56

En las instalaciones de medicina forense, Valquiria llora pero no precisamente de tristeza. Al observar aquellos dos cuerpos que se encontraron junto al Jet, ninguno de ellos pertenece a su marido. Por lo tanto, existe la posibilidad de que a él lo hayan secuestrado antes de subir o quizá aún esté perdido entre los matorrales de la zona.

Los hombres la llevaron de regreso a la villa Morotova, allí la dejaron con sus hijos. Entre tanto, ellos irán a buscar a su jefe; con ayuda de cuerpos de rescate emprendieron la búsqueda. Para su sorpresa, muy cerca del lugar donde ocurrió la tragedia, se logra visualizar una pequeña cantidad de chozas elaboradas a base de manaca o guano.

—Ese debe ser el pueblo de Santa Fe, un lugar muy famoso porque está a la orilla de la playa y su gente es muy laboriosa y bondadosa, pertenecen a la etnia garífuna. Vamos donde ellos y les preguntaremos si tienen algún tipo de información sobre lo que aquí sucedió. —comentó uno de los hombres.

—Nos vamos a dividir en grupos, unos seguiremos buscando en el bosque y los otros irán a ese caserío porque no podemos arriesgarnos yendo todos al mismo lugar cuando el señor Morotova puede estar en otro.

Para sorpresa de algunos habitantes de la zona…

—El hombre parece estar mejorando cada día, por fortuna sus golpes no fueron graves y eso ha ayudado a que sane casi del todo en pocos días con los remedios caseros y nuestros secretos de curación ancestral. —comentó el anciano del caserío, un hombre de buen corazón y creyente de lo que sus antepasados les encomendaron hacer para el bien de la humanidad.

—Todavía no entiendo por qué es que este hombre nos pidió que no le dijéramos a las autoridades de que él quedó con vida. —se preguntan.

—Oye, y si es un asesino en serie y nosotros corremos peligro por estarlo escondiendo. —comentó un joven. —No más digo, ya que, ahora, en los tiempos en que se vive, es probable que haya estado huyendo de la ley y por eso quiere refugiarse en este lugar.

—Eso no fue lo que él nos dijo antes de caer desmayado y no despertar más. —Brandon les dijo que es un empresario de la construcción y su vida corre peligro porque le han hecho un atentado. También les pidió que si él muere, que hasta entonces den aviso a las autoridades. Les dio su nombre, pero no alcanzó a dar su apellido porque cayó en un sueño profundo.

—Esperemos que pronto se despierte y nos aclare su situación, no debemos de tenerlo por mucho tiempo sin dar aviso a las autoridades para que localicen a sus familiares, quizá ellos estén preocupados y lo anden buscando.

—Papá, haya afuera hay unos hombres preguntando sobre el accidente aéreo. —informó un pequeño.

—Ellos deben ser sus familiares, debemos decirles que él está aquí. Es mejor que se lo lleven y así nos evitamos muchos problemas, además es mejor que lo trasladen a recibir asistencia médica a un centro hospitalario.

El hombre de la casa salió y después de dar la poca información que se sabe por parte de los que vieron el suceso, decidieron mostrarles al hombre que llegó a su casa arrastras para pedir ayuda.

—Él es nuestro jefe, es el señor que andamos buscando. Gracias a Dios está con vida, su familia se sentirá muy feliz con la noticia.

Los hombres de Brandon están muy contentos con las personas que ayudaron en su recuperación. Sin embargo, les preocupa el hecho de que no despierte, según, solo lo hace para comer y hacer sus necesidades y luego vuelve a caer en su sueño.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP