El entierro fue a las cuatro de la tarde dos días después, y Ethan solo podía estar de pie viendo la tierra húmeda, y a los demás retirarse después de que todo llegó a su fin.
Su madre se había desmayado en una ocasión, y casi la forzó a que se subiera en un auto suyo y se fuese a descansar en casa, y para cuando se dio la vuelta y se metió en su auto, entonces se dijo a sí mismo que todo este tiempo para con su hermano, había llegado a su fin.
Pasaron algunos días para que pudiera habituarse a la rutina de nuevo. Su madre, Loris, se estaba quedando un poco de tiempo, pero partía nuevamente a los Estados Unidos, donde ella se había casado con su segundo esposo, después de que su padre murió.
Llegó a su casa luego de hacer unas prácticas de despegue en su Ferrari, y luego preguntó en voz alta a su madre cuando escuchó todo en silencio.
—No hagas escándalos… ha sido muy difícil mantener a Maya tranquila… creo que extraña a su madre… —Ethan asintió lento y luego recibió el abrazo repentino de Loris.
—¿Y este abrazo?
—Me estoy despidiendo… —él miró a su espalda y notó unas maletas.
—¿Te vas tan rápido?
—Ya ha pasado cuatro días hijo, y estar aquí solo me causa una gran depresión. Pensé que podía quedarme un tiempo más con Maya, pero no creo que pueda. Estoy demasiado vieja para criar de nuevo… y debo estar sana en mi mente para ofrecerle una mejor abuela. Además… ¿Qué vas a hacer con ella? Tu tiempo es tan limitado…
Ethan parpadeó varias veces, y la verdad, no tenía una respuesta para ello.
—Contrataré algunas nanas… profesores… y todo eso…
Su madre negó enseguida.
—¿Y la mujer? ¿Qué ha dicho? —Ethan sabía a qué se refería.
Toda su familia estaba predispuesta con Briana a causa de Claire.
—Quiere a Maya… pero no lo permitiré…
Su madre miró al techo e hizo una mueca.
—Que Dios nos proteja de ella… espero que puedas manejar este asunto, pero recuerda que la custodia es tuya… tienes la última palabra.
Loris se despidió de él, y Ethan envió a su chofer a llevarla al aeropuerto, disculpándose con ella sobre que tenía que buscar a alguien competente para el cuidado de su sobrina, y en los próximos minutos estaba en la computadora, cuando escuchó los gritos de Maya por todo el piso de la mansión.
Casi corrió pensando que alguien le había hecho algo, pero la cuidadora la estaba intentando controlar cuando Maya solo gritaba.
—¿Qué hiciste? —Ethan se la quitó a la mujer mientras ella negó.
—No hice nada… ella se despertó, y no quiere ser consolada, señor…
Él trató de mecerla como lo hacía su madre, pero Maya siguió gritando mientras su tímpano amenazaba con romperse.
—Dios… Maya… cálmate… —pero la chica estaba inconsolable, y Ethan solo pudo pensar en una cosa.
Comenzó a hacerle una que otra broma, y Maya sollozo bajando su ritmo de llanto, entonces cuando Ethan se vio cómo un payaso frente al espejo, solo se dijo a sí mismo que… ¿Qué estaba tratando de hacer?
Era un famoso corredor de carreras, el mejor de la Fórmula 1 para no engañar a nadie. A sus 33 años había ganado 4 copas, y decir que era famoso en Canadá y en el mundo, era solo el hábito que él solía recordarles a todos.
Se estaría engañando pensando que podría hacer esto solo, sobre todo cuando llegara la temporada, y tuviera que dejar a esta chica, la mayoría del tiempo sola.
En medio de sus pensamientos, otro grito los despabiló, y miró a su sobrina atacada en llanto de nuevo.
La recogió del piso y la meció, y luego le dijo a la mujer que se fuera inmediatamente de la habitación de la bebé.
Llamó a agencias, investigó en internet, todo eso mientras el llanto de Maya se intensificaba. Él le ofreció dulces, galletas de supermercado e incluso su biberón como la mujer de servicio se lo había indicado, pero nada lograba clamarla, y dos horas después, él quería arrancarse el pelo y tirarse de su balcón con todo y bebé.
