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Ya va una semana que nadie sabe sobre el señor Morotova, ahora todos en la empresa están preocupados porque ya se ha corrido la voz de su desaparición y también se sabe que a su destino no llegó.

—Señora Valquiria, hemos recibido información sobre una aeronave que se desplomó la semana pasada y las características coinciden con el jet que el patrón estaba volando. —informó el jefe de seguridad.

Un sudor frío recorrió todo el cuerpo de Valquiria. Ella ha pedido que Brandon muera, por su mente se cruzaron varios escenarios en donde él era partícipe de una infidelidad. Ahora, ¿con qué cara les dirá a sus hijos que su padre ha tenido un accidente y por eso es que no se sabe nada sobre él?

—Les ordeno que se haga una investigación sobre el caso. —Con un nudo en la garganta y su voz temblorosa, ella trata de asimilar esa trágica noticia.

—Se nos complicará bastante porque de la nave solo quedan algunos restos que las llamas de fuego no alcanzaron a consumir.

—¿Fuego? ¿Acaso no fue solo un accidente normal? —Cuando el hombre mencionó sobre dicho accidente, ella pensó que solo se había desplomado y estrellado contra algún árbol o con la misma tierra, pero saber que ha sido de otra forma más terrible ha causado que le den hasta ganas de vomitar por lo nerviosa que está.

—No señora, además los bomberos encontraron dos cuerpos calcinados casi en un cien por ciento.

—¡Ay no Dios mío! ¿Será Brandon uno de ellos? —Ahora no cabe duda, el amor de su vida se ha ido y no precisamente con otra mujer como ella lo creía en un principio.

—No se sabe si alguno de esos cuerpos pertenece a su esposo, señora, por eso he venido a pedir su autorización para proceder con la investigación del caso.

—Háganlo de inmediato, de haber sabido del suceso hace mucho tiempo lo hubiesen hecho. —entre lágrimas la chica suplica a los hombres para que le traigan con vida al padre de sus hijos.

—Hemos estado revisando las cámaras de seguridad que están alrededor del predio donde la nave estaba estacionada. Allí se observa como un hombre se acerca e ingresa al interior. Pasados unos diez minutos él vuelve a salir, según el informe del benemérito cuerpo de bomberos hubo una falla mecánica y por eso la nave se precipitó al suelo. Pero yo estoy seguro de que un día antes de que el señor Morotova volará la revisaron los técnicos de mantenimiento, siempre es así y nunca han fallado. 

—¡Qué extraño! ¿Quién podrá ser la persona que le quiso hacer daño y que seguramente manipuló el aparato donde viajaría? Además, ¿cómo se enteró de que hoy se usaría la nave?

—Mi pregunta es: ¿Cómo pudo entrar al interior de la nave si se supone que solo el señor Morotova tiene acceso con la llave?

—Por eso digo que es extraño, por favor envíame una toma del video en donde se le vea de cerca el rostro al hombre que dices que aparece. Estoy segura de que ha sido alguno de esos empresarios que no han querido cancelar lo que le deben a nuestra empresa por los proyectos que se le han brindado y han decidido eliminar al mero tronco como señal de advertencia.

Los hombres se retiraron de la empresa para desde ya investigar lo que ha ocurrido, mientras que Valquiria se echó a llorar sobre su escritorio donde hace el papel de presidenta.

Minutos más tarde le llegó el correo con el video y algunas imágenes de seguridad que fueron captadas en el momento preciso en que el hombre baja de la nave.

Valquiria reconoció al hombre, él es… es el mismo profesor que la acosaba en el instituto. Y es el hermano mayor de Brandon Morotova. —Este desgraciado sabe que Brandon lo busca para que responda por la gran mentira que se inventó sobre mi padre, él es el culpable de la desaparición y… posible muerte de su propio hermano. Porque sí, es evidente que esos cuerpos son de Brandon y su piloto. —comentó con tristeza en su corazón.

En otro lugar de la ciudad…

—Por qué nos has traído a vivir en este monte, aquí los únicos seres humanos somos nosotros en medio de tanto animal salvaje que se escucha por las noches. —Pregunta y reclama una señora de muy buen parecer.

—Tenemos que hacerlo por el bien de nuestros hijos. Te recuerdo que mi hermano Brandon me quiere asesinar porque se le ha metido en la cabeza, que yo quiero adueñarme de su empresa, cuando tú sabes que no es así. —Mintió el hombre, él jamás le dirá a su esposa el verdadero motivo por el cual se vio en la obligación de huir con ellos para ese monte como ella le llama.

Unas horas más tarde…

—Señora, hemos corroborado con el cuerpo de bomberos y en efecto, esa es la nave en la que su esposo se movilizaba. —le informaron, esa noticia le cayó como un balde de agua fría, ya que ella tenía las esperanzas de que no fuera así.

—¡Ay, no, no puede ser cierto! —exclamó la chica con un grito de agonía, que hasta puede transmitir a los demás esa tristeza que ella siente. —Brandon, perdóname mi amor. Jamás debí desear tu muerte, no es justo que nos hayas dejado mi amor. —Llora la chica a moco tendido, pues aunque se sintió molesta por la mentira en que la tuvo sometida, ella se sentía a gusto porque sus hijos amaban a su padre y para una madre el bien de sus hijos es lo que más debe de importarle siempre y cuando no existan los maltratos físicos o verbales.

—Aún no sabemos si uno de los cuerpos encontrados se trata de él, en este momento vamos a traerla a usted para que vayamos a la oficina del médico forense a reconocer si allí está el cuerpo de su esposo.

Escuchar esas palabras casi provocan que Valquiria se vaya de espalda al suelo, es muy duro tener que asimilar que el imponente y cariñoso Brandon Morotova, ya no estará entre ellos.

Minutos después llegaron varios hombres de seguridad para trasladarla a la morgue.

—¡Ah! —Un grito desesperante se escuchó por parte de Valquiria en aquella sala en donde reposan varios cuerpos ya sin vida.

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