"Hay lugares donde uno se queda, y lugares que quedan en uno" es la frase favorita de Kary, no se puede quejar, trabajos vienen, trabajos van y aunque su reconocimiento como una excelente veterinaria ha alcanzado algunos países extranjeros, a veces solo se quiere tumbar en la cama a comer helado y quedarse dormida hasta las seis de la tarde, sin embargo, una llamada telefónica la hace volar de urgencia en un vuelo privado y personal a Trhudd, un país que siendo sincera solo había escuchado rumores de allí, y muy buenos. Lo malo es que su ubicación era muy celosamente custodiada solamente por las personas más ricas del mundo. No pasa nada si es que vuela rápido ¿No? Ella llegará sana y salva para tratar a ese conejito del príncipe del país por el cual fue convocada con tanta urgencia. Sus convicciones flaquean al ver al hombre más grande que haya visto en su vida. Lark Emerson, un imbécil hijo de perra sin corazón, atractivo alfa de la manada Hanjx, sin paciencia para los errores y rápido para impartir disciplina, se topa de frente contra una terca, molesta y preciosa mujer en su castillo. ¿Qué hace allí y por qué huele tan malditamente como el cielo?
Leer más—Cierto. Mis feromonas como lycan femenina te fastidiarían—murmuró, sintiéndose ligeramente desanimada.—Pero tendrás otras capacidades mucho mejores—añadió Lark con un brillo travieso en los ojos.—¿En serio? ¿Cómo cuáles?—Según Msrih, aparte de aumentar tu esperanza de vida y tu capacidad de regeneración -haciendo que te cures más rápido y seas menos propensa a las enfermedades comunes que toman a cualquiera-, también deberías desarrollar poderes telepáticos y telequinéticos. Podrías comunicarte con nosotros mentalmente, no solo conmigo.Esta vez, Kary chilló y se lanzó a sus brazos, haciéndolo estallar en carcajadas.—¿Por qué chingados no me dijiste que me esperaba todo esto? ¿Por qué ese sanador tonto me lo ocultó?—preguntó, desconcertada y sintiéndose algo engañada.Lark se puso serio y le acarició suavemente la cara. —Porque yo mismo le pedí que no lo hiciera. No creía que quisiera una pareja humana. Pero si eso cambiaba alguna vez, quería estar seguro de que no consentirías
Una rápida comprobación de los documentos que el hombre había proporcionado parecía confirmar que, en efecto, era legítimo. Aquello cabreó indescriptiblemente a la científica por su fuerte sentido de la justicia.Su propio instinto le gritaba que había algo más, y por la expresión de la cara de los tres alfas que la acompañaban, ellos también creían que se estaban perdiendo de algo.—Bueno, estoy seguro de que entenderás que retengamos temporalmente tu CDA hasta que podamos verificar que todos los vendedores que tienes aquí listados los vendieron efectivamente de forma voluntaria, y que están a salvo y libres con sus familias—respondió Ernee, de forma demasiado dulce.El hombre maldijo en un idioma que Kary no reconoció, sin embargo, lo ignoró mientras reanudaba la inspección del impresionante camión grande…en vano. Frustrada más allá de las palabras por tener que liberar a esos conocidos criminales por falta de cargos, la humana y los tres lycans hicieron un último intento. Si al men
—Están cometiendo un grave error, miembros de la manada asesina Sangre Creciente—comentó el chófer del rodado con tono fastidioso—. La corona real no verá con buenos ojos que roben su carga legítima y que solo está pasando por Urbn antes de llegar a Thurdd. —Si la carga es tan legítima como dicen y si no tienen nada que esconder, entonces les pediremos disculpas, les liberaremos y volverán a su camino, junto con todas sus mercancías—dijo Jareik, con voz burlona—. Pero no nos hagamos los idiotas, tú y yo sabemos que vamos a encontrar todo tipo de cosas que no deberían estar aquí.Kary no pudo evitar soltar aire intentando guardarse una carcajada de satisfacción. ¡Al fin los había encontrado! ¡Después de meses de búsqueda por la desaparición de piedras arcoíris de la nada!—Estoy esperando con ansias tu disculpa, humana—le gruñó el chófer a Kary, aunque ella no había abierto la boca aun para nada.Jareik resopló, abrió la boca para decirle que tenga más respeto con la luna de la manada
Aunque a su compañera a menudo le gustaba provocarlo, prolongando la espera hasta hacerlo suplicar, esta vez no lo torturó. Incluso, él no sabría decir si el divino masaje en la espalda de la membrana que ondulaba bajo sí, había adormecido su propio sentido del tiempo, pero Kary pareció cerrar la mano en torno a su pene de inmediato. Cada caricia, cada exquisito apretón le arrancaba gemidos gruñones. Cuando el calor abrasador de la pequeña boca de la veterinaria se cerró sobre su miembro, apenas pudo evitar derramar su liberación.El fuego corría por sus venas mientras ella le succionaba cada vez más profundamente y le arañaba la pelvis con la mano libre, volviéndolo loco de lujuria. Gritó cuando su luna empezó a raspar con sus dientes romos las crestas palpitantes de su pene y automáticamente sus zarcillos comenzaron a buscar cualquier cosa a la cual anclarse para poder perpetuar el placer. Con la mandíbula apretada y los músculos abdominales dolorosamente contraídos mientras luchaba