En medio de su desespero, revisó su teléfono, y por fin leyó todos los mensajes de Briana que no había querido leer por su orgullo.
Ella le pedía con urgencia ver a su sobrina, y marcando a su número, esperó que tomara el teléfono enseguida.
Fue en la tercera llamada que Briana contestó, y él ya estaba sacado de su paciencia cuando ella respondió con agitación.
—¿Maya está bien?
—Necesito que estés en mi mansión en los próximos minutos… haré un trato contigo…
Finalizó la llamada, y caminó de aquí para allá con Maya, ella seguía llorando un poco más bajo mientras bostezaba, pero era evidente que su llanto lo conmovió.
Pasó al menos otra hora cuando el ama de llaves le informó de la presencia de Briana, y tomó a la pequeña Maya para levarla consigo hasta el salón donde lo estaba esperando.
La niña casi le saltó de los brazos cuando vio a Briana, y su cuerpo se relajó cuando el calor de Maya abandonó el suyo.
Sentía los brazos tensos, y tenía toda la camisa mojada en sudor.
El llanto de Maya cesó enseguida, y solo pudo notar como su cabecita se recostó en el pecho de Briana.
—Estoy aquí… —la escuchó decir—. Tranquila mi pequeña… la tia Briana está aquí…
—¿Qué crees que tenga? —Ethan preguntó mientras Briana abrió los ojos disgustada.
—¿Desde cuándo está llorando?
—Mi madre se fue hace unas horas… pero ha llorado todos los días…
Briana apretó los dientes con fuerza mientras escondió la carita de Maya en su cuello.
—Ethan… eres un…
—Calla… no has estado aquí para saber. Ella es mi responsabilidad…
A Briana se le nublaron los ojos. Esta semana había sido un infierno solo de pensar en lo que estaba pasando su sobrina, y ahora que la tenía en sus brazos, en lo único que podía pensar es que no se iría sin ella pasara lo que pasara.
—Ethan… no podrás con ella. No sabes lo que come, lo que le gusta. No conoces sus tiempos de siesta y juegos… no la dejes con una desconocida por favor… ella no merece esto.
—¿Y tú qué harás? ¿Cómo vas a hacer con tu trabajo? —Briana negó.
—No lo sé, pero al menos hasta que pueda ir a la escuela quiero estar con ella… es una bebé.
Ethan tomó una aspiración. Era evidente que él no podía hacerlo, y tampoco quería joderse en su sobrina. Viéndola tranquila en los brazos de Briana le comprobaban que la quería, y esto sumaba otro punto a su oportunidad.
—Bien… —Briana tomó el aliento y cerró los ojos para pegar la carita de Maya a la suya.
—Gracias… Cuando desees verla, te aseguro que podrás y…
Ethan soltó una carcajada y le hizo una negación con el dedo.
—No, no será así… Maya seguirá bajo mi tutela…
—¿Qué?
—Como lo escuchas, Briana… además, si tanto quieres a tu sobrina, demuéstralo… demuestra que no eres esa mujer de la que tu hermana tanto se quejó.
Briana sintió la rabia en su sangre, pero se quedó callada. No quería contender con la única oportunidad que tenía para con su sobrina, y se quedó mirando a este hombre para preguntarle.
—Entonces… ¿De qué estás hablando?
Ethan torció su boca en una sonrisa, y luego se acercó un paso hasta llegar a ella.
—Podemos hacer un trato… —de forma descarada acarició su hombro mientras a Briana se le contrajeron todas las células.
