Ethan Crawford fue rechazado en pasado por Briana Hansen, la única mujer que había movido sus entrañas, y por cual buscaba una oportunidad, para quitarse esa espina que le molestaba en su ego herido. Y aunque no era suceso que estaba esperando, trágico accidente en que estaban involucrados sus hermanos, trae consigo a una bebé sorpresa, que generará una disputa entre ellos para obtener su tutela final. La situación no solo creará una lucha, sino que manifestará un divertido panorama y la revelación secretos, que los llevará a tomar la decisión de separarlos… o unirlos para siempre…
Leer másBriana colocó los lonches de sus hijos y luego metió sus mochilas en la parte de atrás de su camioneta, para colocar la mano en su boca y llamar a los chicos.—¡Chicos, se hace tarde…!Maya, de seis años, dejó la mitad de su jugo en la mesa y luego toqueteó el hombro de su hermano.—Déjalo por la mitad… si no, mamá enloquecerá…Madox le dio otra mordida a su sándwich y se limpió la boca con el dorso de su mano, entre tanto fueron a abrazar a su nana que se limpiaba las manos en el delantal y les deseaba un feliz día con una sonrisa.Ethan había estado ausente por dos días en que fue a firmar un negocio familiar, y se esperaba que llegara tu hoy por la tarde. Pero en el caso de Briana, ella nunca había dejado de trabajar como maestra de escuela de primaria, y ahora sus hijos, a pesar de su fortuna, estudiaban en el colegio que ella enseñaba.Todo se hacía más fácil por las mañanas de esa forma, y podía llevar a sus hijos como siempre lo soñó.—Cinturones… —Maya se lo puso a Madox y lue
Ethan tomó las curvas con precaución, y después de que llegó a una de las últimas vueltas, afincó más su acelerador.No podía negarlo, le dolían las piernas y parte de su espalda, pero la adrenalina que sentía en sus venas era mucho mayor ahora, que cualquier queja. Habían pasado cuatro meses desde la primera vez que se subió de nuevo a su Ferrari y comenzó a darlo todo por la copa, una sonrisa se dibujó en su boca, sabiendo que, por casualidades de la vida, este año la última carrera, cerraba en Canadá.Pudo escuchar a su entrenador deportivo por los cables en su oreja, mientras él, junto a su mayor rival del equipo contrario, estaban distanciados del pelotón. Y ambos, de cierta forma, adelantaba al otro cuando la oportunidad se daba.Vio la bandera que indicó las últimas cinco vueltas, y su corazón comenzó a latir a desmedida.Nadie lo sabía excepto Briana y él. Esta sería su despedida a las pistas, y quería cerrar de una mejor manera.Ethan no sabía por qué el recuerdo de su último
—Hola… hola… ¿Cómo amanece mi príncipe? —Briana sonrió ampliamente hacia Ethan recibiendo su beso de buenos días, y luego le dio un beso en la mejilla a su bebé Madox, que tenía apenas ocho días de nacido.—Es un dormilón… —Ethan bajó un poco para darle un beso su cabecita también, y luego se asomó a la amplia cama, donde Maya, de casi dos años, estaba explayada aun durmiendo.—Su hermana no se queda atrás… ¿Cómo te sientes cariño? —Briana hizo un puchero.—Un poco cansada… pero las nanas me han ayudado mucho, son especiales.—Qué bueno escucharlo… Hoy, cuando me levanté, todos ustedes estaban profundos…Briana lo vio moverse con agilidad en su ropa deportiva, porque era de costumbre para Ethan ejercitarse todos los días muy temprano como si fuera sagrado.Estaban a solo dos meses de comenzar la copa y Ethan tenía una expectativa muy alta de acuerdo a su carrera.Y él la estaba esperándolo con ansias. Como si de cierta forma esta fuese su oportunidad para reivindicarse con su público,
—Señor Crawford… señorita Hansen… después de una semana, tenemos la recreación de los sucesos, en unos minutos, unos agentes vendrán a la oficina, y comenzaremos con el protocolo.Ethan asintió a su abogado, y luego tomó la mano de Briana para tranquilizarla y esperó que el abogado saliera unos minutos dejándolos solos.—Pase lo que pase, esto no afectará nada en nosotros, ¿de acuerdo? —Briana asintió lento y luego pasó un trago pesado.Había estado un poco estresada por el tema sobre conocer los hechos, pero Ethan tenía razón, ahora ninguno de los dos, podía dejar que nada de su alrededor los pudiera afectar.Pasaron al menos diez minutos para que fuesen pasados a otra sala, y los recibió un inspector general que comenzó a detallar varios puntos antes de comenzar.—Quiero recordarles que es lo más cercano ante toda la investigación… ya saben, solo ellos se llevaron la verdad absoluta.—Lo sabemos… —Ethan respondió serio.—Bien… —el inspector encendió una pantalla y comenzó.Día del a
Habían pasado dos meses después del accidente, y Briana puso el pastel en el jardín, mientras Maya se quedaba de pie entretenida con sus enormes globos de cumpleaños.Ethan aplaudió y Briana comenzó a cantar, entre tanto Maya se movía al ritmo de la canción, y sonreía feliz.—¡Feliz cumpleaños, hija! —dijeron ambos al unísono, y fue Briana quien le untó dulce del pastel en la nariz de Maya.—¡Años…! —Maya repitió y ellos rieron.—Así es… di uno…—¡Uno…! —Ethan besó a su hija muchas veces recostándose en la grama, y esperó a que Briana cortara el pastel.—Dinos Maya… ¿A quién amas más? ¿A Bri o a papá…? —él señaló y Maya se los quedó mirando, pero fue Briana quien le dio con el codo para que no le hiciera esas preguntas.—Ella no debe elegir… además…—Ma… má… —A Briana se le cortó el aliento y fue imposible para ella no sentir que algo estallaba en miles de partículas en su pecho cuando Maya expresó.—Ethan… ¿Has escuchado? —Maya sonreía mirando a Ethan y él se puso serio.—¿Qué cosa?