Una alegría casi insoportable hizo que Lark sintiera estallar su corazón de lobo. Reclamó sus labios en un beso voraz, al que Kary respondió del mismo modo. Antes de que se le escapara la última pizca de lucidez, rompió el beso y clavó su mirada en la de su mate. Ella a su vez, lo miró interrogante.—Una última cosa, me pican demasiado los colmillos como para poder controlarme—le mostró esos caninos como comenzaban a querer alargarse para probar y remarcar la bonita marca en el cuello de su mujer—. Por favor.Sí, le estaba suplicando. ¿Le importaba? Definitivamente no.—Me encanta cuando lo haces—admitió algo tímida y a la vez algo valiente por decirlo en voz alta.El hombre lobo asintió con la cabeza. —Significa que el vínculo está en su apogeo y que el traspaso de hormonas está funcionando bien.—¿Hormonas? ¿Todas esas veces que nos acostamos me estabas transfiriendo hormonas lycan?—la incredulidad teñía su voz.—No te preocupes, no es para hacerte daño. Es solo que es inevitable
—¿Para esto es que me has traído aquí? ¿Para que nos unamos como un matrimonio bendecido por la energía natural?—preguntó Kary con la voz colgando de un hilo.Su espalda automáticamente se estiró y los músculos se le volvieron rígidos, con la mente en blanco y la lengua de piedra. Por primera vez, casi deseó que su luna no se hubiera sentido tan cómoda haciéndole cualquier pregunta que se le pasara por la cabeza, como él mismo la había estado animando a hacer. Había estado dando oraciones para tener exactamente ese tipo de apertura, y ahora que la Diosa luna se lo había dado, él estaba entrando en modo pánico poco a poco. O más rápido que lento.Emerson tragó saliva y negó con la cabeza.—Te he traído aquí para que conozcas el lugar más romántico y sagrado para los amantes lycans que existe en Urbn. ¿Deseo que esta noche sea nuestra noche de unión ante la Diosa luna incluída con su bendición? Sí, desde luego, es lo que más quería desde el momento en que me di cuenta de que estaba per
—Estoy deseando ver qué te parece—contestó a su creciente curiosidad y bajaron la escalera.La pared frente al rellano lo obligó a girar a la derecha, revelando una gran sala natural bajo la zona en la que acababan de estar sentados.—¿Qué chingados es esto?—Kary exclamó más que preguntó en un susurro asombrado.—La estancia de los lamentos y los suspiros—respondió el alfa con orgullo mientras contemplaba la sala—. El suelo es en realidad una membrana orgánica que crece de forma natural en este entorno. Requiere unas condiciones muy específicas para prosperar. Bajo ella hay rocas especiales, una especie de mezcla híbrida de rocas volcánicas y piedra energética de arcoíris. El calor de las rocas ilumina la membrana y el vapor atrapado bajo ella la hace ondular de esa forma. Y este suave silbido que oyes son los famosos lamentos y suspiros de parte del vapor que escapa por los bordes.—¡Vale, esto es demasiado increíble! No se mencionaba en las cosas que leí sobre la cueva de las energí
—Ajá, claro. Tiene más valor lo que dices sobre los lycans, tú. Un lycan—replicó Kary burlonamente, antes de besarle los labios—. Ya veo por qué tu gente viene aquí a intercambiar sus votos matrimoniales—continuó con nostalgia, mirando alrededor—. Es impresionante.El hombre lobo tragó saliva con dificultad, con la tensión y la rigidez creciendo en su espalda por el hecho de que ella conociera el propósito principal de ese lugar. Claro que las parejas solían ir allí simplemente por la experiencia mágica de pasar tiempo juntos y de manera romántica. Pero la mayoría venían para sellar su compromiso o intercambiar formalmente sus votos. Él tenía la intención de deslizarlo durante la velada para ver cómo respondía ella a esa posibilidad. Después de todo, hacía meses que no hablaban de nuevo de la posibilidad de convertirse ambos en una familia hecha y derecha. Para su alivio, Kary no parecía disgustada por haberla traído hasta esa cueva, sino más bien ansiosa por saber qué había planead
Kary le contó absolutamente todo a Mar quien en un principio se desmayó al ver a su novio en forma de lobo para luego despertar y gritar a los cuatro vientos que ella también quería un tatuaje tan chulo como el de su jefa.También les contó todo lo que vio y supo de la corona real y todos los problemas que había tenido que pasar en poco tiempo junto a ellos y junto a ese idiota príncipe.Lo que a Emerson lo divertía hasta la médula es que Jareik desde el primer momento en que vio a Mar, su rostro se descompuso, se tapó la nariz y en ese mismo instante tomó su forma de batalla para ir a correr al bosque.¡Parecía que al fin ese beta narcisista e idiota había encontrado a su mate! Mar estaba encantadísima con tener a tal espécimen como pareja y poder probar un poco de la pasión de un hombre lobo, el problema era el mismo hombre lobo.Jareik por más sorprendente que parezca ha estado corriendo y huyendo de una humana que no mide más de metro con setenta centímetros y eso que él era tan