No sabía qué iba a proponerle este hombre, pero su mirada le indicó, que estaría en problemas en los próximos minutos…
Briana abrazó más a Maya y se apartó del toque de Ethan. Ella no era inmune a sus encantos, pero tenía muy claro qué clase de mujeriego era este hombre, y el peligro que indicaba acercarse a él.Tomó el aliento cuando se apartó de su distancia, y meció a Maya como si la arrullara.—Creo que ella tiene hambre…—Le he ofrecido de todo, se ha negado —Ethan explicó serio.—Déjame intentarlo.Ambos bajaron a la cocina, Briana le preparó su biberón y se fue a la amplia sala para sentarla en sus piernas, y ofrecerle la leche.Ethan abrió los ojos desmesuradamente cuando Maya aceptó el biberón, e incluso se acomodó en los pechos de Briana para estar más a gusto con su comida. También notó como Briana acariciaba su cabecita, y sonreía con ella.Parecía que se manejaba muy bien con maya, incluso podía pasar por su madre, ambas eran idénticas.—Esa es mi chica…Maya se quedó dormida de nuevo y Ethan aprovechó que Briana no la tenía de escudo para invitarla a la terraza para que hablaran.—Podemo
Briana casi rio de los nervios cuando un amigo suyo, que era abogado, comenzó a darle esperanzas.—Puedes presentar este documento que a misma Claire firmó para que te hicieras cargo de Maya en sus viajes… o en el momento en que estaba indispuesta… —miré el documento y sonreí.—Claro… ¿Entonces? ¿Cómo es que debo amenazarlo?—Muéstraselo, e instalo a ir a una corte pronto. Eso le dejará claro que no eres tonta.Ella afirmó hacia Mat, y se sintió más segura, y no es que fuesen a una corte de verdad, esto solo era para asustar a Ethan.Mathew era un amigo que había conocido en la universidad. Estaba terminando su carrera cuando ella apenas comenzaba, y congeniaron en una fiesta, donde compartieron sus números.Mathew era abogado, y tenía su propio bufete, y aunque ella no tenía mucho dinero en su sueldo como maestra, sabía que los consejos legales de su amigo, no le salían tan costosos.Ella lo miró fijo y pasó un trago.—Sácalo, Briana… ¿Qué pasa? —ella negó.—Nada… solo quiero saber s
Briana escuchó cuando Mathew soltó el aire y rascó sus ojos.Ella había pasado una noche de perros, y literalmente había llegado a altas horas de a su casa para pedirle este favor, en que solo él podía ayudarla.Mat no había tomado la noticia de buena manera. El que un hombre como Ethan la llevara a un juzgado con todas las de ganar era más complejo, además porque él le advirtió que ella solo le motivara, más no amenazara con respecto a Maya, y dejándose llevar, había metido la pata.—Mat… estoy tan nerviosa…—Deberías estarlo… hoy pueden incluso no dejarte ver a la niña nunca más… ¿Por qué nunca me haces caso?Briana sintió un dolor en el pecho, mientras su boca tembló.—Se supone que me das esperanzas… se supone que…Mat se giró como si estuviera enojado y le dijo.—Se suponía que no ibas a amenazarlo, Briana… ¿Qué fue lo que te dije? Te lo advertí… —el abogado estaba sermoneando a Briana con intensidad, cuando Ethan entró al lugar con dos hombres a sus espaldas, y posicionó sus ojo
Eran las tres de la madrugada cuando Briana se sentó de golpe en su cama, mientras todo su cuerpo titilaba del escalofrío. Su frente estaba bañada en sudor, y su pijama incluso se pegaba a su cuerpo.No lo iba a poder soportar, entonces dando vueltas por la habitación, lo decidió. Maya no merecía su indiferencia, esperó que se hicieran las seis de la mañana, y se dio un baño para arreglarse y asistir a la escuela donde ella actualmente daba clase de primaria.—Señorita Hansen… ¿Qué la trae a la oficina del director? —el hombre moreno de 50 años le sonrió, y luego juntó sus manos.Briana trató de ofrecerle una sonrisa, pero estaba demasiado nerviosa.—Señor, yo quiero hacer una petición.—Claro, profesora Briana, ¿Qué necesita?Ella tomó el aire y lo soltó sin decoro.—Un permiso… largo.El hombre parpadeó rápido, y luego frunció el ceño.—¿Está todo bien? —ella negó.—No, señor… mi hermana acaba de morir y…—Supe del suceso, y lo lamento mucho. Pero usted tiene un permiso de una seman
