Briana se removió un poco, y luego abrió los ojos para ver el rostro de Ethan pasible a su lado. Miró hacia abajo y descubrió su desnudes cubierta en una sábana y su piel se erizó al instante.Tenía unas ganas tremendas de levantarse, pero, en cambio, sintió el brazo de Ethan rodear su cuerpo, y ella se metió en sus costillas pegando su boca en la piel para dar un beso corto.—Buenos días a mi chica linda, que me alegra la vida… —Briana sonrió con sus mejillas rojas, y luego alzó la mirada hacia él.Ethan le dio un beso corto en su nariz y luego sonrió también.—Qué linda te ves…—Gracias, buenos días para mi chico también… —Ethan bajó más su rostro para darle un beso en los labios, mientras Briana lo recibió.—¿Cuándo seré tu vida? ¿Tu cariño? Tu amor…Los ojos de Briana lo miraron, mientras el fuego recorría cada parte de su piel.—Pronto… cariño… —Ethan sonrió de medio lado y profundizó el abrazo mientras sus piernas se enroscaron, sin embargo, sus caricias aumentaron y la pasión s
Habían pasado dos meses después del accidente, y Briana puso el pastel en el jardín, mientras Maya se quedaba de pie entretenida con sus enormes globos de cumpleaños.Ethan aplaudió y Briana comenzó a cantar, entre tanto Maya se movía al ritmo de la canción, y sonreía feliz.—¡Feliz cumpleaños, hija! —dijeron ambos al unísono, y fue Briana quien le untó dulce del pastel en la nariz de Maya.—¡Años…! —Maya repitió y ellos rieron.—Así es… di uno…—¡Uno…! —Ethan besó a su hija muchas veces recostándose en la grama, y esperó a que Briana cortara el pastel.—Dinos Maya… ¿A quién amas más? ¿A Bri o a papá…? —él señaló y Maya se los quedó mirando, pero fue Briana quien le dio con el codo para que no le hiciera esas preguntas.—Ella no debe elegir… además…—Ma… má… —A Briana se le cortó el aliento y fue imposible para ella no sentir que algo estallaba en miles de partículas en su pecho cuando Maya expresó.—Ethan… ¿Has escuchado? —Maya sonreía mirando a Ethan y él se puso serio.—¿Qué cosa?
—Señor Crawford… señorita Hansen… después de una semana, tenemos la recreación de los sucesos, en unos minutos, unos agentes vendrán a la oficina, y comenzaremos con el protocolo.Ethan asintió a su abogado, y luego tomó la mano de Briana para tranquilizarla y esperó que el abogado saliera unos minutos dejándolos solos.—Pase lo que pase, esto no afectará nada en nosotros, ¿de acuerdo? —Briana asintió lento y luego pasó un trago pesado.Había estado un poco estresada por el tema sobre conocer los hechos, pero Ethan tenía razón, ahora ninguno de los dos, podía dejar que nada de su alrededor los pudiera afectar.Pasaron al menos diez minutos para que fuesen pasados a otra sala, y los recibió un inspector general que comenzó a detallar varios puntos antes de comenzar.—Quiero recordarles que es lo más cercano ante toda la investigación… ya saben, solo ellos se llevaron la verdad absoluta.—Lo sabemos… —Ethan respondió serio.—Bien… —el inspector encendió una pantalla y comenzó.Día del a
—Hola… hola… ¿Cómo amanece mi príncipe? —Briana sonrió ampliamente hacia Ethan recibiendo su beso de buenos días, y luego le dio un beso en la mejilla a su bebé Madox, que tenía apenas ocho días de nacido.—Es un dormilón… —Ethan bajó un poco para darle un beso su cabecita también, y luego se asomó a la amplia cama, donde Maya, de casi dos años, estaba explayada aun durmiendo.—Su hermana no se queda atrás… ¿Cómo te sientes cariño? —Briana hizo un puchero.—Un poco cansada… pero las nanas me han ayudado mucho, son especiales.—Qué bueno escucharlo… Hoy, cuando me levanté, todos ustedes estaban profundos…Briana lo vio moverse con agilidad en su ropa deportiva, porque era de costumbre para Ethan ejercitarse todos los días muy temprano como si fuera sagrado.Estaban a solo dos meses de comenzar la copa y Ethan tenía una expectativa muy alta de acuerdo a su carrera.Y él la estaba esperándolo con ansias. Como si de cierta forma esta fuese su oportunidad para reivindicarse con su público,
