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Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos. El hombre malvado fue herido de bala en el hombro izquierdo, cuando él le quiso disparar a Valquiria. Su arma no le funcionó, se trabó y no pudo percutir. Valquiria aún está en el suelo, doblada, en posición fetal, según ella le ha disparado y quizá hasta ya se considera muerta.

La cadena de disparos con diferentes armas de fuego se ha desatado en el exterior de la casa, la propiedad está rodeada por ambas bandas, cada una defiende a su jefe. Sin embargo, quienes acompañan a Brandon son muchos y están más entrenados para matar que para morir y han logrado su objetivo al vencer a la mayoría y otros que han preferido salir huyendo al verse ya derrotados por sus contras.

Brandon logró cruzar a tiempo a la casa, burlando el anillo de seguridad impuesto por aquellos hombres, se coló y fue directamente a la ventana de la habitación que le indicó el informante. Por cierto, ese muchacho no se presentó este día a su trabajo de guardia, Brandon le pidió que no lo hiciera porque corre el riesgo de poner su vida en peligro.

El señor Morotova se acercó hasta la ventana y prácticamente observó desde que el hombre comenzó a desnudar a la chica, pero no podía hacer nada en ese momento porque la ventana de cristal estaba con llave. Con cautela quiso abrir con otro objeto, pero allí lo único que se encontraba era una fina mesa de madera de mármol, pero no se podía levantar porque estaba unida con el suelo de cemento y cerámica. No había otro objeto más que le pudiera ser de ayuda.

Cuando vio que era imposible de abrir sin antes ser descubierto por el hombre malvado o por cualquiera de sus subordinados, decidió disparar desde afuera cuando la chica lo lanzó al suelo y se levantó de la cama con la intención de escapar.

Valquiria, como si ya sabía que su esposo estaba allí para defenderla, reaccionó y golpeó al hombre malvado cuando menos se lo esperaba. Es probable que sus ganas enormes de seguir luchando por sus hijos le hayan devuelto el conocimiento para que pudiera reaccionar a tiempo antes de que el malvado lograra su cometido de abusar sexualmente de ella.

Con la fuerza de la bala el cristal de la ventana se vino abajo, solo así pudo entrar Brandon a la habitación y de inmediato le arrebató el arma al malvado, mientras que con la suya no deja de apuntar en su dirección como amenaza de que si se pone de pie le va a tirar de nuevo.

—¿Estás bien, cariño? —Preguntó Brandon acercándose a su esposa, tiene temor de que la bala le haya rosado a ella también y por eso haya caído al suelo.

La chica no lo podía creer, esa voz que está escuchando es la misma de su marido, con temor de que no fuera real levantó su rostro y al convencerse de que en realidad él está ahí lo abrazó como si no se quisiera separar de él nunca más, estuvo aferrada a él con todas sus fuerzas y lloró a mares en su pecho.

Brandon se quitó su gabacha manga larga y se la clocó a Valquiria, ya que ella tiene rota su blusa por culpa del hombre malvado que se la rasgó para poder disfrutar al toquetear sus tetas.

—Gracias por estar aquí, pensé que no vendrías. —dijo Valquiria. Ella está muy agradecida de que la haya venido a salvar, a pesar de haberle dicho en aquella llamada telefónica que él no la quiere y que si el malvado quería podía quedarse con ella. Su voz tiembla por el llanto y el tremendo susto que ha pasado durante una tarde y toda la noche anterior en la que ni siquiera pudo dormir porque el hombre malvado estuvo acostado a su lado en la misma cama.

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