Después de llevar una vida siendo acosada por su propia familia, Natalia sufre un accidente en el cuál termina perdiendo la vista y al hombre que amaba, lo que ella no sabe es que ese suceso la llevará a descubrir una verdad que ella ha estado ocultando en su propia mente, pero también descubrirá que el destino le tiene una gran sorpresa.
Leer másDespués de una noche lluviosa, finalmente la calma había llegado, dejando tras de sí un silencio casi imperceptible. Afuera, todo era calma y todos dormían, ajenos a lo que sucedía entre las cuatro paredes de una habitación, está estaba apenas iluminada por la tibia luz de una lámpara de mesa, que acariciaba los contornos de los dos cuerpos con una delicadeza que parecía cómplice.Él la miraba como si fuera la primera vez. No con sorpresa, sino con esa complicidad silenciosa que solo se gana con el tiempo compartido, con las palabras que se dicen sin voz, con las cicatrices que se entienden sin explicaciones. Ella sonreía, y en su sonrisa se deshacía cualquier duda, cualquier sombra del pasado.- No digas nada. - Murmuró ella, posando suavemente sus dedos sobre los labios de él. - Y no lo hizo. Porque no hacía falta. Sus cuerpos hablaban por sí solos, no había necesidad de palabras. Se acercaron como quien se encuentra en mitad del desierto, con necesidad, pero sin prisa, como sabor
Muchas veces sentimos que nuestra vida no tiene sentido, pero sobre todo cuando tenemos la certeza de que todo lo malo que sucede en nuestras vidas es la consecuencia de nuestras malas acciones y decisiones; gracias a eso, llegamos a la conclusión de que este mundo estaría mejor si simplemente desaparecieramos por completo. Para Stefan, su situación no era más que el karma devolviéndole todo el mal que le provocó a Natalia, y aunque no lo hizo directamente si contribuye a que todo eso sucediera ignorando todo lo que pasaba a su alrededor. Para él, Lourdes había sido su gran amor, en ella había encontrado ese lugar que siempre había deseado, era alguien comprensiva y amorosa; sin embargo todo había sido una completa mentira, su vida se desmorono cuando se enteró de la verdad, y aunque aprendió a ocultar sus emociones por completo, no pudo evitar que todas esas heridas se abrieron al enterarse de que había sido cruelmente asesinada; sintiendo como todo había terminado de destruirse, pe
Stefan se encontraba en el jardín de la mansión de Elías y Natalia, aún no se sentía con la voluntad para entrar y ver ese nuevo ambiente, ese momento en el cual su hija era completamente feliz rodeada de aquellos que la aman sinceramente, algo que él jamás pudo brindarle, hacía mucho tiempo que no veía a Natalia de esa manera, sonriendo con gran felicidad, llena de amor; comprendiendo de esa manera que casi destruye su vida por completo, cuando ella lo único que pedía era ser amada. - ¿Por qué no está adentro? - Stefan es sorprendido por la tranquila voz del señor Bernardo. - - No creo que me corresponda estar allí. - Responde observando la ventana que da al comedor. - - La señora Natalia es alguien que tiene mucho amor para dar, su corazón es tan grande que no importa cuales hayan sido las circunstancias, aún así ella prefiere compartir su vida con aquellos que ama. - El señor Bernardo pasa por su lado pero antes de marcharse se detiene. - No creo que quiera seguir cometiendo
- Si continúa con esa actitud, usted será el único perjudicado. - Elías toma un sorbo de su trago mientras observa al señor Stefan. - Y créame, me importará muy poco.- Sé que no soy de tu agrado, pero no deberías permitir que ella esté junto a ese hombre, le desgració la vida a su madre. - Stefan aún no aceptaba que Natalia quisiera acercarse a su supuesto padre. - - Y usted a ella. - Elías no se contenía cuando hablaba con él, aunque Natalia se había olvidado de todo el sufrimiento que pasó con esa familia, a él no se lo olvidaba. - Y aún así, ella lo perdonó y viene a este lugar como perro por su casa. - No es lo mismo. Por su culpa su madre está muerta, mi hermana está muerta. - Sí, pero por su culpa su hija casi muere, su sobrina casi muere en manos de su hija, a la cual no supo educar como un buen padre. ¿Quién cree usted que es peor? Stefan prefirió no continuar hablando con Elías y salió del lugar; antes de llegar a la puerta pudo escuchar la voz de Natalia y Leandro,