Ethan tomó las curvas con precaución, y después de que llegó a una de las últimas vueltas, afincó más su acelerador.No podía negarlo, le dolían las piernas y parte de su espalda, pero la adrenalina que sentía en sus venas era mucho mayor ahora, que cualquier queja. Habían pasado cuatro meses desde la primera vez que se subió de nuevo a su Ferrari y comenzó a darlo todo por la copa, una sonrisa se dibujó en su boca, sabiendo que, por casualidades de la vida, este año la última carrera, cerraba en Canadá.Pudo escuchar a su entrenador deportivo por los cables en su oreja, mientras él, junto a su mayor rival del equipo contrario, estaban distanciados del pelotón. Y ambos, de cierta forma, adelantaba al otro cuando la oportunidad se daba.Vio la bandera que indicó las últimas cinco vueltas, y su corazón comenzó a latir a desmedida.Nadie lo sabía excepto Briana y él. Esta sería su despedida a las pistas, y quería cerrar de una mejor manera.Ethan no sabía por qué el recuerdo de su último
Briana colocó los lonches de sus hijos y luego metió sus mochilas en la parte de atrás de su camioneta, para colocar la mano en su boca y llamar a los chicos.—¡Chicos, se hace tarde…!Maya, de seis años, dejó la mitad de su jugo en la mesa y luego toqueteó el hombro de su hermano.—Déjalo por la mitad… si no, mamá enloquecerá…Madox le dio otra mordida a su sándwich y se limpió la boca con el dorso de su mano, entre tanto fueron a abrazar a su nana que se limpiaba las manos en el delantal y les deseaba un feliz día con una sonrisa.Ethan había estado ausente por dos días en que fue a firmar un negocio familiar, y se esperaba que llegara tu hoy por la tarde. Pero en el caso de Briana, ella nunca había dejado de trabajar como maestra de escuela de primaria, y ahora sus hijos, a pesar de su fortuna, estudiaban en el colegio que ella enseñaba.Todo se hacía más fácil por las mañanas de esa forma, y podía llevar a sus hijos como siempre lo soñó.—Cinturones… —Maya se lo puso a Madox y lue
—Señor… todo está listo. Traerán a su hermano y esposa al velatorio… —Ethan se dio la vuelta y guardó en su bolsillo una medalla de oro que pertenecía a su pequeña sobrina Maya, y asintió hacia el hombre que estaba al frente de toda la preparación del velorio.—Bien… ¿Enviaste la información ayer a los familiares y amigos de Claire…?El hombre afirmó inmediatamente y luego Ethan recibió una llamada. Él también había informado a toda su familia el trágico suceso la noche anterior.Lo único que no quería, era hablar con su madre, que había tomado un vuelo a Canadá en las últimas horas. Desvió la llamada no queriendo afrontar el tema, pero inmediatamente le envió la ubicación.Al levantar la mirada, pudo ver dos ataúdes, e instantáneamente, su cuerpo se tensó.No podía asimilarlo, ni siquiera le parecía real que su único hermano y esposa, habían muerto en ese accidente en el día de ayer.Ethan fue a la habitación que mandó a preparar, y luego entró para escuchar a Maya llorando a gritos.
El entierro fue a las cuatro de la tarde dos días después, y Ethan solo podía estar de pie viendo la tierra húmeda, y a los demás retirarse después de que todo llegó a su fin.Su madre se había desmayado en una ocasión, y casi la forzó a que se subiera en un auto suyo y se fuese a descansar en casa, y para cuando se dio la vuelta y se metió en su auto, entonces se dijo a sí mismo que todo este tiempo para con su hermano, había llegado a su fin.Pasaron algunos días para que pudiera habituarse a la rutina de nuevo. Su madre, Loris, se estaba quedando un poco de tiempo, pero partía nuevamente a los Estados Unidos, donde ella se había casado con su segundo esposo, después de que su padre murió.Llegó a su casa luego de hacer unas prácticas de despegue en su Ferrari, y luego preguntó en voz alta a su madre cuando escuchó todo en silencio.—No hagas escándalos… ha sido muy difícil mantener a Maya tranquila… creo que extraña a su madre… —Ethan asintió lento y luego recibió el abrazo repenti