Al siguiente día Briana se estaba despidiendo de su casa, mientras observaba algunas cajas que había empacado para llevarse, además, no es que esto fuera permanente, y echando llave a la puerta de su casa, tomó un respiro y luego se metió en el auto que habían enviado para ella.Sus labios se apretaron un poco ante lo incierto y recostando su cabeza al asiento, cerró los ojos.—Es por Maya, recuérdalo, todo es por ella…Cuando llegó a la casa de Ethan, parecía haber un revuelo. La gente del servicio iba y venía y ella se apresuró a preguntarle a alguien:—Hola… yo, ¿Qué está pasando?—Señorita Hansen… están arreglando un poco una de las grandes habitaciones, para Maya y para usted.Brianna frunció el ceño un poco, pero asintió.Había pensado por un momento que Ethan le iba a hacer la vida imposible, y también había imaginado que la haría dormir en el suelo solo para cobrarse cosas del pasado.Se destinó en ir hacia la habitación de Maya, ya que no veía a Ethan por ninguna parte y sonr
—Señorita Hansen, aquí tiene, cualquier cosa puede avisarme —Briana tomó las perchas en sus manos, y luego volvió a la habitación provisional de ella y Maya.Maya seguía sentada en una gran alfombra para bebé, con muchos juguetes alrededor y alzó la mirada para comprobar los vestidos que Briana tenía en sus manos.—Maya… no me mires así… —Briana la apuntó—. Tú… pequeña preciosidad… eres… —Maya sonrió y ella no pudo evitar devolverle la sonrisa.Ethan tenía razón, su sonrisa era demoledora, se metía en el alma y quebraba toda la intención. Entonces, tomando un suspiro, Briana dejó las perchas en un sofá y se fue caminando hacia su sobrina.—Podemos hacer un trato… —alzó a Maya en sus brazos y le sonrió—. Por esta noche, puedes hacer todos los berrinches que quieras… como te duermes a las ocho, puedes hacerlo hoy a las diez… puedes pedir jugar y despertarte a todas las horas… ¿Qué te parece?Maya la miró detenidamente y dijo:—Ti… ti… —Briana arrugó el ceño, eran las mismas sílabas que
Briana tomó la mano de Ethan cuando este le abrió la puerta del auto como todo un caballero, y estaba por agradecerle cuando un montón de flashes hicieron que se retrajera.—¡Señor Crawford!—¿Es una nueva aventura?—¿Esto es oficial?—¿Nos puede hablar de la chica?—¡Te amamos Ethan, eres el mejor de la Fórmula 1!—¡Somos tu Fan!Ethan caminó rápido con la mano entrelazada de Briana, mientras los guardias trataban de arrimar a la gente y los paparazzi hacia un lado.Briana notó que él no respondió a ninguna de las preguntas, mientras solo quería entrar a donde sea que iban para resguardarse de toda la gente que tenía los ojos sobre ella. Las luces de las cámaras eran enceguecedoras, y el grupo arremolinado, no era su estilo.En sí, la atención más de dos segundos sobre ella, era algo a lo que no estaba acostumbrada, a menos de que fueran niños a su alrededor haciendo preguntas de ciencias.La música un poco alta inundó sus sentidos cuando estuvieron en una especie de club, pero allí
El silencio, esperando una respuesta, secó la garganta de Briana, y lo único que ella pudo visualizar en ese momento, fue a Maya con las lágrimas en sus ojos si ella desaparecía de su vista.Además, esto era solo una fachada, y supuestamente Ethan estaba siguiendo un patrón que ese especialista le había recomendado por el bienestar de la bebé.Estaban pasando un luto, y ahora la apariencia principalmente hacia Maya es lo que la ayudaría en este proceso de pérdida.Briana lo aceptó para ella misma. Necesitaba meterse el mismo chip de Ethan y jugar a la familia feliz. Porque estaba segura de que en algún momento este hombre ya no querría la presencia de Maya en su vida, ya que una mujer como esa tal Kiara iba a formar parte de su vida, y por supuesto no permitiría que permanecieran a su lado más de lo conveniente.Nadie en sus cinco sentidos lo aceptaría.Levantó la cabeza y se rio de ella internamente ante la payasearía que iba a ejecutar en unos segundos. Se puso las manos en la boca