Brandon está demasiado feliz, sus hijos ya saben que él es su padre y lo han aceptado tal cual en su vida. Valquiria también está muy contenta y ya puede respirar con tranquilidad después de haber pasado un rato con demasiada preocupación.
—¿Qué les parece si su mamá y yo les damos otro hermanito? —Propuso Brandon descaradamente.
—¡Papá, me ves en una silla de ruedas sin poder caminar y aun así nos estás preguntando que si queremos otro hermano! Por favor, debes de tener un poco de empatía y preocuparte primero por mí. —Reclamó el celoso de Tristán, logrando captar la atención de su padre, que lo ve con sorpresa y nostalgia.
—Nadie ha dicho que nos vamos a olvidar de ustedes o que los vamos a hacer a un lado si llega otro bebé, al contrario, nos vamos a volver mucho más unidos, más bien en defensa de nuestras chicas. Digámosle a mamá que queremos otro integrante en la familia. ¿Acaso no les gustaría que tengamos una nena además de su mami?
Propuso Brandon, mientras su mujer lo mata con la mirada.
—Sí, sería magnífico porque cuidaríamos de ella. Pero, por otra parte, no es buena idea porque entonces ella pasaría a ser la consentida de ustedes; aunque lo nieguen, eso será así.
—¡Ja, ja, ja, mis herederos, no piensen eso! Entre los hijos no haremos ninguna diferencia, ¿verdad, cariño?
—No, claro que a todos los trataremos de igual forma. Pero por favor, ya paren de hablar sobre algo que no va a suceder. —Les reprendió la chica, ya que a ella le afecta ese tema que por el momento solo está guardado en su corazón.
—¿Por qué no? Los niños lo quieren y yo también. —siguió insistiendo Brandon, y es que como él no miró a la chica cuando estaba embarazada, entonces quiere que tengan otro más para disfrutar esa etapa junto a ella. Valquiria no tiene ni una tan sola fotografía de recuerdo de cuando estuvo embarazada de los trillizos. ¿Cómo podría siquiera tener un celular con cámara, si apenas conseguía dinero para sobrevivir?
—Porque no, Brandon, y ya basta de pedir tonterías, cambio y fuera, asunto terminado. —Valquiria se puso nerviosa y triste, por eso pide zanjar el tema hasta allí. Pero también se ha molestado y por eso se ha levantado de la mesa para ir al baño que está en la que fue su habitación cuando era una jovencita y ahora es donde van a dormir sus hijos.
—Vuestra madre se ha molestado, no debemos volver a tocar ese tema, ya lo escucharon pequeños. —les comentó a sus hijos, pero él se ha sentido lerdo y miserable por provocar la tristeza de la mujer que desde hace unos meses ha comenzado a amar con el alma y no desea ni que ella sienta una pizca de molestia por su culpa.
—Ve con ella, papá, seguro la encontrarás llorando en el baño. Ella siempre hace eso para que nosotros no la veamos llorar, sin embargo, nosotros siempre nos damos cuenta de lo mucho que ella ha llorado cuando no tenía nada para darnos de comer. —Sus hijos le han pedido que vaya y consuele a mamá, ya que él fue quien dio inicio a la petición de un nuevo integrante en la familia, motivo por el que la chica se ha molestado.
Brandon se aseguró de que todas las puertas de la casa estuvieran seguras para que nadie intente ingresar y hacerles daño a sus hijos, luego se fue a la habitación a buscar a su esposa, pero ella no está en la que se supone que dormirán ellos, la encontró en la habitación de los niños y tal como ellos se lo comentaron, la escuchó sollozar en el baño.
Esa pequeña habitación no tiene puerta y lo que divide el baño es una cortina, sin pensarlo ingresó y su corazón le dolió tanto que lo primero que hizo fue abrazarla por la espalda. Pero ella se negó a que la tocara y con el antebrazo le dio un golpe que fue a parar en la costilla izquierda del hombre, haciendo que este se doble del dolor.
