punto de tomar forma como debería ser.—No te imaginas lo feliz que me hace este momento. Aunque no sé qué pulga te picó para que te hiciera reaccionar y darte cuenta de que tu esposo es el mejor hombre del mundo. —Comentó Tristán.—Ya deja de hablar, en ningún momento he dicho que eres el mejor. —bromeó ella cruzándose de brazos.—¿Ah, sí? ¡O sea que con todo lo que he hecho por ti, aun así no me consideras como un hombre de confianza! —reclamó el hombre, demostrando estar ofendido.—No es eso lo que quise decir. —Se disculpó ella.—No hay problema. Solo di que me quieres y el asunto quedará arreglado.—Por cierto, me contó un pajarito que tú volteas a ver a otras mujeres y no con respeto sino con morbo. Quizás hasta ya la has besado y le has dicho que ella es la mejor. —reclamó una celosa Karely.—¡Ja, ja, ja! No sé quién te ha llevado con ese cuento, pero no es cierto. Aun