Todo ha salido conforme a cómo Natalia lo esperaba. Su asociación con la empresa de Elías ha aportado grandes beneficios para ella y la empresa de su familia; aquello por lo que su familia había luchado por sacar adelante había rendido sus frutos, pero también debía agradecer al gran apoyo que su esposo le ha brindado. Ni en sus más locos sueños había imaginado tener la vida que ahora tiene. Personas a su alrededor que realmente la aprecian, un esposo que la ama incondicionalmente, y aunque resultó que no era hija del gran Stefan Madisson al final este demostró que realmente la amaba como si lo fuera. Poco a poco ha ido reivindicandose con ella por todo lo sucedido en el pasado, y también en memoria de su madre. Para Natalia era difícil guardar rencor en su corazón, incluso hacia aquellos que tanto daño le habían causado, después de todo, logró obtener justicia por la muerte de su madre, su hermana Bianca ahora estaba pagando todo lo malo que había hecho en un lugar dónde debe apren
El nerviosismo era evidente en Natalia, quien no cesaba de discutir acerca de las diversas oportunidades o situaciones que se presentarían cuando ella se encontrará con su padre. Naturalmente, antes de tomar una decisión, conversó con Elías y con Stefan, quienes no estaban de acuerdo con dicha decisión. Aún creía que ese hombre era el único responsable de todo el dolor de su hermana, pero tampoco poseía la autoridad para impedirle a Natalia acercarse a él. - Si aún no te sientes lista para hacerlo puedes posponer la reunión. - Le comenta Elías mientras la toma de la mano y la lleva hasta el sofá para que se siente. - - ¡No! Ya he pospuesto demasiado está situación. Además… Mateo me contó que su padre no se ha estado sintiendo muy bien últimamente. No quiero tener ningún tipo de arrepentimiento. - Bien. Si consideras que es el momento de hacerlo te apoyaré, pero también debes tener en cuenta que esto podría afectar aún más su estado de salud. Natalia emite un profundo suspiro al
Stefan Madisson, siempre había demostrado ser un hombre capaz de guardar sus emociones en secreto, nadie podía determinar si se encontraba enfermo o triste, si se emocionaba por algún acontecimiento o evento, ya que siempre mantenía la misma expresión distante ante todos. Sin embargo, para Natalia era distinto, había presenciado numerosas veces la vulnerabilidad de ese hombre y la primera vez fue cuando se enteró del fallecimiento de su hermana. En su rostro se veía la angustia por la pérdida de su hermana, esa mujer que siempre lo había protegido con gran dedicación, pero que tras aquel incidente se había distanciado completamente de él para protegerla. Ahora, de nuevo se encontraba frente a ese mismo hombre, en su rostro se podía apreciar la tristeza, la impotencia y la culpa. - Nati, yo… - Ella no lo dejó hablar. - - No es tu culpa. No es culpa de nadie. - Natalia no quería que él se sintiera culpable por cosas que él no hizo. -- Yo sí tengo parte de culpa en todo lo que te
Elías avanzaba de un lado a otro, manteniendo su mirada fija en la puerta de la habitación de Natalia. Sus manos no podían mantenerse quietas debido al nerviosismo y la angustia de saber que todo estaba bien y que no existía problema alguno con su estado de salud. Al percatarse de que ésta estaba despierta, se aproximó a ella y le acarició su rostro delicadamente, confirmandole que él estaba allí y que nunca la abandonaría. Sin embargo, cuando los médicos entraron a la habitación, él tuvo que abandonar está para que ellos hicieran su trabajo. - Detente ya, vas a hacer un hueco en el piso. - Santiago le habla impacientemente. - Lo importante es que ha despertado. - Lo sé. Pero no puedo evitar sentirme ansioso. - Le responde Elías mientras se sienta a su lado. - - Si vas a estar así cuando entres a verla no te dejaré pasar. - Elías observa a su amigo severamente debido a sus palabras. - - Está bien. - Deja salir un suspiro pesado para tratar de calmarse. - Tiene razón. - Tras
Mientras Mateo relataba a su padre toda la verdad, Elías todavía se encontraba lleno de angustia debido a que aún no le permitían ver a Natalia. A pesar de que su condición de salud era delicada, él sentía la necesidad de estar cerca de ella y así proporcionarle las fuerzas que requería para poder salir de esta. - Elías… - Éste se sorprende al ver al padre de Natalia. - ¿Cómo está mi hija?- ¿Cómo se enteró de lo que había sucedido? - Era extraño que él estuviera allí porque se supone que estaba fuera del país. - - Jamás dejo a mi hija sola, además, debía estar seguro de que la mantendrías a salvo. - Elías sabía que él trataría de culparlo sobre lo sucedido. - Pero veo que me equivoque. - No pretendas venir a dartelas de santo conmigo. Porque sabemos muy bien quién es el culpable de todo lo sucedido. - ¡Debías protegerla! ¡Ahora está luchando entre la vida y la muerte! - ¡Y tú debiste educar mejor a la loca de tu hija en lugar de hacerte el desentendido mientras hacían lo