—¡Valquiria, qué te pasa, me has dado un fuerte golpe que casi me quedé sin aire! —exclamó con exageración, buscando apaciguar el momento para que ella se relaje y le cuente el motivo de su tristeza.
—Deja de mentir que ni te toqué. —Dijo la chica en tono de reproche, pero en su interior muere por soltar una carcajada, claro que ella lo ha hecho de pura maldad.
—¡Amorcito de mi corazón! Dime por qué estás llorando, me duele, verte así, cariño.
—Brandon, ¿tú… tú de verdad quieres que tengamos más hijos? —preguntó Valquiria, aun dándole la espalda a su marido.
—Claro que sí, mi amor, quiero ser el padre de un buen batallón de muchachos. —Respondió con emoción en sus palabras y tomó de los hombros a la chica para que se volteara y le viera a los ojos.
—Entiendo Brandon, pero… para eso deberás de buscarte a otra mujer porque yo no…
—Cariño, mírame de frente, por favor, no bajes tu mirada porque no quiero que te sientas intimidada por mí. ¿Acaso no me quieres, o no deseas tener una familia bastante extensa? —Le interrumpió. —porque si es lo último, entonces yo no tengo ningún problema porque te adoro y no te forzaré a que hagas algo que no quieras.
—No, Brandon, déjame terminar, por favor, tú como siempre andas de adelantado. —Le regañó ella entre sonrisa y llanto.
—Perdón cariño, lo que pasa es que a ti te cuesta mucho hablar, entonces yo me adelanto a lo que probablemente dirás.
—Yo… yo no podré tener más hijos porque cuando di a luz a los trillizos, mi útero se dañó a tal grado que casi muero por una hemorragia que no la podían controlar. —La chica se detuvo un momento e intentó tragar saliva, pues aquellos recuerdos dolorosos han llegado a su mente.
Cuando todo acabó y me dieron de alta, los médicos me dijeron que si me vuelvo a embarazar corro el riesgo de perder al bebé en el último trimestre del embarazo. Además, me dijeron que es imposible que las probabilidades son casi nulas de que vuelva a suceder, entonces prefiero no ilusionarnos del todo porque puede ser muy fatal volver a pasar por lo mismo.
—Oh por Dios cariño, es horrible lo que te ha tocado que vivir a solas. Por favor perdóname, yo debí estar en ese momento para darte todo mi apoyo.
—Ya eso pasó Brandon, ya no quiero recordar más esa etapa y por tal razón te pido que no vuelvas a mencionar ese tema que me pone muy sensible.
Al día siguiente los chicos salieron muy temprano con su padre al campo, allí ya los están esperando los jornaleros que Brandon ha contratado desde días antes para hacerle una buena limpieza al rancho y probablemente hacer que vuelva a cobrar vida con la agricultura y la ganadería.
Horas después Valquiria salió con un jarro de jugo en sus manos y unos pastelitos de mermelada de piña que les lleva como merienda. Pero antes de llegar hasta donde ellos están, se escuchó la voz aguda de alguien que grita desde lejos.
—Vecinos, la hija sinvergüenza que quedó embarazada y desprestigió a su padre, ha regresado. Debemos de expulsarla de la colonia porque puede ser que venga a dar el mal ejemplo a nuestras hijas.
