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Ahora van de camino para el lugar donde la llamada anónima les dijo que se encuentra la chica, sí, una persona de buen corazón se ha comunicado con Brandon y le ha dicho exactamente en donde se encuentran.

—¿Quién lo hizo? —¿Recuerdan al joven que detuvo a su jefe malvado para que no siguiera golpeando a Valquiria?

Precisamente fue él quien ha decidido traicionar a su jefe malvado, a él no se le olvida que recién entrados en la organización este hombre ordenó quitarle la vida a su hermano, él lo escuchó mientras estaba haciendo la limpieza de algunas armas de fuego de las que siempre utilizan. Ahora ha aprovechado la oportunidad de enfrentar a un candidato presidencial bueno, con uno de los narcotraficantes más buscados en el país.

Para su mala suerte, el radar que los hombres malvados poseen los ha detectado a los recién llegados. Poniéndoles sobre alerta antes de que ellos lleguen a la entrada principal de la propiedad.

De inmediato se lo hicieron saber a su jefe y este les ordenó que le permitieran la entrada, pero solo a Brandon Morotova, si él no viene entonces que los hagan regresar si es posible hasta con balas tienen que lograr que retrocedan.

—Ese maldito me mintió, me hizo creer que no se arriesgaría para salvarte a ti. —Se quejó. —Ese perro se las jugó bien para engañarme y que yo me confiara. —Pero tú, belleza perfecta, no te vas a ir sin antes yo probarte. Me he estado reteniendo solo por la simple razón de que planeaba llevarte a mi mansión, pero ahora que tu flamante esposo ha venido por ti es tiempo de dejarte ir y si él no acepta mi propuesta, pues deberá de quedarse en tu lugar o, de lo contrario, morirán ambos. —El secuestrador no sabe que quien viene acuerpando a Brandon es mucho más poderoso que él, prácticamente él es el rey de la droga en este país y el otro solo es un simple achichincle que trafica con las sobras que deja.

—¡Qué haces! —No, por favor, le suplico que no me haga daño, señor. Mi esposo le va a resolver su situación, debería de estar conforme con ello.

—¡Ah! ¡Qué rico tocar esos pechos enormes que tienes! Eres una m*****a tentación, mujer Morotova debió de extrañarte para follarte esta noche que no lo acompañaste en su cama. —El hombre siguió hablándole palabras sucias y pervertidas mientras la tocó sin su consentimiento.

—No, mi ropa no, ¡Ah! —fue el último grito de ella antes de quedar sin habla.

De un solo tirón el hombre le ha roto su blusa y entre más patalea Valquiria, más furioso se pone él, hasta que le dio un fuerte golpe en el estómago que la dejó sin aire, solo así dejó de moverse y de gritar suplicando que no le haga daño y negándose a que le suba la falda para tocar sus partes íntimas.

La mujer tirada en una cama pequeña y casi desmayada no puede hacer nada, sus fuerzas no le ayudan a defenderse. Después de acariciarla por completo de las caderas hacia arriba, es hora de bajar.

Subió totalmente la falda hasta la cintura, se relamió como todo un maldito abusador lo hace, bajó el cierre de su pantalón y sacó su miembro masculino después de desgarrar los pantis de la chica. El arma de fuego la colocó al lado de ella por si en un dado caso se presenta una emergencia, estar listo para percutirla.

Ya estaba a punto de introducirse en ella cuando en un descuido la chica le dio una patada que lo mandó al suelo, ella se levantó de la cama e intentó correr. Pero el hombre malvado fue más ágil y tomó su arma que acaba de dejar sobre el colchón y ha disparado.

El ensordecedor sonido ha hecho que Valquiria se vaya al suelo, mientras que por su mente pasan las imágenes de sus trillizos y le suplica a Dios que se los mantenga a salvo.

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