Al siguiente día Briana se estaba despidiendo de su casa, mientras observaba algunas cajas que había empacado para llevarse, además, no es que esto fuera permanente, y echando llave a la puerta de su casa, tomó un respiro y luego se metió en el auto que habían enviado para ella.Sus labios se apretaron un poco ante lo incierto y recostando su cabeza al asiento, cerró los ojos.—Es por Maya, recuérdalo, todo es por ella…Cuando llegó a la casa de Ethan, parecía haber un revuelo. La gente del servicio iba y venía y ella se apresuró a preguntarle a alguien:—Hola… yo, ¿Qué está pasando?—Señorita Hansen… están arreglando un poco una de las grandes habitaciones, para Maya y para usted.Brianna frunció el ceño un poco, pero asintió.Había pensado por un momento que Ethan le iba a hacer la vida imposible, y también había imaginado que la haría dormir en el suelo solo para cobrarse cosas del pasado.Se destinó en ir hacia la habitación de Maya, ya que no veía a Ethan por ninguna parte y sonr
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