Briana se removió un poco, y luego abrió los ojos para ver el rostro de Ethan pasible a su lado. Miró hacia abajo y descubrió su desnudes cubierta en una sábana y su piel se erizó al instante.Tenía unas ganas tremendas de levantarse, pero, en cambio, sintió el brazo de Ethan rodear su cuerpo, y ella se metió en sus costillas pegando su boca en la piel para dar un beso corto.—Buenos días a mi chica linda, que me alegra la vida… —Briana sonrió con sus mejillas rojas, y luego alzó la mirada hacia él.Ethan le dio un beso corto en su nariz y luego sonrió también.—Qué linda te ves…—Gracias, buenos días para mi chico también… —Ethan bajó más su rostro para darle un beso en los labios, mientras Briana lo recibió.—¿Cuándo seré tu vida? ¿Tu cariño? Tu amor…Los ojos de Briana lo miraron, mientras el fuego recorría cada parte de su piel.—Pronto… cariño… —Ethan sonrió de medio lado y profundizó el abrazo mientras sus piernas se enroscaron, sin embargo, sus caricias aumentaron y la pasión s
—Quieres decir… ¿Qué se sabrá en parte que no hubo un accidente como tal?Ethan tomó el aliento.—Estos investigadores son profesionales, ellos harán una recreación con pruebas contundentes. Para adelantarte, hay mucho material en la casa como para dar un esquema completo de lo que pudo haber pasado, incluso… irán a la morgue donde tomaron las fotos de los cuerpos cuando sucedió el accidente.Briana se recostó en la silla, y sintió un poco el estómago revuelto.—Siento sacar esto a la luz… no quería hablar de ello ahora, pero mañana irá el abogado a casa, quizás a darnos un poco de adelantos, y no quería que te tomara desprevenida.Briana negó.—No te preocupes… también quiero saber y que todo esto ya salga de nuestras vidas… —Ethan asintió tomando su mano y la besó, y luego cambió la mirada para decirle:—Mañana comienza la rutina de tu colegio… y la fila de los padres divorciados…Briana sonrió.—¿Es lo único que piensas? —Ethan torció la boca echando hacia un lado la cabeza.—No es
Una mañana en que irían a ver algunas casas, Briana se levantó de la cama, y lo primero que vio fue un ramo de rosas en su mesilla de noche, y fue imposible no sonreír cuando tomó la tarjeta. “Buenos días… a mi chica favorita, por favor, no se lo digas a Maya, será un secreto entre los dos” Briana se sentó aspirando el olor, y cerrando los ojos se sintió plena. Había pasado una semana desde el momento en que Ethan le pidió una oportunidad, y aunque ella había tratado de postergar el momento, hoy irían a ver las dichosas casas, a las que no quería elegir. Sin embargo, había un plan entre ellos de conquista extraordinaria. Casi todas las noches después de que Maya dormía se reunían abajo en el salón, tomaban una copa de vino, y hablaban por horas, sobre todo y nada. Maya estaba avanzado en sus pasos, al menos se quedaba de pie unos segundos, mientras Ethan estaba usando ahora unas muletas para avanzar con mayor rapidez, aunque siempre usaba la silla de ruedas para descansar. Ella s
Ethan alzó la cabeza cuando la presencia de Briana apareció frente a él y sus invitados, y su sonrisa se amplió más.—Bienvenida a casa… —pero rápidamente se dio cuenta de que Briana estaba centrada en Maya, en las piernas de Kiara—. Briana… ellos son mis amigos… ¿Los recuerdas? —Explicó.La vio asentir un poco seria, y tensa.—Amigos… creo que queremos descansar un poco…—No… —Briana se adelantó—. Solo no esperaba visita… pero tomaré a Maya y…—No te preocupes… no queremos molestar… —Un amigo de Ethan dijo y ella se avergonzó.—No para nada… ¿Cómo ven a su corredor? —Briana intentó ser amigable y se acercó. Ethan le sonrió un poco, y ella, sin consultarlo, tomó a Maya para besar sus mejillas, y ni siquiera miró a Kiara.Fue a sentarse en el lado de Ethan y él le dio un beso en la mejilla en forma de saludo.—¿Todo bien? —Briana asintió con una sonrisa.—¿Cómo lo llevan? —ambos se giraron cuando la esposa de uno de sus amigos preguntó.—¿A qué te refieres? —Ethan inquirió.—Dijiste en