Aquella señora gritó tan fuerte que probablemente todos en el pequeño pueblo le escucharon y se han asomado a la puerta de cada casa para ver qué es lo que sucede. Valquiria se ha quedado quieta, no pudo dar un paso más, “ella es la causante de la muerte de su padre” esas palabras resuenan en su mente como un tambor en celebración del día de la patria.Brandon también lo ha escuchado, pero no le puso atención porque pensó que la señora se refería a otra cosa y no precisamente atacaba a su esposa. Él siguió cortando la maleza y ni siquiera se ha dado cuenta de que Valquiria estaba yendo en su dirección con la merienda.—¿A qué has venido? Sabes que aquí no eres bienvenida verdad. Ahora llamaré al banco para que te venga a sacar por segunda vez de este rancho. —Un grupo de señoras chismosas ya se están acercando a Valquiria con la intención de echarla lejos.—Señora, por favor deje de acusarme de algo que es completamente falso. Usted sabe que mi padre murió porque una serpiente barba a
Las señoras se marcharon después de su alegato sin sentido, ellas van cuchicheando de lo prepotente que se ha vuelto la muchacha que expulsaron del pueblo hace unos años. Van decididas a conseguir el número de teléfono de aquel banco, el único que tiene una pequeña sucursal en el pueblo.—¡Aló buenos días!, dígame en que le puedo ayudar. —Habló un hombre al otro lado de la línea.—Buenos días, señor, quiero denunciar que en la casa que anteriormente perteneció a la familia Estrada, han llegado unas personas a invadir y ellos alegan que allí se quedarán. Figúrese usted que ellos son un par de sinvergüenzas que se quieren apropiar de un terreno que por ley le pertenece al banco; eso es injusto. —Se quejó la señora, queriendo quedar en buenos términos con la casa bancaria.—Veamos, señora, ahora mismo le investigo la situación de ese terreno que usted menciona. Por favor, dígame cómo se llama el dueño al que el banco le hipotecó.—Él se llamaba José Estrada, pero por infortuna ya fallec
Esa misma noche volvió a salir un grupo de personas que se han organizado en contra de la pobre e indefensa Valquiria. Llegaron a la puerta de su rancho y con los nudillos de la mano tocaron la áspera madera. Uno de los trillizos que estaba en la sala jugando al ajedrez con su hermano fue a abrir, pues su mamá y su papá se están dando una ducha juntos. Y aunque ellos saben que tienen prohibido abrir la puerta cuando ninguno de los dos adultos esté con ellos, esta vez han violado esa orden y han abierto la puerta.Las señoras se han quedado con la boca abierta por el asombro que les ha causado la presencia de ese pequeño hombrecito que está frente a ellas —¿Acaso esta mujer sí tuvo a su hijo y nosotros la hemos estado juzgando? —Se pregunta a sí misma la señora que en horas de la mañana le insistió a Brandon, diciéndole que no se merece estar con una mujer que dio en adopción a su hijo porque no fue capaz de luchar por él y sacarlo adelante, sino que buscó el camino más fácil y ahora
Brandon deseó que esas personas fueran hombres para reventarles la boca y dejaran de estar calumniando a una mujer.—Ay por Dios, señoras, ya dejen la envidia que le tienen a mi esposa. ¿Y saben qué? Ella no necesita mendigar ni vender su cuerpo por dinero, ella tiene un esposo que se mata trabajando para que le dé todo lo que ella desee.—Óiganlo, comadres, nosotros sabemos que con lo que se trabajaba de jornalero no ajusta ni para la comida de la semana, ni digamos para pagar una hipoteca. Ja, ja, ja, invéntate otra excusa para defender a esa mujer porque esa no te la creemos. —Se burlaron las doñas.—Miren, señoras, con todo respeto se los voy a decir. Mi familia y yo hemos venido a pasar una semana de vacaciones a este lugar. No nos importa si ustedes piensan que somos unos pobretones igual o peor que ustedes, pueden decir lo que sea, pero no les voy a dar el gusto de que sepan quién soy yo en realidad. —Que tengan buenas noches y si es posible dejen de estar jodiéndonos ya.Brand
Valquiria lanzó el papel a la cama y furiosa esperó a quien se supone que es su esposo y que no debería de guardarle secretos. Aunque delante de los niños, ella fingió estar feliz por estar de regreso en casa. Decidió no reclamarle nada a Brandon hasta que encuentre el momento adecuado. Como dicen popularmente, buscará la oportunidad perfecta para darle una patada en el trasero y mandarlo al diablo de una sola vez.Ya en horas de la noche él llegó de la dichosa reunión y quedó encantado por la remodelación que la chica le hizo a la habitación. Él ni siquiera recuerda aquel sobre que en su momento guardó, en aquel entonces él pensó que allí estaría supermejor que en otro lugar de la casa.Ella no le demostró indiferencia, al contrario, estuvo mucho más cariñosa y, a la hora de hacer el amor, ella le pidió que por esta noche no porque su periodo está por llegar y le duele el vientre.El hombre, como ya sabe cómo funciona esa vaina, la dejó tranquila y le acarició el vientre para que est
La felicidad de la pareja se ha venido abajo en cuestión de días. Por el momento, Valquiria sigue en la villa Morotova, pero ya se está haciendo dueña de una pequeña casa que va adquiriendo poco a poco producto de su trabajo en la empresa de Brandon, aunque este no lo sepa. Cuando finalmente ya sea suya por completo, entonces se irá con sus hijos, pues alejarse del padre de ellos es lo mejor que puede hacer, aunque no sea así para los niños.Lo más bonito en este caso es que los chicos no saben nada de los problemas que están atravesando como pareja, ya que frente a ellos demuestran ser cariñosos, y es ahí cuando Brandon aprovecha a coquetearle lo más que pueda a ella y también hace lo imposible por demostrar que la ama con locura y sin importar que ahora sea ella la que lo odie.—Papito, ¿tú quieres mucho a mamá? —preguntó uno de los niños. A ellos les encanta ver cómo su padre consiente a su mamá.—Claro que sí, hijo. Yo adoro de todas las formas posibles a su madre y a ustedes tamb
Después de darles la orden a sus hombres, Brandon entró a la casa para hablar con su mujer. Ella ya no estaba en la cocina, ya se ha ido a la habitación y todo por huir de las peticiones de perdón que el padre de sus hijos le hace a cada momento que se quedan a solas.—Sé que no estás dormida, mi amor, por favor hablemos; te lo pido con el corazón en la mano, no me tengas así. —súplica el hombre, acostándose a su lado y abrazándola.Valquiria no le respondió y tampoco permitió que sus lágrimas salieran. Él le falló y, por lo tanto, se merece lo que está viviendo. —Cariño, mañana me iré de viaje hacia Colombia. Por favor, vela muy bien de nuestra empresa constructora, así como lo has estado haciendo hasta ahora. —Te amo, princesa, no sabes cuánto me arrepiento de haberte ocultado que no estábamos casados, pero te prometo que si me muero seguiré amándote hasta en mi otra vida, jamás dejaré de amarte mi bella chica dulce y tierna pero enojona.Al día siguiente, antes del amanecer, el hom
Ya va una semana que nadie sabe sobre el señor Morotova, ahora todos en la empresa están preocupados porque ya se ha corrido la voz de su desaparición y también se sabe que a su destino no llegó.—Señora Valquiria, hemos recibido información sobre una aeronave que se desplomó la semana pasada y las características coinciden con el jet que el patrón estaba volando. —informó el jefe de seguridad.Un sudor frío recorrió todo el cuerpo de Valquiria. Ella ha pedido que Brandon muera, por su mente se cruzaron varios escenarios en donde él era partícipe de una infidelidad. Ahora, ¿con qué cara les dirá a sus hijos que su padre ha tenido un accidente y por eso es que no se sabe nada sobre él?—Les ordeno que se haga una investigación sobre el caso. —Con un nudo en la garganta y su voz temblorosa, ella trata de asimilar esa trágica noticia.—Se nos complicará bastante porque de la nave solo quedan algunos restos que las llamas de fuego no alcanzaron a consumir.—¿Fuego? ¿Acaso no fue solo un a